domingo, 20 de diciembre de 2020

QUIZÁS CUANDO PAGNI HABLA DE GUAIDÓ, HABLA DE CARRIÓ por Lido Iacomini(") para Vagos y Vagas Peronistas

 


Es útil profundizar la nota de Carlos Pagni en La Nación del martes 15: HABLAN DE VENEZUELA,/ HABLAN DE NOSOTROS. Prosiguiendo su habitual campaña demonizadora de CFK, siempre diferenciándola de Alberto, esta vez Pagni abunda en fundamentos ideológicos en una cerrada defensa de la Corte Suprema de Justicia y de la posibilidad de reforma del sistema judicial argentino. Para ello no vacila en desnudar vigas esenciales del pensamiento de la derecha liberal, a la vez que muestra un profundo temor y desprecio de las mayorías.


Encuentra en las afirmaciones de Cristina un peligro de desborde democrático cuando en su Carta compara el carácter vitalicio que la vieja Constitución le dio a los cortesanos con la elegibilidad por el voto popular de los poderes legislativos y ejecutivo. Cristina afirma que es un resabio monárquico esa distinción hacia la Corte Suprema. Pagni confiesa que el fin republicano fundamental es defender el derecho consagrado de las minorías y no “el derecho prepotente de las mayorías” (sic). Agrega que, con esto, Cristina quiere, “siguiendo al general, una comunidad organizada desde el Estado”. i Autoritaria y fascistoidea mujer ¡

No es un pensamiento original. Es el pensamiento de una facción del liberalismo argentino que tan bien analiza Eduardo Jozami en su libro EL CONFLICTO QUE PERDURA – la idea de pueblo en la tradición liberal argentina. Son quienes del pensamiento de la ilustración, mantienen los pilares con que Voltaire y su desprecio a lo popular se diferenció de Rousseau, consecuente crítico de la desigualdad. Pagni es el despotismo ilustrado. Es lo peor del despotismo ilustrado.

Consecuente Pagni se empeña en diferenciar a Alberto F. de Cristina en busca de abrir una brecha por dónde debilitar la unidad de la coalición gobernante. Prefiere identificar al presidente con un radical alfonsinista que con un peronista, identidad despreciablemente identificada con el populismo “prepotente”. Esta se la atribuye al sector del oficialismo que rodea a la vicepresidenta. Espejo de una Venezuela dominada desde hace ya años por esta peligrosa visión del poder y la democracia. Es decir desde el mismísimo demonio Hugo Chávez.

La maniobra táctica de escindir a Alberto de Cristina se conjuga con un interesado flirteo con Guzmán, al que siente empoderado e inamovible desde el triunfo de Biden en EEUU, por su amistad con Stiglitz a la vez que coequiper en esas huestes, de Janet Yellen, recién nombrada como Secretaria del Tesoro de la superpotencia en declive. Su expectativa es que Guzmán sea fiel ejecutor del plan de ajuste que intenta imponer el FMI a la Argentina. La condición pareciera ser que Guzmán convierta las incipientes concesiones a las exigencias del FMI, necesarias en la apertura de las previsiblemente duras negociaciones a que se ve sometido nuestro gobierno, en una capitulación en toda la línea a las exigencias del dueño del patio trasero. La firmeza, pero con buenos modales, de Guzmán a Paolo Rocca parecieran indicar que el gobierno tiene trazada ya la línea divisoria entre el diálogo “civilizado” y diplomático, de los objetivos soberanos de reconstrucción de la economía nacional y popular.

Claro, si Guzmán tiene “línea directa” con la Secretaria del Tesoro norteamericano n se puede correr el riesgo de quedar descolocado. Por eso la “falta de horizonte” está en la política y eso significa Cristina y el kirchnerismo. Sobre todo por su afán de terminar con ese invento del Lawfare y atravesar esa línea (ellos también tienen una línea divisoria que consideran infranqueable) que constituye la defensa a ultranza del Poder Judicial (imprescindible

herramienta de aplicación del Lawfare) y sobre todo la monárquica Corte Suprema de Justicia. Pagni se pliega sin titubeos al dispositivo que impulsa Carrió y la cúpula del PRO de llevar la embestida contra Cristina al terreno del juicio político. Maniobra que intenta cubrir las dificultades que encuentra la defensiva en que se encuentran con una blitzkrieg ofensiva. Como Guaidó en Venezuela. Quizás cuando Pagni habla de Guaidó, habla de Carrió.

(") Miembro de Partición Popular

domingo, 13 de diciembre de 2020

EL OLEAJE DE LA POLÍTICA por Jorge Luis Cerletti para Vagos y Vagas Peronistas

 


¿Se abre una nueva etapa? 

De las distintas luchas que se libran en el mundo nos remitiremos sólo a las que se dan en América y en Argentina en particular, enfocando la actualidad. 

En nuestro país pasamos de la derecha del Macrismo al gobierno popular de Alberto Fernández. Y respecto de los “amos” del Norte, salvando evidentes diferencias, se dio también un cambio favorable. De la ultraderechista presidencia de Donald Trump se pasa a la de Joe Biden, ganador de la actual elección en EE.UU. a pesar de los exasperados planteos jurídicos del “omnipotente” y grotesco cachetón rubio. Obviamente que esto no significa un cambio de fondo de la política yanqui. Sólo que ahora la dominación que ejerce U.S.A. quizás expondrá menos exabruptos y niveles más potables que intenten disimular la dominación que ejercen y seguirán ejerciendo…. 

En cuanto al campo popular, lo más destacable proviene de Bolivia con el triunfo electoral de Arce y el regreso de Evo Morales. Retorno después de 11 meses en nuestro país, período en el que pudo evitar ser asesinado, eludir su encarcelamiento y más tarde superar su proscripción. Cuando volvió al aeropuerto de Chimoré de donde había partido al exilio hace un año, recibió una acogida espectacular y multitudinaria, del orden de un millón de personas. Después fue saludado y acompañado por Alberto Fernández al asistir a la asunción a la presidencia de Luis Alberto Arce que fuera ex ministro de economía del gobierno de Evo. 

En Latinoamérica se dieron cambios positivos con el triunfo de López Obrador en México (1º/12/18), y en el extremo sur, con la asunción a la Presidencia de Alberto Fernández en Argentina (10/12/19). A los que se le suman las movilizaciones en Chile contra el gobierno derechista de Sebastián Piñera y a favor del reemplazo de la Constitución Pinochetista. Asimismo, el reciente giro en medio de una gran inestabilidad política en Perú también a consecuencia de grandes movilizaciones populares que desplazaron de la Presidencia al derechista Manuel Merino, presidente del Congreso. De resultas de lo cual, el mismo Congreso nominó a Francisco Sagasti como una figura de transición menos resistida y más potable. 

Estos sucesos señalan el ascenso de las corrientes de signo popular en el polo opuesto al de la derecha en la que se inscribe el gobierno de Brasil del ultra reaccionario ex capitán Jair Bolsonaro (1º/01/19). Sin embargo, en la actualidad se ha debilitado su mandato a raíz de la resistencia popular a su política retrógrada…. 

Señales de la etapa que se abre. 

El fenómeno de la pandemia del Coronavirus que sacudió al mundo y generó numerosas muertes y un alto grado de aislamiento social, parece muy cercano a su fin. Desde distintos lugares del planeta se anuncia la evolución de vacunas que hacia fin de año o a principios del que viene estarían disponibles. Luego, parece que transitamos los últimos coletazos de semejante pandemia lo cual normalizaría la vida social erradicando ese inesperado flagelo mundial de origen natural. Superada la cuarentena y su causa, se dinamizará la política y también las disputas por el poder. 

En ese sentido, aquí la derecha se muestra bastante dividida y por tanto, debilitada. La pretensión de liderar de Macri, dada su ambición de protagonismo, tiene significativas dificultades empezando por los sectores internos de su propio campo que no lo apoyan y también por la creciente figura de Rodríguez Larreta que, en la cuestión de liderazgo, hoy parece mejor posicionado que don Mauricio. 

Confirmando una vieja tradición, la de las volteretas políticas, pasando de blanco a negro, se destaca la ex montonera Patricia Bulrich, ahora notoria dirigente de la derecha reaccionaria de Cambiemos. Y para juzgarla basta con un claro ejemplo de su ruindad política: su aliento al uso de armas en la represión de movimientos populares… 

En contraposición, el triunfo electoral de Alberto Fernández, apoyado por Cristina, ha generado un giro político sustantivo respecto de Macri y cia. Son momentos en que la pandemia y la cuarentena afecta a la sociedad y a la actividad política, pero la acción popular del gobierno compensa el freno pandémico. 

En medio de esa situación surgió lo imprevisto: el fallecimiento de Maradona. Lamentable pérdida que trasciende la esfera deportiva y repercute en lo político y lo social. La gravitación de su figura puede evaluarse observando los tres días de duelo nacional que decretó nuestro Gobierno. Y sobre todo, si se aprecia su repercusión mundial, política y deportiva. Su apoyo a las causas favorables al campo del pueblo y su simpatía por la Revolución Cubana, Fidel y el Che. Como era de esperar, su pérdida produjo una verdadera conmoción popular y grandes movilizaciones... 

El gobierno dispuso tres días de duelo nacional y su velatorio en la Casa Rosada abierto a la concurrencia pública. Y aquí obviaremos los disturbios que se produjeron dada la gran masividad (del orden del millón de personas) y algunos desajustes organizativos. Lo importante fue la enorme movilización popular originada por la muerte del ídolo futbolístico que trascendió lo deportivo para alcanzar niveles políticos. Basta recordar los dos goles que le hizo a los Ingleses. El primero, con la “mano de Dios” y el otro, una inolvidable demostración de habilidad con una apilada de gambetas sobre cinco o seis rivales que concluyó con su histórico gol. Suceso vivido a posteriori de sufrir nuestro país la derrota en la guerra de las Malvinas. Ergo, lo sentimos como una revancha que nos brindó el talento futbolístico de maradoooo…. 

En resumidas cuentas, las grandes movilizaciones suscitadas demuestran la fuerza y potencialidad de las expresiones populares cuando ganan la calle, así como la gravitante figura de los ídolos. Son episodios que reviven momentos de nuestra historia. Como ser, salvando las diferencias y sus alcances políticos, el 17 de Octubre de 1945. 

Cuando se supere la pandemia del Coronavirus, se avizora una etapa de ascenso de los movimientos populares y el retroceso de los sectores afines a la derecha.---- 


domingo, 6 de diciembre de 2020

UN INFORME DE COYUNTURA SOBRE AMÉRICA por Lido Iacomini(") para Vagos y Vagas Peronistas

 


Se ven como resplandores de un nuevo amanecer sobre los territorios de la Patria Grande, oscurecida durante los últimos años por el giro derechista que los neoliberales de, afuera y de adentro, habían conseguido imponer en la mayoría de los países de la región. Por la vía de los llamados golpes blandos pero también por elecciones como en Argentina. Ahora los países de la región comienzan a retomar la senda autonomista inaugurada a fines del siglo XX y que se extendió durante la primera década del XXI. Con nuevos protagonistas y con renovadas estrategias, producto de la experiencia acumulada a costa de dolores y fracasos,

Aún cuando parecía que el Coronavirus había puesto en suspenso toda la vida política internacional o al menos la había subordinado de tal manera que toda cuestión importante se produciría recién a la salida de la pandemia, el mes de Noviembre nos trajo acontecimientos de tal magnitud en América que se hace imprescindible dimensionarlos y –por qué no- intentar establecer sus nexos.

Nótese que dijimos América y no nuestro habitual Latinoamérica. Pero tampoco decimos América al estilo de los norteamericanos, quienes ven a su país, los EEUU con su patio trasero incluido, como el centro del mundo. Decimos América como el vasto espacio continental sacudido de acontecimientos significativos, porque Noviembre abarcó el retorno de Bolivia a la experiencia democrática y a la reivindicación de su mejor proceso político del último siglo. Porque el pueblo chileno logró, con su lucha en las calles y con su voto en las urnas, cerrar las páginas amargas del pinochetismo y abrir ventanas esperanzadoras al futuro. También porque EEUU fue noticia al mostrar que el mamotrético Trump no logró que su modelo fuese reelegido y mostrar que su llamada democracia ejemplar hacía agua a la vista de todo el mundo. Luego de su gran crisis financiera del 2008/9 llegó la crisis de hegemonía que EEUU comenzó a transitar por el ascenso acelerado de China. El modelo Trump fue un intento fracasado de revertir el declive de un imperio que ha durado demasiado. El gobierno de Donald Trump cedió posiciones en el mundo al tiempo que intentaba encorralar a los países latinoamericanos en su tradicional patio trasero.

And last but not least… América también es Perú y allí una derecha arrinconada por sus propios desaguisados se atreve a dar un golpe parlamentario y a aupar al gobierno a un oscuro parlamentario y empresario condenado por esclavista, desatando la furia juvenil y la movilización popular reprimida con violencia en las calles de Lima. Y lo notable es que lograron derrocar al gobierno fraudulento de Merino y dar lugar a una nueva esperanza con la asunción de Francisco Sagasti como presidente por el breve pero crucial período que media entre esta insurrección juvenil y las próximas elecciones generales en Perú, en Abril del 2021. 

Y todavía después…

Y llegó inesperadamente Guatemala, que esta vez no fue Guatepeor porque su juventud –hablando de nuevos protagonismos- no toleró que entre gallos y mediasnoches el gobierno de la derecha conservadora encabezado por Alejandro Giammattei hiciera aprobar un presupuesto que reducía los montos destinados para educación y salud e ignoraba los tremendos índices de pobreza en esa nación (59,3%). Cuatro días de movilizaciones y luchas contra la represión en las calles con decenas de heridos y detenidos hasta alcanzar un moderado triunfo: Giammmattei se vió obligado a retirar el pliego del Parlamento y llamar a una negociación para redactar uno nuevo. Previamente desechó la renuncia conjunta que le había sugerido su vicepresidente Guillermo Castillo, opositor a sus políticas. Movilizaciones de más de 10.000 personas acosaron el Palacio de la Cultura, sede del gobierno mientras otros grupos menores prendieron fuego al parlamento, consumido en un 20%. Pero la extensión como reguero de estos sucesos insurreccionales a esta nación centroamericana, cobra relevancia sobre todo porque muestra a los pueblos del mundo que algo nuevo está sucediendo en la región, y que los viejos y desgastados poderes neoliberales ya no podrán hacer y deshacer a su antojo sobre el destino de nuestras naciones. 

Es cierto que ni en Perú, ni en Chile ni en Guatemala hay partidos populares ya construidos y asentados que superen el desprestigio, producto de sus complicidades con el neoliberalismo y las derechas del período que parece finalizar. En Guatemala la izquierda está dividida y con escasa relevancia. Pero como en Chile y Perú, una juventud con fuerte espíritu de lucha parece haber llegado para asumir las tareas de construcción y organización que exige la hora. Luis Almagro en lo que podría ser uno de sus estertores políticos llamo a la desmovilización popular y defendió al gobierno de Giammattei. Su hora al frente de la OEA parece haber terminado y ya se debate sobre la reposición efectiva de la Celac o la Unasur mientras que el Mercosur es mantenido a flote a la espera, previsible, de la caída de Bolsonaro.

Y ya que mencionamos a Bolsonaro aprovechemos a decir que si hay alguien en América latina que ha quedado mal parado con la derrota de Donald Trump es Jair Bolsonaro. Está de punta, como suele decirse, con Joe Biden, el nuevo presidente norteamericano y eso es poco menos que decir que está de salida. Un punto esencial en su campaña electoral fue la cuestión del Cambio Climático, con la promesa del regreso de su país al Acuerdo de París y además con el acento puesto en el desastre provocado por el líder derechista brasileño sobre la Amazonia. Si bien Bolsonaro no es precisamente un hombre de principios sólidos, todas sus ideas y políticas chocan con los nudos troncales de la campaña demócrata. Regreso a la OMS: Jair se ha burlado del organismo internacional y junto con Trump han promovido el desprecio contumaz a la lucha contra el Covid. Multilateralismo al palo los demócratas y un desapego fuerte hacia la institucionalidad internacional por parte del presidente brasileño. Bolsonarono, desde el asesinato de Marielle Franco ha escalado en la discriminación racial mientras Biden viene montado con viento a favor a partir del desprestigio que a Trump le han significado su desmadre racista. Podría resumirse el estado de situación así: es inviable un gobierno modelo Bolsonaro conviviendo con un gobierno demócrata en los EEUU, y particularmente con éste Biden, flanqueado por el ala izquierda de su partido que ha aprovechado los exabruptos políticos por derecha del mandatario republicano para crecer significativamente.

No queremos engañarnos ni engañar: sobre el caballo mentiroso del multilateralismo viene montado el globalismo ultrafinanciero y su burbuja. Sobre su verdor ambientalista su rapacidad sobre los recursos naturales y sobre su “socialdemocrático” espíritu dialoguista su intento de reconvertir el hegemón deteriorado y aislado. EEUU de la mano de Biden emprenderá una marcha sobre Europa para recomponer alianzas que le permitan enfrentar a China y su tentadora Franja y Ruta de la Seda.

Argentina, revalorizándose como importante país periférico, deberá decidir su conducta en este escenario en busca de su destino. Quizás la política exterior no luzca tanto como algunas medidas económicas que ayuden a resolver los desequilibrios externos. Sin embargo es en la construcción de una nueva arquitectura internacional, Celac, Unasur, Brics (como propone la Embajadora Alicia Castro), la Franja y la Ruta, donde se encuentra la plataforma del despegue argentino.

(")Miembro de Participación Popular (E. Jozami). En Carta Abierta coordinó la Comisión de Asuntos Internacionales



domingo, 29 de noviembre de 2020

LA COVID EXIGE LA BIOPOLÍTICA por Frei Betto




 
            Antes de la pandemia, el mercado financiero determinaba la actividad política, incluso en el sector de la salud. Brasil es un caso típico. Desde 2016, cuando se aprobó la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 95, que congeló por veinte años el presupuesto de la salud, los recursos de ese ministerio están en caída libre. (…) El gobierno no ha respetado la exigencia constitucional de dedicar a la salud al menos el 15% de los ingresos de la Unión. (Datos del Consejo Nacional de Salud).

A inicios de noviembre, el economista francés Robert Boyer lanzó su libro Les capitalismes à l’épreuve de la pandémie [Los capitalismos ante la prueba de la pandemia] (París, La Découverte), en el que analiza el impacto de la Covid-19. Descarta buena parte de la terminología empleada en los análisis económicos de la nueva anormalidad. No hay recesión, un fenómeno endógeno de los ciclos económicos, sino decisiones gubernamentales de restringir la actividad económica a lo esencial. Los gobiernos “congelaron” la economía. Los “planes de estímulo” son, de hecho, compensaciones a las empresas por los daños sufridos.

La economía pandémica ha demostrado que la tercera parte de la capacidad productiva no tiene un valor “indispensable”. Y provoca el descenso del nivel de vida medio. Hay caídas significativas del PIB y un mayor empobrecimiento, agravado por el desempleo.

En lo adelante la tendencia será el predominio de la economía de plataformas, protagonizada por GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon). En esa nueva economía, el repartidor de Amazon tendrá más importancia que un ingeniero aeronáutico. Será una economía de poco valor agregado, un nivel mediocre de calificación y reducidos aumentos de la productividad. Eso significa que la pobreza y la desigualdad social tienden a agravarse.

Antes de la pandemia, el mercado financiero determinaba la actividad política, incluso en el sector de la salud. Brasil es un caso típico. Desde 2016, cuando se aprobó el Proyecto de Enmienda Constitucional (PEC) 95, que congeló por veinte años el presupuesto de la salud, los recursos de ese ministerio están en caída libre. En 2019, la disminución fue de 20 mil millones de reales. En 2017, las inversiones en servicios públicos de salud representaron un 15,77% de la recaudación de la Unión. En 2019 descendieron al 13,54%. El presupuesto de 2017, del orden de los 142 mil 800 millones de reales, cayó a 122 mil 600 millones en 2019. En 2020 se produjo un ligero incfemento: 134 mil 800 millones. La PEC bloqueó 95 mil millones, a pesar de la pandemia. El gobierno no ha respetado la exigencia constitucional de dedicar a la salud al menos el 15% de los ingresos de la Unión. (Datos del Consejo Nacional de Salud).

La Covid-19 invirtió el rumbo de las cosas. Ahora es la salud la que determina el nivel de actividad económica del país. Por eso el mercado aguarda la vacuna como quien espera al Mesías. Solo entonces podrá decidir con seguridad dónde invertir sus billones de dólares y euros.

La nueva anormalidad tiene el lado positivo de que elimina cualquier hipótesis de privatización de la salud, aunque la propuesta venga disfrazada de SPP: Sociedad Público-Privada. El pánico en las bolsas de valores, la caída del precio del petróleo, la paralización de los préstamos bancarios y las inversiones, la flexibilización de la ortodoxia presupuestario son todos reflejo de un hecho nuevo: la salud pública, tan subestimada hasta febrero de 2020, ahora es una prioridad.

El supuesto dilema de los gobiernos –enfatizado por Bolsonaro--, salvar vidas humanas o la actividad económica (y en Brasil el gobierno optó por lo segundo) ha demostrado ser enteramente falso. Muchos gobiernos, como los de la Unión Europea, se consideraron capaces de gestionar el momento en que el perjuicio económico superara el precio de la vida humana salvada. Podían confiar en los científicos. Pero la Covid-19 demostró estar por encima de los conocimientos científicos. Cada nuevo virus presenta características nuevas.

Llevados contra las cuerdas del ring, los gobiernos se preguntaban qué hacer, ya que se dieron cuenta de que no es posible salvar la economía sin salvar a las personas. Aumentaron entonces las exigencias de confinamiento, lo que provocó una oleada de reacciones por parte de quienes sentían irrespetadas sus libertades individuales. Vino la flexibilización. El virus lo agradeció. Él, que se veía amenazado de extinción, encontró en las aglomeraciones una multitud de nuevos hospederos.

La extrema derecha ha explotado la segunda ola de la Covid-19 ante las nuevas medidas restrictivas. El miércoles 18 de noviembre salieron a las calles alemanas miles de personas con pancartas en las que se leía “¡Paren la mentira de la pandemia!”, “¡No a la vacunación obligatoria!”

Esos extremistas aprovechan la incomodidad causada por el confinamiento, en el cual muchos enfrentan la pérdida del empleo y la depresión, para robustecer sus banderas anticientíficas de supremacía blanca y odio a los inmigrantes. Quieren que los gobiernos no canalicen sus recursos hacia redes de protección social y sanitaria. ¡Que mueran los pobres! ¡Los ancianos! ¡Los desempleados! Como repite Bolsonaro, “la muerte es el destino de todos”.

Robert Boyer afirma que ya no se puede abordar la economía como en el período prepandemia. Y los gobiernos no tienen más opción que avanzar hacia la biopolítica: hacer de la preservación de vidas humanas y de la naturaleza su prioridad. Entonces quién sabe si la humanidad se dará cuenta de que no necesita de tanto confort, consumo e innovación tecnológica. Para ser feliz basta una vida digna con la garantía de los cuatro derechos humanos fundamentales: alimentación, salud, educación y cultura.


Frei Betto es autor, entre otros libros, de Diário de quarentena – 90 dias em fragmentos evocativos (Rocco). Librería virtual: freibetto.org


Frei Betto es autor de 69 libros, publicados en Brasil y en el extranjero. Puedes adquirirlos con descuento en Librería Virtual - www.freibetto.org Allí los encontrarás a precios más económicos y los recibirás en casa por correo.




Traducción de Esther Perez


Copyright 2020 – Frei Betto - 



QUIÉN ES FREI BETTO


El escritor brasileño Frei Betto es un fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 69 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso en dos acasiones- en 1985 y en el 2005 fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. 

Asesor de movimientos sociales, de las Comunidades Eclesiales de Base, del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, y de la FAO, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años.


sábado, 21 de noviembre de 2020

¿QUIÉN LE COMPRÓ LA TIERRA A DIOS? Reforma agraria, necesidad de los pueblos por Adolfo Perez Esquivel



El sistema liberal se fue apoderando de las tierras, antes y ahora, excluyendo a las dos terceras partes de la población, concentrando el poder económico y político. La tierra fue y es eje de disputa, luchas y rebeliones, no es mi intención profundizar éste problema que duele en la vida de los pueblos. Quiero hacer referencia a hechos vividos donde la tierra es el centro de la vida o muerte de sectores campesinos, indígenas o pobladores que buscan donde vivir, son “los desheredados de la tierra”. Ciro Alegría escritor peruano en una de sus obras dice “El mundo es ancho y ajeno”· Hace años en el Nordeste de Brasil, acompañé a Dom Helder Cámara Arzobispo de Olinda y Recife a una favela en disputa por las tierras en las que estaban asentados desde hacía varios años; una empresa multinacional quería expulsarlos pidiendo su desalojo y llevaron el problema a los tribunales. En la gran sala del juzgado los micrófonos no funcionaban y el pueblo no escuchaba el debate entre los abogados y los jueces. Los pobladores prepararon dos grandes carteles preguntando a los jueces “¿Quién le compró la tierra a Dios?- La tierra es de quien la trabaja- Podría seguir señalando la situación de la tierra en todo el continente y en nuestro país, como el despojo a los pueblos originarios, los Mapuches, los Qom, Los Guaraníes, entre otras víctimas por el poder de turno. 

Los pueblos buscan alternativas para encontrar nuevos caminos como el MST- Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, la producción de semillas orgánicas y no transgénicas, experiencia en muchos productores rurales, las Comunidades campesinas en Paraguay, Guatemala, Las Ligas Agrarias en Argentina y organizaciones como el MOCASE, MOCAFOR y el MAN, entre otros movimientos campesinos. Las desigualdades sociales e injusticias se profundizan y ponen en riesgo los DDHH y la democracia. El 29- 10-20 fue un día triste se manifestó en la toma de tierras en Guernica, los pobres buscaron un lugar donde poder levantar sus viviendas, siendo desalojados por la fuerza policial con 4 mil efectivos en forma violenta, cortando la luz, lanzaron gases lacrimógenos, balas de goma, incendiando las casillas precarias de los pobladores, algunos se quedaron y resistieron con gomeras, piedras y palos. La orden judicial fue desalojarlos sin tener en cuenta los niños/as, ancianos, mujeres, víctimas de la violencia policial y judicial. Es cierto que el gobierno de la provincia buscó el diálogo para resolver la situación con apoyo económico y la promesa de encontrar otro lugar dónde levantar sus viviendas, el enfrentamiento con la policía dejó como saldo 40 detenidos. 

Varios organismos de DDHH enviaron veedores para evitar la violencia policial entre ellos la CPM, el CELS, el SERPAJ, la APDH de la Matanza. Buscando dialogar con las autoridades y que no utilicen la violencia contra los pobladores considerando la cantidad de niños/as, mujeres y ancianos Los pobres son excluidos del sistema y víctimas de la represión, hubo sectores del periodismo canalla, señalando que eran delincuentes troskistas, no victimas de una situación injusta del sistema, levantando en los programas periodísticos la defensa de la propiedad privada y guardan silencio sobre el uso y abuso de los terratenientes que compran lo que no les pertenece, podemos comprobarlo en el ayer y el hoy. La pregunta es ¿Cómo puede ser que en el país empresas extranjeras compren grandes extensiones de territorio expulsando a los pueblos originarios y campesinos en la Patagonia?, ¿ Cómo puede ser que la empresa Benetton sea dueña de un millón de hectáreas?- otras empresas como Lewis, Turner poseen otras tantas. Las empresas mineras, los monocultivos de los terratenientes; de que propiedad privada hablan?- los medios de comunicación guardan silencio cómplice . 

Vuelvo a la pregunta de los pueblos ¿Quién le compro la tierra a Dios? Los pobres, los campesinos, los pueblos originarios son expulsados y violentados sin defensa alguna. La CPM- Comisión Provincial por la Memoria es un ente autárquico oficial que aporta su trabajo en defensa de los DDHH, sus integrantes son ad honoren. Otro hecho que sacudió la vida y conciencia del pueblo fue en la Provincia de Entre Ríos donde la señora Dolores Etchevehere generosamente ofreció al Proyecto Artigas tierras para desarrollar proyectos productivos orgánicos actitud que desató la furia de sus hermanos, un problema familiar que llegó a los tribunales, los jueces decidieron que el derecho de las tierras correspondía a los hermanos de Dolores. Los integrantes del Proyecto Artigas con Juan Grabois se retiraron de la estancia. Es un capitulo no cerrado que tiene que aclararse ante la justicia y rendir cuentas de la discriminación de género a Dolores quien denuncia el vaciamiento de las empresas familiares. 

Las tensiones vividas esos días en distintos contextos llevó a la superficie el debate muchas veces silenciado sobre la reforma agraria y la propiedad privada. La propiedad debe estar en función social, lo que significa que toda persona tiene derecho a la propiedad individual y que el Estado debe asegurar. Estoy de acuerdo con Juan Grabois que el país necesita de una reforma agraria, la distribución justa y el derecho a las 3 TTT- tierra- techo y trabajo. Debe ser política de Estado proveer la distribución justa y protección de los recursos naturales deben cumplir una función social y no confundir desarrollo con explotación.

Es necesario lograr el equilibrio entre las necesidades del ser humano y el respeto a la Madre Tierra, lamentablemente violentada por la especulación financiera, los desmontes, quema y destrucción del medio ambiente con agro-tóxicos provocando graves daños y contaminación del agua y la tierra, por la megaminería, los monocultivos y la quema de la floresta como en la Amazonía, Australia, Argentina y diversos países.

La pandemia del Covid 19 que afecta al mundo ews la consecuencia del daño que el ser humano provoca a la Madre Tierra; si no se restablece el equilibrio y continúa la explotación y devastación actual el mundo se dirige a un suicidio colectivo. Los indicadores están a la vista, calentamiento global, contaminación, los agro-tóxicos y destrucción de la biodiversidad. 

La otra pandemia que avanza peligrosamente es el “hambre”. El mundo produce alimentos suficientes para superar el hambre pero hay más hambrientos. Josuè de Castro decía que el hambre es la manifestación biológica de una enfermedad sociológica. La forma de enfrentar el hambre antes que sea tarde es la soberanía y seguridad alimentaria que está en el pequeño y mediano productor rural, no en las grandes empresas agrícolas, ni en los transgénicos. Es urgente avanzar con políticas públicas en la solución alimentaria y restablecer el equilibrio con la Madre Tierra y la producción orgánica, el desafío es volver a las fuentes. 

La Argentina es un país productor de alimentos, con territorio suficiente y de gran biodiversidad, pero hay grandes sectores del pueblo con hambre, imposibilitados de tener los recursos básicos para sus vidas. La desigualdad social se profundiza y hay que buscar caminos superadores de la profunda crisis que viven los pueblos.

sábado, 14 de noviembre de 2020

REDES Y COMUNISMO por Pedro Cazes Camarero(") para Vagos y Vagas Peronistas

 


La manera técnica de comunicarse entre los nodos de una red (por ejemplo internet) es la CONDICION DE POSIBILIDAD de la red. Si no hay lenguaje articulado entre los miembros de una partida de caza paleolítica ésta no puede existir. Pero la red no es ni está constituida por la manera técnica de relacionarse entre los nodos de la red. La red está constituida por los nodos mismos y la propia relación existente entre los nodos. 

En una sociedad fordista, efectivamente hay una red pero es una red centralizada alrededor del nodo burgués por los nodos obreros. Según el marxismo clásico la liquidación revolucionaria del capitalismo fordista se efectúa reemplazando las red centralizada de la sociedad fordista, que es la dictadura de la burguesía, por otra red, también centralizada, que sería la dictadura del proletariado. Pero eso no reemplaza al fordismo, esto es, no liquida al capitalismo. El salario, el dinero y la legislación, esto es, la forma jerárquica de relación entre las personas, sigue vigente. La dictadura del proletariado es una forma política de dominación en el marco del fordismo y del modo de producción capitalista. El modo de producción capitalista se conserva, aunque sea gestionado por el Estado. 

La propuesta alternativa, la democracia del común, solamente puede ponerse en práctica en un marco social más avanzado, el postfordismo, pero depende del desarrollo siempre revolucionario de las fuerzas productivas. Llegado a un punto determinado de crecimiento de la composición orgánica del capital, la avanzada composición técnica de éste permite dar el salto. Emerge el postfordismo con la organización de la vida humana entera alrededor de la informática. Sin la tecnología informática avanzada no puede haber postfordismo. Y sin postfordismo, no puede haber democracia del común. 

En la sociedad contemporánea la telefonía celular es ubicua y aunque un trabajador realice una actividad “atrasada” por ejemplo algún tipo de trabajo físico, su vida se halla organizada por el celular, la factura bancaria de la luz, la tarjeta “SUBE” con la que se desplaza, etc. 

En una palabra, provisionalmente el desarrollo desigual de la técnica se mantiene pero ya la forma superior, informática, domina completamente el escenario. La subjetividad de las personas, en las nuevas generaciones sobre todo, se ve conformada por el rol creciente de la nueva técnica, que no es sólo comunicacional, sino que va involucrando crecientemente la propia vida. Advirtamos, sin embargo, que una vez constituida la nueva subjetividad postfordista, ella ya no depende de modos técnicos de constitución de la red. Éstos se dan por sentado como naturales, porque sin ellos, sin cajeros automáticos, facturas electrónicas, horarios digitales, etc. no es viable el propio sistema capitalista postfordista. La arquitectura informática es robusta, porque los caminos para intercambiar la misma información o coordinar cualquier actividad son múltiples e intercambiables. De ese modo, sin embargo, también se articula la nueva subjetividad postfordista. Las relaciones entre los nodos pueden efectuarse por vía electrónica, por escrito e incluso por vía verbal. Vías técnicamente arcaicas pero viables. Ya deja de importar la forma de comunicación sino entre quiénes se están comunicando. 

Si las subjetividades son fordistas, por ejemplo durante las décadas de mediados del siglo XX, no importa si la transmisión de los discursos son electrónicas o no: siguen siendo 100 % capitalistas. Ahora pasa exactamente lo mismo, pero al revés: si las subjetividades son post- fordistas, no importa que nos corten Internet (y eso será solo por un rato, porque sin informática colapsa el sistema, por lo cual deberán devolverla): a través de la base papel o por telefonía de línea, por señas o con birome en la pared, las subjetividades postfordistas continuarán siéndolo. Para la red postfordista, constituida en el seno de la dictadura de la burguesía, ésta se convierte en una opresión intolerable. Opresión política, pero también estructural. 

Es el momento de la democracia del común. Lo contrario de la dictadura de la burguesía ha dejado de ser la dictadura del proletariado (o sea más dictadura) sino la democracia. Y lo contrario de la burguesía ha dejado de ser el proletariado, ya que para que deje de haber amos es preciso que se extingan los esclavos: el escenario es ocupado por el común.

(") Pedro Cazes Camarero, argentino, farmacéutico, 1945. Magister Scientiae en Metodología de la Investigación Científica y Epistemología. Ex director de "Estrella Roja" (órgano del Ejército Revolucionario del Pueblo- ERP-), "El Combatiente" (órgano del Partido Revolucionario de los Trabajadores - PRT-) y "Crisis". Autor de numerosos artículos y libros, entre ellos "Las Estrategias de la Aurora", de próxima aparición (Ed. Prometeo, Buenos Aires, 2019). Premio "Ramón Carrillo" (2010). Miembro del Encuentro de Profesionales contra la Tortura. Columnista de "Cuadernos de Crisis/Purochamuyo".

















































sábado, 7 de noviembre de 2020

CAMBIA, TODO CAMBIA por Jorge Luis Cerletti para Vagos y Vagas Peronistas

 


Con bastante frecuencia ocurre que al poco tiempo de producidos algunos cambios socio-políticos importantes, los naturalizamos de modo tal que se pierde de vista la historia de su alumbramiento. Tal el caso del voto femenino que recién se sancionó en 1947, gracias al impulso y la gestión de Evita. Hoy, que la lucha del feminismo ha alcanzado mucha fuerza y relevancia enriqueciendo el espectro de las luchas libertarias, vale recordar que sólo transcurrieron 73 años desde que se sancionó aquella ley de sustantiva importancia política-social-personal y pareciera que existió siempre… 

En política, a partir del golpe del Tte. Gral. Uriburu en 1930, se sucedieron los gobiernos conservadores. Sin embargo, el 17 de Octubre de 1945 se produjo el triunfo de los descamisados cuya multitudinaria movilización logró rescatar a Perón de la Isla Martín García. Así se abrió una etapa trascendente del movimiento popular. Luego, la asonada militar de Aramburu y Rojas derribó el gobierno de Perón en 1955 y se sucedieron distintas dictaduras militares hasta que en 1983 se inauguró el actual proceso democrático. En todo aquel período las luchas populares tuvieron altibajos y sufrieron diversas formas de represión. Esas luchas incluyeron experiencias guerrilleras, movilizaciones de masas y también algún proceso eleccionario. Éstos variaron desde de la proscripción del peronismo a su legalización. Y en la última etapa de vigencia electoral, se desarrolló el kirchnerismo (identificado con el peronismo) que abrió un nuevo mapa político en nuestra nación.

Mas, ahora surgió algo inédito por fuera de la política que influyó sobre ella: el Coronavirus. O sea, un fenómeno natural que sacudió a nuestro país y al mundo. Ha cambiado hábitos, generó aislamiento y produjo muchas muertes. En suma, incidió e incide en la vida de la sociedad en su conjunto 

El aislamiento.

La Pandemia provocada por el Coronavirus es “democrática”, alcanza a todo el planeta. En general, los recursos que moviliza son directamente proporcionales al nivel económico y al poder de las naciones que lo padecen. No obstante, hasta que no se cree la vacuna contra el Coronavirus (se prevé para principios del año próximo) no finalizarán el aislamiento, los trastornos y la proliferación de víctimas.

En la vía pública se exige el uso del barbijo y guardar la distancia mínima de 2 metros entre personas. Pero lo peor es el enclaustramiento que no sólo dejó sin trabajo a muchos sino que afecta sensiblemente las relaciones sociales. En general, demanda la limitación del número de personas en cualquier reunión con inclusión de las familiares, evitando así reuniones numerosas. Ese sustantivo cambio en los hábitos introdujo una alteración en las costumbres y ha limitado sensiblemente las reuniones y las manifestaciones públicas. No obstante, existen negadores de semejante situación. Es el caso de jerarcas políticos egocéntricos y reaccionarios como Trump y Bolsonaro, con sus desplantes personales y políticos, pero sobre todo, hay que sumar la práctica de “rebeldía” de activos provocadores de la derecha. 

Las restricciones para preservar la salud, operan sobre el conjunto de las sociedades y se refleja en la actividad política. En el Parlamento y en otros ámbitos destinados a encuentros de diversos funcionarios, tienden a suplirse las reuniones personales y realizarse a través del zoom y videoconferencias. En ese sentido, el desarrollo tecnológico favorece el funcionamiento de organismos públicos que pueden seguir sorteando limitaciones de importancia. Hoy, esos cambios están incorporados en la sociedad. Del mismo modo, muchas actividades artísticas, educativas, o conexiones de diversa índole afectadas por la pandemia, emplean formas de sustitución. Como ser, suplir la asistencia a los espectáculos en vivo (deportes, teatros, etc.) por su visualización en video. Y aunque esto implique la carencia de público en vivo, permite la continuidad de las correspondientes actividades con la asistencia de público virtual… 

Ahora bien, respecto de las movilizaciones políticas populares se verifica una previsible disminución. No sólo porque el gobierno concita una adhesión amplia y prohíbe sanitariamente reuniones numerosas, sino también porque la pandemia tiende a crear un clima social de encierro. Lo cual no obsta a que, en la vereda de enfrente, factores de poder opuestos al gobierno desafíen las prohibiciones. Por ejemplo, se produjo el paro de la policía de la Prov. de Bs. Aires exigiendo el aumento de sus haberes. Y lo que es más grave, en agresiva y amenazante señal de desacato, se movilizó rodeando la Residencia Presidencial de Olivos. 

La post pandemia.

No son pocos los interrogantes en torno a los efectos de la pandemia. En cuanto a la duración, su final se relaciona con la gestación y distribución de la vacuna. Existen varios competidores en una carrera en la que la salud se liga con el beneficio económico… Se ha difundido que en los primeros meses del año próximo se podrán realizar campañas generales de vacunación. Esto supone la superación de la pandemia del Coronavirus. Sin embargo, hoy las secuelas del paro forzoso sobre muchas actividades, los alcances de los daños y la merma de ingresos de los sectores afectados, son tan perjudiciales como difíciles de sobrellevar en estas circunstancias.

En suma, un fenómeno natural ha originado una anomalía colectiva de víctimas y “reclusión” muy extendidas que alcanzan a toda la humanidad y que altera la vida en las distintas sociedades. En situaciones de ese tipo crece la importancia del rol del Estado y se visualiza fácilmente la eficiencia de las diversas gestiones. Las numerosas muertes y contagios acaecidos en las poblaciones de EE.UU y de Brasil dan un lamentable testimonio sobre las falencias de sus respectivos gobiernos. Digamos que los casos fatales en esos países son muy elevados y exhiben las carencias de la política sanitaria para amplios sectores populares, muy descuidados en ambas naciones. 

El esfuerzo solidario del personal de sanidad, con riesgo incluido, contrasta con la desidia de muchos gobiernos de la derecha. Y el problema recae tanto en la cantidad de contagios como en la disponibilidad de respiradores para atender a los contagiados. La relación Coronavirus-recursos disponibles muestra variadas dificultades. 

En definitiva, plantear la post pandemia equivale al desarrollo y gestación de las vacunas contra el Covid 19 y su consiguiente aplicación a la comunidad. Acerca de los daños y perjuicios a la salud y lo social hay que remontarse a lo que significó la proliferación de la “gripe española”. 

La problemática hoy se asocia a los efectos de la cuarentena y el aislamiento que se reflejan en las políticas de este momento. En ese sentido, prevalece el distanciamiento social precautorio que constituye un serio obstáculo para las manifestaciones colectivas. Sin embargo, los procesos resultan una fuente de donde emergen imprevistas situaciones en el escenario político. Y a propósito del mismo, una fecha cargada de historia y simbolismo resurgió tiempo atrás.

El 17 de Octubre. 

Este nuevo aniversario tuvo gran repercusión. Colapsaron las redes sociales y las calles céntricas se poblaron con gran cantidad de vehículos en manifestaciones populosas que adherían a la conmemoración sorteando el problema del enclaustramiento. En rigor, constituyó un inesperado hecho político dadas las condiciones actuales.

Se pudo apreciar entonces la vigencia que sigue teniendo el peronismo en la Argentina. Han transcurrido 75 años de la histórica jornada de 1945, la fecha de su consagración político-social y hoy, en circunstancias tan extrañas, vuelve a concitar una fuerte adhesión popular con todos los matices que se quiera. Sabido es que a lo largo de su historia cohabitaron en su seno desde sectores de ultra derecha hasta sectores de izquierda radicalizada, fenómeno que se refleja en sus distintos momentos político-ideológicos. Baste comparar la nefasta figura de José López Rega con John William Cooke, líder del ala izquierda del peronismo. No obstante, la profunda raigambre popular del movimiento lo caracteriza y destaca dentro del conjunto de las fuerzas políticas nacionales. 

¿Qué alcances tiene este rebrote de adhesión al peronismo? ¿Podrá proyectarse en movilizaciones que motoricen las reivindicaciones y demandas? ¿O el peso de la prensa gorila y del poder antipopular la reducirá a una efemérides inocua e intrascendente? Y más grave aún, las limitaciones internas del propio campo. Aquí las preguntas se asocian a las exigencias emanadas de la problemática política actual. Porque trasciende ampliamente la estrechez de miras de la dirigencia política y apunta al vacío de una política emancipatoria que cuestione a fondo la vigencia del capitalismo y de sus poderosos gestores…

“Todo cambia” menos la necesidad de una política liberadora.

Enfrentar al poder del gran Capital y de sus Corporaciones es complejo y nada fácil pero tampoco es imposible. Conlleva una metodología de construcción de una política que demanda protagonismo con sus tiempos y el objetivo de la liberación nacional.

Contamos con valiosos cuadros, diversas experiencias y hoy un gobierno surgido del ámbito popular por más condicionado que esté. Es hora de propiciar un gran debate dentro del campo del pueblo de todos los que aspiramos y proponemos que la independencia nacional se consolide en los hechos. Donde proliferen las ideas, se esfume el sectarismo y se desarrollen las movilizaciones populares. O sea, que se potencie la creatividad y la praxis que haga irreversible nuestra independencia. Tras ese objetivo es necesario hacer un gran esfuerzo por la unidad en la diversidad para que el proceso de construcción se vaya realizando. Debemos partir de la base de que el núcleo del poder enemigo consiste en la vigencia y hegemonía del gran capital interno e internacional. Si no reconocemos la presencia e incidencia de semejante enemigo, mal podremos destruir ese poder. Tarea insoslayable para quienes impulsamos la liberación nacional sin marchas y contramarchas que la transformen en una ensoñación. 





sábado, 31 de octubre de 2020

EL ROSTRO SIN ALMA DE LA SOCIEDAD, Miguel Delibes y los santos inocentes por Luis Carlos Muñoz Sarmiento



La Fábrica de Sueños

He buscado en el campo y en los hombres que lo pueblan la esencia de lo humano. MIGUEL DELIBES


En 1984 se estrenó en España una de las películas más sorprendentes, cautivantes y reveladoras de cuantas se hayan proyectado posteriormente en Colombia, país en el cual fue conocida dos años después. Con motivo del centenario del natalicio de Miguel Delibes (1920-2010), autor de la magna novela que dio origen al filme y de un aniversario más de dicho acontecimiento audiovisual, en esta columna se intentará desentrañar parte del espíritu de dicha obra, dirigida por el español Mario Camus, cuya lucidez, humanismo y tratamiento de la parábola política, referida a un grupo de desheredados de la tierra, difícilmente encuentra un equivalente dentro del panorama cinematográfico contemporáneo; así como tampoco es fácil hallarlo dentro de la relación literatura/cine específicamente en cuanto tiene que ver con la libertad de adaptación, que llega hasta la transgresión, la capacidad para modificar personajes, hechos y situaciones y la destreza en el manejo del lenguaje: hecho que sorprendió positivamente al autor de la novela.

A través del lenguaje, Camus logró transformar el original literario en una pieza fílmica de alto vuelo poético, sin traicionar en ningún momento la idea central del argumento, objetivo de toda buena adaptación. De un denso contenido realista, inmerso en aguas o, peor, en el lodo de la política, sin caer, eso sí, en el manido recurso al mamertismo (el recurso al dogma y al sectarismo, sin atender a razones del interlocutor, v. gr., el uribismo), calamidad de frecuente uso en ciertas latitudes. En las que aún se piensa que toda expresión artística debe retribuir los favores políticos y el cine llevar una fuerte carga ideologizante como en los casos del realismo socialista, con su culto a la personalidad, del tendencioso parnellismo, no maccarthysmo, con su negación del ser, y, en el plano nacional, del yugo fascista, con sus inocultables señales: 1. Nacionalismo exacerbado; 2. Desprecio por los DDHH; 3. Supremacismo militar/blanco; 4. Machismo/patriarcado sin freno; 5. Medios masivos parcializados/sesgados; 6. Mezcla de Gobierno y religión; 7. Ataque continuo a los derechos laborales; 8. Protección de los bancos/sistema financiero y Corporaciones; 9. Desprecio por artes, artistas e intelectuales que disienten de la dudosa alianza Universidad/Statu quo; 10. Obsesión por crímenes de y penas para los opositores, no de ni para los propios fascistas: para que la intolerancia no sea minada; para que haya una ideología que, más bien, sea una carga; una con tintes de proselitismo cercana a las relativas verdades del arte y muy próxima a las absolutistas mentiras del poder: poder que encarnan hombres y mujeres informes y faltos de vida, en las distintas latitudes del globo.


La obra del cineasta y guionista español Mario Camus, quien abandonó el derecho para ingresar en la Escuela Oficial de Cine,al diplomarse con la práctica El borracho (1963) se movió en adelante por un evidente e irrefrenable deseo de comunicación popular, bien sea dentro de obras de temática social, sencillas aunque bien contextualizadas (Los farsantes,1963, su ópera-prima; del mismo año, Young Sánchez), comerciales mas no indignas ni que dejen de cuestionar, así se trate de un spaghetti western (La cólera del viento, 1970), relacionadas con piezas de clásicos como Calderón de la Barca y Lope de Vega (La leyenda del alcalde de Zalamea, 1972) o con la tragedia o el drama (Con el viento solano, 1965, Los pájaros de Baden-Baden, 1975, Los santos inocentes, 1984). Esta última, con base en la novela homónima de Miguel Delibes y con la cual Mario Camus (Santander, 20.IV.1935) se dio a conocer en América Latina de forma más amplia y de paso se mostró en la plenitud de sus conocimientos teóricos, técnicos y de realización, con una mayor dosis de riesgo, valor e imaginación. Sin conceder nada.

Entretanto realizó Muere una mujer (1964) y filmes de encargo, como los musicales Cuando tú no estás (1966), Al ponerse el sol (1967) y Digan lo que digan (1968), para el cantante Raphael, y Esa mujer (1969), para Sara Montiel. Su estilo se definió con Fortunata y Jacinta (1979), sobre la obra de Pérez Galdós, serie para TV que supuso su consagración como adaptador de textos literarios. Campo dentro del que realizó con gran éxito La colmena (1982), Oso de Oro en Berlín; Los santos inocentes (1984), por la que los actores Alfredo Landa y Paco Rabal recibieron el premio a la Mejor Interpretación ex aequo en Cannes y el filme fue Premio Especial del Jurado ecuménico; y La casa de Bernarda Alba (1987), adaptación del drama de García Lorca. En otras obras su enfoque social tiene un tono más intimista, como en Sombras en una batalla (1993), con Carmen Maura, una veterinaria, y Joaquim de Almeida, su compañero, sobre el terrorismo de ETA, promocionada bajo el lema “el olvido es la única venganza y el único perdón” o Amor propio (1994), que con cada vez mayor certeza y complejidad describen la historia de un regreso. Otros filmes suyos: La vieja música (1985), La rusa (1987), sobre la obra de J. L. Cebrián, Después del sueño (1991), Adosados (1996), El color de las nubes (1997), La ciudad de los prodigios (1999), que participó en Mar del Plata ese año, y La playa de los galgos (2002), de nuevo la temática etarra, esta vez con un panadero que busca a su hermano. En 2011, obtuvo el Goya de Honor por la Academia de Cine Español.

Los santos inocentes es muestra de cine depurado, libre de manierismos, carga ideologizante y lastres literarios, entendidos estos como yugos retóricos que hubieran podido incidir en la calidad plástica del filme. Partiendo de una novela de “166 páginas de letra grande y abierta”, según Delibes, el cineasta Mario Camus escribió un guión fiel y aun así libre, junto a Antonio Larreta y a Manuel Matji, en el que se obviaron personajes/escenas que restaban fluidez al relato y cuya asunción hubiera representado un enriquecimiento vital, quizás, pero también, lo que hubiera sido grave, un desequilibrio de la puesta en escena, tanto como un peligroso incremento en la duración del filme: preciso hasta en extensión, lo mismo que en intensidad, intimidad y atmósfera, como lo evidencian primeros planos, travellings, paneos, en las distintas escenas y secuencias.

Así, Rogelio, el otro hermano de Nieves y de Quirce, no encuentra sitio en el filme, como tampoco lo va a tener Ireneo, el hermano muerto de Azarías y de Régula. Otro episodio que suprime la adaptación y que en el texto tiene su valor, dada la tradición católica y ante todo el prurito cristiano del generalFranco (1936/75), periodo dentro del que se ubica la historia, fue el del deseo de Nieves por hacer su Primera Comunión: su inclusión, si no inoportuna, pues iría en contravía del nuevo carácter que el cineasta le imprimió al personaje, al menos hubiera forzado a agregar una secuencia con su implícita extensión. A estos hechos hay que sumar la capacidad de Camus para aportar sus propias ideas, con el fin de hacer una auténtica recreación de la obra primigenia: enriquecer el discurso fílmico y no, como podría pensarse, traicionar el sentido del referente literario, aunque de hecho, se reitera, llegue a la transgresión; aquí, sin carga peyorativa, toda vez que habla de la habilidad del cineasta para obviar, con inteligencia y sin temor, situaciones que hubieran podido resultar bochornosas para el espectador contemporáneo, entrado ya en un avanzado estadio de laicismo, dadas las lastimosas evidencias y resultados de un credo impuesto, durante más de 40 años, a sangre y fuego, y sin más derecho a la tierra que la que miles de españoles llevaron en las uñas mientras huían de España durante la Guerra Civil (1936-75, no 39) hacia distintos puntos de la geografía europea. Situación aberrante, sellada luego con un inaudito e inexplicable Pacto de Silencio entre España y Francia.

En oct/2013, los responsables de la asociación Jueces para la democracia criticó al Ejecutivo español, por incumplir la Ley de Memoria Histórica y recordaron que España, con más de 114.000 desaparecidos durante la Guerra Civil es “el segundo país del mundo, tras Camboya, con mayor número de personas víctimas de desapariciones forzadas cuyos restos no han sido recuperados ni identificados” […] “No podemos compartir de ningún el modo el discurso de que la recuperación de la memoria democrática suponga reabrir heridas. Resulta inadmisible que un Estado democrático siga negando a toda la sociedad el derecho a conocer el pasado y la necesidad de establecer un plan de administración programado, sistemático y financiado públicamente que permita con agilidad la localización y la sepultura digna de todas aquellas personas que fueron asesinadas con ocasión del golpe militar de 1936 y la posterior represión franquista”, dice el comunicado. (Natalia Junquera, El País, 9/oct/2013). Ver a propósito el documental El silencio de otros (2018), de Almudena Carracedo y Robert Bahar, producido por Pedro Almodóvar. (1) 

Entonces, a la historia primitiva de Los santos inocentes, tal vez por una interior e imperiosa necesidad de equilibrio, Camus le insertó otra historia de su propia invención: la de Quirce y Nieves redimidos, una réplica a la manifiesta sumisión de Paco El Bajo y de Régula: el primero, con su inocultable comportamiento perruno y la segunda con su recurrencia al vicio verbal-actuante a mandar que pa’eso estamos. Con aquella historia de redención que simboliza la urgencia de justicia y ecuanimidad que tiene el ser humano, el director de La colmena, basada en la obra homónima de Camilo José Cela, el Nobel que nunca debió ser, demostró que, operando sobre una obra literaria de regular extensión, el tema no obliga en exceso al cineasta; al contrario, lo deja en libertad y le permite quitar o añadir de acuerdo con su capacidad de creación e incluso de transgresión: no existen obras sagradas dentro de la literatura que no se puedan adaptar… pues eso no habla de la dificultad del referente sino de la incapacidad del adaptador. Hecho que, por contraste, demuestran adaptaciones como la de La muerte en Venecia, por Visconti, sobre la obra original de Mann; la de El lugar sin límites, por Ripstein, basado en la obra homónima de Donoso; la de El tambor de hojalata, por Schlöndorff, según la novela de Günter Grass.

Los santos inocentes, la novela, está ambientada en terrenos de un cortijo de Extremadura, en la década de 1960. La familia campesina conformada por Paco y Régula y sus hijos Nieves, Quirce, Rogelio y Charito, La Niña Chica, viven en una humilde casa de barro al servicio de los señores del cortijo trabajando, obedeciendo y recibiendo humillaciones sin rechistar, a riesgo de ser echados sin atenuantes. Su única esperanza es que sus hijos estudien para que puedan abandonar la triste vida que llevan. Charito padece parálisis cerebral y permanece recluida en una cuna. Un día, tras ser expulsado de un cortijo vecino, a la familia se suma el hermano de Régula, Azarías, alegórico nombre que en hebreo significa “fuerza de Dios”. Pero, él solo usa la suya. Tiene cierto retraso mental y a la vez una conducta instintiva y mecánica. Sus únicas preocupaciones son atender a La Niña Chica y cuidar de su Milana bonita, una grajilla que, a través de la historia, deviene fundamental en la construcción del clímax ulterior. Sin embargo, lo más importante, es que mantiene una vital relación con la Naturaleza, es un marginado involuntario, siente una bondad natural hacia los seres que lo rodean. Aquí se palpa la intensidad del filme. 

Los santos inocentes, el filme, narra la historia de una familia campesina que, como ocurre aún, vive subordinada a la clase que domina la tierra, usufructua los recursos y maneja a su antojo el destino de sus integrantes Paco El Bajo, Régula, el hermano de ésta, Azarías, Quirce y Nieves, hijos de los dos primeros: sin contar el de su tullida hermanita, la citada Charito, especie de alegoría de la tragedia que a dicha familia le toca soportar, suerte de metáfora del estatismo existencial que rodea sus vidas, de la incomunicación imperante entre sus miembros y que, a manera de grito sordo, solo se ve alterada por los esporádicos lamentos de aquella chiquilla, de aquel santo inocente, que no obedecen a un caprichoso llamado de atención sino a la imperiosa necesidad de restablecer el equilibrio vital por medio de la justicia poética: una metáfora para contrarrestar los efectos nocivos de la ignominia humana. Para que, por fin, haya una sociedad más justa, menos desigual. 

De ahí la atmósfera del filme, en bruma, frío y silencio, que se percibe especialmente cuando la familia se encuentra en la raya, otro símbolo utilizado para determinar las diferencias de clase entre súbditos y patrones: la sempiterna lucha de clases. Pleito que los segundos le seguirán haciendo notar a los primeros cuando en un gesto de engañosa nobleza (más bien, insoportable complejo de culpa y urgente necesidad de expiación), don Pedro le diga a Paco El Bajo que ya es hora de que junto a su familia pase a vivir en El Cortijo, lo que en realidad significa fuera de él y así lo señala un portón. En ese espacio de opresión, apenas Quirce y Nieves abrigan el sueño de liberación (el que no puede excluir a Azarías y su coprológica rebeldía pues él encarna la esencia liberadora, actitud que parece desprenderse naturalmente de su nombre), aprendiendo a leer y a escribir y buscándose su propio empleo, lejos de un espacio patronal en el que apenas caben la renuncia y la obediencia, la resignación y el silencio, características de la servidumbre.

A dicha servidumbre Camus contrapone una aristocrática familia española de tendencia franquista compuesta por la señora Marquesa, Myriam (la hija sensible), el mayordomo don Pedro (el cornudo), su casta esposa Purita y el señorito Iván (emblema de la ignominia), quien a hurtadillas o de frente corteja a la anterior. La historia de tal familia campesina que se debate entre la opresión, la crueldad y la perversión de estos no halla fácilmente, en la historia del cine, un equivalente ni en la ternura mostrada por la primera, ni en la violencia ejercida por los segundos, si se exceptúan filmes sobre el esclavismo como Mandinga; el racismo, Mississippi en llamas; o la explotación del hombre, De ratones o de hombres, retitulada La fuerza bruta. Campesinos y neo-feudalistas representados por personajes penetrantes tanto en su lealtad y solidaridad (véase el rechazo de Régula a que Azarías sea llevado a un centro benéfico), como en su infidelidad e indiferencia: aquí cabe citar el triángulo (no precisamente) amoroso, de don Pedro-Purita-señorito Iván, así como la actitud de este ante los accidentes de Paco El Bajo. De ahí sale la dudosa, aunque potente, intimidad que, sin temor al qué dirán, refleja el filme. 

Hay que advertir que aunque la idea básica de Los santos inocentes sea la explotación del hombre, dicho tema no determina el valor ético del filme pues este es efecto lógico de la honesta mirada que Camus lanzó sobre la humanidad de los protagonistas sin hacer juicios de valor, igual que de la soberbia actuación de ellos como de la verosímil recreación de hechos y situaciones, como hasta ahora solo se había hecho, entre otros pocos filmes, en ese otro fresco bucólico en movimiento llamado El árbol de los zuecos y, más recientemente, en El poblado de cartón, ambos del italiano Ermanno Olmi,o en aquella parábola sobre a quién pertenece la tierra, titulada El campo, del irlandés Jim Sheridan o en aquella síntesis sobre la metáfora de las estrellas-hombres titulada La historia sencilla, del gringo David Lynch, hasta ese momento un retorcido cineasta: una prueba más y no cualquiera sobre cómo el arte no obedece a intenciones o que entre más escondidas estén mejor será el resultado, y cómo el tema manda sobre el artista o lo escoge y no al revés.

Gracias a tales aspectos, el filme permitió corroborar que los terratenientes o explotadores no son fantasmas del pasado, que el feudalismo no acabó en la Edad Media y que, por el contrario, aún es posible asistir a execrables faenas de crueldad humana. Nietzsche: “La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad”. También, uno de los más recientes. Una de esas execrables faenas en la que, si no fuera por el tacto, la mesura y la compasión con que Camus narra, aquella atmósfera dominada por melancolía, sordidez y privaciones, resultaría insoportable para el espectador: aunque para no pocos sigue siéndolo, quizás por la verdad que habita el filme, más de la que uno es capaz de aguantar. Atmósfera que, dicho sea, no es lenta sino grave y ya se sabe que a vuelo de pájaro solo puede ser abordado lo superfluo; al respecto, decía Schiller, pionero del romanticismo: “Hay que detenerse en las cosas con amor”. Y eso hacen Camus y Burmann, el hombre de la cámara, a lo largo del metraje. Descrito desde la perspectiva de cada uno de los miembros de aquel núcleo (con excepción de Régula, personaje estático y no dinámico como los otros y a la que le está dado estar en el centro del hogar, el fogón de la cocina, una mirada endógena, no exógena como la del resto de narradores… y, obvio, de la niña tullida: un grito sordo de protesta contra la iniquidad del mundo) sobre el que se cierne la injusticia del señorito Iván y de su cíclica ascendencia, Los santos inocentes tiene la forma de la parábola política exenta de vicios panfletarios, el aspecto de la denuncia sin velos maniqueístas y el rostro de la verdad desnudaal margen de posibles manipulaciones.

En ella, a veces parece recibirse los planos en forma de sensaciones, producidas por luz y sombras, imagen y sonido que parecen, a su vez, desprenderse de cada intérprete, en especial cuando mediante flashbacks, se cuentan las peripecias de Paco El Bajo y Azarías, encarnados indeleblemente por Alfredo Landa (1933-2013) y Francisco Rabal (1926-2001). Rabal, fallecido poco después de filmar ese prodigio de filme sobre luz y sombras, privilegio, en este caso, del pintor Goya, Goya en Burdeos (1999)dirigido por Saura. Paco El Bajo, las proyecta a través de una al parecer hereditaria debilidad, de una sumisión que pareciera esconder una posible vocación por el maltrato: su olfato canino lo convierte casi en un perro que habla y le permite saber cuándo se acerca Azarías, dónde cayó una paloma, cuándo viene el señorito o hará buen o mal tiempo. Azarías, en sí un símbolo, las envía en forma de metáforas de defensa, burla y, ante todo, rebeldía (actitud relacionada con la de Quirce y la de Nieves): entonces, orina en sus manos para que “no sangrienten [sic] durante el día” y con ellas mismas despluma a las pitorras, cuenta (mal) las mazorcas y las habichuelas (“1, 2, 3… 8, 12, 43, 44…”) y arrastra a la señorita Myriam hacia los objetos de su amor, a la vez de su desgracia; adicionalmente, defeca en cualquier parte, de la casa señorial, como el animalito que con tanto esmero cuida y del que con tanto dolor tiene que desprenderse, por la deshumanización y el egoísmo del señorito Iván, aquél defensor a ultranza del conservadurismo y de la reacción, de las jerarquías y de las estructuras de poder y de joder. Aunque, en realidad, Paco y Azarías se encuentran en las antípodas respecto a la arrogancia inexcusable que debe enfrentar el primero y a la insumisión liberadora que decide encarnar el segundo en su trato hacia el señorito y hacia el resto de la camada conservadora y clerófila que representa su (aparentadora) familia.


Una neofeudal que oprime, a sus “súbditos”, con una naturalidad que aterraría hasta al más bellaco, en la que durante 40 años fue la nación más atrasada de Europa occidental: donde campearon a sus anchas caciquismo, miseria, analfabetismo, pero no como lastres sino como sucedáneo de lo deseable, las buenas costumbres, lo aceptable: lo que jamás debe cuestionarse o si no en el acto caen los falsificadores de las evidencias para aplicar Justicia, la que vive donde la Ley no llega, porque mientras tanto ha quedado exhausta de contar cadáveres. Familia conservadora/monarquista/ultracatólica que, para ciertos ultraderechistas decididos siempre a mutar en virtudes las evidencias de la corrupción, no refleja otra cosa que el patético sentir de una mayoría alienada por las recias/castrenses voces de quienes siempre vieron en el país una hacienda: según el documental Morir en Madrid, de Rossif, a comienzos de la Guerra Civil, que para la historia oficial solo va hasta 1939, en España “20 mil personas eran dueñas de la tierra y había provincias enteras en manos de un solo hombre”. En nada más que 501.000 km2, “casi como Francia”, donde quedaron más de 200 mil cuerpos españoles, catalanes, vascos, africanos; entre ellos no pocos musulmanes de los 40 mil que pelearon una guerra ajena italianos, alemanes, rusos, ingleses e irlandeses, como los de las Brigadas Internacionales a los que Ibárruri, La Pasionaria, agradeció su participación, como lo hará Orwell en Homenaje a Catalunya y Loach en Tierra y Libertad: ahí se ve que el enemigo de un grupo político, anarquista, está por dentro: el trotskista Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), cuyo más enconado rival era el leninista Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC).

Una familia, en últimas, anclada en la abyección, el vicio, la aberración, que sus aberrados, viciosos y abyectos dirigentes, encabezados por el generalísimo Franco y por el falangista Primo de Rivera, les ayudaron a cimentar sin mucho alarde, pero, también, sin el menor cargo de conciencia ni de responsabilidad con la historia. Contra ese lastre fascista/secular basta asumir la actitud de un admirado por el gran poeta turco Nâzim Hikmet, el escritor sufí Yunus Emre (1240-1321), en quien confluyen igualdad de los humanos, condena de vanidad/soberbia y ambición de poder y riqueza, crítica al fanatismo religioso y control sobre pasiones, modestia, estudio y ciencia, implícito en un dardo que da en la llaga del caos actual: “El odio es nuestro único enemigo. Para nosotros el mundo entero es Uno. No estoy en la Tierra para sembrar la guerra ni la enemistad. El amor es la misión y la vocación de toda la vida. Que una única frase pare la guerra: ‘Ama y sé amado’. Hacia nadie sentimos odio. Todo el mundo es igual para nosotros”. 

En conclusión, de no mediar la lucidez, el gusto y la estética de Camus, Los santos inocentes hubiera podido caer en la red de lo que algunos señoritos de la crítica actual llaman “cine desalmado”, sin detenerse a pensar que desalmado no es el cine ni quienes lo hacen sino el universo a partir del cual se han recreado filmes como Cabo de miedo, Petróleo sangriento, No es país para viejos, El faro y, claro, Los santos inocentes, uno de los episodios de la historia del cine más tiernos y a la vez descarnados y hasta, ¡por qué no!, desalmados: adjetivo que apunta a quienes ejercen la violencia, no a quienes solo les queda padecerla. Desalmados como el señorito Iván, tirano que al final encuentra lo que con tanto ahínco inconsciente había buscado, a manos de otro presunto desalmado, Azarías, quien, pese a ser “corto de entendederas” para cierto tipo de cacería, representa el paradigma de la lucidez en medio de tanto odio ciego injustificado e indiferenciado, pero que pasa por una simple y natural conducta ancestral, y quien es tan inocente como Paco El Bajo y su familia de toda la violencia física y moral que sus amos les imponen con los guantes de seda de la hipocresía, para tranquilidad de la conforme sociedad restante. Como inocentes son muchos de los lectores de aquellos críticos que escriben desde cómodas poltronas, ajenos a la crueldad, la ignominia y la deshumanización de una sociedad tan próxima como la descrita por Camus en su filme. Sociedad de la que dichos críticos no se han percatado quizás porque la espuma en la que se hunden, para estar cómodos, les viene ocultando desde hace tiempo su desalmado rostro: el mismo rostro sin alma de la sociedad, que Miguel Delibes reflejó en su obra literaria publicada en 1981.


A Valentina in memoriam, santo inocente de quien nunca lograré desprenderme.

Y a Santiago, de quien tampoco quiero…

FICHA TÉCNICA: Título original: Los santos inocentes. País: España. Año: 1984; Color; 107 min. G: Mario Camus, Antonio Larreta, Manuel Matji. D: Mario Camus. F: Hans Burmann. Mús.: Antón García Abril. I: Paco El Bajo (Alfredo Landa); Régula (Terele Pávez); Azarías (Francisco Paco Rabal); señorito Iván (Juan Diego); Purita (Ágata Lys); don Pedro (Agustín González). P: Julián Mateos, en colaboración con TVE. Distribución en Fosa Común: Cine Colombia.


Nota:


(1) https://www.infobae.com/america/cultura-america/2019/09/12/el-silencio-de-los-otros-un-documental-que-pone-bajo-la-lupa-los-crimenes-del-franquismo/#:~:text=El%20documental%20El%20silencio%20de,buscando%20justicia%20hasta%20nuestros%20d%C3%ADas.


Notas consultadas luego de escrito el ensayo:


https://www.diagonalperiodico.net/saberes/28387-gran-negocio-llamado-franquismo.html

http://www.ecorepublicano.es/2016/11/franco-solo-fusilo-23000-asegura-un.html?m=1

http://elpais.com/diario/2002/10/21/cultura/1035151203_850215.html

* (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Colaborador de El Magazín, desde 2012, y columnista de EE, desde el 23/mar/2018. Corresponsal de revista Matérika, Costa Rica. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Invitado por UFES, Vitória, Brasil, al III Congreso Int. Literatura y Revolución – El estatuto (contra)colonial de la Humanidad (29-30/oct/2019). Autor, traductor y coautor, con Luis E. Soares, en el portal Rebelión. E-mail: lucasmusar@yahoo.com