lunes, 31 de julio de 2017

EL ARTE DE LA DISCUSIÓN MILITANTE, Por Horacio González

"En el gran debate entre Grabois y Lanata se jugaba también otra cuestión de enorme importancia: qué significa discutir, cómo se puede penetrar con una conciencia militante en una fortaleza semántica protegida por poderes que ellos nunca declaran", dice González, y refiere: "El discurso moral -de Lanata-, en este caso muy marcadamente, se sostiene en un plano interno de “inmoralidad” que funda en última instancia la dialéctica de las empresas comunicacionales", y, agrega con respecto al periodista: "Luce un grado de independencia porque tiene un alto, sutil y sofisticado grado de sumisión".


Horacio González

La singular discusión entre Juan Grabois y Jorge Lanata es una de las piezas excepcionales desde la que se puede examinar nuestro presente (político, moral, intelectual, comunicacional). El tema que se trataba, como en una verdadera discusión, no es posible discernirlo claramente porque había varias dimensiones en juego. Primero, la cuestión de la “delincuencia infantil”, tal como es reglada por los teoremas comunicacionales reinantes, como un peligro social que debe provocar un ajuste en las líneas de la represión, los códigos penales y otros instrumentos jurídicos, sobre todo en relación a la edad de imputabilidad. En segundo lugar –si es que podemos desglosar de este modo las cuestiones–, cómo se produce un acto escénico televisivo y como puede discernirse en él una separación entre lo fácticamente ocurrido y el aparato de teatralización de la realidad como recurso último de la televisión central, que retrocede hacia el auto de fe y el vodevil. O si no, a la competencia con la Iglesia por el control de las imágenes morales por parte del Monopolio Comunicacional. El discurso moral, en este caso muy marcadamente, se sostiene en un plano interno de “inmoralidad” que funda en última instancia la dialéctica de las empresas comunicacionales.

Y en tercer lugar, un debate que siempre es presentado como un match. No en vano la televisión hace décadas centra su atención en esta palabra, la vida convertida en un disputa fugaz con puntaje para los ganadores/perdedores. La tragedia involuntaria en nombre de la alegría planificada, anticipo cruel del orden global de las meritocracias. Comentaremos sin un orden particular las cuestiones que aquí se suscitan. El idioma de Lanata es el de la refutación denigrante, el desenfado lingüístico sin autocontención y el insulto directo, manejado con una alta vocación escénica y con el objetivo de destruir biografías y reputaciones, las puras, impuras o las del “ancho camino del medio”. Lo teatral-retro no solo está en los micrófonos antiguos, los pesados cortinados kitch, sino en la autodescripción de una biografía personal cuya privacidad estalla en fuegos de artificio de una gozosa impudicia. Una subjetividad con grados vodevilescos; la marioneta que se burla de sí misma. El personaje de la ultraderecha que condena al “progresismo” que precedió algún capítulo de su vida por sus propias contradicciones, como quien sacude con fastidio un sobretodo demasiado usado. Luce un grado de independencia porque tiene un alto, sutil y sofisticado grado de sumisión. Es el personero “independiente” con facultad de denigrar más allá de toda frontera, con un aire de mercenario que se jacta de serlo a la manera de un suicidio ficcional ante las cámaras. Él y la doctora Carrió son personificaciones actorales y electroacústicas adecuadas al nivel de representación dramática a la que llegó la televisión. Mejor dicho, al nivel de “televisión” –o de “redes”– a la que llegó a la política y quedarse allí. La “formatearon”, para emplear su mismo lenguaje.

Todo en virtud de asestar fuertes golpes a los movimientos populares (o al “populismo” como traba mitológica del albedrío social) pero con un arsenal más sofisticado que lleva más allá de este concepto, destinado a una “malditización” sistemática, salida del gabinete del doctor Caligari. Es decir, pensar sobre este concepto ya solo implica exorcizar y violentar las formas del pensamiento y de la conciencia. La encierran en sus miedos y fetiches. Carrió y Lanata hacen distintas actuaciones en términos del “populismo”, pues si a Morales Solá le basta con decir “no se puede convivir en el Parlamento con la inmoralidad”, vaya, es un hombre áulico que sentencia desde un sillón desde donde la fulminación tiene espíritu burocrático. Pero Carrió actúa con el mismo fin desde el barro. Hace tiempo que definió al populismo como un mecanismo que hacía imposible sus supuestas finalidades: si desean “elevar a las masas” en su programa oficial, decía, no podían hacerlo, pues entonces perdían su “clientela”. En este acertijo, obviamente, el populismo trabajaba entonces para perpetuar la pobreza. Pero hace poco, no obstante, dijo que había que hacer como Evita. “Hablarle verdaderamente a los pobres”. Y por lo tanto ella era “evitista”. O sea, incurría en el mismo mal que había diagnosticado en los “populismos” anteriores. Está en disputa aquí cierto tipo de apelación evangélica, pero por medio de una violencia icónica, llamémosla así, que fluctúa entre las bajas emociones y las altas herejías.

Igual choque con su propia teoría de la “grieta” tiene Lanata, teoría que muchos adoptaron como si fuera dicha en serio, cuando es tan solo una sentencia de tipo exorcizante, de evocaciones satánicas. Implica decir que alguien encarnado en el Mal origina abismos dantescos donde arden los honestos ciudadanos. El concepto de Grieta, concepto hollywoodense para películas de terror, o para predicadores apocalípticos, es para construir un precinto para Cruzados que destruyan realmente las bases populares del compromiso social. Pero todo en nombre de un mito de unificación y regulación por parte de las Empresas (comunicaciones y gubernamentales). Estas se definen como la regla unívoca para juzgar el Bien y el reconocimiento de dónde se halla la virtud social, aprovechando un momento de la historia en donde parece ya se abandonó la efectiva facultad de juzgar. Se trata pues de atacar en nombre de la Grieta, para producir incesantes grietas con su lenguaje destructivo, bruñido en el sarcasmo más brutal. Se le adjuntan gracejos venenosos, fundados en razonamiento soeces, con los que todos los moralistas de la derecha argentina conviven tranquilamente. No problem. Total, con esas sonoridades del “bas-fond” se aplasta el peligro mayor.

¿Es posible penetrar en este sistema poderoso, que se dice “independiente” y está resguardado por lo que de buen grado llamaríamos el capitalismo de las imágenes, aparato formidable que explota a las personas “llevándolas” al cadalso, preparado bajo la inspección de apariencia inocente de un movilero. Este fue un nudo dramático de la discusión Grabois-Lanata. ¿Quién conduce a un sector muy dañado de la población hacia el patíbulo? El autor del concepto de Grieta, actúa al solo fin de levantar el Tribunal contra los “perturbadores”, aquellos que investigan pedagogías alternativas para los que además de vivir entre múltiples acechanzas, sufren toda clase de trastornos en sus deseos y formas de vida. De fantasías tristes, éstas pasan a ser transformadas en arquetipo del Mal infiltrado en los adolescentes. ¿Quién lleva a los niños adónde? Es una gran discusión. Pero en el gran debate entre Grabois y Lanata se jugaba también otra cuestión de enorme importancia: qué significa discutir, cómo se puede penetrar con una conciencia militante en una fortaleza semántica protegida por poderes que ellos nunca declaran. Mientras tanto, se asombran de que otros tengan signos de militancia en sus biografías, que hablen en nombre de organizaciones territoriales y sociales. A las que los grietólogos en seguida convierten en sospechosas. En medio del áspero momento de la Argentina bajo el “dictum” neoliberal, Juan Grabois sostuvo una discusión fundamental, no solo por lo temas en danza, sino porque se metió en el corazón del Leviatán. Una discusión en el límite, que hizo temblar a la estructura impávida de la Grieta y a su ensoñación monolítica.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/51418-el-arte-de-la-discusion-militante

sábado, 29 de julio de 2017

LA DEMOCRACIA BRASILERA BAJO ATAQUE, Por Leonardo Boff

"Este último aspecto, el ecológico-social, nos obliga a superar un límite interno en el discurso corriente de la democracia: el hecho de ser todavía antropocéntrica y sociocéntrica, es decir, centrada solamente en los seres humanos y en la sociedad. El antropocentrismo y el sociocentrismo suponen un reduccionismo. Pues el ser humano no es un centro exclusivo, ni tampoco la sociedad, como si todos los demás seres no entrasen en nuestra existencia, no tuviesen valor en sí mismos y solamente adquiriesen sentido y valor en cuanto ordenados al ser humano y a la sociedad", dice Boff, y cita a  "el analista político de la UFMG Juarez Guimarães: «Encuentro equivocado decir que Moro es un juez parcial cuando a decir verdad es un juez corrompido políticamente. Está ejerciendo su mandato de juez de forma partidaria, contra la Constitución y contra el pueblo brasilero»". Nos preguntamos cuántos jueces federales, en Argentina, están utilizando su poder contra la constitución y el pueblo argentino, y,o, sus líderes populares, como Claudio Bonadío, por ejemplo. El hecho que Bonadío siga siendo Juez es un misterio de Cambiemos, pero, en el pasado, también del kirchnerismo. (Nota del Editor)

Leonardo Boff
La propuesta clásica de toda democracia es: lo que interesa a todos, debe poder ser decidido por todos, ya sea directa o indirectamente por representantes. Como se deduce, la democracia no convive con la exclusión y la desigualdad, que es profunda en Brasil.

La opinión de Pedro Demo, brillante sociólogo de la Universidad de Brasilia, en su Introducción a la sociología es acertada: «Nuestra democracia es una representación nacional de hipocresía refinada, repleta de leyes “bonitas”, pero hechas siempre en última instancia por la élite dominante para que la sirvan de principio a fin. Un político es alguien que se caracteriza por ganar mucho, trabajar poco, hacer negocios turbios, emplear a parientes y paniaguados, enriquecerse a costa de las arcas públicas y entrar en el mercado desde arriba… Si ligásemos democracia con justicia social, nuestra democracia sería su misma negación» (p.330.333).

No obstante, no desistimos de querer gestar una democracia enriquecida, especialmente a partir de los movimientos sociales de base, proclamando el ideal de una sociedad en la cual podamos caber todos, incluida la naturaleza. Será una democracia sin fin (Boaventura de Souza Santos), cotidiana, vivida en todas las relaciones: en la familia, la escuela, la comunidad, los movimientos sociales, los sindicatos, los partidos y, evidentemente, en la organización del Estado democrático de derecho, se acostumbra decir. Por tanto, se pretende una democracia más que delegaticia, que no empiece y termine en el voto, sino una democracia como modo de relación social inclusiva, como valor universal (N. Bobbio) y que incorpora los derechos de la naturaleza y de la Madre Tierra, de ahí una democracia ecológico-social.

Este último aspecto, el ecológico-social, nos obliga a superar un límite interno en el discurso corriente de la democracia: el hecho de ser todavía antropocéntrica y sociocéntrica, es decir, centrada solamente en los seres humanos y en la sociedad. El antropocentrismo y el sociocentrismo suponen un reduccionismo. Pues el ser humano no es un centro exclusivo, ni tampoco la sociedad, como si todos los demás seres no entrasen en nuestra existencia, no tuviesen valor en sí mismos y solamente adquiriesen sentido y valor en cuanto ordenados al ser humano y a la sociedad.

Ser humano y sociedad son un eslabón, entre otros, de la corriente de la vida. Sin las relaciones con la biosfera, con el medio-ambiente y con las condiciones físico-químicas previas no existen ni subsisten. Elementos tan importantes deben ser incluidos en nuestra comprensión de la democracia contemporánea en la era de la geo-sociedad naciente y de la concienciación ecológica y planetaria según la cual naturaleza, ser humano y sociedad están indisolublemente relacionados: poseen un mismo destino común, como bien se dice en la encíclica ecológica del Papa Francisco “cuidando de la Casa Común” y en la Carta de la Tierra. La perspectiva ecológico-social tiene además la virtud de insertar la democracia en la lógica general de las cosas. Hoy sabemos por las ciencias de la Tierra y de la vida que la ley básica que subyace a la cosmogénesis y a todos los ecosistemas es la cooperación de todos con todos, la sinergia, la simbiosis y la interrelación entre todos, no la victoria del más fuerte.

Ahora bien, la democracia es el valor y el régimen de convivencia que mejor se adecúa a la naturaleza humana cooperativa y societaria. Aquello que está inscrito en su naturaleza es transformado en proyecto político-social consciente. Constituye el fundamento de la democracia: la cooperación, el respeto a los derechos y la solidaridad sin restricciones. Realizar la democracia significa avanzar más y más en el reino de lo específicamente humano. Significa religarse también más profundamente con la Tierra y con el Todo.

Este es el ideal buscado. Sin embargo, en los días actuales estamos presenciando lo contrario: un ataque a la democracia a nivel mundial y nacional. El avance del neoliberalismo ultrarradical, que concentra cada vez más poder en poquísimos grupos, radicaliza el consumismo individualista y busca alinear a los demás países con la lógica del imperio norteamericano, solapa las bases de la democracia. El golpe parlamentario dado en Brasil se inscribe dentro de ese ideario. La Constitución y los derechos no cuentan ya, sino que se ha instaurado un régimen de excepción donde los jueces determinan la esfera de la política. Bien dice el analista político de la UFMG Juarez Guimarães: «Encuentro equivocado decir que Moro es un juez parcial cuando a decir verdad es un juez corrompido políticamente. Está ejerciendo su mandato de juez de forma partidaria, contra la Constitución y contra el pueblo brasilero».

Los golpistas han abandonado la democracia y la soberanía popular en favor del dominio puro y simple del mercado, de los rentistas y de la disminución del Estado. Eso ha sido denunciado recientemente por nuestro mejor estudioso de la democracia, Wanderley Guilherme dos Santos, en su libro, silenciado por los medios de comunicación empresariales, Democracia impedida, y por el analista político Juarez Guimarães, antes mencionado, en una entrevista publicada recientemente en Sul 21.

Nadie puede prever lo que vendrá en los próximos tiempos. Si los golpistas llevasen hasta el fin su proyecto de privatizaciones radicales hasta el punto de desgraciar la vida de buena parte de la población, podríamos conocer revueltas sociales. En una perspectiva más positiva, tienen sentido las palabras del editor de Carta Capital, Mino Carta: «el golpe de una pandilla al servicio de la Casa Grande ha tenido la virtud de despertar la conciencia nacional». Cuidado: una vez despertada, esta conciencia puede desembarazarse de sus opresores y buscar otro camino. 

Fuente: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=842

martes, 25 de julio de 2017

LA CONDENA DE LULA, Por Frei Betto

Para publicar y compartir. Con permiso de Frei Betto.


Frei Betto

Una sentencia firmada por el juez Sérgio Moro condenó el 12 de julio al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a 9 años y 6 meses de prisión. A diferencia de otros condenados en primera instancia en la operación Lava Jato, Moro obvió decretar la prisión cautelar del más notorio líder político de Brasil. Alegó que “la prudencia recomienda que se espere al juicio” para evitar “ciertos traumas”. Entiéndase, la movilización popular en apoyo a Lula.

La defensa recurrirá en segunda instancia al Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, con sede en Porto Alegre (RS). Según el presidente del tribunal, el recurso debe ser juzgado antes de agosto del año próximo. En caso de que sea condenado, Lula irá a prisión; no podrá disputar la elección presidencial de octubre de 2018; y será inelegible durante 7 años.

En un pronunciamiento realizado al día siguiente de la sentencia, el fundador del PT declaró: “quien crea que este es el fin de Lula se va a dar con la puerta en las narices. Quien tiene el derecho a decretar mi fin es el pueblo brasileño.” Y confirmó su candidatura a la presidencia de la República en 2018, en busca de su tercer mandato: “Si alguien piensa que con esa sentencia me saca del juego, que sepa que sigo en el juego.” Añadió que solo podrá juzgarlo la historia.

El juez consideró que existen pruebas de que Lula es el legítimo propietario de un apartamento tríplex en la playa de Guarujá (SP) en el que la constructora OAS habría invertido 2,15 millones de reales a cambio de beneficios obtenidos en contratos con Petrobras.

Lula niega que el inmueble sea de su propiedad. Admite que su esposa, Marisa, fallecida en febrero de este año, había demostrado la intención de adquirirlo. Pero que la compra no se hizo efectiva porque Lula consideró que su ubicación era inadecuada para su privacidad, pues lo expondría a un constante asedio público.

La defensa insiste en que la fiscalía nunca ha mostrado la escritura del inmueble a nombre de la familia Lula da Silva. Y que, por tanto, la acusación es infundada.

En caso de que el tribunal de segunda instancia mantenga la sentencia de Moro, Lula podrá recurrir al Tribunal Superior de Justicia y, en última instancia, al Tribunal Supremo Federal.

La sentencia aplicada al líder del PT no se basa en pruebas, sino en la delación del corruptor preso por el caso Lava Jato: Leo Pinheiro, dueño de la OAS, condenado a 44 años, de los cuales 10 años y 8 meses corresponden a una condena de reclusión en un proceso conexo al de Lula. El expresidente de la constructora obtuvo de Moro la anuencia para cumplir solo dos años y medio de prisión en régimen cerrado y solicitar una progresión de la pena antes de resarcir el perjuicio causado a Petrobras.

Según Lava Jato, la OAS pagó 87 millones de reales en sobornos para obtener ventajas contractuales con Petrobras. De ese monto, 16 millones se habrían destinado al PT y 3,7 millones habrían beneficiado directamente a Lula: 2,4 millones para la adquisición y la reforma del tríplex y 1,3 millones para la preservación de presentes que recibiera el expresidente durante el ejercicio de sus dos mandatos. Moro absolvió a Lula de esta última acusación.

¿Por cuáles delitos lo condenó? En la sentencia de 280 páginas dividida en 962 puntos, el juez señala que “por el recibo de ventajas indebidas de la OAS en virtud de un contrato con Petrobras” y “por el ocultamiento y disimulación de la titularidad del apartamento 164-A, tríplex, y del beneficiario de las reformas realizadas”.

Según Moro, “el grupo OAS, dirigido por el acusado José Adelmário Pinheiro Filho, destinó el inmueble sin cobrar el precio correspondiente, y absorbió el costo de la reforma, teniendo presente que se trataba de un bien destinado al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva”.

El juez escogió el momento adecuado para decretar la condena de Lula, quien dejó el gobierno a inicios del año 2011 con un 87% de popularidad. Ese mismo día, el parlamento aprobó la reforma laboral propuesta por el presidente Temer, que despoja a los trabajadores brasileños de derechos conquistados en los últimos 70 años, como el de arbitrar los conflictos en el ámbito de la Justicia Laboral. Por la ley aprobada, los conflictos se decidirán mediante una negociación directa entre patronos y empleados… También ese día, la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados rechazó la relatoría del diputado Sérgio Zveiter (PMDB-RJ), favorable a que se investigara la denuncia del procurador general de la República, Rodrigo Janot, contra Temer por corrupción pasiva. Se nombró un nuevo relator, y el diputado Paulo Abi-Ackel (PSDB-MG) presentó un texto en el que pide que se archive la denuncia de Janot. La proposición fue aprobada por la Comisión, y la votará el 2 de agosto el plenario de la Cámara. Para aprobarla serán necesarios los votos de 342 del total de 513 parlamentarios.

El mismo día en que ocurrían esos episodios en la comisión de Constitución y Justicia, el exministro Geddel Vieira Lima, hombre de confianza de Temer preso por el Lava Jato, obtenía el derecho a dejar la prisión a cambio de detención domiciliaria. La sentencia de Lula opacó las noticias desfavorables al gobierno golpista de Temer.

Para la defensa de Lula, no dictar la prisión del expresidente representó “el reconocimiento de la fragilidad de la fundamentación de la sentencia”, y la “prudencia” para evitar “ciertos traumas” demostró el tenor político de la condena. “Es una sentencia meramente especulativa, que desprecia las pruebas de inocencia y le da valor a la declaración del señor Leo Pinheiro en su condición de delator informal, sin compromiso de decir la verdad, y con manifiesta intención de destrabar su proceso judicial”, declaró el abogado Cristiano Martins.

Brasil está sumido en una profunda turbulencia política. En menos de un año se produjeron el golpe parlamentario que derrocó a la presidenta Dilma Rousseff; la denuncia de la Procuraduría General de la República contra Temer, el actual presidente; y la condena del expresidente Lula.

Lo peculiar es que Lava Jato solo existe gracias a los gobiernos de Lula y Dilma. La corrupción siempre fue un elemento endémico en el Estado brasileño, desde la monarquía hasta la República. Lo nuevo es que sale a la superficie y se castiga a corruptores y corrompidos. Eso gracias a los gobiernos del PT, que reforzaron el Ministerio Público y la Policía Federal. Lo lamentable es que no se haya realizado también la reforma política, omisión de la cual el PT y la nación ahora son víctimas.

El propio juez Moro señala en su sentencia: “Es fuerza reconocer el mérito del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el fortalecimiento de los mecanismos de control, incluyendo la prevención y la represión del delito de corrupción, especialmente gracias a las inversiones efectuadas en la Policía Federal durante su primer mandato, el fortalecimiento de la Contraloría general de la Unión y la preservación de la independencia del Ministerio Público Federal mediante la selección para el cargo de procurador general de la República de un integrante de la lista votada por los miembros de la institución” (punto 793 de la sentencia).

Lula está pendiente de otros cuatro procesos en los que se le acusa de corrupción. Otros importantes dirigentes del PT ya han sido condenados en el Lava Jato: José Dirceu, a 23 años (actualmente en prisión domiciliaria); Antônio Palocci, a 12 años (preso); João Vaccari Neto, a 15 años (preso); y Delúbio Soares, a 5 años (espera en libertad el juicio en segunda instancia).

¿Por qué el pueblo brasileño no se lanza a las calles en defensa de Lula y a favor del “fuera Temer” como hizo en años anteriores por otras causas políticas? Entre los diversos factores, subrayo el desempleo creciente, que en la actualidad afecta a 14 millones de trabajadores; el desencanto con la política; el vandalismo recurrente en manifestaciones recientes, que infunde miedo a la violencia; el espacio que ocupan las redes sociales como herramientas de protesta y denuncia. No hay hoy en Brasil ninguna fuerza política con suficiente representatividad para promover movilizaciones de calle significativas.



Frei Betto es autor, entre otros libros, de A mosca azul – reflexão sobre o poder (Rocco).

www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.

Traducción de Esther Perez





Copyright 2017 – Frei Betto - 

QUIÉN ES FREI BETTO



El escritor brasileño Frei Betto es un fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 60 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso en dos acasiones- en 1985 y en el 2005 fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. 



Asesor de movimientos sociales, de las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años.

jueves, 20 de julio de 2017

DERECHA VENEZOLANA ENSAYA GOLPE DE ESTADO. MADURO ENTRAMPADO EN STALINGRADO, Por Heinz Dieterich, para Vagos Peronistas

Heinz Dieterich 19.07.2017

1. Subcomandante Freddy: la Toma de Poder

El subcomandante de la derecha venezolana, Freddy Guevara, lugarteniente de Leopoldo López, anunció hace dos días el cronograma dela “Machtergreifung” (toma del poder) de las fuerzas mantuanas: el martes (18.7.), informe del plebiscito y resultados de postulados a magistrados; el miércoles, inicio de conformar gobierno de Unidad nacional; el jueves, comienzo de un paro cívico nacional de 24 horas; el viernes, el nombramiento de nuevos magistrados durante la sesión de la AN. El quinto paso de la “Operación Hora 0” lo agregó su Comandante en Jefe en la Casa Blanca: “Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará medidas económicas fuertes y rápidas," dijo Donald Trump. Dada la total dependencia económica externa de Venezuela, esta “vil y cobarde amenaza” (General López Padrino) sería la muerte anunciada de lo que queda del sistema económico nacional. En términos militares, se cierra la pinza de la batalla decisiva: ataque frontal con masas al Estado, desde adentro, para romper el frente militar; cortada de la retaguardia desde fuera. Endgame, dice el Imperio. Stalingrado, dice la historia. Un Stalingrado, autogenerado por la estupidez política de la camarilla socialdemócrata en el poder.



2. Aborto del acuerdo Maduro-Zapatero-López

La derecha venezolana actúa paralelamente en dos niveles. Aseguró la gran concertación nacional con el Madurismoaplicando la solución Sandinista de 1990, tal como se manifestó en el acuerdo “casa por cárcel”con la Internacional Socialista, Cuba y el Papa, reforzado posteriormente por la esposa del Comandante Alfa de los mantuanos, Leopoldo López. Envalentonado por la intervención de Trump y el éxito del domingo pasado (plebiscito contra la Constituyente), la derecha pretende abortar la solución sandinista negociadamediante la toma de poder directa desde la calle, repitiendo al pie de la letra la estratagema del colapso del gobierno ucraniano de 2014 (Yanukóvich). Guevara, la nueva estrella en el firmamento de la derecha, toca esa sonata a cuatro manos con gran habilidad, como mostró en reciente entrevista con Patricia Janiot en CNN (en español); quién se ha entregada ya totalmente a la narrativa miameray sus propagandistas de derecha. Mientras Guevara organiza la caída abrupta y caótica del oficialismo a través de la “Hora 0”, lo que le daría poder absoluto a la derecha a imponer sus intereses post-maduristas, divulga con lenguaje evangelical la “solución sandinista” en CNN,incluyendo el “gobierno de unidad nacional” y afirmando que “nuestro objetivo no es aniquilar al chavismo”. Qué bueno. Pero, entonces, ¿por qué no condenan pública e inequívocamente la quema viva de chavistas, que es el método de terror favorito de sus hordas fascistas, que ya sustituyeron la motosierra de los parracos colombianos por elmétodo predilecto de Torquemada?



3. El momento de Stalingrado

En múltiples ocasiones expresé en aporrea y otros medios (5.6., 27.10.2016) que la camarilla socialdemócrata madurista se había entrampado en una batalla tipo Stalingrado que no podía ganar y que “La ceguera estratégica… de no haber usado la "Solución Sandinista", con tiempos convenientes para el Chavismo y con el corolario de un Plan Marshall con caracteres chinos, cuando había condiciones para hacerlo, se pagará muy cara. Como aprendió Saddam Hussein, cuando su fraseología de la "Madre de todas las Batallas" colapsó ante fuerzas superiores. Porque, en la guerra real, a diferencia de las fantasías, sin vanguardia ni retaguardia, nunca se vencerá.” Este es el momento actual en Venezuela. Con las sanciones económicas de Washington las FANB tendrán que actuar, porque el paso siguiente sería la movilización de la Cuarta Flota imperial. Y los militares venezolanos no se van a inmolar por la socialdemocracia trasnochada de Miraflores, tan poco como el General Paulus se inmoló por las locuras de Hitler en Stalingrado.



4.La piñata de Freddy

El Subcomandante Freddy reformula con avanzada oratoria la vocación democrática de los neo-mantuanos, para facilitarle la digestión de la “solución sandinista” a la derecha global y los tontos inocentes de la Patria Grande. Como ejemplos de la sensatez política y misión democrática de la MUD utiliza la historia de África del Sur y de Chile. El ejecutor del Apartheid, Frederik de Klerk, le informa Guevara a la impresionada Patricia Janiot, se convirtió en vicepresidente del gobierno de Nelson Mandela y ambos desarmaron el régimen racista del país. Y el General golpista rastrero Augusto Pinochet, por las disposiciones transitorias de la Constitución de 1980, pudo continuar otros ocho años como comandante en jefe del Ejército, durante la transición a la democracia burguesa. Vaya piñata, que el Sub Freddy les extendió a los generales venezolanos. Piñata, que hace recordar la famosa sentencia de un militar de la Revolución mexicana sobre sus homólogos: “No hay general, que resista un cañonazo de 50,000 pesos.”



5. Ortganjet,Yanukóvich sí

En la vertiginosa dinámica de cambio que caracteriza las fases de caos político, es evidente, queya se constituyó en Venezuela una dualidad de poderes antagónicos. Y es igualmente evidente, que el proceso de acumulación de fuerzas que le subyace, favorece a la derecha. El mismo hecho, de que los mantuanos hayan decidido mandar al diablo a la Internacional Socialista, al Papa y a la “solución sandinista” pactada, optando por la operación de la CIA en Ucrania (Revolución Naranja) como modelo de cambio de régimen, revela que la balanza de poder se inclina a su favor. Ante tal situación, el “bluff” (simulación) de la Asamblea Nacional Constituyente ha perdido todo sentido político, social y militar estabilizador para el gobierno. Perdida la iniciativa estratégica y la mayor parte de sus fuerzas de combate, al tropical General Friedrich PaulusMaduro no le quedará otro remedio que el de entregar el poder a los mantuanos.



6. Evitar el colapso del Estado

En este retroceso histórico para la Patria Grande, es el deber moral de los generales de Padrino López, que son corresponsables de la tragedia nacional,impedir un colapso caótico del orden público que abriría las puertas a la restauración oligárquica-monroeista y al terror blanco. No hay que dejarse engañar por las bonitas palabras del Subcomandante Freddy y los masoquistasanhelosde Maduro, que “aspiraa estrecharle la mano” al verdugo Trump. En la lucha política vale el violento dicho del pueblo mexicano: “O eres chingón, o chingado”. O triunfas por bueno, o terminas siendo arrastrado por las calles: como Gaddafi y Saddam Hussein.

miércoles, 19 de julio de 2017

"LA REVOLUCIÓN ES UN SUEÑO ETERNO", Por Jorge Luis Cerletti, para Vagos Peronistas

Obertura del Editor:

Jorge Luis Cerletti nos presenta un texto cuyo fondo trasunta dos conceptos problemáticos, uno, la revolución como un hecho violento, dos, la revolución como hecho definitivo, que fueron marcas de las luchas sociales y políticas del Siglo XX;  ninguno de los dos se acoge a los nuevos tiempo. Hoy una revolución, ni puede ser violenta, ni puede ser definitiva. Porque no hay poder unilateral que tomar o derrocar, sino que es múltiple e infinito, amén de la sangría que significaría, por el entramado internacional de resistencia; asimismo, no hay prolongación en el tiempo de una revolución, más  la que determine el curso de la hegemonía transitoria, que se someterá cada dos años a elecciones. La pregunta es si este es el destino no solo de latinoamerica, sino del mundo democrático en general. Es decir si se ha de aceptar el dominio, sin ambages, de las corporaciones financieras internacionales sobre los Estados nacionales, o lo que queda de ellos. Conquistar la democracia absoluta, como recuerda Cerletti, que dice García Linera, o radicalizar la democracia, como propugna Ernesto Laclau, o Chantal Mouffe, es un camino más cercano, en el cual Cerletti no se siente del todo cómodo, pues su espesura conceptual se lo impide. Pero si las corporaciones dominan  la democracia, encuentra justificación un Plan Condor Judicial II, ese dominio de las corporaciones también subyace como crítica de este excelente artículo de Cerletti. Aunque, “revolucionar la democracia significa arrancarla de las manos de quienes la bastardean y transformarla en un cabal instrumento para la gestación de una nueva sociedad. Con ese anhelo, la revolución es un sueño eterno”.-



Jorge Luis Cerletti


LA REVOLUCIÓN ES UN SUEÑO ETERNO.”   (1)

Revolución se convertirá en la palabra más reivindicada y satanizada del siglo XX”. (…) “para García Linera, la contraposición entre revolución y democracia es un falso debate, porque ´´una revolución es la realización absoluta de la democracia.´´  [de “La Revolución Rusa, según García Linera”, artº de Emir Sader en Página 12 del 22/6. Las bastardillas subrayadas corresponden a citas extraídas del libro de G.L. (2)].

El término revolución, convocante durante gran parte del siglo XX, en la actualidad se ha desdibujado así como las dos adjetivaciones opuestas de la primer cita. Hoy el escenario mundial cambió tanto que las reivindicaciones se han reducido notoriamente. Luego,  la satanización de la revolución tiende a serle innecesaria a los patrones y beneficiarios del status quo. Ahora más bien apuntan a las experiencias contestatarias del llamado “populismo”, cuando molestan.
La importante idea que plantea la segunda cita debe enfrentar el desprestigio que generan los ataques  a la historia de la revolución y a la causa de los oprimidos.  En la  “democracia” real vigente desaparece de la política la idea de revolución como respuesta al sometimiento. Esto es obra de  los poderes dominantes  que han logrado poner la democracia al servicio de sus intereses contrarios a los de abajo. Distorsionaron el contenido de las experiencias revolucionarias y denigraron la idea de revolución para  archivarla en el museo de las malas palabras. Sin embargo, las resistencias populares no cesan y perturban los designios de dichos poderes. Lamentablemente, las alternativas a la dominación del gran capital siguen siendo una deuda pendiente.

Reformismo vs. Revolución, contradicción pasada de moda.

Revolución, en política, significa la culminación de los enfrentamientos entre los que sostienen la dominación y la explotación y los sectores subalternos que las sufren y pugnan por  derribar el poder que los somete. Esas luchas implican innúmeras situaciones y niveles reivindicativos cuya máxima expresión es un cambio de orden social. Y este es el techo que aún no se ha podido sobrepasar.
Ahora bien, como consecuencia de la imprevista caída del comunismo, hoy reina en todo el mundo el capitalismo. Las expresiones y formas de su dominación son multifacéticas y variadas. Su agobiante hegemonía actual   produce el debilitamiento de lo que se le oponga y genera serias dificultades para la construcción de alternativas.
Desde hace más de siglo y medio se discute si se puede cambiar el sistema mediante  modificaciones internas graduales o sólo a través de procesos revolucionarios. Lo cual se puede sintetizar en la tradicional opción reformismo o revolución. Las distintas variantes de la socialdemocracia testimonian la primer opción; el comunismo, la segunda. Aquélla, en lo fundamental y excepciones aparte, terminó siendo la “izquierda” del neoliberalismo. En la otra, los Estados comunistas implosionaron y sus diversas variantes con inclusión de sus partidos, marcharon al capitalismo. Esta súper síntesis proyectada al presente, sirve para constatar la pérdida de actualidad de aquella antinomia. Hoy día existe un neto predominio de un remozado reformismo frente a las carencias de las políticas antisistema aún sin conseguir crear y desarrollar nuevas  alternativas al capitalismo.
Mediáticamente se agita el estigma de la violencia sobre cualquier intento de producir cambios de fondo.  Mas, lo engañoso del asunto es que tras aquella pantalla se oculta su principal causa. Ésta brota  de las entrañas del capital: las injusticias e inequidades que patrocina, sin hablar de las guerras que provoca. Las relaciones sociales que engendra se naturalizan de modo tal que la violencia encubierta pasa desapercibida.
Otra categoría histórica y digna de consideración es “la lucha de clases”. Para el abc tradicional de la izquierda, la revolución es producto de los enfrentamientos de las clases sociales. Después de la Revolución Francesa y, en especial, desde la aparición en escena del socialismo y el comunismo, dicha categoría ocupó un lugar central.
La cuestión alcanza gran complejidad pues el afianzamiento del capitalismo ha producido importantes cambios en el escenario mundial y en las clases. Lo  comentado esquemáticamente induce a encarar algunas de las  contradicciones emergentes. Una  de ellas, muy significativa y abarcadora, proviene de los alcances de la “Democracia”.

La “Democracia existente”, ¿es un sopor de época?

Abordar el controvertido tema de la Democracia presenta distintas dificultades. Enfocando el dictamen electoral, quien es elegido resultaría el gobierno del pueblo. Pero éste abarca a toda la sociedad y por tanto engloba a las diferentes clases sociales incluso a las antagónicas. Para salvar esta contradicción o la polisemia de la palabra, se ha apelado a la antítesis pueblo-anti pueblo (vgr., explotados vs. explotadores).
A la imprecisión terminológica se agrega el rol declinante del proletariado como protagonista fundamental de un cambio revolucionario. Lo cual replantea la cuestión del sujeto y torna más compleja las contradicciones de la sociedad. Problemática que abarca significativas diferencias según las situaciones que se presentan.
La Democracia, como institución política, resume buena parte de las contradicciones que ocupan un lugar destacado en las pugnas sectoriales. Y aquí juegan las variadas    interpretaciones acerca de los escenarios y la multiplicidad de situaciones.
Para precisar la mía, parto de  la cita  de García Linera:  ”una revolución es la realización absoluta de la democracia.”  Entiendo que “absoluta” debe tomarse como la más amplia participación política de los miembros de la sociedad. Hecha la aclaración, considero las dos variantes de la democracia. La democracia representativa en cualquiera de sus formas, a nivel de las naciones.  La  democracia asamblearia que resulta aplicable a círculos más restringidos.
La democracia representativa exhibe varias aristas contradictorias. A nivel mundial está tan generalizada como el poder que la sostiene. Directa o indirectamente, el gran capital y sus corporaciones son los protagonistas fundamentales. Y tan ínfimo es el número de sus componentes como enorme es el peso que tienen en la sociedad. Se funda en la hegemonía que ejercen sobre la población basada en la concentración del poder económico y financiero que detentan. Su influencia se extiende a los distintos órdenes de la vida social y es decisoria en política dado su poder de compra. Hoy el dominio mundial del capitalismo es tan fuerte que casi no precisa los golpes militares “disciplinadores” sobre la mayoría de los países dependientes.
Sin embargo, existen contradicciones y fisuras en semejante dominación como las surgidas en algunas confrontaciones electorales. Así como éstas posibilitan legitimar la dominación de las minorías enriquecidas, en determinadas circunstancias también generaron el acceso al gobierno de sectores que se les oponían. Sucesos vividos en este siglo en varios países latinoamericanos, incluido el nuestro.
Fenómeno que la derecha atribuye peyorativamente a los “populismos”, nominación que asumen de buen grado sus gestores. Sin realizar  inventarios, basta comparar al gobierno de Macri con lo realizado por el kirchnerismo para que no queden dudas de lo que representan. Empero, aquí las contradicciones se agudizan. La misma derrota electoral de fines del 2015 testimonia las limitaciones de la fisura K.
La situación actual plantea más interrogantes que respuestas. En el presente aparece como una necesidad para la vida de los de abajo  que se reabra la fisura de corte popular. Digamos, el empleo de los recursos del Estado favoreciendo a la mayoría de la población.  Pero, a la vez, surgen las limitaciones de fondo que han servido a la derecha para legitimar electoralmente su dominación. Para sintetizarlo en pocas palabras, basta con señalar que el poder económico concentrado y mediático se mantuvo incólume en todos estos años. Algunos recortes y perjuicios secundarios en general no alteraron los buenos negocios del conjunto.
 No veo mayores posibilidades para el campo popular dentro del marco de una democracia representativa inmersa en las redes del capitalismo. Incluso, cuando los factores de poder encuentran dificultades que no están dispuestos a digerir, impulsan golpes blandos si es que el aparato jurídico del Estado no les resulta suficiente.
Aclaro ahora el sentido de “sopor” en la pregunta del subtítulo. Sugiere el conformismo que suscita la obtención de beneficios en tiempos de bonanza económica si se resigna la construcción política que tenga como objetivo indeclinable la liberación nacional. Esto supondría renunciar a la lucha  por la ruptura de las cadenas de la dominación interna y externa. Entonces, ¿cuánto puede sobrevivir una democracia popular sin abatir el poder del gran capital?

Revolucionar la Democracia.

Obviamente, semejante objetivo remite a procesos de largo aliento. Pero mal  se puede hablar de procesos si desde el vamos no se encara su construcción. No partimos de cero. Existen experiencias internacionales y propias como para incorporar sus aportes. Lo cual no significa ignorar que transitamos un período sumamente incierto.
Referente a la democracia asamblearia y atentos a  las circunstancias que vivimos, se torna problemática su expansión. Al incorporar como praxis la horizontalización y circulación del poder choca con la política realmente existente y la subjetividad social dominante.  Sus ámbitos de actuación son los círculos y movimientos minoritarios que se desarrollan en espacios micro. Aquí aparece una grieta con lo macro que por ahora resulta insalvable. Intentar su articulación es necesario y objeto de búsquedas.
Frente a esa difícil situación surge el proyecto de revolucionar la Democracia. Porque de la oposición democracia-dictadura emergió trágicamente la segunda, empezando por las que padecimos en casa. Y aún la dictadura del proletariado, planteada como la antesala de la emancipación, terminó siendo otra forma de dura opresión a manos de los nuevos dueños del poder, mientras que el proletariado, bien gracias…
Revolucionar la democracia constituye un verdadero oxímoron. Pues revolución implica el enfrentamiento violento entre oprimidos y opresores, terminar con la dominación por la fuerza. Mientras que la democracia supone la resolución de los enfrentamientos por medios pacíficos, a través del voto.
Voy a introducir una instancia que no excluye su final con una revolución. Eso dependerá de la reacción de los opresores, hasta hoy feroces defensores de sus privilegios. Aludo a un proceso que comporte el desarrollo de nuevas políticas populares. Partir de la vigencia de la democracia representativa con sus núcleos decisorios en la cúpula e ir revolucionando sus prácticas desde abajo hasta lograr construcciones de nuevo tipo.
Lo anterior significa ir extendiendo la democracia asamblearia en cuanto espacio micro resulte accesible. Así gestar una política efectivamente participativa que vaya sustituyendo las viejas prácticas piramidales. De modo tal de ir creando comunidades con una subjetividad social favorable a la horizontalización del poder y al compromiso solidario de todos y cada uno. Porque si desde abajo y a todo nivel no se va creando esa nueva cultura solidaria y combativa, los cambios que lleguen a producirse terminarán cooptados por el eterno retorno de lo mismo que se combate.
Lo planteado no debe entenderse como patrimonio de “intelectuales” iluminados, ni excluye a la militancia de la política realmente existente. Es una necesidad de la mayoría de la sociedad, consciente o no, que exige sobreponerse a la inmediatez que inocula la ideología y la publicidad dominantes.
Debatir, sumar experiencias e ideas, propiciar la solidaridad colectiva, son vías abiertas a la pluralidad, opuestas a las conductas sectarias.  Pensemos cuantos ejemplos de entrega y solidaridad nos rodean aún en medio de nuestras sociedades individualistas y monetizadas. Desde dadorxs de sangre hasta lxs innumerables luchadorxs que dieron su vida para construir una sociedad mejor, más justa. Las madres de plaza de Mayo lxs testimonian de hecho y simbólicamente. Tanto en nuestro país como en todo el mundo.
Combatir la opresión propia del orden social dominante es, metafóricamente, como subir a una escarpada montaña por senderos que se van  abriendo en el mismo ascenso aún a riesgo de despeñarse. Pero si las injusticias e inequidades del sistema no generan suficientes anticuerpos, el capitalismo seguirá devorando al planeta y a su humanidad incluida. Frente a ello,  revolucionar la democracia  significa arrancarla de las manos de quienes la bastardean y transformarla en un cabal instrumento para la gestación de una nueva sociedad. Con ese anhelo, la revolución es un sueño eterno.-------

Jorge Luis Cerletti   (18 de Julio de 2017)


 (1) “La Revolución es un sueño eterno”, título de la novela de Andrés Rivera sobre  la      revolución de mayo de 1810 y la vida de Juan José Castelli. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1992 y fue editada en 1993.

(2)       “¿Qué es una revolución”, subtitulado:  ”De  la Revolución Rusa de 1917”, de Álvaro García Linera.

viernes, 14 de julio de 2017

LOS ROSTROS REVELADOS, Por Horacio González

"Estábamos allí como rostros en la muchedumbre. Rostros con surcos de historia, no rostros de los hombres huecos", dice González, refiriéndose al acto de Arsenal, a continuación cita un verso de un poema de T. S. Eliot, sobre los hombres huecos; los hombres huecos llevaron al editor de este blog, a rememorar el "valle de los huesos secos", que profetiza Ezequiel (37: 1,14), porque el pueblo, en estos tristes momentos de la patria, parece abandonado de Dios, pero en el acto en Arsenal, parecieron recobrar singularidades, semblantes vívidos, caras que regresaban del fondo de la historia nacional, para un acontecimiento donde les prometían recuperar y defender sus derechos. Lo dicho, y mucho más, sugiere esta bella nota de Horacio González.
Imágen de Leandro Teysseire

Mucho se ha hablado del acto de Arsenal, que por el horizonte latente de novedades que implica, merece nuevas reflexiones. Incluso ahora, cuando ya se conocen las candidaturas. Deseo considerar como cosa primera el modo en que aparecieron los rostros en esa cancha, forjando la idea misma de multitud y sus complejas implicancias. ¿Se puede decir que a la política no solo le interesan los rostros, sino que ellos son su verdadero motor, su significado profundo? Quizás una amalgama de rostros sea la fibra más delicada de lo que llamaríamos el ser de la política. Su expresión visual entendida como una suma de signos semejantes entre sí. Un rostro es lo que todos tenemos. Pero el rostro es asombroso en su cualidad más notoria, ninguno se parece a otro. Podemos confundirnos si los tomamos según las infinitas gamas, de la más cobriza a la más blancuzca. 

Pero el rostro es irreductible; no puede haber nada tras él, salvo un oscuro sufrimiento fundante, un rasgo de todos que lleva la unicidad a su forma más incondicional. Nadie más que yo puede tener el rostro mío. Pero es posible decir que hay un momento en que muchos rostros superpuestos como en una teoría de conjuntos, dan fundamento a la política. Es el arsenal de rostros. Se aproximan, hay una inmediatez riesgosa y enseguida una separación que cada uno recobra lo suyo. Y así, infinitamente, entre las masas, lo va recobrando y abandonando.

En Arsenal hubo una suma de rostros en el campo de juego, a la expectativa. Así como en una obra célebre se habla de arsenal de mercancías, aquí los rostros eran lo contrario a una mercancía. Hay que saberlo; cantidades inabarcables de rostros, y no hay ninguno parecido a otro. 
Horacio González

Por eso, para no asustarnos, buscamos siempre un parecido. Cierto actor de televisión, algún artista célebre, para orientarnos en el bosque indiferenciado de labios, cabelleras y ojos. Un abismo de semblantes donde ya hemos caído. Si hay muchas maneras de acercarnos a ese mundo vital que llamamos la política, no puede ser desdeñada la meditación sobre los rostros. Hay allí una ética vaporosa pero con sentido acogedor. Cara a cara, todos eran uno y todos podían dispersarse. Pero en un solo punto, reclamaban a una persona que no fuera una más mientras esa persona decía que no, que ella era solo una más. Quizás se precisó esta paradoja, nunca ausente de un liderazgo, cualquiera que fuera, para que luego hubiera candidaturas. 

Una proliferación que sea la idea máxima asociativa de cómo puede acercarse y hacerse totalidad lo que parece intraducible. En Arsenal la totalidad no era maciza y única, era irradiación y superposición de rostros, se agrupaban y expandían alternativamente, eran uno por uno y eran la multitud pensante. No había banderas, esas caras que se sobreponían de un óvalo a otro formando diagonales, marejadas e hileras bifurcadas una y otra vez. Surgían de muchas otras ondulaciones rostrificadas de la historia nacional. Véanse lejanas fotografías, el sepelio de Yrigoyen o el 17 de octubre. De este último, las fotos que hay del primero y hasta el segundo aniversario, los cuerpitos tomados a la distancia son signos vivos, el gentío parece uniforme, conformado por múltiples puntitos blancos: rostro o pañuelo, rostros que se agitan o pañuelos a la expectativa. O si no, lo que se llamó el día del Renunciamiento: allí dijo Evita “esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre”. Luego de estas evangélicas frases fue demandada o interrogada por la multitud sobre cosas concretas. No podía satisfacerlos. “Por el cariño que nos une les pido por favor que no me hagan hacer lo que no quiero hacer”. Esa multitud de 1952 flotaba en el aire, en la perspectiva del más dilatado espacio urbano, parecía que los cuerpos eran contenidos sobre el pavimento de la Avenida 9 de Julio, por unas pocas pancartas que parecían estacas perdidas en el alud. La cascada humana quería que se haga lo que no se podía hacer.

El acto de Arsenal fue juzgado de diversas maneras. Se pensó que la multitud presente era el sostén para un público mayor, ajeno al estadio, a la cual se le daría, por la vía de imágenes trasmitidas, una idea de la política despojada de simbolismos sobrantes y de argumentos abstractos. No estamos en desacuerdo con ese propósito. Pero no es posible pensar que el presencialismo en el estadio era un acontecer aleatorio. Estábamos allí como rostros en la muchedumbre. Rostros con surcos de historia, no rostros de los hombres huecos. Un gran poema de T. S. Eliot hace hablar a los hombres huecos: “Inclinados unos con otros. La cabeza llena de paja”. Esos rostros eran lo contrario, rellenos de expectativas, indagaciones y curiosidades. Alguien pudo tomar tal o cual decisión escénica, pero lo cierto es que allí hubo un punto de partida. Ante tal situación, Cristina dijo que era una más, pero nadie estaba hueco en esa congregación de los unos más. No deja de ser cierto que los unos más eran convocados por una más. Pero la que dice no ser la que era, era que la se expuso a decir “no me hagan hacer lo que no quiero”, porque exploraba sabiéndolo o no, el secreto de los rostros. Su proximidad nueva y su condición de lejanos, apareciendo desde una lejanía irrepetible, la disolvía en esos rostros. Pero la hacía emerger de nuevo, en la necesaria condición de “primus inter pares”. Se la podrá llamar de diversas maneras, pero esa es la que las palabras pronunciadas nos habilitan para decir. 

María José Malvares, en su trabajo sobre los rostros que se superponen a la mitad partida del de Milagro Sala, invitó a poner la idea de organización social como la búsqueda de la parte de los que buscan donde extraviaron la suya. Sin insignias específicas, los rostros encimados de Arsenal no estaban tapados por ninguna túnica pero no son los de nadie. No están disponibles para cualquier cosa. “Los votos no son de nadie”, se pierde Durán Barba, el apologista de la sociedad como tabula rasa y los símbolos como redes del colonialista, del conquistador de almas. Pero los hombres y mujeres con rostros salidos de la historia nacional, se revelaban en su desabrigo en esa cancha de Arsenal. Pero no eran rostros rasos, sin responsabilidades o memoria. Son rostros que vienen de lejos, atraviesan desiertos pero son de ellos mismos y saben a quién le deben hacer sus preguntas. Que asimismo son lejanas y no se repiten del mismo modo, pero son preguntas antiguas. Sabían lo que son las túnicas. La voz del estadio sabía en sus rostros que desde los más viejos tiempos las túnicas negras son las del juez y las blancas son las del candidato.

martes, 11 de julio de 2017

EL PERONISMO DEL SIGLO XXI, Por Ricardo Rouvier, para Vagos Peronistas



Ricardo Rouvier
A)
. Introducción y método.

“En lo profundo, el problema argentino es un problema de generaciones: la vieja generación demoliberal burguesa que puja por subsistir y la nueva generación evolucionista que anhela imponer otras formas de vivir y progresar. La decisión en esta lucha de generaciones está en el tiempo. El futuro es de la juventud y si no mediaran otros factores, la supresión biológica aseguraría el triunfo a los jóvenes. Sin embargo, hay que acelerar el proceso, porque la evolución del mundo no espera”. J.D. Perón - 5 de junio de 1963

· Fue el propio Perón que nos recomendó “cabalgar la evolución”. “Los hombres son agentes que crean sistemas para servir a esa evolución y colocarse dentro de ella”. “La revolución que nosotros postulamos no es una causa, sino un efecto de esa evolución, que nosotros debemos poner al día a través de sistemas”. 



· Esta concepción histórica de Perón, lo diferencia por ejemplo; del marxismo, en que establece que la historia es la historia de la Lucha de Clases y que esta es el motor de la evolución, y no su consecuencia. O se diferencia del liberalismo en cuanto a la incidencia de la idea sobre la realidad, y sobre la preeminencia del individuo sobre lo colectivo, y de ese modo queda naturalizada la desigualdad, e impotenciada la comunidad. 


Estas notas tienen por objetivo principal advertir lo siguiente: aplicando la propia concepción historicista de Perón: el peronismo corre el riesgo de permanecer en forma agónica o desaparecer. Lo único que lo salvaría de esos destinos sería construir el peronismo del siglo XXI. 

· Tanto el menemismo como el kichnerismo son o han sido fenómenos significativos en la evolución del peronismo. En un caso se trató de “cabalgar” la evolución con una idea exterior proveniente de la hegemonía mundial (poner al país en línea con el Consenso de Washington). El k. fue una reacción frente a la crisis del 2001/2 y la post convertibilidad; y logró aparecer a pesar de la fragmentación del peronismo. 



· El k. no tuvo anclaje internacional sino regional al aparecer movimientos políticos y gobiernos progresistas. El alineamiento con la Rep.Popular China y Rusia apareció como un afirmación de la multipolaridad y no de una identificación cultural o política como ocurre con A Latina. Desde hace unos años el progresismo en la región está en franca retirada, lo que obliga a redefinir desde el peronismo nuestro lugar en el mundo. 



Los peronistas entre la ideología y la realidad preferimos la realidad. Nosotros sabemos del peso electoral del k. y sobre todo de CFK (eso es una realidad), y respetamos ese peso electoral y militamos los logros de su gestión, pero no alcanza para ganar una elección nacional sino se incluye a todos los sectores sociales afectados por la gestión actual (esa es otra realidad).


· Pero adoptó una actitud fundacional y supuestamente superadora del peronismo. Funcionó como vanguardia ideológica del justicialismo; aunque esto se diferenció entre el estilo de conducción de Néstor que entendía los laberintos del peronismo, y la necesidad de acuerdo y negociación interna, muy diferente a la actitud de Cristina, contraria al diálogo, la negociación y la integración de los diversos sectores del movimiento peronista. 


· Hay contenidos en el k. que adoptan una idea activa frente a la evolución y que la militancia es motor de la evolución y no su consecuencia. Y que no se trata de construir mundos periféricos adaptados a la evolución que se impone, sino que hay una voluntad de desmontar a la propia evolución. A pesar, de que ni N.K. ni CFK hayan planteado taxativamente esto, en varios de sus seguidores (por sus tradiciones) se da una combinatoria que reúne esta concepción rebelde en general con el estilo interpelador de Cristina. 


· De allí que en el discurso k. sobresale el voluntarismo que impone una verdad a los otros, y que esa imposición es suficiente para construir la realidad. Esta verdad se sobrepone a lo que el mismo pueblo quiere; y se cae en un vanguardismo sin pueblo. Por eso no se fomenta el diálogo ni el pensamiento crítico; no hace falta. 


· Es más; los que propugnan la crítica, o el debate, es que se han pasado a las filas del enemigo. Porque discutir a la jefa es jugar para los adversarios del pueblo. En ese punto el k. ha creado un etiquetamiento de los enemigos, que se lo usa como latiguillo en los medios propios.



· La paradoja es que muchos seguidores de CFK apuntan a la finalización del capitalismo y de los dominios mundiales. En realidad, para muchos k. la lucha social es una cuestión táctica, en función de una estrategia de toma de poder. El pensamiento binario del k. surge de su visión beligerante de la política (por eso aparece la figura de la traición como emergente lógico). 



· Por supuesto que en los doce años de gobiernos k. también se han desplegado logros claramente peronistas; pero en los últimos años, no se ha producido la construcción política necesaria (frentismo real y no declamado) para asegurar la continuidad del proyecto. Por el contrario, el proyecto fue debilitado desde adentro, empezando por el desconocimiento de los valores intrínsecos del peronismo institucionalizado. Las elecciones fueron una derrota anunciada desde antes por la interioridad kichnerista.

El peronismo ha logrado hitos históricos: la vuelta de Perón y el tercer gobierno del líder, la recuperación del cuerpo de Evita. Conquistas sociales que permanecen y permanecerán, un aporte invalorable a la cultura nacional. Con respecto a las luchas de los ´70 somos parte indisoluble de la recuperación de la memoria y la lucha por los DDHH. Pero , no abonamos la concepción de que “la guerra continua”, ni de la vigencia de una época que para nosotros ha concluido.

· CFK muestra en forma reiterada su incapacidad de construcción orgánica de la política. Toma mayor decisión cuando está al frente del gobierno, pero permanece casi congelada cuando está en el llano. No logra incluir a sectores diferentes a su subordinación; y es expulsiva. 


Cristina Fernández



· El estilo interpelador y por momentos transgresar de CFK encaja funcionalmente con una ideología que se constituye a sí misma como motor de la historia nacional; y también es funcional al relato peronista de la resistencia o de alguna formación especial de la lucha armada de los ´70, y la tragedia de la dictadura. Pero, en esta construcción se pierden aspectos centrales al proyecto: la construcción política verdaderamente frentista y la formulación de un rol del Estado, la centralidad de la clase trabajadora organizada y la reconstitución de la participación comunitaria. 

La visión del K. es del siglo XX. Todos los componentes de su comunicación refieren a las luchas sociales y políticas anteriores. Avanzó sobre aspectos pendientes; los DDHH; ampliación de derechos sociales e individuales (estos de raíz liberal)

Eso lo llevó a negar al último Perón. (Chávez tomó al primer Perón). En la región fue el segundo final del ciclo del varguismo, del MNR boliviano, del guevarismo, de las FARC.
· Pensamos que el discurso antiimperialista y anticapitalista es anacrónico cuando se formula desde la inexistencia de una alternativa real. Esto genera, la ilusión alimentada desde el propio discurso, de que el capitalismo y el imperio se disuelven una vez que emitimos nuestra palabra o hacemos propaganda.

· Por supuesto que los peronistas nacimos para oponernos a todo imperio, y estamos en contra de las asimetrías entre las naciones y denunciamos a las grandes corporaciones económicas. Pero, la opción es: la construcción real o fantasiosa de la realidad. Es sobre la realidad que debemos construir nuestra alternativa, es sobre la evolución que construimos nuestra alternativa. 



· Se observa claramente él énfasis retórico en gran parte del k. (más vinculado a las izquierdas, al progresismo y al peronismo revolucionario) en que lo ideológico adquiere mayor importancia. Ejemplo; Carta Abierta, Nuevo Encuentro, las izquierdas democráticas; y los medios afines: Tiempo Argentino, Miradas al Sur, Página 12, C5N, etc. 





· Hay un engarce (ideológico) entre aquella época y esta, que se lo hace sobre la base de un relato parcial del pasado; porque no se puede negar la existencia de otros sectores (desde la triple A, López Rega, la CGT, etc) que “cabalgaban” de otra manera. Ese recorte adquiere un punto culminante al fundarse “La Cámpora”, sustrayendo una parte de la historia: al propio Perón, y su desenvolvimiento táctico. 



· El mundo ha cambiado desde la 2da. guerra mundial y posteriormente el final de la guerra fría. Pero, el peronismo y el nacionalismo popular de varias naciones que eran del tercer mundo, y la lucha de los pueblos durante el siglo XX, y las propias contradicciones del sistema, ha obligado al liberalismo a cambiar. El cambio se observa en la presencia del Estado, impensable para los padres del liberalismo. La cuestión social es hoy agenda en casi todo el mundo. Las restricciones al capitalismo salvaje también han crecido en el mundo.



· Hoy no existe ni el tercer mundo, ni el segundo mundo, y el primer mundo también ha cambiado, manteniendo el núcleo duro del sistema económico e inalterable el régimen político.



· La masificación de la comunicación, genera la ilusión democrática; aunque mantiene las diferencias sociales.



Nosotros no nos oponemos a la evolución y la misma debe ser para el mejoramiento de los pueblos; no para su sufrimiento ni explotación. 

Queremos cabalgar la evolución y eso significa que la política debe asegurar que la innovación tecnológica sea para el hombre y no contra el hombre. 

La paz mundial es un bien ineludible y esto debe ser una afirmación constante.

B. Los problemas de la evolución.

· Como caracterizamos a la evolución hoy: hoy el capitalismo y el régimen político de la democracia representativa está globalizada y en proceso de expansión. El eje es la revolución científica-técnica que conduce esta etapa de la humanidad. La INNOVACIÓN es la palabra clave para caracterizar el tipo de evolución que se produce. 


· Sin embargo, la evolución provee problemas, o demoras en los problemas que los partidos y movimientos humanistas, y las fuerzas sociales y políticas deben denunciar y evitar.



· En el 2017 habrá más de 200 millones de personas sin empleo en el mundo provocado por la innovación tecnológica y la recesión económica. Esto afecta la dignidad del ser humano que se ve sometido a la esclavitud de la necesidad. 



· El Papa Francisco anunció el comienzo de la III guerra mundial. Bueno, la paz en medio oriente y el desarme de conflictos en estado de realización como el del Mar de Japón. Las horribles matanzas que ocurren con la participación real o simulada de las grandes potencias, constituyen un fuerte reclamo humanitario, de la cual el peronismo no puede ni debe estar ausente. 



El peronismo ante su dilema: o es un instrumento para participar activamente en el siglo o permanece circunscripto a su relato originario a su mito fundante; y sigue existiendo con todos los vicios que el orden liberal lo convierte en un actor más, caracterizado por su pasado.
El peronismo debe liderar la sociedad argentina no en sus recuerdos sino con el diseño futuro del país.

C. La evolución desafía al peronismo.


· Si hacemos una rápida periodización de la Argentina Moderna y aplicamos esta concepción evolucionista: la UCR apareció en la Argentina Moderna como la fuerza política constitutiva de la nueva República. Con el sufragio universal, la lucha contra la corrupción, y una mayor institucionalidad. El Yrigoyenismo expresó esa evolución nacional en su vertiente más popular, en sintonía con la evolución que iba ocurriendo en el mundo. 


· Se fue constituyendo la República Democrática cuya arquitectura fue la Constitución Liberal del ´53 que a la luz de la evolución debe ser vista como una norma progresista. La crisis actual de la UCR debe considerarse a partir de que varios de los objetivos de la Revolución del Parque fueron cumplidos; aunque los golpes del 30 en adelante significaron retracciones de la evolución democrática. 

· Cumplida esta etapa la UCR sigue existiendo pero ha dejado de ser un protagonista cultural y política de la Nación; su destino es adaptarse e ir muriendo de a poco. Para vivir la UCR debería replantearse creativamente su futuro, debería renovarse manteniendo sus razones originales, pero sobre un sistema periférico diferente. Ya no puede solicitar lo que se ha cumplimentado. El frondicismo fue un intento de modernización y actualización radical que no logró sobrevivir al régimen político autoritario y conservador.

· Si no es así, la UCR estará navegando en la superestructura para mantener su predominio territorial, hasta que el PRO se lo saque. Y el PRO puede hacerlo porque como fuerza política pro hegemónica está mejor adecuada y perfilada ante la evolución (nueva derecha) que el anacrónico radicalismo.

“La política, hoy, ya no son dos trincheras en cada una de las cuales está uno armado para pelear con el otro. Este mundo moderno ha creado necesidades, y los pueblos no se pueden dar el lujo ya de politiquear. Esos tiempos han pasado; vienen épocas de democracias integradas en las que todos luchan con un objetivo común, manteniendo su individualidad, sus ideas, sus doctrinas y sus ideologías, pero todos trabajando para un fin común. Ya nadie puede tratar de hacer una oposición sistemática y negativa, porque los países no pueden ya aguantar una actitud política semejante; uno ve cómo en el mundo entero esto ya está entrando”. J.D. Perón 2 de agosto de 1973.

· Varias de las reinvindicaciones expresadas por el peronismo desde su origen, se han logrado desde la propia evolución, y desde la lucha, o por una combinación de ambas. La cuestión social como problema siempre abierto; la institucionalidad de la clase trabajadora organizada, la seguridad social, la participación de los actores económicos en la disputa distributiva. En varios de estos puntos, el peronismo ha sido pionero, y en otros ha planteado una adecuación a la evolución del mundo. Otra cuestión menos mencionada es la presencia de lo nacional en nuestra cultura como un aporte del peronismo a la Nación.


· Una concepción de Estado caracterizó al peronismo real, que gobernó del 46/55 y del 73/76. Esto fue reconvertido por Menem durante sus dos gobiernos y fue recuperado parcialmente por el K. Pero, sobre todo de esta última etapa se destaca la ausencia de una reforma del Estado en función del interés social.

· Entonces, lo mismo que paso con el radicalismo puede suceder con el peronismo; que por la evolución estructural (independiente de los gobiernos) de algunos de los factores que hicieron al origen peronista. 


· Esta es la primera cuestión para sobrevivir luego de caracterizar con realismo la etapa actual de la humanidad, las hegemonías, las asimetrías, y lo pendiente: la paz y la justicia entre los seres humanos; es tener un proyecto para el futuro del país.

· Definir nuestro lugar en el mundo y el sentido de la política nacional, regional y mundial tiene que ver con lo pendiente, con las demandas sociales, con los marginados, con los desechados, pero también con la clase trabajadora moderna de alta calificación, que tienen derecho a participar de las ganancias; con los derechos humanos y la repetida multipolaridad y multiculturalidad. 

· Como la democracia está consolidada desde hace 33 años, (esto también está determinado por la evolución); es necesario restituir la importancia constitucional de los Partidos Políticos, hoy fuertemente debilitados. El peronismo históricamente tuvo que ver con este debilitamiento, por la priorización del Movimiento Nacional como sujeto. Hoy, quedan algunas huellas de aquél Movimiento, (la CGT por ejemplo), pero no existe en la dimensión que existía y estaría fuera de época. Hay que reconstruir los Partidos sobre el principio del transvasamiento y la formación dirigencial. 

· Es verdad y es parte de la asunción de la realidad, por fuera de especulaciones ideológicas, que los pronósticos no se han cumplimentado in totum. Si se han confirmado varias sobre todo sobre el proceso agregativo de la evolución, pero no ha muerto el liberalismo ni el neoliberalismo, y eso es una cuestión a considerar en la caracterización de la etapa que vivimos. Pero ambos han sufrido cambios producto de la permanencia del Estado y del mejoramiento de las condiciones de vida de una parte importante de la población mundial. Por supuesto, que el peronismo es un movimiento política que pone el acento en lo que falta en cuanto a la justicia social; pero no se puede negar el progreso.

· El peronismo debe recuperar el concepto de Nación, el concepto de unidad cultural, social y política de nuestro país. La unidad material y espiritual del pueblo argentino se hará sobre el reconocimiento del otro “La Patria es el Otro” debe ser la consigna real y no abstracta.

· El peronismo no puede ser sectorial ni aceptar su fragmentación. Al estar dividido el peronismo perjudica a la Patria. Puede haber , como siempre, sectores que pueden estar en posiciones más críticas o menos críticas, más conservadores y más renovadores; pero la identidad es nacional; y su propósito es la igualdad, la dignidad del hombre y la hermandad. 

· El peronismo debe marchar hacia la UNIDAD, priorizando sus objetivos estratégicos que hay que reformular a partir de los mismos principios desde su origen: igualdad, soberanía, libertad. Y no solo la UNIDAD del peronismo, sino que la UNIDAD del peronismo es el camino para la UNIDAD NACIONAL, que se fomentará con las otras fuerzas políticas, y que no consiste en hegemonizar al conjunto de la sociedad. La evolución ha definido a las democracias como plurales e institucionales, o sea democracias republicanas.


· Ya no existe el tercer mundo, ni el segundo. Entonces, el peronismo hoy debe sobre sus principios internacionales, encontrar un lugar en el mundo. Los principios inamovibles son: multipolaridad, multiculturalidad, lucha por la paz y colaboración entre los pueblos. En lo regional, enfatizar la consolidación demorada del Mercosur, y asegurar nuestra sociedad con el Brasil, y mantener una buena relación con los vecinos (no es del peronismo anteponer lo ideológico en los gobiernos de las naciones como hizo el k.. porque como decía Perón los países tienen intereses) porque el objetivo estratégico es fortalecer en la unidad frente a los EEUU, UE, y las alianzas Rusa hacia oriente y la presencia significativa de China. Estamos por la paz mundial, y por la participación efectiva en los organismos multilaterales.


El peronismo hoy no tiene conducción, y el PJ es un partido que no logra comprender a todo el peronismo y ha perdido vitalidad. Hay que buscar unificar al peronismo (dejando que esto se haga por la propia voluntad dirigencial), aunque esto será gradual. La base peronista pide unidad y participación. 

Los emprendimientos orgánicos de los últimos años han fracasado: Unidos y Organizados y el Frente Ciudadano que aún no arrancó. 

El camino del poder es el camino del diálogo, de la negociación, de la participación. No es el camino de la irritación, de la exclusión, y de la anulación del debate y la democracia interna.

· Tampoco tiene vigencia plena la experiencia de naciones progresistas en la región. La intentona del Chavismo por la construcción latinoamericana ha terminado, la Revolución Cubana nunca pudo recuperarse del destino apendicular de su economía respecto de la URSS. Una de las razones del fin del chavismo es porque su propuesta (más parecida al primer Perón) era ahistórica, no tomaba en cuenta la evolución. 

· No negamos la globalización, pero la cuestión es cómo participamos de ella. Participamos como Nación Soberana, no como vasallaje ante las naciones hegemónicas (sobre todo: EEUU, UE). Esto no obsta para que mantengamos relaciones comerciales, diplomáticas y de intercambio cultural. 

D. El camino para recuperar el poder.

· Para recuperar el poder hace falta construir mayorías que no solo aseguren un triunfo electoral sino también, la posibilidad de constituir una plataforma social y política de un gobierno nacional y popular. Apelar solamente a los liderazgos o personalidades excepcionales no aseguran, per se, la eficacia del proyecto. 

· Los liderazgos de Néstor como de Cristina, como lo fue el de Perón, no son eternos.” Nosotros quizá hayamos tenido la última lucha dura y difícil en estos dieciocho años; pero se inicia para nosotros una nueva etapa, en la cual una organización y una elevación del nivel cultural político de nuestras masas nos facilitarán todos los trabajos y todos los esfuerzos que deberemos realizar. Por esa razón hemos dispuesto que se comience a estructurar el Movimiento Peronista como institución. Yo ya dejaré de ser el factótum, porque ya no es necesario que haya factótums. Ahora es necesario que haya organizaciones; crear un Consejo Superior, que será el verdadero encargado de la dirección y de la conducción del Movimiento Peronista. 

Ese Consejo Superior será realmente representativo. Ya no seguiremos con el procedimiento del dedo, porque eso no va a ser eficaz. Ahora tenemos que empezar con el procedimiento del voto que haga verdaderamente representativo el instrumento que ha de manejar, dirigir y conducir el Movimiento Peronista”. Perón: 2 de agosto de 1973.

· La situación disminuida del PJ nacional debe revertirse para que sea un actor principal del frente nacional y también electoral. Este frente debe incluir necesariamente a los actores sociales como la CGT, los empresarios nacionales, los movimientos sociales, etc.

· Un movimiento que se fundamente en la exclusión de los actores políticos y sociales no corresponde a la tradición peronista frentista. 

· Sin desconocer la importancia de CFK en el tablero político no es suficiente para alcanzar el poder. Su estilo de excluir aquellos que no se someten a cierta disciplina y fidelidad personal constituye un culto a la personalidad anacrónico en esta época. 

· El gobierno de Macri es nuestro principal adversario, no lo es, ningún compañero, sea quien sea. Si tenemos la voluntad política de avanzar con el voto en la mano. Queremos emendar los errores cometidos que nos llevaron a una derrota electoral que fue pergeñada desde antes de la lucha electoral. 

· Para conquistar el poder y derrotar al PRO, y a Cambiemos, lo que tenemos que hacer es hacernos fuertes en la unidad, pero no cualquier unidad, sino la unidad real de los intereses populares, en base a la participación de los compañeros y a la soberanía de su libre voluntad a través de la elección. Esto limpiará el camino, despejará el sendero para reconquistar a los votantes. 

· Pero somos responsables, estamos alineados con la CGT, y con los movimientos sociales, y no buscamos la destitución del gobierno porque primero está la Patria, si buscamos imponer nuestra política para que el gobierno no imponga el suyo que atenta contra los intereses del pueblo. Queremos ganar las elecciones y no vamos a intervenir para desestabilizar a un gobierno democrático. 


· Es una estupidez negar el valor, inclusive electoral de CFK, pero también es una estupidez creer que con eso es suficiente para volver al gobierno. O que toda la política que podemos desplegar los peronistas se completa con la direccionalidad que le de la líder del k. Eso tampoco es así, hay muchos cos. que ante la ausencia de una revisión crítica de la derrota, y una visión diferente sobre cómo debe ejercerse la oposición, plantean su propio camino. Este camino no puede ser otro que la unidad, y con una clara decisión que para fortalecer al espacio nacional y popular hay que abrir el debate, el diálogo y también las elecciones internas, para que los peronistas y no peronistas tengan una puerta abierta a la participación.

· El empeoramiento de la gestión de Macri favorece que no haya ninguna revisión crítica en el peronismo. La cuestión principal tapa nuestra propia crisis, y se considera que esto se ordena sobre la base de Cristina Si o Cristina No. Esto es una simplificación que no nos sirve para construir. Hay que construir para el ´17; y también para el ´19 y para los años venideros. El peronismo del siglo XXI es para todo el siglo.



Los peronistas queremos votar, queremos elegir. Si se piensa que alguien debe elegir por nosotros es un autoritario y un antidemocrático. Tenemos derecho a soñar y construir un peronismo del siglo XXI, un peronismo superador que sintetice lo mejor de su tradición los aportes producidos en el camino; hacer lo que nos falta por hacer y enmendar lo que está mal hecho.
Pensamos que este es el camino para recuperar el gobierno, un camino de acumulación de poder, no un camino que quiera restaurar e igualar lo que tuvimos, porque parte de lo que tuvimos como en el 2011, lo perdimos. Y para recuperarlo no se lo logra emitiendo órdenes por la redes sociales, ni gritando, ni con una confrontación salvaje. Se lo logra con la persuasión, con el aceptación que logremos al ver un peronismo renovado, vital, moderno y dispuesto a mantener sus banderas históricas pero en una nueva época. Pero, hay que tener argumentos para convencer, y esos argumentos no pueden estar enredados en el pasado, sino con el futuro. Hay que renovar teniendo una propuesta para el porvenir.