jueves, 30 de mayo de 2019

DESTRUCCIÓN DE CHINA Y GOLPE DE ESTADO EN WASHINGTON. EL FASCISMO DEL SIGLO 21 DE TRUMP, Por Heinz Dieterich(") para Vagos y Vagas Peronistas


Donald Trump






1. Trump, Bannon y la falange global 

Donald Trump, el títere más peligroso de la historia mundial --más peligroso que Hitler, porque tiene armas nucleares-- ejecuta una agenda fascista claramente definida por dos objetivos estratégicos: convertir el orden liberal de la democracia estadounidense en un régimen autoritario fascista del tipo Mussolini y destruir a la República Popular de China. A diferencia de Hitler, quién anunció los objetivos nazis abiertamente bajo su nombre en el panfleto racista Mein Kampf (Mi Lucha), Trump ejecuta y prioriza su misión de hegemonizar a las masas vía su papel de payaso en twitter y televisión. Mientras, su verdadera agenda -- servir al Gran Capital imperialista-- es desarrollada por el Lord Darth Vader de la camarilla trumpiana, Stephen Bannon. Bannon es un exoficial de la Marina de Guerra, ex investment banker y ex estratega electoral de Trump. Se auto-describe como un “orgulloso cristiano sionista” y la “plataforma global” para ampliar y unificar a los movimientos de derecha (“populistas”) en una especie de falange global. Según el presidente francés Macron, Bannon 

es un lobbyista “cercano al gobierno estadounidense”, cuyo objetivo es “desmantelar a Europa” mediante la colusión entre “nacionalistas e intereses extranjeros”. Para ser más preciso: Bannon es un empleado de Trump, con la misión de destruir a China, la Unión Europea y, posteriormente, a Rusia. 



2. En la ruta de Mussolini 

Se trata de una división social de trabajo imperial perfecta, escenificada por Washington. El gran capital mueve a su títere Trump; su spiritus rector (espíritu conductor) desarrolla el decálogo del Fascismo del Siglo 21; el payaso distrae a las masas y a los medios con idioteces y mentiras (diez mil hasta hoy, cuenta el fact checking del Washington Post); los criminales de Guerra de Centroamérica e Irak, Elliott Abrams, John Bolton y Mike Pompeo ejecutan la política imperial exterior; los capos republicanos del Congreso Mitch McConnell y Paul Ryan imponen las leyes que benefician a la plutocracia, la billionaire class de Bernie Sanders y toda la nomenclatura republicana con Fox News bloquea el juicio político (impeachment) de Trump, que es el único mecanismo institucional pre-electoral efectivo, para impedir la transición gradual hacia el Fascismo del Siglo 21. Transición gradual, que Trump procura implementar copiando la exitosa toma de poder de Mussolini, entre 1922 y 1924. 



3. Hacia el Fascismo del Siglo 21 

El programa de cambio del régimen liberal imperialista estadounidense hacia un régimen de supremacistas blancos neofascistas, ha sido definido con precisión por el cerebro estratégico de Dangerous Donald. Cuando Bannon se definió en el año electoral 2016 como un leninista, un reportero le pidió una explicación. Bannon contestó: "Lenin quería destruir el estado, y ese es mi objetivo también. Quiero que todo se derrumba y quiero destruir toda la élite (establishment) de hoy. " Dado que Bannon no quiere construir el comunismo es obvio, cuál es la fuente real de la cual bebe: Adolf Hitler. 

En un discurso posterior en la CPAC (Conservative Political Action Conference, febrero 2017), Bannon dijo que su objetivo era "deconstruir el estado administrativo" y que muchos de los incompetentes del gabinete de Trump "fueron seleccionados por una razón, y esa es la deconstrucción." A la agenda electoral de Trump la caracterizó en 2016 como “a new political order”, un nuevo orden político. Y tiene toda la razón. Con el de facto desconocimiento de la división de poderes, el ataque a los medios (enemy of the people), la gobernanza vía la mentira y la manipulación sistemática de las masas, se asemeja cada vez más a la ordine nuovo del Duce Mussolini. 



4. Destruir a China 

El 6 de mayo, 2019, Bannon publicó en el Washington Post, uno de los tres periódicos más poderosos del mundo, el artículo titulado: “Estamos en una guerra económica con China. Es inútil hacer compromisos.” Allá el neofascista pontifica sobre la inevitabilidad de la guerra con China, porque el Partido Comunista de China quiere ser el poder “hegemónico global”. Y advierte, qué aunque Trump consiga un acuerdo comercial ahora, no sería más que una tregua temporal en una “guerra económica y estratégica de larga duración con China”. 

Según Bannon son seis "entendimientos" que explican, por qué es “inútil comprometerse con este régimen”. El primero es, que China constituye la mayor amenaza de seguridad económica y nacional “que Estados Unidos ha enfrentado en su historia”. Extrañamente revela, sin embargo, que si el PCC acepta las demandas (económicas) de Estados Unidos en la actual “guerra comercial” de una manera “ejecutable”, equivaldría “al desmantelamiento legal y reglamentario del capitalismo de Estado chino”. 

El segundo entendimiento es que el conflicto comercial no trata de un posible acuerdo entre dos sistemas similares, sino de un “choque fundamental entre dos modelos económicos radicalmente diferentes”: el capitalismo industrial libre y el capitalismo de Estado proteccionista. En el cuarto entendimiento, Bannon revela el nexo entre la agresión a China y la campaña electoral estadounidense, recomendando que Trump se vuelva aún más agresivo frente a China: el presidente debe “aumentar aún más las tarifas” a las mercancías chinas, porque si no, “se expone a las críticas del Partido Demócrata”. Además, los Senadores Marco Rubio (R-FLA.) y Ted Cruz (R-Tex.) podrían aprovechar una eventual moderación de Trump, “para colocarse a su derecha en el asunto de China, lo que podría generar un desafío posterior en las elecciones primarias” para el año 2020. 

En el sexto entendimiento, el estratega de Trump deja claro, lo que entiende por “sistemas diferentes”. El mundo ahora da testimonio de “un estado totalitario que se militariza rápidamente, encarcelando a millones de personas en campos de trabajo”. Esto es historia “en tiempo real” en un mundo que es una “casa dividida, mitad esclava, mitad libre. Trump y Xi se enfrentan para inclinar la balanza en una dirección u otra. Una manera conduce a los beneficios de la libertad, la democracia y el capitalismo de libre mercado. El otro conduce a un poder totalitario y mercantilista en el capitalismo de estado con características chinas. La lucha de los Estados Unidos no es con el pueblo chino, sino con el PCC…Es más importante que nunca que Trump siga sus instintos y no suavice su postura contra la mayor amenaza existencial jamás enfrentada por Estados Unidos. " 



5. Washington, a un paso de la tiranía 

El presidente del Comité Jurídico del Parlamento --Chairman of the House Judiciary Committtee-- diputado Jerry Nadler, ha acusado a Trump, de llevar a cabo una política de “ataque a la esencia de la democracia” (8.5.2019). Nos encontramos ahora, dijo ante la televisión, “en una crisis constitucional, porque el presidente desobedece a la ley y le niega toda la información al Congreso”. Nuestra forma de gobierno fue definida por Abraham Lincoln como una República. Pero Trump está tratando de imponer “una forma de gobierno más tiránica”. No puede haber un riesgo superior que este intento de Trump de “concentrar todo el poder en el Ejecutivo, alejándolo del Congreso y de los ciudadanos. No se puede permitir que la democracia se convierta en una monarquía y Trump se convierta en Rey. El bloqueo de Trump de varias investigaciones (subpoenas) es “un intento de imposición de un poder tiránico por parte del presidente y esto no puede permitirse”. “There can be no higher stakes than this attempt to arrogate all power to the executive Branch, away from Congress and…the American people. We can not allow democracy to turn into a monarchy, where he becomes a King…Trump’s stonewalling of Congress in various investigations is an assertion of tyrannical power by the president and that cannot be allowed to stand.” 

En palabras del más alto representante legal de la Cámara de Diputados de Estados Unidos, estamos ante un prolongado golpe de Estado, que pretende convertir la democracia liberal nuclear burguesa más poderosa de la tierra en una tiranía nuclear. Es el intento, de institucionalizar el Fascismo del Siglo 21 en el Nuevo Mundo y a escala mundial. 



6. Hitler, Mussolini, Trump 

Es una idea generalizada en América Latina que Hitler y Mussolini llegaron al poder debido al apoyo popular. Esto es categóricamente falso. Ni Hitler, ni Mussolini, ni Trump llegaron al poder por la mayoría de votos, sino por la cooptación de elites gubernamentales y sociales del status quo. En rigor, por coup d´états. Los tres títeres del Gran Capital tenían apoyo popular, pero, este apoyo fue minoritario. Lo que inclinó la balanza en su favor fue la intervención golpista de sectores de las clases dominantes durante la fase crítica de la transición al totalitarismo. 

En el caso de los Nazis la responsabilidad directa recae sobre el presidente Paul von Hindenburg, representante de la reaccionaria aristocracia alemana, quién colocó a Hitler en el poder en enero de 1933, nombrándolo canciller. El mismo papel jugó en Italia el Rey Vittorio Emmanuele III, cuando el 30 de Octubre de 1922 autorizó el nombramiento de Mussolini como Primer Ministro. Trump, quién perdió las elecciones populares por 2.87 millones de votos frente a Hillary Clinton, fue impuesto por el semi-feudal Colegio Electoral (Electoral College), en colaboración con el jefe de la policía política (FBI) James Comey, y la colusión con sectores de Israel. Si Trump posteriormente atacó militarmente a Siria, trasladó la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, amenaza ahora a destruir Irán y colabora con Netanyahu en la esclavización del pueblo palestino, no hace más que pagar su deuda electoral. Todo el circo del Partido Demócrata sobre la supuesta colusión con Putin es una cortina de humo para tapar las huellas de este contubernio. La colusión con sectores oscuros de Rusia existió en lo financiero, probablemente como lavado de dinero, como reveló el reciente reporte especial de CNN, The Trump Family Business; pero no como razón de Estado del Kremlin. 



7. Momento crítico transitorio en Washington 

Los megaproyectos geopolíticos del Gran Capital, cuya ejecución reflejan figuras como Hitler, Mussolini y Trump, tienen la misma esencia: proyectar los intereses de sus amos sobre mercados y mundos nuevos. El Tausendjaehrige Reich de Hitler (Reino milenario) debía conquistar para el capital alemán la dominación de Europa, incluido Rusia. La Gran Italia del Duce pretendía controlar el mediterráneo y partes de África. Y América First de Trump procura la dominación global de la 4ta Revolución Tecnológica por el imperialismo estadounidense. 

Los proyectos totalitarios de Hitler y Mussolini triunfaron en un primer momento, pero fracasaron finalmente, cuando trataron de vencer al mundo entero. El proyecto de los operadores de Trump triunfó en 2016. No está del todo claro, si puede ser frenado todavía por los mecanismos institucionales de la democracia liberal burguesa o si se requiere de la intervención directa de los sectores militares constitucionales de Estados Unidos para impedirlo. De lo que no queda duda es, que la política de appeasement de la cúpula republicana y de la Unión Europa le facilita el camino al Fascismo del Siglo 21 de Trump, como hicieron Hindenburg y Víctor Manuel el siglo pasado.. 



8. El Orden Mundial trumpiano y Venezuela 

El intento de instalar una tiranía en Washington es extremadamente peligroso para el orden global, porque su razón de ser es la fuerza. Al igual que Hitler, Trump trata de conseguir por la fuerza, lo que no puede conseguir con la negociación. En este intento le está quitando a la semi-civilizada selva socialdarwinista que se llama sociedad global, los últimos elementos del derecho internacional, como el Acuerdo climático de Paris, la jurisdicción de la Corte Internacional de La Haya, la cancelación del Tratado Nuclear con Irán, de los misiles intermediarios con Rusia (INF Treaty), entre otros. En pocas palabras, le quita a todos los Estados, que no son superpotencias, el derecho a resolver su destino y reduce el campo de decisores de la humanidad a sólo tres naciones con autonomía estratégica: Estados Unidos, Rusia y China. 

Ante esta realidad global es ridículo el papel que pretenden jugar Maduro y sus cómplices militares. Las elecciones, que se realizarán en Venezuela en los próximos doce meses, se deciden en Washington, Moscú y Beijing y ninguno de los actores en Venezuela podrá cambiar tal decisión. Su configuración concreta dependerá de los intereses estratégicos de las tres superpotencias en el ajedrez mundial, siendo los países débiles como Venezuela, Nicaragua, Cuba, Irán, Siria etc., relegados a ser esencialmente objetos y espectadores de la dinámica mundial. 



9. El bacalao y la carnada “negocian” 

Dentro de esta lógica del orden mundial trumpiano, por ejemplo, es perfectamente probable, que Moscú entregue a Maduro –en una forma diplomática, se entiende-- para priorizar sus intereses en Irán. La política se hace por intereses, no por personas y no cabe duda, que el valor estratégico de Irán para Rusia es inmensamente superior al de Venezuela. Y lo mismo vale para Trump y su “patio trasero”. Ambas superpotencias priorizarán el control de su retaguardia (hinterland), frente a posiciones estratégicas secundarias y militarmente indefensibles, en ultramar. Es en este contexto, que se dieron las supuestas “negociaciones” en Noruega. Maduro, sin energía, sin petróleo, sin dinero, sin masas, sin comercio internacional, sin PIB, sin credibilidad --porque las últimas elecciones democráticas libres en Venezuela fueron las de 2013 y 2015-- está más muerto que un bacalao noruego. Y Guaidó no es más que una carnada de Big Brother, sin poder propio. Entonces, ¿qué pueden negociar esas dos entelequias políticas? 



10. Ceguera de actores estatales e “izquierda global” 

Desde mediados del año 2016 era claramente previsible que apoyar a Maduro significaba apoyar a un régimen sin futuro posible. El hecho, de que las grandes burocracias diplomáticas y de inteligencia de las superpotencias, al igual que la dizque “izquierda” mundial, no supieron entender esa realidad y actuar correspondientemente, deja claro sus fallas estructurales de inteligencia cognitiva. 

Impedir la instalación de la tiranía de Trump-Bannon en Washington y del Fascismo del Siglo 21 en el sistema mundial debería ser, por lo expuesto, el objetivo supremo de la política superior de los países pequeños, como Cuba o Bolivia, y de los pueblos del mundo. Apoyar a un régimen inepto, corrupto, sin base social ni legitimidad democrática, como el de Maduro, en cambio, es como apoyar al inepto Mugabe que destruyó a Zimbabwe o a la corrupta nomenclatura del ANC, que destruye el futuro de África del Sur. Es comprarse un boleto histórico, sin retorno. 

(") Heinz Dieterich Steffan (Rotemburgo del Wumme, Alemania, 1943) es un sociólogo y analista político alemán residente en México que también es profesor-investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana. Conocido por sus posiciones de izquierda, colabora con varias publicaciones y lleva publicados más de 30 libros sobre la conflictividad latinoamericana, la sociedad global y los sucesivos paradigmas científicos e ideológicos que cruzaron al siglo, entre otras muchas cuestiones no menos complejas. Es un gran impulsor del concepto de socialismo del siglo XXI.









martes, 28 de mayo de 2019

SINCERAMENTE, LA FÓRMULA. REFLEXIONES EN TORNO A UNA DECISIÓN FUNDAMENTAL, Por Javier Azzali (")para Vagos y Vagas Peronistas

El sábado pasado Cristina anunció por las redes sociales, su decisión de lanzar la candidatura presidencial de Alberto Fernández, a la par de su acompañamiento como Vice. La definición de la fórmula presidencial constituye un gran hecho político de fuerte impacto y trascendencia para la vida del país. Por un lado, es el mayor gesto de apertura política posible por parte de quién es la líder política más fuerte del país, en dirección a la formación de un frente patriótico, amplio y fuerte para derrotar políticamente al oficialismo oligárquico, a la vez que le arrebata la iniciativa y lo arrincona obligándolo a definirse. De paso, coloca al grupo denominado Alternativa Federal (que no es ni federal ni mucho menos alternativa), a definirse ideológicamente. Las dos alas del partido oficialista ven así profundizadas sus dificultades y tensiones internas, motivadas principalmente por la crisis social provocada por las políticas que implementan unos y avalan los otros.

El punto de partida del análisis debe ser el reconocimiento que la mayoría creíamos que Cristina era la persona indicada para ser candidata presidencial, tanto por el liderazgo que ejerce sobre buena parte de la población, como por la larga y sobrada experiencia de gestión. Pero de la misma manera hay que reconocer que ha sido justamente su propia decisión la que ha dado vuelta los términos de la fórmula.


Alberto Fernández no es una figura protagonista del ciclo anterior, al modo de Agustín Rossi o Axel Kiccilof, y su principal prestigio le viene por haberse colocado en un lugar central en el armado reciente de Cristina, y era, a plena luz del día, su operador político principal, lo que hacía pensar para él, un destino de jefe de campaña y jefe de gabinete, de acuerdo, además, con su trayectoria.

Varias cuestiones avalan la decisión de Cristina. En primer lugar, por la relativa rápida resolución de la cuestión del candidato, sin esperar hasta último momento para saber si ella se presentaba o si señalaba a otro como candidato. Por otro lado, se buscar eludir las intenciones proscriptivas, como ocurrió en el caso de Lula en Brasil. A su vez, mitiga, de alguna manera, la agresión mediática que, bien vale tenerlo siempre presente, ha tenido y tiene el carácter de guerra psicológica con el sello del imperialismo norteamericano. Aunque, si bien AF parece tener la intención de atenuar la denominada grieta, será solo cuestión de tiempo advertir lo contrario; ya que en definitiva la grieta, con mayor o menor intensidad, no revela más que antagonismos históricos en nuestra sociedad que, hasta tanto se derrote políticamente al orden oligárquico, persistirá bajo la forma que sea.

También, no debe subestimarse el desgaste y agotamiento personal, el cual incluso se vio con las licencias por motivos de salud tomadas durante su segundo mandato, agravada en la actualidad por la situación persecutoria contra su hija. La cobertura mediática del juicio contra la ex Presidente, previsible pero igualmente irritante, así como la rapidez innecesaria de su inicio, evidencia otra parte de los motivos de la decisión tomada. Todo esto sin obviar lo dicho al principio, en cuanto a la búsqueda de una amplitud política, como la mejor prenda de unidad posible de parte Cristina, aunque aún este por verse su real alcance.

Nada de esto nos distrae de reparar, de reojo nomás, el problema del liderazgo entre quien es la jefa política de un movimiento político y quien, triunfo electoral mediante, será el jefe del gobierno; lo cual, mientras dure la campaña, supongo, quedará en suspenso.


Entre el interés nacional y la crisis.


La alianza PRO-UCR significó una ruptura del orden económico, público e institucional del país. Como hemos dicho desde el inicio de la gestión, no fue una alternancia democrática entre fuerzas más conservadoras o progresivas, sino una lisa y llana ruptura del curso autónomo del país. Incluso su llegada al poder estuvo ligada a una guerra psicológica durante todo el segundo mandato de Cristina, especialmente en 2015. No olvidemos que hasta la figura presidencial fue desplazada del poder un día antes del vencimiento de su mandato, por una orden judicial, a modo de un adelanto experimental de la obscena persecución que se vendría contra políticos, sindicalistas y dirigentes sociales. El objetivo fue interrumpir el ciclo nacional democrático y hundir al país otra vez en la dependencia y la desigualdad. Y en este punto nos encontramos: con un nuevo régimen de la dependencia establecido y en el medio de una crisis generalizada en todos los aspectos de la vida del país, con la amenaza del abismo.


El próximo gobierno tendrá, entonces, la dificilísima tarea de reiniciar el ciclo nacional, o bien resignarse a ser un mero gestor de una crisis que, seguramente, lo ponga contra las cuerdas y desestabilice hasta un final anunciado. La disyuntiva es una política nacional o la crisis permanente en un país de baja intensidad, como solía decir con mayor desarrollo conceptual Jorge Beinstein. La reconstrucción de aquellos aspectos mínimos necesarios para que una formación social sea considerada una nación, entre ellos, el principal, recuperar un grado de autonomía suficiente tal en el que las decisiones en materia económica se tomen en la Casa Rosada y no en las oficinas del FMI o un banco extranjero. 


AF justamente, promete eso, y su apoyo será manifestación de esa necesidad. Además, cuenta con antecedentes políticos que lo avalan, como su participación del núcleo decisivo del gobierno de Néstor Kirchner, y la confianza que, a todas luces, le dispensa Cristina. Su primer pronunciamiento es relativo a lo que será el tema central de la próxima gestión: el tipo de relación que tenga con el FMI y la manera de tratar el problema de la deuda externa. Dijo que procurará pagarla aunque mediante una renegociación que neutralice los condicionamientos políticos propios de este organismo supranacional.


La deuda se trata de una deuda odiosa, en términos de doctrina internacional, por haber servido únicamente para financiar la una gigantesca y obscena fuga de capitales, y no contar con un correlato en la producción de bienes y servicios para la economía del país. No sirvió para el bienestar de la sociedad y obras públicas de infraestructura, sino para la especulación de la banca extranjera. Pero tal posición, para tener una mínima expectativa de éxito, requiere de una fortaleza regional y geopolítica que, al menos ahora, no existe. De manera que volvemos a la situación inicial de 2005, en la que Néstor Kirchner condujo una renegociación que sirvió para recuperar autonomía. Scalabrini Ortiz defendía la compra de los ferrocarriles ingleses por Perón, afirmando que, más allá del precio nominal pagado, lo que se adquiría era soberanía. La negociación con el FMI se hará en condiciones más gravosas incluso que las llevadas a cabo por Néstor Kirchner, porque en Brasil no está Lula sino Bolsonaro, el gobierno bolivariano de Venezuela no tiene el mismo margen de acción que el de Chávez, y Estados Unidos ha acelerado sus objetivos expansionistas sobre la región sudamericana.
En este contexto, entiendo necesario mantener el reclamo de investigación y repudio de la deuda, pero, en ningún caso como motivo para desechar al flamante candidato AF si éste entiende, como ha afirmado, que el camino es otro. Es cierto que Cristina, alguna vez, alentó otra posibilidad, como una auditoría para conocer el destino de los fondos, pero, en definitiva, no se le puede exigir a AF como si se tratara de profundizar un modelo productivista y soberano que ya no existe, sino de reconstruir buena parte de lo perdido, como punto de partida para un nuevo ciclo nacional y democrático, dentro del cual proponer las transformaciones progresivas. AF es una figura de la política, del peronismo, y por lo tanto, no está exenta de los problemas de una clase política golpeada y debilitada en medio de un país llevado a la dependencia nuevamente, sujeta a todas las presiones de los poderes económicos iigados a los fuertes intereses extranjeros, que buscan, eficazmente, doblegarla. 
Aún así, y justamente por eso tal vez, este nuevo escenario no debe cancelar el ejercicio de la crítica justa, orientada hacia la defensa del interés nacional, la justicia social y el fortalecimiento de las organizaciones populares y de los trabajadores; así como equilibrada, para evitar que, desde un supuesto idealismo de izquierda, se tribute a los intereses de la oligarquía, ansiosa por debilitar cualquier expresión nacional, por débil y dificultoso que sea el camino. Como tantas veces, la necesidad de poner sobre la mesa la necesidad de un programa de país que realice en todos sus términos, la liberación nacional y social, debe servir para fortalecer y no para limar las chances de las fuerzas políticas nacionales en movimiento. Y este movimiento, como siempre ocurre en la política, se realizará en el curso de los hechos concretos, más allá de los discursos y predicciones.



(") El autor es Abogado (UBA), profesor universitario, publicó “Constitución de 1949. Claves para una interpretación latinoamericana y popular del constitucionalismo argentino”, 2019, Ed. Punto de Encuentro. Tiene estudios en derechos humanos y antropología jurídica. Escritor de notas, artículos y publicaciones sobre pensamiento nacional, latinoamericano y derechos humanos. Contacto en javierazzali@hotmail.com




jueves, 23 de mayo de 2019

SALUDO A LA DECISIÓN DE CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, Por Vagos y Vagas Peronistas


Los Vagos y Vagas Peronistas saludamos y apoyamos la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de resignar el primer puesto en la fórmula presidencial y elegir a Alberto Fernández como el futuro presidente de la Nación. Su gesto de enorme textura histórica  nos emociona a nosotros contemporáneos, es un acto de grandeza en la senda del renunciamiento de Evita, y del último Juan Domingo Perón, quien nos vino a proponer una política justa, pero de acuerdos profundos con todas las fuerzas del país. 

Es que este no resiste más divisiones intensas y abisales debidas a el dolor provocado por el gobierno de derecha de Mauricio Macri, que ha sido un dechado de desaciertos, errancia, abandono de los ciudadanos ni que decir de los más humildes. Un gobierno abyecto por donde se lo mire, que llegó a una encerrona de sus propia incapacidad y fue rápido, esquivando toda política, para refugiarse en el regazo del Fondo Monetario Internacional, al mismo tiempo que contraían una deuda, que ha de caer sobre generaciones de argentinos. 

Todo estimulado con dósis de odio a  lo que viniera del gobierno de los Kirchner al punto de devaluar la palabra política y toda mención a Néstor y Cristina y/o cualquier funcionario del gobierno anterior dentro de la mácula teológica de la corrupción, que recuerda a la quema de brujas; y el fuego purificador era el rostro de Mauricio Macri simulando un viaje en colectivos y un timbreo arreglado. Semejante farsa como único argumento político, al término que propiciaba la exclusión social, la concentración económica y la represión política, es un combo más parecido a una pesadilla que azotó nuestra patria. Prontamente debe ser recuperada para volver a imponer el amor y la igualdad. 

La decisión de Cristina, en ese marco, no tiene punto de comparación con personajes de la política vivos sino solos con el panteón de los héroes históricos. A pesar de su nombre  convertido en tabú, en un demonio, a ser conjurarado con criptas y monasterios mientras los ojos desorbitados de José López la condenaban por los siglos de los siglos. 

Renace la esperanza en nuestra patria, la esperanza de un país más justo, con las pymes a pleno, la industria rebosante, los derechos laborales respetados, los derechos humanos en primer lugar, y relaciones internacionales en la senda de la tradición de no intervención y pacifismo estratégico con buenas relaciones con todos los estados como lo sostuviera el filósofo Carlos Astrada en una histórica y famosa conferencia. 

Es hora que la justicia camine independiente pero lejos de su alianza con el poder económico y comunicacional y lejos también de su desapego constitucional y al orden jurídico. 

Pero todo vendrá hacia nosotros cuando Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner juren el próximo mandato constitucional que ha de enterrar el odio y la ignominia del frustrado gobierno que se va. 

Mesa Coordinadora de la Agrupación Vagos y Vagas Peronistas. 

23 de Mayo de 2019.

jueves, 16 de mayo de 2019

EL PERONISMO Y EL TIEMPO, Por Ricardo Rouvier (") para Vagos y Vagas Peronistas



“El mundo viene evolucionando y los hombres creen que son ellos los que lo hacen evolucionar. ¡Son unos angelitos! Ellos son el producto de la evolución pero no la causa. El mundo evoluciona por factores de determinismo y fatalismo histórico”. Juan D. Perón - Abril de 1974 

El peronismo ha sobrevivido a diversas formas de eliminación provenientes del sistema hegemónico fundado en el capitalismo, en la democracia liberal y el individualismo. Se intentó integrarlo, cambiarle la identidad, asociarlo para subordinarlo y se aplicó también la violencia del Estado o paraestatal destinada a quebrar su voluntad. Ha logrado susbsistir a todas estas acciones y llegar hasta acá, por supuesto dejando por el camino muerte, cárcel, exilio, tortura y censura. 

Por supuesto que la historia señala también; traiciones, oportunismos, adecuación a los dominios existentes, etc. Todo aquello que desde la humanidad expresa desde lo político en lo mejor y lo peor de sus formas. 

Son 70 años de alambiques, caminos rectos, diagonales, que establecieron una geometría difícil de leer. Todavía nadie ha podido exhumar al menemismo para juzgarlo y está ahí vituperado pero consagrado por el sistema político. Quedó en la generalización de “los 90”, pero Carlos Menem permanece impune ante la justicia e impune ante el peronismo. En otro país, socialista por ejemplo con su severo código penal, su destino habría sido otro. 

Diez y ocho años de proscripción y de persecución marcaron una época del peronismo en el que el conductor dirigía desde la distancia, sin invadir el campo táctico. El golpe cívico militar , la represión, y el largo exilio de Perón, tan largo que le quedo poco tiempo para reencauzar lo político desde la paz. La muerte estaba a la vuelta de la esquina: la muerte del líder y la de los militantes . Hay un factor que no está incluido en aquél listado de modalidades de terminación del peronismo, y que es un factor que Perón consideraba y que muchas veces, no se advierte. Es el factor tiempo al cual el líder dedicó conceptos fundamentales que deberían ser rescatados- 

Queremos decir que el tiempo ejerce una suerte de erosión de oxidación de las cosas y de las ideas, y adquiere un valor especial aquello que logra subsistir al paso del Dios Cronos. El tiempo pone a prueba las vanguardias y las ideas. Hoy el mundo vive una crisis de los paradigmas luego del final de los metarrelatos: como el del socialismo, o de sociedades sin Estado, liquidados por el individuo. Las izquierdas están tratando, con muchas dificultades revisar el presente, y las derechas deben admitir que el ideal de los padres fundadores no se ha realizado tampoco. Al conservadorismo no le queda otro remedio que actualizarse y al progresismo tampoco. Pero, el resultado de la sociedad actual no es de simetrías, hay un ganador y un perdedor, que cambiaron durante la pelea. 

El peronismo ha sobrecumplido los 70 años y el mundo en ese tiempo ha girado a alta velocidad. La sociedad, el Estado, la cultura ya no son lo misma que la realidad que Perón tuvo ante sus ojos cuando el mundo se ordenaba con el dominio de los vencedores sobre los vencidos, terminaba la experiencia nacionalista italiana, alemana y japonesa, y el planeta se lo repartían los triunfadores en Yalta; comenzaba la guerra fría y Perón como tantos otros se preparaba para la tercera conflagración mundial, que se trasmutó en extorsión nuclear, guerras acotadas y conflictos en terceros país. 

Muchos de los intentos contrahegemónicos o hegemonías alternativas fueron desarrollando, alcanzaron su apogeo y luego su decadencia y muerte. Muchos de esos acontecimientos tuvieron su influencia durante la existencia del peronismo. La Revolución Rusa duró 70 años y en su evolución fue protagónico de la bipolaridad, que trasladaban su contradicción con los EEUU y Europa hacia los países periféricos. Entre las características de los ´70 esta contradicción se hacía presente o mejor dicho presente a pesar de su ocultamiento. 
Mao Zedong

La Revolución China de 1949 con el liderazgo de un dirigente de una preparación extraordinaria y formación sólida como lo fue Mao Zedong, siempre presente en las citas del General; tuvo y tiene una vigencia que es testigo del paso del tiempo. Su evolución fue extraordinaria y paradójica también, ya que hoy la República Popular es una mixtura entre capitalismo, Estado y Gobierno unipartidario que ejerce un férreo control social. Es difícil hacer una periodización en la historia contemporánea china pero podríamos decir que la formalidad de la revolución sufrió un cambio radical cuando Deo Xiaoping tomó el mando en 1978. La apertura internacional y las reformas económicas iniciaron el camino que hoy transita la potencia oriental. En la actualidad algunos peronistas desean un cambio de timón de los alineamientos internacionales, y prefieren avanzar hacia China, abandonando la relación con Occidente. Deben considerar seriamente las dificultades provenientes de lo cultural. China y Argentina están, en muchos aspectos, en las antípodas. 

La Revolución Cubana más cercana a nosotros en el tiempo y en el espacio ya que compartimos esa identidad que siempre es promisoria como A.Latina y el Caribe. La realidad revolucionaria conducida por el Comandante Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio tuvo repercusiones en toda la región y por supuesto que el peronismo no podía quedar ajeno a las diversas interpelaciones que provocó su construcción y desarrollo. La expansión alcanzó a todo el Continente, con su valor pedagógico. Era un camino para imitar frente al bloque de alta burguesía internacional, las FFAA, y sectores de poder afines al status quo. 
John William Cooke

El peronismo , y sobre todo a través de la figura de J.Willian Cooke, recordando también a Leopoldo Marechal el gobierno socialista de Cuba hizo sentir su influencia como ejemplo. Pero, esto tuvo , como tantas otras cuestiones que la lectura que hizo el peronismo de esta experiencia del Siglo XX fue diferente según los matices ideológicos del panperonismo, como sucede ahora mismo entre diversos dirigentes del peronismo comparando por ejemplo a Pichetto, con Cristina F. de Kirchner, con Urtubey o Lavagna o Schiaretti o vamos a revelar estos matices diferenciadores. 

De la Revolución Cubana a la teoría del foco había un solo paso y esa continuidad se vio interrumpida por el fracaso de esta estrategia en el uso de la violencia. El tiempo hizo su trabajo depredador y generador de anacronismo. Hoy la experiencia cubana quedó como sobreviviente al despliegue del naufragio del socialismo del siglo XX. Caída la URSS, los enclaves subsistentes son demasiado débiles ante la globalización y la confirmación del capitalismo. A la isla del Caribe, hay que agregar a Vietnam y Corea del Norte. La experiencia vietnamita que se nutre de la influencia china toma distancia de la realidad cubana para inscribirse en una apertura al capitalismo destinada a generar procesos de acumulación. En los ´60 la guerra sostenida por el pueblo conducido por ese gran estratega como Ho Chi Ming frente a la invasión norteamericana se convirtió en una victoria sobre el líder del capitalismo mundial y eso tuvo una gran repercusión mundial en los movimientos populares de los países dependientes, como una prueba que la resistencia armada podía tener posibilidades de éxito. 

Ahora bien, habiendo asentado que el panperonismo tuvo y tiene matices , que en algunos momentos esos matices de los 70 formaron parte de la encrucijada peronista en la lucha armada y la configuración múltiple de contradicciones; formaciones especiales peronistas vs. burocracia sindical y burocracia política; sectores políticos afines al régimen democrático, conciliadores y negociadores con las otras fuerzas políticas. Sectores reaccionarios con el poder del Estado y con capacidad de fuego como López Rega, Osinde y los que organizaron la represión en Ezeiza. Un Perón que había girado si tomamos como parámetro la Actualización Doctrinaria; apareció a partir del 21 de junio de 1973 el último Perón. Entonces la contradicción adoptaba otro caríz y obligaba a las fuerzas políticas más insurrectas o más conciliadoras a tomar posición más definida. 

Concurrían al nudo de política y violencia de aquella época tanto la guerra fría como la experiencia cubana y hasta vietnamita. El tiempo pasó y convirtió todo eso en memoria sujeta a lecturas y debates no finalmente resueltos. 
Néstor y Cristina

En buena medida el kichnerismo se nutre de aquella guerra no terminada; hace un recorte y totaliza con el nombre de peronismo (que siempre tiende a la totalidad), y aparece en la reinvindicación y resucitación de aquél combate en que el peronismo revolucionario había agregado a su origen la liberación social además de la nacional. O sea, el cuestionamiento sobre el régimen capitalista que el primer peronismo nunca había hecho con esa profundidad. El otro u otros peronismos se ajustan más al Perón crítico de las izquierdas, críticos del socialismo real (insectificación), y ese Perón de los últimos meses que alertó sobre la infiltración en sus filas del marxismo. 

Perón como líder estratégico condujo al peronismo desde el gobierno o desde el exilio. Lo hizo en momentos de mayor virulencia en la lucha por el poder y en la lucha cotidiana por la justicia social. Hubo acciones pacíficas de demostración y queja social , ocupando la calle, hasta las acciones de las guerrillas urbanas que eran avaladas por el jefe, pero que no eran planificadas por él. Esta autonomía de las organizaciones armadas serían un problema después en un momento culminante del país; la proximidad de la muerte de Perón, la violencia cotidiana, el Estado represor en democracia, y los problemas de gobernabilidad de Isabel. 

La muerte de Perón hizo suponer que el peronismo terminaba, y el golpe del ´76 tuvo esa esperanza. Muchos peronistas entonces creyeron lo mismo. La sucesión de la esposa del Gral había fracasado. Una vez más el problema sucesorio aparece en los populismos. Los liderazgos que superan lo partidario, no estimulan la aparición de cuadros políticos que puedan ocupar su lugar. 

Como evitar, entonces, el efecto del tiempo. El tiempo avanza rápidamente encabezado por la revolución tecnológica, el fenomenal cambio cultural que afecta a las tradiciones. Y no se puede negar, que el capitalismo no ha desaparecido ni hay una teoría suficientemente consolidada que nos proyecte su desaparición en corto tiempo. Las izquierdas revolucionarias están en crisis y no hay alternativa de transformación a la vista; excepto algunas naciones, que mantienen un discurso antiimperialista. 

La manera en que el peronismo sobreviva (no de la manera vegetativa en que se encuentra desde hace años en muchos de espacios en manos de las burocracias) es comprender las características del mundo actual, como son las relaciones de poder internacional, como el bloque de poder nacional. Y trazar en base a los principios los caminos para lograr los valores eternos de la justicia social , y la soberanía nacional en un mundo cada vez más interdependiente. Que tenga en cuenta a las fuerzas sociales, los modos de acumulación capitalista con un sentido social, los cambios culturales y que nos condicionan hoy en día. La edificación de un Estado activo, inteligente y estimulador de la producción y la igualdad. Tenemos que aprovechar lo mejor de la Democracia y la República para mejorar la representación, y participación organizada de los sectores sociales y el mejoramiento institucional de los tres poderes. 

Es mejor que lo diga el propio Perón: 

“Las doctrinas políticas no pueden ser eternas, aunque sean eternos los principios que las sustentan”…. “una verdad que nos parece hoy incontrovertible, quizás dentro de algunos años resulte una cosa totalmente fuera de lugar, fuera de tiempo y fuera de circunstancias. Una doctrina hoy excelente puede resultar un anacronismo dentro de pocos años, a fuerza de no evolucionar y de no adaptarse a las nuevas circunstancias”. J.D. Perón - Actualización Doctrinaria- 1971 

(")Lic. en Sociología. Dr. en Psicología Social. Profesor Universitario. Titular de R.Rouvier & Asociados.
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lunes, 13 de mayo de 2019

Segundo fragmento del Capítulo: "MODELAR SERES HUMANOS", correspondiente al libro indédito, "DE LA DOMINACIÓN CONSENTIDA", Por León Pomer (") para Vagos y Vagas Peronistas


Los niños advienen a la realidad social con vagas tendencias instintivas, que son gradualmente condicionadas por situaciones que conformarán los comportamientos, y garantirán conformidades no dependientes de la voluntad o del juicio racional. Las funciones mentales relativamente indiferenciadas del infante al nacer, adquieren los contenidos que lo harán un adulto psicológicamente desarrollado en los términos de una sociedad concreta; la disposición que tome ese desarrollo se seguirá de la estructura del grupo en que crezca, de su posición en el mismo, del proceso formativo a que lo sometan personas y circunstancias. Elías anota (Id.:31) que “en el nivel más fundamental del ser, hay una estructura particular, específica de su sociedad”. La llamamos núcleo duro. En nuestro caso, núcleo duro de la dominación. 


“Cada individuo conforma desde su primera infancia y de una manera personal lo que ha aprendido de los demás, lo que comparte con otros y lo vivido en su relación con los demás. Una herencia social común adquiere en la persona individual un toque peculiar (…) Los planos psicológicos no solo los determina lo natural, sino que están determinados socialmente (…) La estructura de la personalidad se despliega en distintos tipos” (Elías,1989: 157). 

Advierte Elías (Id.:155) que una estructuración aprendida puede ser tan coactiva como una estructuración biológica. Lo que se consolida por efecto de la estabilización recurrente, deviene estructura: se configura como una especificidad de redes neurales que se han estabilizado. Changeux (1983:337) alerta sobre lo que puede considerarse decisivo: el componente epigenético (lo generado) constituye de por sí una representación del mundo escrita en el “cableado” que se genera entre las células nerviosas. En los circuitos neurales creados, o potenciados, está grabada la impronta de un concreto universo físico – social: un “mapa” que construyen en el cerebro las experiencias vividas en una sociedad concreta. 

Las aptitudes para aprender no dejan de decrecer con la disminución del número de circuitos disponibles no utilizados. Solo perdurarán los circuitos utilizados en la educación y aprendizajes. En la fase de maduración se dan las mayores posibilidades educables porque dispone el máximo de conexiones en un sistema funcional aún vacío, que será “llenado” con aprendizajes y experiencias. Cuanto más se prolonga la fase de crecimiento, más el comportamiento del adulto será rico y finamente adaptado. Las conexiones establecidas en ese período quedan estables en la medida que son utilizadas regularmente. Un no uso prolongado las relaja y termina por suprimirlas. Pero reaparecen bajo la influencia de nuevos estímulos, a condición que la supresión no haya ocurrido en una fase precoz del desarrollo, llamada fase crítica, que en ese caso será definitiva. Momento crucial en la vida del individuo: en él se decide su futuro, condicionado por su situación social. El nunca neutro estímulo sensorial recibido, su naturaleza, su calidad, será fundamental para la manera como se configuren los esquemas neurales. La manera como estos se ligan comandará los esquemas de comportamiento. La topografía y el sentido de las ligazones constituirán verdaderos programas a los cuales el animal humano estará sometido. Debe aclararse que si el adulto es menos educable que el joven, lo continúa siendo durante el resto de su vida, porque el sistema nervioso dispone siempre de una “reserva” de neuronas y continúa capaz de hacer nuevas conexiones, pero con más dificultad. La importancia de la educación en la maduración posnatal es enorme. El entorno social juega un papel decisivo en la complejización de la estructura del cortex cerebral. 

El cerebro de un niño de seis años tiene una actividad más lenta e irregular que la de un adulto, lo que aumenta la capacidad para adquirir conocimientos y recordarlos. Uno de los aspectos más interesantes del cerebro del niño de seis años es que si ha tenido poca experiencia educativa en ese año crucial, tendrá enormes dificultades para emparejarse después, aun con grandes esfuerzos. Los seis años parecen ser un tiempo crítico en que el cerebro es especialmente receptivo, ya que está provisto de un número generoso de posibles pautas de organización. Las pautas que se desarrollan dependerán de las experiencias de cada niño, de los estímulos que reciba en el período crítico. Carencias afectivas e indisciplina incoherente se manifiestan, según Karli (1987:276), como agitación ansiosa y reactividad impulsiva. En ese caso, el ser humano atribuye mayor importancia e interés al momento presente porque es incapaz de generar un proyecto que de sentido a su vida y le abra una ventana al futuro. 

El niño criado con brutalidad por sus progenitores biológicos, o maltratado por las condiciones generales en que transcurre su niñez, proyectará en relación a la autoridad el sentimiento agudo que manifestó o manifiesta hacia sus padres y adultos en general. De acuerdo a su temperamento, explica Stoetzel (1976: 71), aprovechará todas las ocasiones para expresar su hostilidad. Si débil y medroso, rumiará sus agravios y procurará libertarse de ellos ejerciendo actividades dolosas y obstructivas. 

“Cada estado o momento de desarrollo de la mente, observa Greenspan (1999:15), “requiere ciertas experiencias específicas, más emocionales que cognitivas”. Hay momentos biológicamente óptimos para determinados aprendizajes, en correspondencia con el momento de maduración que vive la persona. Greenspan (Id.:23) agrega: la propia estructura del cerebro “es influenciada por las primeras experiencias interactivas, porque pueden redundar en células reclutadas para fines específicos”. Necesidades emocionales mal atendidas o desatendidas redundarán en perjuicio de las idoneidades sociales y cognitivas de los niños que las padezcan. 

Los comportamientos innatos (biológicos) son controlados por circuitos nerviosos que no se forman por azar, sino bajo la dependencia directa de la información genética. La educación, lo adquirido, viene a llenar una estructura innata de acogida. La inteligencia específica de una misma especie está hecha del conjunto de componentes innatos. La inteligencia individual es el producto de la educación y la experiencia: su crecimiento responde al número y variedad de experiencias del individuo y la riqueza del registro sensorial. 

Un fenómeno típicamente humano (con escasísima significación en otros seres vivos) contribuye decisivamente al desarrollo de la socialización y a la manera como esta acontece: la llamada neotenia. 

La técnica de lentificar la madurez manteniendo en la vida del adulto los rasgos juveniles de las especies ancestrales, es llamada neotenia, palabra acuñada en 1883. Significa, literalmente, “conservar la juventud”. En la especie humana, el efecto más importante de la neotenia es la formación de un gran cerebro. Los cerebros de los grandes simios, parientes del Homo, efectúan la mayor parte de su crecimiento en el primer año de vida, haciendo imposible un extenso período de desarrollo intelectual. El cerebro de un gibón, está completo al nacer en sus ¾ partes y totalmente formado en los primeros seis meses de vida. Los humanos duplican con creces el peso del cerebro en el primer año de vida; lo aumentan en un 25% o más en el segundo año de vida, y en más del 15% en el tercero.
El crecimiento lentificado del cerebro posterior al nacimiento, permite que los circuitos neurales se establezcan en un momento en que el niño continúa creciendo y enfrentando el mundo social, abierto a la información que de él le llega. El resto del desarrollo cerebral se extiende sobre dos decenios de experimentar y aprender. Esto determina que los humanos estén menos atados a rasgos mentales automáticos o instintivos, heredados y especificados por la información genética. La neotenia, al lentificar el programa, mantiene en desarrollo el cerebro, porque lo ha detenido en el estado fetal, y el estado fetal es de rápido desarrollo cerebral. Al extender, en grado notable, los años de la niñez, la especie humana se ha vuelto dependiente de las relaciones sociales, a comenzar por la familia, durante la infancia. Los cerebros son tan complejos, flexibles y lentos para madurar, que cada cual es exclusivo de la persona que lo posee y muestra una marcada variación física de un individuo a otro 

El cerebro no delibera con arreglo a un programa innato, observa Karli (1987: 53 a 55). Los individuos no vienen al mundo con una prefijada estructura de pensamiento. Los programas para pensar se organizan en la interacción de sistemas biológicos, psicológicos y sociológicos: no existen conductas pre determinadas. En toda personalidad hay un “nosotros”, una identidad colectiva que se manifiesta de manera individual, considerando lo individual como variante de un gran tema central. El premio Nobel Gerard Edelman (1994:269), enseña que el pensamiento es una competencia que se construye a partir de la experiencia vivida, entretejiendo los niveles y los canales paralelos de la vida perceptiva y conceptual. Con otras palabras: es una competencia sometida a las coacciones que se siguen del lugar jerárquico, social y cultural, ocupado en la sociedad. 

La propiedad humana de habituarse, anotan Berger y Luckman (2011:72 – 73), producto de repetir con insistencia un mismo acto, “crea una pauta que luego puede reproducirse con economía de esfuerzo”. La habituación permite que una acción determinada o pensamiento se ejecute con una automaticidad que excluye un previo razonamiento. Importa que los significados que entrañan “las acciones habituales lleguen a incrustarse como rutinas en su (del individuo) depósito general de conocimientos (…) la habituación comporta la gran ventaja psicológica de restringir las opciones”. El hábito es creación social. Lo que pone de sí el individuo es su aptitud para habituarse. 

La cultura de la dominación, concebida como estructura humana integral, se instalará en el individuo modelado como LA CULTURA, en alguna de sus variantes y modulaciones. Cuando sólidamente implantada, reconsiderar convicciones y visiones de mundo exigirá extrema lucidez y coraje. El bagaje adquirido por el sujeto se habrá introducido profundamente en su ser: estará poseído por la legalidad - normatividad dominantes. En él estará inscripta una singular “lógica” modeladora que no cesará de actuar. La “agencia” controladora global de la dominación constituida por múltiples artilugios y seducciones estará en el individuo, actuando desde sus adentros. 

Las funciones psíquicas y los modelos relacionales estarán organizados para “armonizar” con la estructura social, pero no serán meros calcos de un modelo universalmente aplicado. Las circunstancias generales serán asimiladas por el sujeto desde su particularidad. Cada historia personal es única y al mismo tiempo constituyente de un colectivo humano no exento de homogeneidades. 
León Pomer

La inteligencia, sostuvo Vygotsky, es la capacidad para usar como “ayudas” de la mente los saberes y procedimientos transmitidos culturalmente. El sistema gradúa su administración: precisa producir sólo aquellas inteligencias que reclama su reproducción. Bruner (1999: 27) anota que “la actividad humana mental depende, para lograr su expresión plena, de estar vinculada a un conjunto de instrumentos culturales: una serie de prótesis, por así decirlo; la amplificación lograda por las herramientas culturales constituye el punto culminante en el desarrollo de las aptitudes humanas…” Pero la amplificación queda limitada o impedida por esa barrera constituida por las desiguales situaciones socio – culturales, y por la disposición general del sistema, que no puede permitir la elevación cultural de sus dominados. 

Fromm (2011:71 a 73) llama “carácter social” al núcleo de la estructura de carácter compartida por una mayoría de individuos de una misma cultura y similar condición social. El carácter social permite que no difieran excesivamente las conductas de un grupo específico, o que no respondan a decisiones “extemporáneas”. De ahí se sigue el conformismo, esa autoridad anónima, como la llama Fromm (Id.:131-132), producto de las influencias absorbidas y las conductas reguladas. 

Clifford Geertz (1989:95) considera que “no sólo las ideas, sino las propias emociones (de ellas se hablará más adelante) son artefactos culturales”, adquiridos no por elección ni por decisión consciente. Las múltiples determinaciones que actúan en el proceso de socialización son la génesis y sustento de las características afectivas, morales y psíquicas generadas en el sujeto. Lo virtual que late en lo humano se “llena” con precisos contenidos, incluso emocionales. La facultad de hablar, una virtualidad inscripta en el centro de Broca, sólo se activa cuando su poseedor es miembro de una sociedad. 

Las relaciones “adentradas” en cada ser humano y la estructura de su control pulsional evolucionan. Transformaciones en la racionalidad individual denotan las que ocurren en la racionalidad social. Las formas de la razón resultan de los cambios en la estructura relacional, afectando el nivel de los impulsos y el carácter de los deseos, comportamientos y las maneras de la reflexión. Las modificaciones que se producen en los modos de subjetivación están ligados a las mudanzas en la estructura social y a las formas históricas de interdependencia. Elías (Id.:36-38) observa que las estructuras de la psiquis, la sociedad y la historia son complementarias, y por lo tanto deben ser estudiadas en conjunto. 

Cuanto más diferenciada la estructura funcional de una sociedad o de una clase, más claramente divergen las configuraciones psíquicas individuales. Apunta Elías (Id: 36) que las funciones psíquicas nítidamente diferenciadas que llamamos “mente”, “alma”, “razón”, “sentimiento”, “consciencia”, “instinto”, etc., advienen cuando los sujetos crecen en un medio que alcanzó altos niveles de diferenciación y complejidad: son emergencias, producidas por las maneras como se ejercen las interdependencias de numerosos individuos, y al mismo tiempo formas particulares de auto – regulación originadas en una relación específica con otras personas. Lo que llamamos instintos o inconsciente, avisa Elías, también son formas de auto – regulación en relación a otras personas y cosas. 

Avanzado el proceso dominador, el pensar y el comportarse estarán signados por las categorías, estereotipos, orientaciones, juicios, significados, percepciones, hábitos y clasificaciones (y acaso más que eso), que manifiestan la cultura que está triunfando o ha triunfado en el sujeto. Sorokin (1966:107) señalaba que” prácticamente todo valor y significación (adquiridos .L.P.) contiene implícitamente una norma de conducta, comenzando por establecer qué se debe pensar y cómo pensarlo…” 

La dominación, al par que cultiva y preserva la aceptación acrítica del existente social, se vale de mil artimañas para instalar un conformismo, cuyo rostro es la “virtud” de la sensatez de que el sentido común se vanagloria. Las adversidades no deben disolver la resignación del dominado, al que se intenta persuadir de que los avatares que lo dejan inerme frente a la inequitativa y desigual distribución de bendiciones y maldades tendría su raíz en él mismo, en una anormalidad congénita (antes ya mencionada) de su naturaleza humana: el dominado sería el culpable de ser lo que es. 

La sumisión en que cae es una conformidad que, en palabras de Adorno - Horkheimer (1970: 23), “se extiende hasta las emociones más íntimas y sutiles”. Boris Cyrulnik (1984:84) llama” conformismo dictatorial” a “sentir todo desvío de comportamiento, toda diferencia como una agresión contra el grupo o como una enfermedad mental”. El conformista confinado en la visión y las prácticas convencionales, piensa, con las siguientes palabras que Fromm (2011.:131-132) pone en su boca:” Debo hacer lo que todo el mundo hace, debo adaptarme, no ser diferente, no ‘sobresalir´ (…) no tengo que preguntar si estoy en lo cierto o no, sino si estoy adaptado, si no soy ‘distinto´(…) Nadie tiene poder sobre mí, excepto el rebaño de que formo parte y al que estoy sometido”. Los asomos de rebeldía, si acaso asomaran, navegarán en la superficie, impedidos de descender allí donde las olas profundas generan las tempestades que aparecen en la superficie. 

La lección que se sigue es categórica: refuta la injuriosa versión sobre la criatura humana como esencialmente mala; lo que emerge en cada caso es el producto de específicas relaciones de interdependencia, de la explotación, la frustración, la feroz incertidumbre. Las categorías psíquicas no son productos de una condición humana única e inamovible, indiferente a las maneras que asume la sociedad. Las estructuras psíquicas y la vida afectiva son función del contexto socio - histórico. Para comprender la psiquis de la persona singular, se debe partir de la estructura de las relaciones en que los individuos están insertados.


(") Doctor en Historia y Sociedad. 18 libros publicados, algunos en Brasil y Argentina y otros sólo en Brasil. Decenas de ponencias en congresos nacionales e internacionales y centenares de artículos sobre historia y literatura. Docencia en la Argentina (UBA y Universidad del Salvador) y Brasil (Universidades de Campinas, del Estado de San Pablo y Pontificia de San Pablo). Incluido en el programa Café, Cultura Nación de la Secretaría Nacional de Cultura.

Para ver el primer fragmento del capítulo "Modelar Seres Humanos": https://vagosperonistas.blogspot.com/2019/04/primer-fragmento-del-capitulo-modelar.html