lunes, 26 de febrero de 2018

"EL PASTO DE LAS FIERAS", Por Jorge Luis Cerletti, para Vagos y Vagas Peronistas


Dice, Cerletti: "No es objeto de este escrito exhumar los errores atribuibles al campo popular. Sólo mencionaré, generalizando, algo que me parece digno de tener en cuenta: a) las divisiones internas que mellaron las fuerzas de dicho campo; b) la deficiente evaluación del poder del enemigo y del peso de la clase media en la conformación de la opinión pública. Problemas que todavía siguen vigentes". 

“EL PASTO DE LAS FIERAS” 

Jorge Luis Cerletti
“Nosotros vamos a cortar el pasto, ustedes hagan los goles.” 

(Metáfora de Macri ante los empresarios en Davos – Página 12 del 25/01/18) 



A confesión de parte… Esa cristalina metáfora ilustra los alcances reales del gobierno de los CEOS “argentinos”. Fieles servidores de los mega empresarios mundiales y de las grandes corporaciones de capital que hoy rigen los destinos de la Humanidad. ”Qué habremos hecho para merecer esto”, es la conocida interrogación irónica que hoy resuena en nuestra conciencia. 


Lo que brota espontáneamente frente a estos “salvadores de la patria” es putearlos al nivel que se merecen. No obstante, conviene recordar que son fieles herederos de los cipayos tradicionales que permearon nuestra historia. Y como retornan actualizados, es oportuno realizar una mirada retrospectiva. Reflexionar en torno a la diferencia de etapas y a las barreras contra las que hemos chocado, sin omitir los errores propios. 


Un poco de historia. 


Para no historiar los sucesos del siglo XIX y la primera mitad del s.XX, sólo mencionaré un par de casos ilustrativos. Por un lado, la oligarquía tradicional con su destacado referente, Julio A. Roca. Por el otro, la década infame (1930-1943), vísperas del advenimiento del peronismo. Ahora reseñaré, sintéticamente, diversos episodios que se destacaron desde 1955 a los 70. Período que vivimos muy intensamente por la dureza de los enfrentamientos y la crueldad de la represión. 



Su preludio (16 de junio de 1955), el bombardeo de la Marina sobre Plaza de Mayo, intento fallido de matar a Perón que produjo cientos de muertos de civiles inocentes. El 16 de setiembre, la autotitulada “Revolución Libertadora” lo derrocó. La encabezaron el General Eduardo Lonardi y el Alte. Isaac F. Rojas. Después, en menos de tres meses, aquél fue desplazado por el ala dura que erigió en la presidencia al Gral. Pedro Eugenio Aramburu secundado por el Alte. Rojas. Éste mantuvo la vicepresidencia y fue el más consecuente represor del movimiento peronista, un gorila de marca mayor. Llegaron hasta prohibir y penalizar la palabra Perón y afines…. 



El 9 de junio de 1956 se consuman los asesinatos de cinco civiles en los basurales de José León Suárez vinculados al levantamiento del general Valle. Luego, éste fue fusilado al igual que muchos otros militares y civiles. Asimismo, durante la proscripción y persecución del peronismo comienza y se desarrolla la resistencia. En los primeros años, es el momento de los “caños” (bombas caseras) y de la breve aparición de la guerrilla de los Uturuncos (1960). En cierto modo precursora de lo que vendría. 



En 1958 es elegido Arturo Frondizi tras un pacto con el proscripto Juan Domingo Perón. Al poco tiempo de asumir se “olvidó” del pacto y de su etapa progresista en la que hizo famoso su libro “Petróleo y Política” pues firma contratos petroleros con el capital extranjero. Otro testimonio vergonzante de su viraje fue la privatización del frigorífico Lisandro de la Torre. Ante la toma del establecimiento por los obreros, la solidaridad barrial y la huelga general, se desata la represión y se lanza el plan Conintes. 


Ahora abordaré sucintamente los principales hechos y luchas del período de los 60/70. En la elección a gobernador de la Pcia. de Bs. As., el 18 de marzo del 62, gana el dirigente sindical peronista Andrés Framini. Arturo Frondizi, comprometido por esa derrota, anula la elección. Días después es derrocado por un golpe militar que lo condena por el traspié aunque ya lo presionaban desde hacía tiempo. En agosto de ese año el metalúrgico y dirigente de la JP. Felipe Vallese resulta el primer desaparecido. En el 63 es elegido el radical Arturo Illia gracias a la renovada proscripción del peronismo. En el 64 se frustra en Brasil el primer intento de retorno de Perón que fuera promovido por la CGT. 

En el 66 es derrocado Illia por el golpe que preside Juan Carlos Onganía. Su rigurosa dictadura parece silenciar las protestas y las luchas. Es como si el país estuviera inmerso en la “paz de los sepulcros”. Sin embargo, es una apariencia engañosa pues las resistencias subyacen en la clandestinidad. Por un lado, las de la clase obrera y de las militancias peronista y de la izquierda. Por otro, se da la emergencia de las nuevas organizaciones guerrilleras. Y ya estamos en el climax que conmovió a la Argentina. 

El vértigo de los sucesos generados en el campo popular. 

La creación de la CGT de los Argentinos, en marzo del 68, se enfrentó a los militares y también a los distintos sectores de la burocracia sindical. El Cordobazo (1969), principal exponente de insurrecciones populares obrero-estudiantiles como también lo fueron el Rosariazo, y otras puebladas menores. Cae Onganía y sigue el breve interregno de Roberto Levingston (1971) que termina a raíz del Viborazo, las huelgas obreras insurreccionales, que hacen caer al interventor en Córdoba (se destaca Agustín Tosco); lo sucede Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973). El 22 de agosto de 1972 se produce la Masacre de Trelew con gran repercusión política (16 fusilados en la base Aeronaval). Lanusse, inspirador de su abortado Gran Acuerdo Nacional, pregonaba que “a Perón no le daba el cuero” para volver. Sin embargo, presionado por la oleada popular, tuvo que soportar el doble retorno de Perón y resignarse a su elección presidencial meses después de tener que aceptar el triunfo de Cámpora. 

Paralelamente, haré un mínimo repaso de distintas corrientes y organismos que signaron la política nacional en el período 1966-1974. Es un cuadro de época aunque lejos esté de hacer justicia a la vastísima lista de luchadores y movimientos de la causa popular. Muchos de ellos dieron su vida por dicha causa y tantos otros debieron exiliarse a partir de 1975. Indeleble herida que dejó la dictadura genocida (1976/83) con su infame record de 30.000 desaparecidos como resultado de su praxis criminal. 

En la lucha política y sindical se desarrollaron distintas corrientes. El peronismo de base, el peronismo combativo, la Juventud Peronista, la Izquierda Nacional, Cristianismo y Revolución, etc. En la izquierda, el PRT, el Socialismo de Vanguardia, el Partido Comunista, el M.I.R.A, etc. También nace la corriente de Sacerdotes para el Tercer Mundo, y surgen figuras como los asesinados Carlos Mugica (en 1974 por la triple A) y el obispo Enrique Angelelli (en 1976 por la dictadura genocida). Después de la muerte de Perón, el 1º de julio de 1974, se desata un fenómeno que ya se venía incubando. Las fuerzas internas reaccionarias desencadenaron su accionar bajo la herencia presidencial de Isabel Perón y la hegemonía del nefasto José López Rega, gestor de la Triple A. 

Fueron años en los que aparecieron distintas expresiones guerrilleras. Su precedente, ligado a lo que se desarrollaría después, fue el intento guerrilero de las FAP (1968), abortado en Taco Ralo y que lideró el inolvidable Envar el Kadri. (1) A posteriori siguieron, por la izquierda: las FAL, el ERP y las FAR (que luego se incorporaría a Montoneros). Y de filiación peronista: las FAP que seguían activas y Montoneros. También existieron, fugazmente, algunas de menor magnitud y diversa procedencia. 

Por aquel entonces, la Revolución Cubana alcanzó gran repercusión y se la bautizó “el Faro de América”. En su momento, John William Cooke mantuvo fuertes vínculos en Cuba y con sus líderes. Época en la que las figuras del Che Guevara y de Fidel Castro generaron admiración y multitudinarias adhesiones. Asimismo, la Universidad Nacional era un hervidero de discusión política y un bastión de la militancia. 

Integrando el somero pantallazo en torno a este período, se perpetraron numerosos asesinatos de connotadas figuras de la política argentina, testimonios de la gravedad de los enfrentamientos. Algunas víctimas de la derecha: el gral. Pedro Eugenio Aramburu, juzgado y ajusticiado por los Montoneros en 1970, Augusto Vandor (asesinado en 1969, Secretario Gral. de la UOM y de la CGT, impulsor del peronismo sin Perón); José Ignacio Rucci (asesinado en 1973, Secretario Gral. de la UOM y de la CGT, incondicional de Perón en su última etapa). Algunas víctimas por la liberación nacional y el socialismo: Rodolfo Ortega Peña (asesinado en 1974 por la triple A); Silvio Frondizi (asesinado en 1974 por la triple A, fundador de Praxis y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria); Mayor Bernardo Alberte (asesinado el 24 de marzo de 1976 , ex edecán y ex delegado personal de Perón y primer víctima de la dictadura genocida); Rodolfo Walsh (asesinado en 1977). Obviamente, esta mínima nómina es apenas una muestra… 

Ayer, hoy y .… ¿mañana? 

No es objeto de este escrito exhumar los errores atribuibles al campo popular. Sólo mencionaré, generalizando, algo que me parece digno de tener en cuenta: a) las divisiones internas que mellaron las fuerzas de dicho campo; b) la deficiente evaluación del poder del enemigo y del peso de la clase media en la conformación de la opinión pública. Problemas que todavía siguen vigentes. 

Relativo a los grados de violencia desatados, ni son dignos de elogio ni tampoco de escarnio. Sí son constitutivos de una etapa histórica de ineludible consideración. Y es útil cotejar ese período con la democracia representativa instalada en 1983 por efectos de la derrota de la dictadura en la guerra de Malvinas. Cotejo que posibilite sacar conclusiones que aporten a los ensayos y las búsquedas de nuevas perspectivas. 

Los sucesos de los 60/70 y el agujero negro engendrado por la dictadura genocida configuran el ayer. La posterior apertura democrática integra un hoy que no se proyecta al futuro. Porque esta “democracia” es un pobre remedo de lo que debiera ser una organización social donde las mayorías oprimidas sean dueñas de su propio destino. E imaginarla bajo relaciones capitalistas conduce a un ejercicio de imaginación fallido. 

Los 34 años de la Democracia realmente existente, comienzan con la elección de Raúl Alfonsín (sufre el “golpe blando” de la hiperinflación en 1989), luego se dieron dos etapas retrógradas respecto de los intereses nacionales. La primera, correspondiente a los dos mandatos presidenciales de Carlos Saúl Menem (1989-1999) quien, a la sombra del peronismo, realizó una gestión claramente “neoliberal”. A continuación lo sucedió la Alianza bajo el mandato de Fernando de la Rúa (1999-2001) que coronó esa política con la monumental crisis de 2001 (2). Luego vino el interregno de Duhalde (2002-2003) y desde el 2003 al 2015, las presidencias de Nestor y Cristina Kirchner (dos mandatos). 

En el presente transitamos el gobierno de Macri (2015-¿¿??) que expresa y profundiza el legado “neoliberal” incrustado en las entrañas de la nación. Con el agravante de que su triunfo electoral vino a legitimar la opresión de la “CEOCRACIA” que conduce los organismos del Estado en beneficio propio. El contubernio Gobierno - Poder Judicial - Medios de comunicación hegemónicos, conforman una tríada que potencia su dominación. Obviamente, ofrece flancos débiles que disimula su falaz prédica habitual. Y aquí nos enfrentamos a dificultades originadas en falencias propias. 

Si cotejamos la etapa anterior con la actual, sugerida al principio de este punto: las diferencias resultan abismales. Las luchas contra el imperialismo por la liberación nacional y el socialismo eran de gran intensidad aquí y en el mundo. Existía el campo comunista, a pesar de sus deformaciones, y los procesos de liberación nacional eran significativos en varios países, incluido el nuestro. Los yanquis habían perdido la guerra de Vietnam. En suma, los cambios revolucionarios estaban a la orden del día así como la convicción y energía de la militancia política. Lo apuntado da cuenta de la atmósfera política que se vivía antes de su derrumbe (fenómeno que no trato en este texto). 

En contraste, la etapa actual es fundamentalmente defensiva. Las luchas que se libran desde el campo popular, en general, procuran frenar el avasallamiento de sus conquistas sociales y políticas. Varias de las cuales fueron generadas por el kirchnerismo (la “pesada herencia”). 

Dicho movimiento constituye la principal fuerza de oposición apoyado en los 12 años de su reciente y fenecido mandato. Devino lo más positivo del período democrático porque favoreció al campo popular. Lógicamente, su política con inclusión de su futuro, es objeto de distintas interpretaciones pero, ¿podrá avanzar o sostenerse si rompe con el gran capital interno e internacional o intenta revertir su hegemonía? 

Ahora bien, en medio de los esfuerzos para frenar la ofensiva reaccionaria, aparecen significativas contradicciones según una doble cuestión. La composición de la “unidad” y el fluido comportamiento de la sociedad. La primera se vincula a las disputas de poder, empezando por los partidos. La segunda, se asocia a la hegemonía y a la subjetividad social. Ambas nos remiten a sus dificultades y a sus tiempos. Soslayando lo inmediato, se suscita la cuestión de los proyectos y las construcciones a largo plazo. 

Y ya situados ante la compleja problemática del mañana, aparece el interrogante principal: qué construcciones políticas crear como opciones esencialmente distintas al capitalismo. Sobre todo en esta etapa de su dominio mundial y de su gran desarrollo tecnológico que trae aparejado cambios de difícil pronóstico. 

La gestación de una nueva cultura nos pone frente al futuro. Mientras el hoy que vivimos implica una actualización del ayer. Porque en el capitalismo es esencial el individualismo con su principal valor “humano”, el monetario. Subjetividad social recurrente que se impuso en el mundo. Entonces, ¿dónde anida el futuro? Se avizora en las experiencias donde emergen formas de convivencia participativas, solidarias e igualitarias. 

Por qué no apostar por esas tres cualidades-principios para que integren, de manera inescindible, todo proyecto político innovador y su puesta en práctica. Empero, las relaciones actuales de poder asumidas individual y colectivamente configuran una verdadera barrera. Todo lo que se oponga a ellas es considerado una utopía (3) entendida como un ideal irrealizable. Sin embargo, su correcta acepción: “no lugar”, significa, en este caso, el afuera del orden social dominante. Cumple así el primer requisito para la negación y la superación del mismo. 

Lo anterior apunta a la fertilidad de las aperturas cuando son creativas y abiertas a la comunidad. Se trate del zapatismo, los movimientos sociales, la lucha de las mujeres, el ecologismo, el resurgimiento de los pueblos originarios… En fin, las múltiples experiencias que se desarrollan desde hace tiempo. También corresponde resaltar las grandes movilizaciones de masas y en particular, las que se vienen dando en nuestro país. Además de luchar por reivindicaciones concretas, son una pre-escuela de acción colectiva solidaria y un antídoto contra la indiferencia política. 

Es tan imprescindible dar batalla contra la ofensiva general de la derecha como ir gestando nuevas formas de articularlas en una construcción emancipatoria que no repita los errores del pasado. Asimismo, en el constante fluir de la vida en sociedad y en la carrera de postas que supone, el concurso político de la juventud resulta indispensable. Y asumamos que lograr cambios sustanciales de la realidad imperante es una aventura que conlleva apuestas sin garantías. De su realización, depende el mañana.----- 

Jorge Luis Cerletti (16 de febrero de 2018) 

Notas: 

(1) “Perdimos, no pudimos hacer la revolución. Pero tuvimos, tenemos, tendremos razón de intentarlo. Y ganaremos cada vez que un joven sepa que no todo se compra, ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo.” (Envar “Cacho” el Kadri) 

(2) La gran crisis económico-social del 2001 derivó en una profunda crisis política, fenómeno que encierra una importante contradicción. La articulación de ambas produjo una hecatombe social con los mayores niveles de pobreza y de exclusión que registra nuestra historia. A consecuencia de semejante crisis y de las muertes producidas el 20-21 de diciembre se generó una reacción popular participativa inédita, anticipación de futuro. El descrédito de la política tradicional alcanzó niveles insospechados. Proliferaron las asambleas populares en todo el país y en pocos días se sucedieron cinco presidentes. (ver el artº “El 19 y 20: una interrogación al futuro” en mi libro “Estado, democracia y socialismo”). 

(3) Utopía: (Del griego, no y lugar: lugar que no existe). Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.” Diccionario de la Real Academia Española.

lunes, 19 de febrero de 2018

LA PATRIA ESTÁ EN PELIGRO. POR QUÉ MARCHAMOS EL 21 DE FEBRERO, Por Agrupación Vagos y Vagas Peronistas



LA PATRIA ESTÁ EN PELIGRO
POR QUÉ  MARCHAMOS EL 21 DE FEBRERO

“Entre cuatro bayonetas
Me tendieron en el suelo;
Vino el mayor medio en pedo
Y allí se puso a gritar:
-!Pícaro, te he de enseñar
Andar reclamando sueldos!-“
Martín Fierro

El tiempo no es una moneda acuñada que se mantiene siempre con los mismos signos. Pero, el gobierno de Macri y los CEOS quiere cheques en blanco sin plazo para seguir aplicando la más formidable transferencia de recursos del pueblo trabajador y los sectores más  desposeídos hacia una minoría de ricos tan recalcitrante que ignora todo reclamo.

El 21 de febrero seremos cientos de miles de ciudadanos que  vamos a decirle al gobierno:


¡BASTA!

·        De vulnerar los derechos adquiridos en años de lucha, de criminalizar la pobreza y la protesta social y amparar los delitos de los amigos del Gobierno,

·        de ponerle techo a las paritarias  de los trabajadores y quitar impuestos a los ricos y poderosos,

·        de políticas económicas neoliberales que alientan la inflación y producen pobres a granel,

·        de despidos salvajes y desguace de servicios y empresas públicas,

·        de seguir expoliando a los jubilados, pensionados, héroes de Malvinas y  niños pobres que reciben la AUH, 

·        de mentir descaradamente a la población anunciando lluvias de inversiones, creación de empleo, y bienaventuranzas que la realidad desmiente,

·         de tarifazos que empobrecen a la población para beneficiar a empresas de accionistas amigos

·        de abrir el mercado interno a importaciones irrestrictas que motivan la quiebra de miles de PYMES y ponen en emergencia a las economías regionales,

·        de contraer una deuda externa impagable cuyas consecuencias pauperizadoras recaerán sobre varias generaciones de argentinos,

·        de gobernar por decretos que vulneran la Constitución y las leyes,

·        de coartar la libertad de expresión y de comunicación mediante una censura totalitaria a los medios y periodistas no oficialistas,

·        de propiciar la concentración comunicacional en conglomerados multimedia que desinforman y embrutecen a la sociedad, 

·        de manipular a jueces y fiscales para someterlos al arbitrio del Gobierno,

·        de perseguir opositores y hacerlos encarcelar sin juicio ni condena, violando las instituciones republicanas y la Constitución Nacional, 

·        de Ministros-CEOS corruptos que operan de los “dos lados del mostrador”, en beneficio de sus negocios privados a expensas del Estado y esconden su dinero negro en paraísos fiscales,

·        de “blanqueos” ideados para los delincuentes fugadores y evasores, familiares y amigos del Presidente, 

·        del saqueo  de los recursos naturales y las riquezas de la Argentina, para ofrendarlos como vasallos al amo imperial,

·        de la intromisión de potencias extranjeras en nuestro territorio mediante bases que restauran la doctrina Monroe que, con la excusa de combatir el terrorismo y el narcotráfico, quieren apoderarse del Acuífero Guarní, una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo,

·        de practicar la pena de muerte, pese a que no está contemplada por las leyes del país, alentando a las fuerzas de “seguridad” a emprenderla a balazos por la espalda contra cualquiera,

·        de practicar un intervencionismo indigno al servicio del Imperio que prepara y alienta una intervención armada en nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela.


POR ESTOS MOTIVOS, ENTRE OTROS, CONSIDERAMOS QUE LA PATRIA ESTÁ EN GRAVE PELIGRO, ASÍ COMO LOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA QUE AÚN TIENEN GOBIERNOS QUE SIGUEN POLÍTICAS NACIONALES Y POPULARES. 

MARCHAMOS, ADEMÁS, EN SOLIDARIDAD CON LOS MINEROS DE RÍO TURBIO, EL JUSTO RECLAMO DE LOS BANCARIOS, LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DESPEDIDOS DE FANAZUL, HOSPITALES, ESCUELAS Y MULTITUD DE ORGANISMOS Y EMPRESAS DE CARÁCTER PÚBLICO, QUE ESTE GOBIERNO QUIERE DESGUAZAR EN BENEFICIO DE NEGOCIOS PRIVADOS.
“Del sueldo nada les cuento,
Porque andaba disparando;
Nosotros de cuando en cuando
Solíamos ladrar de pobres:
Nunca llegaban los cobres
Que se estaban aguardando”.


“Ansí pasaron los meses,
Y vino el año siguiente,
Y las cosas igualmente
Siguieron del mesmo modo:
Adrede parece todo
Pa atormentar a la gente”.
            Martín Fierro

AGRUPACIÓN VAGOS Y VAGAS PERONISTAS
19 DE FEBRERO DE 2018

 NOS CONGREGAMOS EL MIÉRCOLES 21 DE FEBRERO DE 2018, A LAS 14HS., EN AVDA. DE MAYO Y LIMA (ENFRENTE AL BAR).

lunes, 12 de febrero de 2018

WASHINGTON AUTORIZA PÚBLICAMENTE GOLPE MILITAR CONTRA MADURO, Fusiles, elección y solución Sandinista, Por Heinz Dieterich para Vagos y Vagas Peronistas


1. Doctrina Trump: Plomo para el Patio Trasero

El Jueves pasado, el Secretario de Estado del Imperio, Rex Tillerson, dio a conocer la Doctrina Trump para América Latina. Sus ingredientes: destrucción militar del régimen de Maduro; liquidación del Socialismo (del Siglo 20) en Cuba, a partir del retiro de Raúl Castro (abril 2018); destrucción colateral del gobierno sandinista en Nicaragua y del boliviano de Evo; reinstalación del Estado de Seguridad Nacional (NSS), con la obligación gubernamental criolla de acabar con el avance de China y Rusia en el hemisferio, tal como tenían que destruir el avance del “comunismo” en la Guerra Fría; los militares son los guardianes de los intereses del Imperio; la instalación de dictaduras militares como recurso político (“peaceful transitions”), en cooperación con las oligarquías. En resumen, el regreso a la política del National Security State pro-imperialista de los años sesenta, sobre la esencia de la Doctrina Monroe (América First, no new imperial powers --chinos, rusos, europeos en el continente, que es nuestro) y una ampliada doctrina nuclear.


2. Maduro, peón en el ajedrez mundial

A escala global, la declaración doctrinaria de la Casa Blanca significa, que el proyecto del  reordenamiento mundial de los neofascistas (neocons) de Washington  --que ha convertido al Medio Oriente en un infierno, que amenaza a la humanidad con el holocausto nuclear en el Pacífico y que seguirá adelante, con o sin Trump--  ha llegado al continente americano: a Canadá, México y la Patria Grande. Y, lo peor es, que después del fracaso hemisférico de los gobiernos socialdemócratas criollos, carente de cabezas pensantes como las de Fidel, Chávez y Lula, sin organización colectiva ni conciencia histórica, la Patria Grande tiene cero potencial para defenderse.
En ese ajedrez mundial, la dictadura socialdemócrata de Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López, no es más que un pequeño peón. Un peón, cuya praxis no beneficia a la resistencia anti-imperialista, sino que, de hecho, favorece la potenciación de su poder. El cuarteto tragicómico de Miraflores, como Saddam Hussein y Gadafi en su momento, le da la gran oportunidad al imperialismo gringo a mostrar su fuerza y recuperar los territorios que había perdido, mediante victorias baratas y el sufrimiento indescriptible de los pueblos.


3. Elecciones sin sentido

Con el empoderamiento de los militares para el coup d´etat, la preparación de la Cuarta Flota para una eventual posterior invasión –aunque no será necesaria, dada la debilidad de la dictadura socialdemócrata tropical-- el estrangulamiento financiero y político con la Unión Europea, todos los escenarios de salvación del Cuarteto en Miraflores se cerraron: particularmente las elecciones presidenciales, que han perdido todo sentido con la Doctrina Trump. Sólo le queda una salida a Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López que había propuesto ya hace cuatro años: la solución sandinista. Considerando la ceguera patológica del Cuarteto en todo lo que es estratégico, su falta de patriotismo y ética, lo más probable es que la descartan. El precio que pagarán es obvio.


4. Poder dual y aborto electoral

La estrategia de poder dual sui generis, que el cuarteto burgués de Miraflores instrumentó después de su derrota electoral parlamentaria en 2015, ha fracasado. Su primera etapa fue la constitución de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), según el modelo de la Lista Nazionale de Mussolini (1924). Desconocida internacionalmente, hoy día, nadie toma en serio a ese organismo fantasma. El segundo paso fue el intento de monetizar en lo oscurito las riquezas naturales del país, a precio de venta de garaje, dentro de la estructura financiera  global anglo-sionista. Washington bloqueó esa salida, sin mucha perspectiva desde el inicio, con una simple orden ejecutiva de Trump en agosto, 2017. El tercer intento fue la creación del “Petro”, inviable ab ovo y condenado al fracaso por Washington y la arquitectura financiera global, aún antes de nacer. Y el cuarto paso, que debía sellar la permanencia del Cuarteto en el poder, eran las elecciones presidenciales. Esta puerta de salida ha sido cerrada públicamente y, como dice el refrescante humorista venezolano Malaver, “con un coñazo”, por la declaración de la Doctrina Trump.


5. Escenarios electorales

El primer escenario electoral, ya preparado y preferido por los dos socialdemócratas Maduro y Allup, es un sufragio sin oposición, en el cual triunfaría cualquiera de los dos politiqueros burgueses. El contratiempo de este arreglo es doble: causaría una alta abstención electoral y el resultado no sería reconocido por el imperialismo. Si triunfa Maduro, que con su habitual grandilocuencia demagógica promete "hacer de nuestro país una potencia pujante", Venezuela se queda totalmente aislado. Si gana Allup, tampoco será reconocido, porque la mafia anticubana miamera en la conspiración neofascista global (neocons) lo impediría.

El segundo escenario se construiría sobre condiciones electorales democráticas que permitirían a todas las fuerzas políticas y sociales venezolanas expresarse libremente. Si a la MUD le quedara algo de amor a la Patria y decoro político, lograra negociar en la República Dominicana tal precondición. Sin embargo, con su alto grado de oportunismo y corruptibilidad, no es probable, que rechace un acuerdo de simulación democrática electoral. En elecciones democráticas, Maduro seguramente perdería la contienda. Este resultado produciría, como el anterior, la ingobernabilidad del país. Elecciones, por lo tanto, no resuelven el problema “Venezuela”.

6. Escenarios militares

Dado que cualquier persona medianamente inteligente entiende ese dilema de las elecciones, y que Estados Unidos dispone de 18,000 think tanks que le pueden explicar tal verdad a los brutos del equipo Trump, es obvio que la Doctrina Trump se centra en los militares. Refiriéndose a Venezuela, el Calibán Tillerson dijo: “cuando los militares llegan a la conclusión de que ya no pueden servir a los ciudadanos, entonces se las arreglan para orquestar una transición pacífica" ---  “When things are so bad that the military leadership realizes that it just can’t serve the citizens anymore, they will manage a peaceful transition”. Siendo Venezuela un Estado burgués fallido, los militares deben arreglarlo mediante “una transición pacífica”: it is the military that handles that. El problema es, que una “transición pacífica” de los militares puede oscilar entre un coup d´etat del bonapartismo progresista del tipo Hugo Chávez o de la Revolución de los claveles en Portugal, y un coup d ´etat oligárquico fascista como el de Pinochet. Esos son los dos escenarios que se debaten en la milicia del país.

7. La solución patriótica

La torpe respuesta del General Padrino López a la declaración de guerra de Trump demuestra, que, como en el caso de la hiperinflación y los precios, no tiene condiciones para enfrentar exitosamente una situación compleja. Esto es lo que le diferencia de Hugo Chávez. De hecho, ningún líder civil o militar del régimen actual tiene cabeza para resolver la catástrofe nacional, sin causar sufrimientos adicionales para el pueblo.
Una solución popular y patriótica en Venezuela requiere de tres condiciones. 1. La fecha de las elecciones debe diferirse para el último trimestre del año. 2. Se permite candidatos independientes bajo condiciones de registro razonables, para impedir la monopolización del proceso por los partidos políticos actuales, que son los responsables del desastre nacional. 3. Dado que Maduro perderá en elecciones limpias, se negocia preelectoralmente un modus vivendi  post-electoral, semejante al de la transición política en Nicaragua, que garantiza la convivencia pacífica nacional bajo el gobierno resultante.
Sólo un arreglo de este tipo evita que Washington imponga unilateralmente el Nuevo Orden Monroe-Trump en Venezuela y protege, en la medida de lo posible, los intereses del pueblo y de la nación venezolana.

Y sólo un arreglo de este tipo evitan que el Presidente “Obrero” y la Primera Combatiente cumplan su promesa, de "hacer de nuestro país una potencia pujante" – una potencia pujante que marcha hacia el despeñadero, bajo los solemnes aplausos del Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo.

viernes, 9 de febrero de 2018

SABOTAJE A LA DEMOCRACIA, Por Atilio A. Boron


Dando una vez más cumplimiento a su funesta misión Estados Unidos acaba de sabotear un acuerdo laboriosamente alcanzado entre el gobierno y la oposición venezolana en los diálogos de Santo Domingo. La carta que el 7 de Febrero hizo pública el ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero revela su sorpresa -y, de modo más sutil, su indignación- ante la “inesperada” renuncia por parte de los representantes de la oposición a suscribir el acuerdo cuando estaba todo listo para la ceremonia protocolar en la cual se anunciaría públicamente la buena nueva. Como revela en dicha carta RZ dice que luego de dos años de diálogos y discusiones se había llegado a un acuerdo para poner en marcha “un proceso electoral con garantías y consenso en la fecha de los comicios, la posición sobre las sanciones contra Venezuela, las condiciones de la Comisión de la Verdad, la cooperación ante los desafíos sociales y económicos, el compromiso por una normalización institucional y las garantías para el cumplimiento del acuerdo, y el compromiso para un funcionamiento y desarrollo plenamente normalizado de la política democrática.” 


Este acuerdo, de haber sido firmado por la oposición, ponía fin a la crisis política que, con sus repercusiones económicas y sociales, había desatado una de las más graves crisis de Venezuela en su historia. Era también un paso gigantesco hacia la normalización de una situación regional cada vez más crispada por las resonancias del conflicto venezolano. El pretexto sorpresivamente utilizado por la avergonzada oposición fue la renovada exigencia de que las elecciones presidenciales fuesen monitoreadas por el Grupo de Lima, una colección de países (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guayana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía) cuyos gobiernos compiten para ver quien hace gala del mayor servilismo a la hora de obedecer las órdenes emitidas por la Casa Blanca para atacar a Venezuela. El Grupo de Lima no es una institución como la Unasur, la OEA u otras por el estilo. El documento elaborado en la República Dominicana ponía en manos de la Secretaría General de la ONU organizar la fiscalización del comicio presidencial, una institución infinitamente más seria y prestigiada que el Grupo limeño en donde abundan los narcopresidentes, los golpistas bendecidos por Estados Unidos como los mandatarios de Brasil y Honduras , gobiernos como el de México que hicieron del fraude electoral un arte de incomparable eficacia, o el de Chile, cuyo mayor logro democrático es haber decepcionado tanto a su pueblo que menos de la mitad del electorado concurrió a votar en las últimas elecciones presidenciales. Sin embargo, la exigencia de que este impresentable grupo de gobiernos fuese el encargado de garantizar la “transparencia y honestidad” de las elecciones presidenciales en Venezuela fue el pretexto utilizado para boicotear un acuerdo que tanto trabajo había costado sellar. ¿Cómo explicar este súbito e inesperado cambio en la opinión de la oposición venezolana?




Para responder a esta interrogante hay que viajar a Washington. Tal como era previsible para la Casa Blanca la única solución aceptable pasa por la destitución de Nicolás Maduro y un “cambio de régimen”, aún si esta opción entraña el peligro de una guerra civil e ingentes costos humanos y económicos. En otras palabras, el modelo es Libia, o Irak, y de ninguna manera una transición pactada entre el gobierno y la oposición, o menos todavía, aceptar la supervivencia del gobierno bolivariano a cambio de algunos gestos de moderación por parte de Caracas. Desde la perspectiva geopolítica que informa todas las acciones de la Casa Blanca ningún escrúpulo moral puede interferir en el proyecto de someter Venezuela al yugo estadounidense, esa enfermiza obsesión del imperio para convertir en un protectorado norteamericano a un país que cuenta con las mayores reservas petroleras del planeta y un territorio dotado de inmensos recursos naturales. Para los halcones de Washington cualquier opción distinta a esa es pura sensiblería, y si los políticos de la oposición venezolana creyeron que estas negociaciones serían si no avaladas al menos toleradas por la Casa Blanca cayeron en una infantil ilusión: creer que a Estados Unidos le importa la democracia, o lo que ellos llaman “crisis humanitaria”, o la vigencia del Estado de Derecho en Venezuela. Al imperio estas cuestiones le son completamente irrelevantes cuando se habla de la inmensa mayoría de los “países de mierda” que constituyen la periferia del sistema capitalista mundial. Por eso no fue casual que la orden de abstenerse de firmar los acuerdos coincidiera con la visita de Rex Tillerson a Colombia, y que fuese el presidente Juan M. Santos quien tuviera la deshonrosa tarea de transmitir el úkase imperial a los representantes de la oposición reunidos en Santo Domingo. 

¿Cómo seguirá esta historia? Washington está tensando la cuerda para tornar inevitable una “solución militar” en Venezuela. Fue por eso que Tillerson recorrió cinco países latinoamericanos y caribeños, en un esfuerzo para coordinar a nivel continental las acciones de lo que bien podría ser el comienzo de un asalto final contra la patria de Bolívar y Chávez. El Comando Sur está alistando personal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Panamá sin otro verosímil propósito que el de atacar a Venezuela. Mientras, la ofensiva diplomática y mediática se extiende por todo el mundo. El Parlamento Europeo ha dado nuevas muestras de su proceso de putrefacción y redobla las sanciones contra Venezuela, al paso que los sirvientes latinoamericanos y caribeños de Washington se pliegan oprobiosamente a la agresión. Este 8 de Febrero el gobierno de Chile anunció la suspensión de manera indefinida de su participación en el diálogo venezolano porque, según La Moneda, “no se han acordado condiciones mínimas para una elección presidencial democrática y una normalización institucional.” Parece que, como una vez dijera José Martí, en Venezuela está llegando “la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz.”

jueves, 8 de febrero de 2018

EN PORTO ALEGRE: NO ES SER PETISTA, ES SER JUSTO Y DEFENDER LA DEMOCRACIA, Por Leonardo Boff


El enjuiciamiento de Lula por el juez de primera instancia, Sergio Moro, y su argumentación final están totalmente vacíos de pruebas concretas. Abundan las deducciones y convicciones subjetivas, inapropiadas al ethos de un juez imparcial. No se acusa a Lula de tener cuentas en el exterior, que nunca tuvo, ni de haber desviado fortunas del erario en beneficio propio. Nada de eso. Se trata de un apartamento de tres pisos en Guarujá sin mayores calificaciones y de una finca en Atibaia, modesta, como modesta era la vida de su esposa María Leticia a la que, hija de agricultores, le gustaba cultivar la tierra.

Las alegadas intervenciones de Lula junto a Petrobrás en favor de la constructora OAS, que a cambio le habría dado el triplex en Guarujá-SP, no se confirmaron. La solución fue entonces la invención de una justificación esdrújula y hasta vergonzosa para un juez mínimamente serio. Escribió: «si no hubo intervención de Lula, hubo sí un acto de oficio indeterminado». Esto equivale a decir: un acto no conocido y por eso inexistente. ¿Cómo puede un juez decidir sobre algo que él mismo no conoce? La situación colocó al juez Moro en dificultades cuando se hizo público que la OAS en negocios hechos en Brasilia empeñó el apartamento de Guarujá, signo de posesión y dominio del inmueble. Por lo tanto, no podía ser de Lula.

El hecho es que no se ha identificado ningún crimen de Lula, mucho menos cuentas en offshores.

Lo que ha quedado claro como la luz del sol es la voluntad condenatoria del juez Sergio Moro y de aquellos en cuyo nombre está actuando: las clases adineradas, el PSDB y parte significativa del PMDB con Temer al frente.

No se puede usar metáforas y ocultar el discurso con malabarismos. Tenemos que decir abiertamente que hubo un golpe parlamentario-jurídico-mediático, hegemonizado por los grupos altamente adinerados (0,05% de la población) que controlan gran parte del área económica y mantiene al Estado rehén de los altos intereses que le cobran para que pueda cerrar sus cuentas. La verdad cristalina es que la elite dominante (según L.G. Belluzzo, no es élite, sólo hay ricos) comenzó a darse cuenta de que el poder proveniente del piso de abajo, con Lula, el PT y aliados, podría consolidarse y cambiar el rumbo del país con políticas sociales de inclusión de millones de pobres, amenazando así sus privilegios. Como siempre han hecho en la historia, organizaron un golpe.

No hay que olvidar la afirmación muchas veces repetida de Darcy Ribeiro que nuestras clases opulentas y dominantes son las más reaccionarias y antisociales del mundo. Nunca pensaron un Brasil para todos; ni siquiera tienen un proyecto de nación. Están contentos con lo que el Pentágono (que también está implicado en el golpe, según fuentes fidedignas) y las grandes corporaciones mundiales están imponiendo: la recolonización de toda América Latina, particularmente de Brasil. A estos, en la división mundial del trabajo, sólo les cabe ser exportadores de commodities. Este proyecto asumido por los que dieron el golpe no está sólo privatizando los bienes públicos. Están desnacionalizando nuestro parque industrial, el petróleo y otros commons brasileros. Están desmontando el país. El objetivo es abrir espacio a las grandes corporaciones a costa de la disminución del Estado, para que ocupen nuestro mercado de 200 millones de consumidores y puedan acumular de un modo excesivo a costa nuestra.

Alguien con más autoridad que yo, el economista Luiz Gonzaga Belluzo, en una entrevista fue al núcleo de la cuestión: El crimen de Lula, en realidad, fue dirigir un gobierno vuelto hacia los más pobres, un gobierno más popular y soberano, y eso, amigos y amigas, jamás será aceptado por la Casa Grande. Defender a Lula es defender la historia, es defender la justicia. No es ser petista, es ser justo.

Lo que se juega el 24 de enero en Porto Alegre con los tres jueces de segunda instancia que van a juzgar a Lula es la definición del futuro de nuestro país: si aceptamos ser nuevamente colonia o si rechazamos ese proyecto indigno y llevamos adelante el sueño de tantos años, ahora reforzado, de refundar en el Atlántico Sur un país robusto, autónomo, social y justo, que se propone sanar la herida que sangra hasta el día de hoy: millones y millones de personas, víctimas de la Casa Grande de ayer y de hoy, los abandonados por ser considerados ceros económicos, en su mayoría hijos e hijas de la senzala, ante los cuales tenemos una deuda humanitaria hasta hoy nunca saldada.

El pueblo está callado, pero está atento. Conoce los derechos que le han sido secuestrados y la carga que se le quiere poner sobre su espalda. Dependiendo de la decisión de los jueces de segunda instancia en Porto Alegre puede haber una especie de desbordamiento imparable.

A los jueces sólo les recuerdo las palabras de la Revelación: “La ira de Dios vendrá sobre aquellos que en la injusticia aprisionan la verdad” (Rom 1,18). El instrumento de la ira de Dios será, esta vez, la acción indignada del pueblo.

Por lo tanto, señores jueces de segunda instancia, traten de juzgar según la justicia para escapar de la ira de Dios y del furor del pueblo indignado.