sábado, 1 de noviembre de 2014

El concepto y la idea en la vida cotidiana por Claudio Javier Castelli


OBERTURA :


¡ES HORA CONJURAR LOS POETAS, LOS LOCOS Y LOS MÍSTICOS!

 

A JACOBO FIJMAN

IN MEMORIAM

 

La Sociedad no sabe qué hacer con el delirio; los políticos sin ninguna duda, y los periodistas menos.

No alcanza con la ley de Salud Mental. Las leyes deben vivirse en la Comunidad a fondo sino es pura abstracción aplicable o no a un caso concreto o ninguno.

De alguna manera todos estamos en la “Camisa de Fuerza” de los días y del mundo neoliberal que sin tapujos se apodera de nuestro país.

Es claro que la locura no es solo un problema personal sino también social y político.

¿Qué debería hacer uno? Por empezar no debe tratar de “encerrarlos” como ocurrió con Jacobo Fijman en los cuarenta y hasta su muerte -1970-. Una forma de “encerrarlos” es no darle importancia a lo que dicen: “Es delirio”; sobre todo cuando hablan en serio. Hasta el viejo Código Civil de Velez Sarsfield (del Siglo XIX) admitía los “intervalos lúcidos”. Algo habrá cambiado el mundo y la ciencia desde entonces. Toda la batería de psicofármacos lo atestigua así como las novedosas formas de tratarlos.

Pero la locura con todos los Psiquiatras, Psicólogos, Psicoanalista y medicación que se trate es un problema profundamente espiritual.

La crueldad de los poderosos lo demuestra. Aquí no es solo un problema de poder, intereses, privilegios solamente, es un problema espiritual.

Quienes hablan con Dios en ese sector deben tener discernimiento de espíritu para clarificar cuando les habla Dios y cuando la “Embajada”, su propia posición social acomodada, sus prejuicios de clase o su patrimonio en paraísos fiscales.

Los que hablamos con Dios (habitual entre los creyentes) sabemos que es un Reino de amor y paz, gozo, momento en que se une la finitud y la infinitud. Y nos habla de un amor concreto que se realiza en la propia vida personal y actúa en la sociedad y la política. Es que la vida política (y no me estoy refiriendo a la política profesional) es constitutiva del ser de los humanos y de su hacer.

No tenemos nada contra los monjes que se retiran a vivir con hermanos en oración y alabanza permanente al Dios creador; es más nos parece hermoso.

Pero a otros los impulsa desde lo más íntimo donde sea y para quien sea: todos, todas, y todes. Creyentes o no: ateos, drogadictos, borrachos, gay, lesbianas, trans, feministas: la salvación es para todos, todas y todes.

Pero no es una salvación escatológica solo para un paraíso después de la muere, sino que la escatología universal se realiza en parte aquí en la tierra, con defectos por supuesto: Borges citando a Tomás Carlyle decía “que toda obra de arte es deleznable pero su ejecución no lo es”.

Dios no se mete en la cama de los hombres y mujeres de toda la tierra. Se introduce en las conciencias, en el corazón, en el alma, en el espíritu. Mucho existe de todos ellos cuando se apagan los televisores.

¿Cómo vamos a cambiar el mundo con las armas sino cambiamos el alma?

Pero en primer lugar el alma de nuestro movimiento, de los políticos nuestros, de nuestros militantes.

El sistema capitalista neoliberal es un sistema de opresión, desolación y muerte. Todo se compra y se vende. Todo es mercancía.

¿En el movimiento solo deben hablar los políticos profesionales? ¿Los gestores ministeriales? Y las ideas que dan como limosnas.

Chico favor le hacemos a la militancia.

Cuando la militancia da una idea quien la recibe dice no necesito nada de los pobres. ¿Tan ricos somos? ¿Ya nos vendimos al sistema neoliberal?

San Agustín dijo: “Ama y haz lo que quieras”.

Por mucho que se esfuercen los marxistas son las ideas las que cambian el mundo. Inclusive las ideas que se arrojan al vacío como quien tira un clip en una Oficina Pública. Era Hegel y no Marx. Era Hegel el que construyó un sistema dialéctico de la Idea. Un sistema dialéctico de las ideas. La Idea es la unión del Concepto y la realidad. No burdamente como el materialismo dialéctico la concibió.

La Idea es la pasión misma de la historia nacional y universal. Y es pasión sobre todo política porque en la Polis se realiza; pero no con las omisiones que tuvo en la Grecia antigua donde se excluía a los esclavos y no albergaba –ni podía haber albergado- derechos subjetivos.

Deben integrarse todos, todas y todes.

Empecemos por nuestro movimiento con un Conductor. Nos integramos todos, no dejemos a nadie afuera. Pero debe haber para este período gubernamental un Conductor. No es una cuestión teórica esto es algo absolutamente necesario y concreto. Y qué todos hablen. Inclusive los políticos profesionales.

El cristianismo le provocó un golpe mortal a todo “esclavismo”, Lutero hizo lo suyo después, y la Revolución Francesa lo desarrolló. La conciencia es libre frente a la “voluntad hundida en su situación”.

Las ideas fluyen por el mundo, transitan de un lugar a otro del planeta; algunas se ajustan al “mercado de ideas”, otras no. Y esas son las que nos gustan a nosotros. Hay que salir del “mercado de ideas”. Es imperativo de época. Si no salimos de ese “mercado” inútil serán nuestras propuestas. Las de todos nosotros.

“Sin antisicóticos no hay esperanza para los locos y locas/es”. ¿Cuáles son los antisicóticos de los cuerdos y cuerdas? ¿La cárcel que te brinda quien te paga, te beneficia, te somete?. No les piden tanto.

¡Qué las ideas fluyan libremente en el mundo peronista!

Hoy la política parece ser solo “Gestión”; por supuesto que es importante pero no alcanza. Es muy fácil convertirse hoy en un “Gestor neoliberal”. Y que vengan las inversiones.

El mundo Occidental es muy moralista con la vida sexual y muy  inmoral con la vida económica y patrimonial. La verdad es exactamente al revés.

La prosperidad en la tierra no es un signo que sos “elegido” por Dios. Calvino dijo otra cosa. Eso es lo que interpretó la Teología angloestadounidense.

Cristo dijo que “es muy difícil que un rico entre en el “Reino de los Cielos”.

Los elefantes no entran en un bazar.

Es hora de cerrar las puertas. Hace mucho frío afuera y hay mucho hastío y odio desparramado. Todos los Profetas Bíblicos lo denunciaron, Martín Luther King, Monseñor Arnulfo Romero, el Padre Mugija, todos los curas villeros  y de opción por los pobres, los Pastores comprometidos seriamente con el Evangelio.

La última novedad que ha ocurrido en el mundo es la “Venida de Cristo”. Toda la historia está redimida. Todos los hombres y mujeres del mundo serán salvos. Solo basta unir el amor que dan con el hilo de luz que mana del cielo. La vía es el alma; sin un espíritu trabajado con sus dones gratuitos no nos creerán.  Y si no actuamos en la realidad concreta descubriendo la máscara de los poderosos económicos tampoco.

¡Exijamos un voto mínimo de pobreza a nuestros políticos, nuestros sindicalistas, y de nosotros mismos si pretendemos cambiar el mundo neoliberal!. No basta con el agua mineral, las ensaladas, con no comprar aerosoles, no matar ballenas, ni talar bosques. Aunque todo eso pueda ser necesario.

Hay que actuar sobre la parte más rica de la Torta Argentina. Si ellos vendieron el alma a “Belcebú” y difunden odio y crueldad. Pongámosle límites, controlémoslos, vigilémoslos.

Hay justicia en la tierra y también el cielo.

Sin distribución de riquezas no hay esperanzas no solo para los pobres y excluidos sino también para todos nosotros.

La única burguesía nacional que existe es la de las Pymes, los demás  están unidos al Poder Financiero Internacional, y por supuesto: los paraísos fiscales.

¡Abramos los ojos!. No esperemos que nos acompañen.

Hay estructuras económicas-sociales de pecado, y no deben ser las nuestras. Dios no se mete en la cama de los hombres y mujeres de la tierra.

Todos, todas y todes contra este sistema capitalista neoliberal putrefacto donde todo se compra y se vende.

Los antisicóticos más grande que existen son el trabajo y el sueño.

La persistencia histórica del peronismo es su propia pasión de locura.

¡Qué el mundo neoliberal no aprisione los cuerpos y las almas!

¡La realidad y el sueño son la misma vigilia!.

Nuestra patria está bendecida. Nuestro movimiento peronista también.

¡Ama y haz lo que quieras!

¡Es hora de conjurar los poetas, los locos y los místicos!

¡Viva Perón y Evita!

Buenos Aires, 29 de Mayo de 2021.

Claudio Javier Castelli



Vamos al texto:

 




Me pregunto ¿Qué sería de nuestras vidas sometidos totalmente a los medios de comunicación, a los diarios, a la TV, a las radios, a las redes sociales, a María Laura Santillán, Mercedes Ninci, Tinelli, Ari Paluch, A dos voces, 678, Duro de Domar, Telefé, Canal 13, etc.? En fin todos los medios y periodistas que se nos ocurran, a toda hora, hablándonos sin parar, y nosotros sin cesar de escuchar.

La verdad periodística cualquiera que sea la bandera que blande, está hecha para el olvido.

¿Qué haríamos sino intentáramos pensar con toda esa información descartable y desechable? Es como si la angustia del domingo a la tarde, se nos apoderara de todos los días.

Ser es en gran medida pensar, y pensar es abstraer las diferencias, buscar las similitudes de los procesos, relacionar. Pero no solamente eso.

El concepto no es algo meramente subjetivo, cuando se junta con la realidad se convierte en idea.

Y cuando teoriza está actuando en universalidad, particularidad, y singularidad. Pensar universalmente es abstraerse de toda limitación, es un yo puro; la particularidad, es limitarse en algo, y la singularidad es la individualidad particular que estamos pensando.

Cuando el concepto se hace idea, la realidad se hace pasión, y la vida se hace música, tango, folclore, literatura, poesía, filosofía, política y existencia. Se hacen, en la medida, en que las ideas trasuntan en hechos.

Conceptualizar es interpretar, pero no solamente eso, es conciencia en movimiento resuelve las antinomias que la realidad crea cotidianamente.

Qué haría si no pudiera salir del hombre unidimensional (que avizoró Herbert Marcuse, en los 60) en “la sociedad del espectáculo” (Guy Debord) de la segunda década del siglo XXI. En los noventa se decía “más Platón y menos Prozac”. La verdad que la frase tiene muchísimo sentido, si es Platón, Aristóteles, Kant, Hegel, a quien vas a leer. No la tiene tanto si es Gilles Lipovetsky.

Bueno, por algunos programas televisivos la filosofía aparece como necesidad cotidiana. Quiero agregarle entonces mi cotidianidad.

Es la necesidad metafísica de algunos animales humanos que no pueden quedarse en el suelo y necesitan levantarse hacia el cielo. Son las alas, sin “Red Bull”.

Necesidad metafísica que supera el hastío de una existencia sin concepto. ¿Se acuerdan del hastío de los 90? Cuando la política no tenía contradicciones, el poder no tenía fisuras. El pensamiento no cerraba la realidad porque el pensamiento no era algo trascendente, era, en realidad, algo innecesario.

¿Por qué en estos once años son algo tan imprescindibles? Porque la política cuestiona el poder, y la existencia se hace ansiosa y militante.

Pero para algunos, no para todos, el concepto y la idea, no dependen de los vientos políticos, aunque se multiplican cuando son favorables, dependen del hastío, pero no únicamente, son una necesidad consustancial para la vida cotidiana, un mecanismo de defensa y comunicación con los demás.

Por supuesto que estas reflexiones están inspiradas en Hegel, aunque no pretenden hacerlo hablar a través de quien esto escribe.

Una realidad nueva acontece en una relación social cuando un concepto sobre cualquier tema es lanzado a la discusión. Por mucho que los posmodernos quieran en su bobería definir el pensamiento lejos del concepto este vuelve siempre a convocarnos. Lo que se llama racionalidad occidental sobre todo catapultada con la ilustración y el pensamiento moderno viene en libros con cuadernos conceptuales.

Las falacias del pensamiento jurídico y judicial, caen como castillos de naipes cuando los conceptos entran a tallar anteponiéndose a la repetición incesante de los abogados.

La filosofía siempre sale a mendigarle a las ciencias exactas cuando se considera impotente para elaborar un sistema de pensamiento. Sólo tiene que buscar animación en los conceptos y en la lógica conceptual.

Henchido de universo, cosmos, Dios, lógica, el idealismo alemán, es uno de los regalos más preciados de la historia universal, al hombre de aquí y acullá, a la ciencia, a la política y la filosofía. Pero también al hombre atosigado por los medios de comunicación actual que busca respuestas sólidas para ubicarse en el mundo.

No lo dijimos pero la mentamos antes y lo afirmamos ahora: se trata también de la dialéctica, la condición ontológica de la realidad y los conceptos de fundarse en la negación radical, el vacío, el hastío, la angustia, la nada y el devenir Se funda, se impulsa, se disgrega, se afirma, se amplía, y se contrae en un movimiento incesante.

Para Heidegger que le dedicó un ensayo (“Qué significa pensar”) la filosofía no piensa el ser, piensa el ente, lo que queda del ser. Para él el pensamiento está más cerca de la meditación con la cosa, el sostener en la paz sin prejuicios, una verdad que se desoculta.

Pensar entonces no es algo matemático, cuantitativo, que se satisface, con mero nombrar inmediato, sino que requiere una mediación, para irse, para superar a la “voluntad hundida en su situación” (Hegel), pensar es especular. No se satisface con el mero leer libros que tengo a la mano, para decir inmediatamente “que interesante”, palabra que tanto critica Heidegger, y palabra que debe ser la más repetida entre los intelectuales. Todo es interesante.

“La verdadera filosofía conduce a Dios” (Hegel) la mala es finita, aislada, superficial, superflua, POSMODERNA. Llena el espacio pero no cualifica es periodística para el olvido.

Conceptos e ideas no son entonces meros “instrumentos” del pensamiento, sino virtudes esenciales de las cosas y apetencias fundamentales de nuestro cotidiano vivir.

29 de Octubre de 2014.-

1 comentario:

  1. Aunque resulte atrevido arriesgo un comentario, a esta lúcida nota que va hasta el hueso. Está claro que debemos salir de la cómoda neutralidad, cuestionar el poder, generar el debate con ejemplos, argumentos, convicciones, para todo lo cual la dialéctica permite salir de esas premeditadas y perversas antinomias, de la violencia que esgrime impúdicamente el neoliberalismo. Me gusta eso de las ideas construidas desde el concepto y la realidad, da mucho para pensar, al menos para los que no estudiamos ciencias sociales. Como veterinario y militante del campo nacional y popular, he plantado mi banderita para romper algunos moldes en un ámbito urbano-rural, donde a veces es difícil discernir donde están los humanos y donde los animales, pero bueno, con mi librito (o ensayo) recientemente publicado he tratado. con el pretexto de la cuestión alimentaria que por cierto me apasiona, romper algún esquema. Se que no aporto mucho al excelente contenido de la nota, no es la pretensión, pero al menos digo presente, que en esta sociedad de copiar/pegar, de re-enviados y poco elaborado, es algo. abrazo grande.-

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