miércoles, 27 de abril de 2016

5ta CARTA AL PUEBLO DE DIOS, GRUPO DE CURAS EN LA OPCIÓN POR LOS POBRES (Post de Facebook)

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
22 de abril a las 11:39 ·


5ta CARTA AL PUEBLO DE DIOS
Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
22 de abril de 2016

El Evangelio del próximo domingo nos presenta a Jesús despidiéndose de los “suyos”, dejándoles una especie de “testamento espiritual”. Dios, y Jesús mismos, se harán presentes si sus seguidores son capaces de vivir en el amor. Los seguidores de Jesús se manifestarán ante los ojos de todos en este amor. No en discursos, no en etiquetas, sino en el amor concreto y militante. Militante que hace a los unos ser capaces de ser servidores de los demás, ser capaces hasta de dar la vida los unos por los otros. El amor resulta una suerte de test de la fidelidad. Y allí Jesús mismo se hace manifiesto ante el mundo y la sociedad.

Pero este amor no se trata de un sentimiento volátil, la propuesta de Jesús no es desencarnada. La militancia del amor hará patente ante todos la presencia de Jesús, a la que el Evangelio llama “gloria”. Es ese amor, que es concreto, que se hace carne y vida el que nos exige mirar las alegrías y esperanzas, angustias y dolores de la humanidad, especialmente de los más pobres. Es desde aquí que miramos y queremos seguir mirando nuestro presente. Como curas creemos que no podemos pensar en un amor etéreo, sino encarnado. Y por eso no podemos sino hacernos presentes con la palabra y el cuerpo allí donde se hace presente el dolor y la muerte cotidiana de nuestros hermanos.

Desde hace ya demasiado tiempo sigue injustamente detenida Milagro Sala, y reclamamos su inmediata libertad. Dirigentes de movimientos sociales denunciaron que el Gobierno jujeño a cargo de Gerardo Morales restringe arbitrariamente las visitas a Milagro. Esto no sólo ocurre con referentes de movimientos políticos que viajan desde distintos lugares del país para solidarizarse sino también contra familiares, amigos e integrantes de la Red de Organizaciones Sociales que muchas veces se dirigen al penal en los días y horarios de visita y les niegan el ingreso a pesar de haberse solicitado el mismo según las normativas del Servicio Penitenciario.

La Biblioteca Nacional se encuentra en un virtual estado de parálisis, con un director ausente, numerosos despidos y presencia policial intimidatoria.

El Gobierno nacional y el gobierno porteño insisten en crear una Inspección General de Justicia en Buenos Aires para que sea más flexible; es decir transformar Buenos Aires en una ciudad apta para la generación de empresas off shore. Algo a lo que oportunamente se opuso la entonces fiscal, y hoy procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó.

El 8 de abril renunció la consejera escolar de Bahía blanca Adriana Perdriel que había dicho que "el que tiene hambre toma cualquier leche", argumentando un perverso operativo en medios y redes sociales (sic), postura discriminatoria que evoca a su aliada macrista María Laura Biondini, condecorada como secretaria de gobierno del municipio, que el año pasado, en campaña, había dicho que "hay niñas de 11 años que esperan llegar a los 12 para quedar embarazadas y cobrar un plan".

Con motivo del 188º aniversario de Bahía Blanca, la gobernadora María Eugenia Vidal participó del acto central en la plaza Rivadavia. Fue un acto “vip”, impopular; la plaza y las calles de los alrededores estaban sitiadas por la policía y absolutamente cerradas con vallas, mientras ATE y CGT locales pulseaban por entrar para manifestar sus reclamos. La respuesta fueron los gases lacrimógenos. En el hall municipal se pudo acercar hasta la gobernadora y el intendente Analía Paula Larrea (que se desplaza en silla de ruedas) para increpar a Vidal: "no te vengo a saludar, te vengo a repudiar, y con el hambre del pueblo le vas a pagar a los buitres...". La respuesta insensible de la gobernadora fue patética: “te pudiste expresar, estamos en democracia. Ahora vamos a seguir el acto”. Quizás es necesario recordar que el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, es periodista del diario la Nueva Provincia y de radio LU2, justificadores de la dictadura y el genocidio y hoy del poder democrático (?) neoliberal.

Resultan gravísimos los compulsivos descuentos (de hasta el 80 % de sus salarios, $ 6000 a $ 8000) que sufrieron 65.000 auxiliares docentes de la provincia de Bs. As. (tanto los que hicieron huelga como los que no), como modo de presión y amedrentamiento para impedir el derecho a huelga. A esto se suma la protesta contra la resolución 142 del director general de Cultura y Educación de la provincia de autorizar a los consejos escolares para “ejecutar y coordinar acciones temporales con los municipios y organizaciones de la sociedad civil para atender las tareas de limpieza y mantenimiento" de las escuelas afectadas por la medida gremial en curso. Todo esto invocando en sus considerandos la ley provincial de educación (ley 13.688) y la ley de promoción y protección integral de los derechos del niño (ley 13.298) (sic), y contra el decreto 230 de la gobernadora Vidal en el que delega a sus ministros y secretarios facultades administrativas, que van en contra de los derechos de los trabajadores estatales. Esta situación preanuncia una cierta flexibilización laboral. A esto se ha de sumar – lo repetimos, porque se agrava – los problemas en las comidas de las escuelas, que han bajado en calidad, presupuesto y cantidad.

Se siguen muriendo nuestros jóvenes que pueden comprar drogas como caramelos en las fiestas de Costa Salguero, donde todos los testigos denuncian que se ve a los vendedores a simple vista; ¿habría que averiguar de quienes son esas empresas y cómo se hacen los seguimientos del municipio? ¿Qué relación tienen los concesionarios con el gobierno municipal?

Es muy grave la desarticulación de los programas de Agricultura Familiar que perjudican particularmente a campesinos. En La Rioja (más del 80% de los productores) y Santiago del Estero (más de 60 despedidos) se están viendo afectados.

Resulta sugestivo que mientras el gobierno cancela los subsidios a la empresa aérea Sol, la empresa aérea de la familia Macri, Macair parezca asumir algunas de sus rutas aéreas para después vender la compañía a Avianca consolidando el plan de “cielos abiertos” que perjudicará, claramente a nuestra línea aérea de bandera, Aerolíneas Argentinas.

Repudiamos la ironía y el cinismo en los dichos del presidente y el jefe de gabinete de ministros cuando se formulan la pregunta “¿Cuál sería para nosotros el interés de beneficiar a los ricos?”, como si nada estuviera ocurriendo en este sentido. Es más que evidente la brutal transferencia de ingresos desde el sector público y los trabajadores hacia los sectores del capital concentrado. La recesión, los despidos, el ajuste que genera hambre y el endeudamiento son un decisión política de este gobierno. Y su política sistemática de comunicación consiste en decir o explicar lo menos posible a la población. Frente a lo evidente la estrategia es la negación, la victimización, la mentira y el cambio de discurso permanente.

Mirando la causa llamada “de dólar futuro”, y mirando quiénes son los que se han beneficiado con ello no podemos sino concluir que acusar en un lado para moverse por otro es una política “del tero” a la que nos vamos acostumbrando con la evidente complicidad de miembros del poder judicial.

Es muy preocupante la situación en la provincia de Tierra del Fuego: tanto por el cierre de empresas como la crisis del sistema previsional que tiene virtualmente paralizada la administración pública desde comienzos de marzo. La pasividad del Estado Nacional en este conflicto es incomprensible. El ministro del interior brilla por su ausencia en un conflicto que precisamente amenaza la paz interior. La desconexión entre gobierno y necesidad del pueblo es más que peligrosa. No bastan los slogans de autoayuda y los "expertos en felicidad". El Estado debe tomar decisiones políticas claras y urgentes frente a los derechos amenazados de la población. Parece un chiste que el presidente “rete” a los empresarios para que inviertan como si les pidiera un favor. Por definición el Estado debería obligarlos a distribuir la riqueza y controlar la fuga de capitales con políticas públicas, algo que el mismo gobierno ha decidido no hacer precisamente para beneficiar a los dueños del capital.

En coherencia con lo que viene ocurriendo desde la asunción del actual gobierno, siguen los despidos indiscriminados: unos 600 en la industria electrónica de Tierra del Fuego, amenaza de 2400 despidos en la central nuclear de la estatal Atucha II, 1000 suspensiones en Techint de Campana. Nos parece importante señalar, que la inmensa mayoría de los despedidos no son “ñoquis” (y si lo fueran, echándolos no se mejora la situación y nos alejamos cada vez más de la declamada “pobreza cero”). Hay que reconocer que con el apoyo de los medios hegemónicos de comunicación oral, escrita, radial, televisiva y digital, el gobierno se ha apropiado del “sentido” de esta y otra palabras remitiéndonos a tiempos como el de “algo habrán hecho”. Los despedidos son personas, con familias y el trabajo es un derecho humano. Un derecho más importante que la propiedad privada. Los despedidos no reciben explicaciones de ningún tipo además de que a menudo se vulnera su intimidad en las redes sociales.

Los aplausos del Fondo Monetario Internacional a las medidas del nuevo gobierno, y su regreso a fiscalizar la economía argentina nos resultan alarmantes y nos retrotraen al nefasto pasado reciente de comienzos de la década del 2000. Ya hemos sufrido excesivamente estos aplausos y fiscalizaciones que son una puesta en escena que oculta la trágica entrega de los recursos nacionales a manos de la usura internacional resignando el desarrollo legitimo del futuro de varias generaciones de argentinos y la soberanía económica..

Repudiamos la negociación llevada a cabo por el Ministerio de Finanzas y el ministro a cargo Alfonso Prat Gay de contratar a siete bancos, Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS para emitir los bonos de deuda con que se les pagara a los fondos buitres, diligencia por la cual percibirán intereses del 0,18% del total de la deuda o sea 27 millones de dólares. El Ministro Prat Gay fue ejecutivo del JP Morgan y Luis Caputo, Secretario de Finanzas, empezó su carrera en ese banco y luego fue el Director del Deustche Bank de Buenos Aires. También nos llama la atención como uno de los argumentos recurrentes para acordar con los fondos buitres fue la intención de bajar las tasas de intereses que debían pagar los prestamos conseguidos por entidades estatales y se termina arreglando una tasa de interés altísima estimada del 7,5 al 8,75, cuando se ponía como objetivo a alcanzar una tasa de interés mucho más baja. La cara de felicidad del ministro por el arreglo con los bancos ciertamente es para nosotros una señal de alarma.

Los mismos medios nos inundan con temas ligados a la corrupción. Es un tema complejo y serio; más de lo que acá podemos señalar. Pero destacamos que toda denuncia de corrupción debe ser investigada (y la prensa y los periodistas en esto pueden aportar), pero la investigación y las consecuencias y las sentencias no pueden ni deben ser mediáticas sino judiciales. ¡La Prensa – y menos la hegemónica – no es ni puede ser la fiscal de la República!

Lamentablemente, con un Poder judicial tan desprestigiado como el nuestro, desde la corte suprema, las cámaras, los jueces federales y fiscales, resulta bastante difícil que sea creíble para el común de la población lo que este poder sentencia. Pero por otro lado, poner en relación la corrupción y la política nos parece gravísimo. Como en todos los ámbitos de poder o dinero la corrupción es una tentación, pero planteado superficialmente pareciera un discurso que alienta la “anti-política” (algo en lo que este gobierno y muchos periodistas parecen a gusto). Además, ha de quedar claro que la corrupción en uno u otro caso no invalida proyectos o líneas políticas o procesos de desarrollo.

Es sorprendente la declaración de Ramón Fonseca (de Mossack-Fonseca, Panama Papers) acerca de que Paul Singer financió al periodista argentino Jorge Lanata, encargándole buscar relaciones entre la ex presidenta y casos de corrupción en Nevada, EEUU. Esta presunta vinculación debe ser investigada porque la acusación es grave.

Resulta paradójico que uno de los dos medios encargados de la investigación y difusión de las cuentas y empresas ilegales inscritas en Panamá (Panama papers), el diario La Nación, se vea también implicado en dicha lista.

Continúa una campaña de persecución evidente contra la Procuradora de la Nación, Alejandra Gils Carbó, tanto buscando recortarle espacios de acción como intentando provocar su renuncia.

El actual presidente, Mauricio Macri fue citado por la justicia a pedido del fiscal Delgado, algo aceptado por el juez Casanello por estar expresamente mencionado en las empresas off shore reveladas por los Panama Papers. En otras partes (Ucrania, Islandia, España) la explicitación de esto provocó dignas renuncias. Viendo los casos del JP Morgan, que incluyen a casi todo el grupo Clarín expresamente, del HSBC, que incluyen al actual Ministro de Hacienda y los Panamá Papers, que mencionan a muchos miembros del actual gobierno, a lo que se puede sumar el incendio intencional de Iron Mountain (propiedad de Paul Singer), y la indiferencia ante el procesamiento del Presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, pareciera que en Argentina los delitos económicos no son demasiado graves. Y que eso no es visto como corrupción, a menos que sean “los otros”.

Aunque en esta carta, como en las anteriores, queremos mirar nuestra realidad nacional, no podemos sino manifestarnos preocupados por la situación en varios países hermanos, los gravísimos intentos desestabilizadores o golpistas y sus evidentes consecuencias trágicas en toda nuestra región. En esta misma línea, lamentamos el silencio de la Argentina en los foros internacionales denunciando un golpe y aplicando la causa antidemocrática en el caso Brasil, como se aplicó en su momento a Paraguay.

No podemos concluir sin hacer mención a dos muertes: así como el gobierno de la Alianza comenzó con las muertes de Francisco Escobar y Mauro César Ojeda en el Puente General Belgrano (que une Corrientes y Chaco), y como en el Gobierno del senador Eduardo Duhalde la muerte de Maxi Kosteki y Darío Santillán fueron un punto de inflexión, esperamos que las dolorosas muertes de Yolanda Mercedes [Mar del Plata] y Melisa Bogarín [Las Breñas, Chaco] sirvan de dique de contención para que “Nunca Más” los pobres sean la variable de ajuste de modelos económicos genocidas.

Vemos, al menos en una primera mirada, como positivo: la ampliación de la AUH a monotributistas, la magra devolución del IVA a los sectores de menores ingresos y el aumento del seguro de desempleo (en lugar de destinar el dinero a la generación de empleo genuino). Habrá que ver cómo se implementan, la universalidad, y si no se trata de una suerte de discursos de campaña, a lo que el gobierno nos sigue teniendo acostumbrados. No podemos menos que señalar que en muchos aspectos, esto puede asemejarse más a la limosna que a dar pasos en pro de la consecución de la anhelada justicia social.

Como nota positiva también mencionamos que al cierre de esta carta una delegación del grupo de curas en la opción por los pobres se entrevistó con la presidenta -mandato cumplido- Cristina Fernández de Kirchner en la Parroquia Ntra Sra de Fátima, de la Isla Maciel (Avellaneda). El motivo fue intercambiar miradas sobre la realidad preocupante que venimos observando y analizar su propuesta de constituir un Frente Ciudadano.

Dios se hace presente en la historia. Y es en la historia – nuestra historia – que Jesús se manifiesta a la humanidad. No se trata de una suerte de energía, de ondas, de espiritualismo light, sino de un amor concreto y militante el que nos convoca y compromete. Como curas no podemos sino mirar y denunciar para mirar desde el amor los dolores de nuestras hermanas y hermanos. Y desde allí señalar que el amor no pasa por discursos, sino por servicio; el amor no pasa por buenas ondas sino por un compromiso militante ante el dolor, en especial ante el dolor causado por la injusticia, el egoísmo o la indiferencia.

El amor de Jesús, modelo de todo amor, para nosotros, se jugó hasta dar la vida. Es a ese amor al que nos sentimos convocados, es ese amor el que nos hace presentes en medio de tanto dolor y tanta muerte. Se trata de un amor que se vuelve política en el buscar la vida y vida abundante para todas y todos.

martes, 26 de abril de 2016

LA FORMA DE LA EXTORSIÓN, Por Horacio González (Fuente: Página12, 26/04/16)


HORACIO GONZÁLEZ

La extorsión es insidiosa, intrusa y usurpadora. Nunca sabemos bien si una acción política o un acontecimiento cualquiera, o banal, son producto de decisiones libres o de una extorsión. Si tuviéramos que definir de alguna manera lo que los viejos estudiosos de la sociedad llamaron “acción social”, hoy diríamos que no tuvieron en cuenta la acción extorsiva, la acción que se supone libre pero se ejerce omitiéndola (u omitiéndose como acción). Prescindiendo de ella en “pago” de algo valioso que se dejaría de ofrecer si esa misma acción se acomete. Entonces, la acción cesa en nombre de ese otro valor que se conseguiría si ella se descarta. La omisión extorsiva es el sello de esta época y el modo más profundo de la actuación y la ideología del macrismo. Cuando sale una ley que pone fin a los despidos, Macri dice que es precisamente esa ley la que va a provocar nuevos despidos. Es así que para el macrismo (o como en el futuro la historia denomine a esta coalición reinante, atrabiliaria y tosca), tratar de impedir un acontecimiento infeliz, es la forma de provocarlo. En ese consiste el chantaje, la intimidación.

Por eso, la nueva sociedad macrista nos dice que para lograr algo, no hay que ser activo, ni expresarse en el idioma de las clásicas garantías sociales, ni hay que ser un ciudadano sindicalizado “a la antigua manera”. Es decir, siendo vocero enunciativo de los problemas que cada sujeto identifica en sus derechos mutilados. El macrismo no dice que goza con las mutilaciones, sino que puede resolverlas a condición de que el sujeto no las exprese, no las comente o las verbalice. La expropiación verbal pude entonces, una vez cumplida, ser “recompensada” con la adjudicación del “derecho”, que ya no tendrá ese nombre. Se llamará disciplinamiento sindical, dádiva concesiva y borramiento de la conciencia reivindicativa. Los ciudadanos serán silenciosos mutilados.

La inversión del significado que opera el macrismo es una novedad de las derechas latinoamericanas. Desmontan el habla pertinente y conceden algo bajo cuerda, en forma parcial, limitada y demagógica. Obligan a la negociación sigilosa, la mesa de negociaciones se torna talmúdica, y cada logro obtenido (que por supuesto, es bienvenido desde el punto de vista de cada trabajador) usurpa una lonja de autoconciencia. Claro que eso finalmente no es así, los trabajadores tienden a formar comunidades actuantes, pero deben triunfar también sobre lo que los atomiza y acalla. Cada hombre o mujer “perdonados laboralmente”, deben luego retomar el vía crucis de su vitalismo creativo en inferioridad de condiciones. Es un problema ético de envergadura, que mal elaborado puede derruir las bases que aún subsisten de la fuerza moral e intelectual del gremialismo argentino.

Hace poco Macri también esbozó otra perla viva del diccionario de su “mundo al revés”. Dijo que despidiéndolos, les hacía un bien a los despedidos, que luego conseguirían un “trabajo de calidad”. Este pensamiento es nuevo en la vida política de un país, aunque no es nuevo en las arcaicas acciones correccionales o inquisitoriales: el celador, el autor de la reprimenda paternalista o el que dio una orden arbitraria, hace sabe que con el tiempo “se lo agradecerán”. El amor al autor de un castigo es un fenómeno complejo, que puede explicarse en las nieblas de las figuras problemáticas de los ideales de identidad que todos atravesamos, pero que no puede ser el basamento de un pensamiento político o gremial. La fenomenología macrista llama “coaching” e incluso “pluralismo” a estas deformaciones del espíritu: su trasfondo no es economicista (o no lo es solamente) sino que apunta a una tipología específica de sumisión moral. El tema tiene que entrar con urgencia en la meditación y actividad sindical de los trabajadores argentinos, públicos o privados, despedidos o no despedidos.

Pero tampoco es ajena esta cuestión a la vida intelectual. No hay primero un intelectual y además su compromiso. Lo que llamamos intelectual es un único acontecimiento interno en la vida de un ciudadano que conjuga la ética del lector y el oscuro triunfo que debe acontecernos en contra de aquello mismo que nos extorsiona. ¿Cuál es la extorsión en el ámbito de lo que habitualmente llamamos intelectual? Supongamos que sea lo que diariamente masacra la mala relación de nuestra “agenda pública” con lo íntimo de nuestras muertes o desfallecimientos metafóricos. Es decir, un silencio reconocible y deliberado cada vez que sentimos un llamado. Cada vez que preferimos callar, dejar para otra vez, o preferir creer que eso no nos incumbía. Todos estos inevitables disfraces del yo hacen al trajín intelectual, porque preferimos no estar presos, conservar el trabajo o no decir cosas que perjudiquen a terceros.

Pero desgraciadamente la conciencia lectora tiene sus argucias (pues ella es también la conciencia sin más, con sus pliegues secretos y desconocidos), por lo cual tampoco se ajusta a la “ética del lector” que promulgó Manguel en la Feria del Libro. Se equivoca con la ética del Quijote, al que convierte en un ciudadano encogido y no en alguien que está cercano a la profunda paradoja de la semejanza y el contraste. Sus metáforas derruidas permiten una búsqueda de rango pasional, que ningún lector finalmente consigue consumar. Manguel convierte a la ética del Quijote en el producto de una extorsión “neoliberal”, en vez de verlo como un lector que en su absurda literalidad abre el camino del lector utópico que sabe contradecirse a sí mismo.

Es un error de Manguel esa visión reductiva del lector, que es tan deficiente cuando es solo lector estilista como cuando recupera por un instante la lectura ingenua que todos hicimos y seguimos haciendo en el involuntario secreto de nuestros días. Borges, no solo mal comprendido por Manguel, sino mal imitado, lo que ya es inconcebible, llamó “supersticiosa ética del lector” a quienes enfocan el acto de lectura como una suerte de especialidad técnica. Nadie –ni Manguel ni nosotros– estamos ajenos a ello. ¿Pero haremos un festín sibarítico de la lectura técnica enmascarada de humanista o de mística de los papiros remotos que nos convocan?

Pero, otra vez, algo muy distinto a la pseudo mística del bibliófilo enamorado, es la condición intelectual extorsionada y extorsionadora. Al interpretar tan equivocadamente al Quijote, como si el de la Mancha fuera un lúcido Manguel viendo televisión (“sin dejarse convencer por eslóganes tentadores y exabruptos emotivos, ni creer sin examinar noticias aparentemente veraces”, según cómo recoge su discurso el diario Clarín) nos coloca la feliz demencia creativa como una manera menor de la ciudadanía culpable. Quijote se va adecuando así a la extorsión a la que lo somete su comentarista. El autor del elogio a la curiosidad aparentemente es un ser perspicaz que no se deja engañar por la rudeza inabordable de la historia y por esos “quijotes” de los derechos sociales, en el fondo autores de noticias “en apariencia veraces”. Bravo. ¿Pero no se le ocurrió pensar en que él mismo, al decir esto, con sus sibaríticas interpretaciones de una lecturología que tiene aplicaciones interesantes pero consecuencias triviales, es parte de una cadena extorsiva que se instaló en el país, aletargando la vida intelectual y la vida política? Por un lado, sabe que no es verosímil al decir que la Biblioteca no tenía catálogo. Sabe a quien preguntar para obtener la respuesta verdadera. Pero sus inexactitudes son también amenazantes. Le contesta a una periodista de Télam por qué le preguntan a él quién es, en vez de investigar el pasado de los otros. Ahí, oculta mal que su afán intelectual por la curiosidad tiene un reborde inquisitorial. No deja de ser un caso curioso de la historia de la curiosidad.

* Sociólogo y escritor, ex director de la Biblioteca Nacional.

domingo, 24 de abril de 2016

UN PUNTO OLVIDADO: LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL Y LA CRISIS BRASILEÑA, Por Leonardo Boff (Fuente: leonardoboff.com)

Leonardo Boff

Un punto olvidado: la geopolítica mundial y la crisis brasileña
23/04/2016



Sería erróneo pensar la crisis de Brasil solo desde Brasil. Este está dentro del equilibrio de fuerzas mundiales en el ámbito de la llamada nueva guerra fría que involucra principalmente a Estados Unidos y a China. El espionaje norteamericano, como reveló Snowden, llegó hasta Petrobras, a las reservas del pre-sal y hasta a la presidenta Dilma. Forma parte de la estrategia del Pentágono de cubrir todos los espacios bajo el lema: «un solo mundo y un solo imperio». Veamos algunos puntos que nos ayudan a reflexionar.

En el contexto global hay una ascensión visible de la derecha en todo el mundo, comenzando por los mismos Estados Unidos y Europa. En América Latina se está cerrando un ciclo de gobiernos progresistas que elevaron el nivel social de los más pobres y afirmaron la democracia. Ahora están siendo asolados por una ola derechista que ha triunfado ya en Argentina y está presionando a todos los países suramericanos. Hablan, como entre nosotros, de democracia pero en realidad quieren volverla insignificante para dar paso al mercado y a la internacionalización de la economía.

Brasil es el principal objetivo y el impeachment de la presidenta Dilma es apenas un capítulo de una estrategia global, especialmente de las grandes corporaciones y del sistema financiero articulado con los gobiernos centrales. Los grandes empresarios nacionales quieren volver a las ganancias que tenían con las políticas neoliberales anteriores a Lula. La oposición a Dilma y el apoyo a suimpeachment tienen un sesgo patronal. Fiesp con Skaf, Firjan, las Federaciones del Comercio de São Paulo, la Asociación Brasilera de la Industria Electrónica y Electrodomésticos (Abinee), entidades empresariales del Paraná, de Espírito Santo, de Pará y muchas redes empresariales están ya en campaña abierta a favor del impeachment y del fin del tipo de democracia social implantada por Lula-Dilma.

La estrategia ensayada contra la “Primavera árabe” y aplicada en Oriente Medio y ahora en Brasil y en América Latina en general consiste en desestabilizar los gobiernos progresistas y alinearlos con las estrategias globales como socios agregados. Es sintomático que en marzo de 2014 Emy Shayo, analista del JB Morgan, coordinó una mesa redonda con (publicitarios brasileros ligados a la macroeconomía neoliberal con el tema: «cómo desestabilizar el gobierno Dilma». Armínio Fraga, probable ministro de hacienda en un eventual gobierno pos-Dilma viene del JB Morgan (cf. blog de Juarez Guimarães: “Por qué los patrones quieren el golpe”).

Noam Chomsky, Moniz Bandeira y otros advirtieron que Estados Unidos no tolera que en el Atlántico Sur una potencia como Brasil tenga un proyecto de autonomía vinculado a los BRICS. Causa gran preocupación a la política exterior norteamericana la presencia creciente de China, su principal competidor, en varios países de América Latina, especialmente en Brasil. Hacer frente a otro antipoder que significan los BRICS implica atacar y debilitar a Brasil, uno de sus miembros con una riqueza ecológica sin igual.

Tal vez nuestro mejor analista de la política internacional, Luiz Alberto Moniz Bandeira, autor de “La segunda Guerra Fría – geopolítica y dimensión estratégica de los Estados Unidos” (Civilização Brasileira 2013) y en este año “El desorden internacional” (de la misma editorial), nos ayude a entender los hechos. Él da detalles de cómo actúa Estados Unidos: «No es solo la CIA… especialmente las ONGs financiadas con dinero oficial y semioficial como la USAID, la National Endwoment for Democracy, actúan comprando periodistas y entrenando activistas». “The Pentagon´s New Map for War & Peace” enuncia las formas de desestabilización económica y social a través de los medios de comunicación, periódicos, redes sociales, empresarios y de la infiltración de activistas. Moniz Bandeira llega a afirmar: «no tengo duda de que en Brasil los periódicos están siendo subvencionados)… y que hay periodistas en la lista de pagos de los órganos citados más arriba y que muchos policías y comisarios reciben dinero de la CIA directamente en sus cuentas» (cf. Jornal GGN de Luis Nassif de 09/03/2016). Podemos imaginar cuáles serían esos periódicos así como los nombres de algunos periodistas, totalmente alineados con la ideología desestabilizadora de sus patrones.

Especialmente el Pre-sal, el segundo mayor yacimiento de gas y petróleo del mundo, está en el punto de mira de los intereses globales. El sociólogo Adalberto Cardoso de la UERJ en una entrevista a la Folha de São Paulo (26/04/2015) fue explícito: «Seria ingenuidad imaginar que no hay intereses internacionales y geopolíticos de norteamericanos, rusos, venezolanos, árabes. Sólo habría cambio en la Petrobras si hubiese una nueva elección y el PSDB ganase de nuevo. En ese caso, se acabaría el monopolio de explotación, las reglas cambiarían. El impeachment interesa a las fuerzas que quieren cambios en la empresa estatal de petróleo, Petrobras: grandes compañías de petróleo, agentes internacionales que ganan con la salida de la Petrobras de la explotación de petróleo. Parte de esos agentes quieren sacar a Dilma».

Estamos ante un pensamiento conspiratorio, pues ya sabemos cómo actuaron los norteamericanos en el golpe militar de 1964, infiltrados en los movimientos sociales y políticos. No sin razón la cuarta flota norteamericana del Atlántico Sur está cerca de nuestras aguas.

Debemos concienciarnos de nuestra importancia en el escenario mundial, resistir y buscar el fortalecimiento de nuestra democracia, que represente menos los intereses de las empresas y más las demandas tan olvidadas de nuestro pueblo, y en la construcción de nuestro propio camino rumbo al futuro.

Leonardo Boff es articulista del JB online y escritor.

Traducción de MJ Gavito Milano

sábado, 23 de abril de 2016

DESPIDOS: EL TRABAJO DE DON PIRULERO, Por Manuel Martín (Fuente: Agencia de Noticias Paco Urondo)

Mauricio Macri,  y el Ministro de Modernización del Estado, Andrés Ibarra

EN RELÁMPAGOS POST 23 ABRIL 2016

AL DON PIRULERO. “Revisen el homebanking a ver si a todos les depositaron”, anuncia un compañero al entrar a la oficina. Ella prende la computadora pero no puede acceder: el sistema no acepta su usuario. “No, a mí no me depositaron”, dice otro. Llama a Informática, que no; revisa en Contable, que no, pregunta en Personal, tampoco. ¿Yo señor?, sí señor, no señor, ¿pues entonces quien lo tiene?

Preguntan a sus compañeros, nadie sabe qué pasa. Llaman a personal, que no trabajan más les dicen, que lo hablen con su jefe. “¿Qué Director si todavía no han designado a nadie?”. No encuentran reemplazantes, dicen. ¿Yo señor?, sí señor, no señor, ¿pues entonces quien lo tiene?
Dicen que te notifiques. Dicen que no lo hagas. Que no cobres la liquidación. Que el gremio está armando una lista, un legajo, una carpeta. “¿No debería haberme enviado un telegrama?”. ¿Yo señor?, sí señor, no señor, ¿pues entonces quien lo tiene?

Yo no tengo ninguna información, le dice la Directora. Esto depende del Ministerio, le dice el secretario. Acá llegaron las listas, notifícate en personal del Ente de contratación. ¿Yo señor?, sí señor, no señor, ¿pues entonces quien lo tiene? Nadie sabe. Nadie dice. Nadie le pone voz a esa palabra de autoridad.

Leo en un post de Facebook, “aunque estuvieran justificados los despidos, no son modos de comunicarlos”. ¿Justificados? Le preguntan en los comentarios, y le zampan un choclo de retruques. Pero no está mal pensarlo de esa manera. En el gobierno de la comunicación los modos son centrales. El mensaje no es el despido, pues si de ñoquis y eficiencia se tratara hubiese sido más fácil. El mensaje es la forma en que se implementan. Sin criterios, ni explicaciones, ni responsables.

ENCERRONA. El filósofo italiano Giorgio Agamben decía que la esencia del campo de concentración no era la ni la tortura, ni el hambre, ni siquiera la muerte, sino el estado de excepción. El estado de excepción es aquel en el que la Ley queda suspendida, y se origina en la confusión entre el Pater (la ley) y el Tata (la autoridad que inviste la ley), de manera que la primera queda subsumida en la figura que la representa.
Para los campos de concentración en Argentina, Fernando Ulloa - psicoanalista que trabajó con los primeros equipos de salud mental de los organismos de derechos humanos, conceptualizó esto en la idea de “encerrona trágica”. La figura, mucho más poética a mi gusto, alude a lo mismo: la situación de dos que configura la tortura (torturador – torturado). En esa posición la voluntad de uno reemplaza totalmente al otro pues no hay un tercero a quien apelar. El torturador se presenta como Ley y autoridad, Pater y Tata, desapareciendo el tercero (la Ley) que pueda desentrampar esa encerrona. Pilar Calveiro, en su texto sobre los campos de concentración en Argentina, señala justamente el poder Totalizante del campo en ese “no dejar morir al detenido”, más que en la tortura o el asesinato. La voluntad del Uno en su máxima expresión no aniquila al Otro, sino que lo sostiene en vida, alienándolo de la voluntad ultima: la de quitarse su propia vida.

EMERGENCIA. Emergencia en seguridad, emergencia económica, emergencia estadística, emergencia laboral. El Estado actual reproduce, fragmentada pero persistentemente, el estado de excepción. El Estado de excepción da forma a un nuevo modo del poder que parte de dejar en suspenso al otro. “El otro” en el estado de excepción son esas “vidas precarias” que denomina Judith Butler, cuerpos lanzados a la incertidumbre del desierto social: sin ley no hay certidumbres. Y esta incertidumbre actualiza un sentimiento arcaico de indefensión, que en las víctimas de violaciones de derechos humanos es visible en sus efectos. La incertidumbre es ontológica, pues lo que se le arrebata a la víctima no es la libertad sino la palabra: el sujeto queda a merced de la palabra del otro. Es el otro el que lo nombre: subversivo, zurdo, cabecita. Piquetero, militante, ñoqui, vago, planero. Entre la desocupación y la precarización se configuran los nuevos desaparecidos.

La importancia de identificar esta lógica de funcionamiento del terrorismo de Estado es central, pues el genocidio no es algo que se dé de un día para otro: sus prácticas anteceden y permanecen activas, sigilosas, efectivas. Las prácticas genocidas, como las conceptualiza Daniel Feierstein, se instalan como rutinas de funcionamiento en las instituciones. La “encerrona trágica” se normaliza en un estado anterior que es el estado de la mortificación institucional. Cuando los agentes representantes de la Ley, aquellos investidos con los ropajes del Estado, se confunden con el mismo.

Para eludir esta confusión, el Estado debe recordar todo el tiempo que el origen de la Ley es el poder Soberano. Que la ley ordena en tanto es expresión de una Voluntad política popular que la sostiene. Cuando esa voluntad se invisibiliza, cuando la ley se presenta como algo “dado” del orden de lo natural, entonces el orden político se subsume en el mercado.

El solapamiento de Estado y Mercado conlleva la confusión entre el Pater y el Tata. En la lógica del Estado, la institución es la Ley. El Estado es el Soberano, es quien está investido en las leyes, y por ende su palabra es Autoridad: auctor, quien escribe las palabras de que está hecho el mundo.

En cambio, en el Mercado, las leyes son “naturales”, las leyes del mercado están ahí, hay ciencias encargadas de develarlas, hay gurúes, y pronosticadores, pero nadie “las hace”. La gran invención del siglo XIX según Polanyi es presentar este mundo naturalmente autorregulado. Cavallo lloraba cuando reducía las jubilaciones pues su padre era jubilado; Macri señala que le "duele tomar algunas decisiones, lo que generan, pero es el camino de la verdad"; creencias, expectativas, oportunidades y tragedias, todos víctimas, no de sus decisiones, sino de ese telos autocrático que regulaba a todos.

NEOLIBERALISMO. Christophe Dejours ubica muy bien ese desplazamiento de las lógicas genocidas de lo político a lo económico en su texto “La banalización de la injusticia social”. Allí, tomando el testimonio de Eichmann, tal cual lo hacía Hanna Arendt, da con la génesis de los efectos del modo de organización del trabajo neoliberal: la inoculación del dolor.

En Dejours la pregunta es moral. ¿Cómo es posible despedir a alguien, dejarlo en la calle, eliminarlo socialmente? Pues bien, ¿cómo fue posible para Eichmann despachar sin culpa, remordimiento o cargo, vagones y vagones, trenes y trenes, de personas, sabiendo el destino? La respuesta es ética, “mi preocupación era hacer bien mi trabajo”. La impersonalidad esencial de la maquinaria burocrática llega a su extremo. No se trata de autoridad de la orden (obediencia debida) sino de la técnica interiorizada y transformada en máxima subjetiva que explica, sostiene y protege al yo de las consecuencias no deseadas de la acción.

No hay obediencia debida, porque justamente la autoridad, la figura externa que da palabras y sentido al mundo, se diluye. Y esa es la esencia del modo neoliberal de comprender el mundo. De ahí que su modo es el cinismo, una suspensión del juicio moral, entendiendo que todo valor es relativo. Develar las reglas del mundo. Para los cínicos griegos esto implicaba volver sobre una vida sencilla, acorde con la naturaleza. Para nosotros implica volver sobre la economía, el mundo doméstico, la técnica en tanto eficiencia.

PATERBUREAU. Me tomo el atrevimiento de introducir otra semblanza. Allá por el año 98 entramos con una compañera de estudios al Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires. Éramos “practicantes”. Traducido, los “che pibes”. La oficina era un gran espacio cercado por ficheros y escritorios dispuestos en tetris. Cada uno de esos escritorios era ocupado por una trabajadora, que para mí, que en ese momento tenía 24 años, era una “señora”. Yo llegaba alrededor de las 8 de la mañana y, como lo había explicado Bochi el primer día, desplegaba los expedientes sobre la mesa y preparaba el mate. “Así, cuando viene Carlos, vos estás trabajando”, me decía.

Carlos era el voluminoso y afable Jefe de Departamento, que obviamente tenía muy claro que yo estaba cebando mate y no poniendo sellos cuando él llegaba. Y por eso se sentaba a mi lado y me pasaba las secciones de El Día que iba leyendo. Así transcurría esa primera media hora, poniéndose a tiro de los chismes ministeriales, que si tal faltó, que si tal se peleó con tal, que llévenle las cosas a tiempo a la Directora que tiene reunión en la DGA. Luego, Carlos se encerraba en su cubículo, y arrancaba el día.

Carlos era un jefe, serio y mandón, pero comprensivo y atento. Se comportaba en el Departamento como un patrón de estancia. Cuidaba de los trabajadores al tiempo que les exigía la tarea. Atendía los problemas y se hacía responsable ante los directores de nuestras faltas. Pero no dudaba en pegar una sacudida si había algún maltrato. Atendía personalmente a los empleados que tramitaban altas, bajas, jubilaciones, y otros papeleríos. Bochi, Patricia, Rosa, lo secundaban desde hacía años, conocían a los hijos, a la mujer, sabían que “El Gordo” escondía empanadas en los cajones del escritorio y eso no impedía que le censuren las facturas de media mañana.

Carlos supo escuchar cuando, con la compañera, le propusimos un proyecto para quienes estaban en vías de jubilación. Supongo que no entendía de que se trataba, pero confiaba en los saberes de aquellos “pibes” que venían a tomar la posta institucional.

EQUIPOS FELICES. Retomando Al Don Pirulero, y parafraseando a Benjamin Coriat, dos meses después un hombre retoma el camino a la oficina. Ya pasaron los despidos, un tercio de la oficina “no está” pues “en algo andaban”. Otros quieren volver. La mayoría necesitan saber que esperan de ellos, si ellos mismos peligran, si deben esconder sus perfiles de Facebook, si pueden ir a esa marcha, firmar el paro, continuar trabajando con ese municipio, con aquella organización, en esos temas.

Dos meses después los directores “bajan” a las oficinas. Dan la cara y comienzan a dar respuestas. Se le dice a los despedidos que “haremos todo lo posible para reincorporarlos, esto nos supera, no depende de nosotros”, incluso hasta se reincorpora personal; se le dice a los trabajadores, “vamos a blindar al equipo, se ve que trabajan”; y especialmente, se toma nota, se apuntan ideas, problemas, necesidades. “Eso tienen que hablarlo con tal”, “vamos pedir esos recursos”, “podemos ver de agilizar la comunicación”, “poner un referente”. Sin embargo, esa oficina nunca será la misma. En varios sentidos.

MERCADO Y POLITICA. En primer lugar, el daño está hecho, y los directores lo saben y están agradecidos por ello. Ellos no vienen a responder por los despidos. Es más, pueden decir “voy a hacer lo posible para evitar que siga sucediendo”. Como si ellos estuvieran en otro lugar, o pertenecieran a otra estructura. Es la lógica del mercado, de la economía, las cosas suceden porque hay condiciones para que sucedan. Y punto. No hay poderes y voluntades que tuerzan esas lógicas. 
Mientras que Carlos felicitaba y reprendía, daba órdenes y ponía la cara frente a empleados y jefes, hoy lo que se hace es “crear marcos de acción”. Crear marcos es imaginar canales por los que las lógicas naturales circulen sin torpezas. El mundo del mercado es un regreso al estado naturaleza, no solo en cuanto a la competencia y al “todos contra todos”, sino porque el mercado arrasa la cultura al entender que cualquier construcción humana está destinada a perder frente a fuerzas casi esotéricas.

DISCIPLINAMIENTO. En segundo lugar, los efectos están desplegados, y los trabajadores lo saben y no pueden evitarlo. Christophe Dejours, reprendía en el texto citado antes, a la izquierda sindical de los setenta que, en pos de defender los puestos de trabajo frente a la desocupación abandonó el problema del trabajo propiamente dicho (el sufrimiento en el trabajo) en manos de una nueva ciencia: los recursos humanos. En ese contexto, perdió de vista que el efecto de la desocupación era “inocular dolor” en los trabajadores, pues frente a eso otro desfiliado, pauperizado, expoliado, “quien soy yo para quejarme”.
La victimas del terrorismo de Estado ponen en juego todo el tiempo este mecanismo por el cual, frente a horror sin palabras que significa la desaparición, que puede significar mi dolor de superviviente. Agradecer que “estamos vivos”. “Estamos mal pero vamos bien” es la ampolla que día a día nos inyectamos para empezar el día.

El verdadero objetivo se devela, como siempre, el capital devela que su problema no es el número sino el poder. Un nuevo modo de ejercicio de poder. No se trata de sacar gente sino de disciplinar lo que queda, pero ese disciplinamiento no deviene de un mundo legitimado (racional, tradicional o carismáticamente), sino de la falta de legitimación. Un poder sin autoridad que frente al paterbureau de Carlos hecho de reglas, órdenes, consejos, opone la incertidumbre y el dolor ajeno como mecanismo que sustenta la autoexplotación.

A LA DERIVA. Finalmente, es Director, a diferencia del “Gordo”, no está ahí para decir que hacer, no está para responder, no da ni quita. Solo toma nota. Y tomar nota no es tomar decisiones. Y no tomar decisiones es una forma perversa de ejercer el poder. Una autoridad que juega por ausencia, que se esconde, se presenta más como un canal para facilitar que como alguien que debe responder por cierta responsabilidad.

Y acá la incertidumbre devela su esencia. La falta de certezas deviene de la falta de saberes, y de la necesidad de apropiación de los saberes del otro. Vengo a ver que hacen, que me cuenten sus ideas, a tomar nota, sacarles ese saber, gestionarlo, apropiarlo.

El poder se escabulle, como el dinero en una off shore, como en un juego de muñecas rusa. Abrimos una caja y ya no está, pero hay otra caja, que abrimos y tampoco está. Y así al infinito. Como en la guerra moderna. Dentro de una organización hay otra organización, y otra organización.

Esta Ceocracia, que pretende manejar al Estado como una empresa, entiende correctamente que el Estado es una organización y que debe ser gestionada. Pero pierde de vista que no es cualquier organización. Que el poder soberano, la Ley, no está por fuera. Y al negar ese lugar, al pretender investir la soberanía con la ubicuidad del mercado, disuelve nuestros mundos, reinstala la encerrona trágica, y nos abandona en un estado de indefensión.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos para un instante de peligro. Selección y producción de textos Negra Mala Testa y La bola sin Manija. Para la APU. Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)

viernes, 22 de abril de 2016

LA MÁQUINA DE DISCIPLINAR, POR MARÍA PÍA LÓPEZ (Fuente: Emergente)

María Pía López

 

 


La máquina de disciplinar


Texto: María Pia López / Fotos: Emergente


Viernes 8:15


Recibo mensajes angustiados. Dicen que en la Biblioteca Nacional se interrumpió la mesa de negociación por las reincorporaciones de los trabajadores despedidos. Me escribe Marta Dillon preguntando qué sé y cuenta que en las redes acusan a los activistas que estuvieron en la Feria del libro y a quienes difunden, como Emergente, por provocar la caída de la negociación. Bueno. Así las cosas. Pregunto: ¿llamaron de Modernización a la noche a los gremios de la BN para suspender? ¿Suspendieron la mesa con los dirigentes sindicales por una acción que hizo un grupo de colectivos y activistas culturales? ¿Los trabajadores despedidos de la Biblioteca son rehenes que están a la espera de ver ejecutada la condena por cualquier cosa que ocurra, incluso en la Feria del Libro? No se entiende. No se entiende el chantaje del Ministerio. Es como si echaran a los empleados que trabajan en la organización del Bafici por los escraches contra Lopérfido.






















El revés del discurso de la felicidad es el ejercicio del miedo. Generar un estado de pánico respecto de perder el trabajo, ser excluido, dar por finalizada la espera de la reincorporación con el telegrama efectivo. El mecanismo es claro: despiden cientos, dejan sin tarea a otros tantos, los ponen bajo la amenaza de ser también despedidos, abren una mesa de negociación, obligan al silencio para mantenerla abierta. Las listas infames de los despidos se completan con la espera y la presión para ingresar a otra lista. La humillación es plena. Porque se le resta a las personas el derecho a decir sobre su propia posición. No hay felicidad ahí. Hay angustia, hay dolor, hay miedo. ¿O será eso la felicidad que nos prometen?






















El miedo disciplinador se esparce. Queremos mantener la vida antes de rebelarnos. El siglo XX fue el laboratorio de los modos de controlar poblaciones enteras. Ese saber se convierte en manual de gestión empresarial en las democracias. Los que hicieron los juicios de Nüremberg bien saben aprovechar lo que probaron los condenados. Lo siguen haciendo. Miren la Biblioteca Nacional, si no. Los trabajadores que twittean dicen: nos cagaron. Se lo dicen a quienes participaron de la acción en defensa de la Biblioteca. El miedo disciplinador logra separa los grupos de personas que resisten, viendo en los otros la barrera para una eficaz negociación con el que humilla. Es como si los trabajadores de un hospital vieran en los pacientes que hacen un reclamo público por presupuesto o una condena a un director que tiene un pasado condenable, como adversarios y no como aliados, como aquellos que rompen la normalidad que permite perseverar. El miedo disciplinador inventa una seudo normalidad, en donde todo pende de un hilo. En especial la diferencia entre hundidos y salvados. Hay que condenar, de todos los modos posibles, que las personas sean sometidas al miedo. Para eso, es necesario un conjunto de alianzas que atraviesen las instituciones, que las desborden, que piensen dentro y fuera de ellas, que las vuelvan a imaginar.



















Biblioteca

sábado, 16 de abril de 2016

EL FRENTE CIUDADANO, Por Horacio González (Fuente: Página12, 17/04/16)


HORACIO GONZÁLEZ

La expresión Frente Ciudadano es cuidadosa y sutil. Por supuesto, conocemos la larga historia de los frentismos políticos y sociales en el país y en el mundo. Los frentes son el recurso último de alianzas contra los poderes manifiestos de la destrucción de las plataformas mínimas de convivencia colectiva. No hay corriente ideológica o tradición política que no tenga en sus legados una memoria frentista. El peronismo se denominó frentista, y hasta hoy insiste en tener ese carácter. Pero su estilo de amalgama interna no lo provee exactamente de lo que es el signo frentista por excelencia, que es un hilo que enhebra en un soplo sutil diversas acciones heterogéneas y solo conectadas espontáneamente entre sí. Sin duda, en los años en que se mantuvo despojado del poder del Estado (cuando el Estado era apenas una fantasmagoría, un jeroglífico borroso del pasado) fue frentista. Pero casi sin saberlo, sin decirlo, o admitiéndolo con restricciones. Es que el nombre que portaba tenía una plenitud que lo ampliaba al infinito pero le daba fronteras explícitas. De todos modos, numerosas izquierdas de la época hicieron diversas experiencias con un frentismo implícito en el seno del peronismo, que amagó rechazarlas pero las admitió en su lenguaje reivindicante: el ejemplo son los programas de Huerta Grande y La Falda, que los memoriosos, nunca escasos en este país, recordarán.

No era exactamente el tipo de Frente de Liberación Nacional que imperaba en el mundo en esa época, cuya marca registrada provenía de Argelia, la Argelia de Fanon y de Sartre. En nuestro país, esa figura del FLN se convirtió en un añorado y apetecido sintagma, pues en su forma clásica involucraba a las clases subordinadas al poder colonial, invocaba la formación de una identidad “descolonizada” y aportaba una fenomenología de la violencia cuya vibración era la reconstrucción de un sujeto colectivo. Pero sin serlo, pues las realidades latinoamericanas no consentían tan fácilmente con la realidad de un ejército de ocupación exterior, y había que darle ese nombre a las propias fuerzas armadas del país. Por eso, el “FLN” se convirtió en lo que llamamos el “modo implícito” del aglutinamiento de fuerzas reconstructivas de la nación, lo que revertía inevitablemente sobre el peronismo. Lo convertía en el centro de ese frente y lo obligaba a incorporar definiciones que originariamente no poseía. Especialmente en la reconversión del concepto de “tercera posición” en “tercermundismo”. El primero era geopolítico, el segundo ideológico-cultural.

Por eso, el frentismo argentino siempre fue un implícito social, una utopía que rodeaba como un halo deseado e imposible las verdaderas amalgamas que se proponían como frentistas, pero se encontraban con el obstáculo de que ellas mismas se constituían en el propio cierre de su experiencia. Nuevamente hay que volver al ejemplo del peronismo. Bajo ese colmado nombre se desarrollaba una experiencia notoriamente frentista –en su origen, despliegue, diseminación y nueva retención aglutinante de sus significados–, pero su modo real de existencia era el del goce de su identidad ampliada y consumada, bajo un sello definitivo. Así también procedía la lógica de sus cambios, pues si todo ya estaba cumplido, podía ser tan plástica, que podía tomar o absorber el neoliberalismo u otras consignas de la globalización, sin creer que se desmoronaba un centro esencial de su cultura política originaria. La que en su propia literatura supo denominarse “el día maravilloso”.

En estos graves momentos, debería entenderse por la expresión “frente ciudadano”, una invitación a revisar los anteriores intentos frentistas y de interrogar al peronismo por sus vetas de esa índole, pasadas o presentes, en especial las que lo aproximaron a las sensibilidades de izquierda, locales y mundiales. Implica esto abrir un cofre de la historia, donde hallamos ese nombre y otros. Y también letras del alfabeto que según el caso son deshonradas o reverenciadas. Abrirlo con una llave “ciudadana” (el aire de la libertad) que al parecer tendrían un componente inexpresivo, meramente incoloro. Porque sabemos que el ideal ciudadano lleva en su condición una ausencia notoria de lo que hay de energía social, nacional, clasista, laboral o proletaria, como hubiéramos dicho antes según el idioma que habláramos.

Pero ahora no es así, pues su fuerza es tácita y memorística. Solo obliga a la disponibilidad, es decir, a ser exonerados mutuamente de prejuicios y procurar nuevos entornos de revinculación. El Frente Ciudadano, precisamente por su carácter urgente –de serena intranquilidad política–, es nuevamente una gran fuerza implícita que recorre a todas las demás, es un acto de averiguación e interpelación, cuyo único centro politizante, es la específica memoria de haberse lanzado esa idea en Plaza Pública. No la tradicional Plaza a la que siempre concurrimos, sino en esa extraña localización topográfica que componen la Estación Retiro, la Casa de la Moneda, la Iglesia Stella Maris, el edificio de la Marina y los Tribunales que ocupan la gris construcción de la antigua Vialidad Nacional. Esta zona desteñida, amarga y oscura del urbanismo argentino, hecha de retazos y sobras, contiene sin embargo, muchas de las incógnitas del pasado nacional, sus instituciones económicas, viales, portuarias, jurídicas, religiosas, militares y financieras. Fue oportuno decir allí ciertas palabras. No ignoro que el frente ciudadano tiene como reverso de su moneda la cara del frente patriótico. Así se lo enunció, con esa difícil reversibilidad. Pues bien, el enunciado fue frentista, esto quiere decir que en la dimensión ciudadana, está disponible su dorso patriótico. Al decírselo de esa doble manera, no se abandona la libertad de opción, la poderosa libertad de escoger los nombres en la variedad que los caracteriza, con lo que la expresión frentista se torna un horizonte nuevo del pensar y actuar en común.

ACERCA DEL KIRCHNERISMO Y LA NUEVA SITUACIÓN, Por Jorge Alemán (Fuente: Página12, 16/04/16)


JORGE ALEMÁN

El kirchnerismo habitó integralmente, por razones de época, en el interior del neoliberalismo. Transitó entre sus dispositivos de poder como una contraexperiencia política llevando algunos puntos al límite y manteniéndose, en otros, bajo los esquemas de dominación neoliberal. En definitiva, es propio de las épocas pos revolucionarias, donde no hay ruptura absoluta ni muertos por combate, realizar experiencias populares inestables, frágiles, con giros puntuales donde una voluntad popular emerge con fuerza pero es intermitente y no está del todo nunca asegurada como un sujeto histórico

El macrismo, en cambio, es el neoliberalismo consumado en su esencia, es su despliegue como voluntad de poder. Por supuesto que se puede criticar al kirchnerismo e incluso demandar su autocrítica en aquellos puntos donde no pudo, no supo, no quiso separarse del poder neoliberal. Pero los que quieren establecer una suerte de continuidad entre el kirchnerismo y el macrismo, porque el kirchnerismo no superó ni rompió con los dispositivos neoliberales, le hacen el juego a los cínicos del aparato mediático macrista, donde muchos de sus exponentes han conquistado su cinismo perverso gracias a su procedencia de “izquierda”.

El kirchnerismo es la huella de una contraexperiencia que merece, más allá de los problemas críticos a los que remite, ser mantenida como expectativa y disposición histórica. No fue un corte ni una ruptura con el orden neoliberal, pero sí fue lo suficientemente perturbador como para establecer una nueva referencia para la izquierda que no es antiperonista, pero que ya atravesó la identificación totalizante y religiosa con el peronismo de estado. La oposición al macrismo se debe hacer desde algunos aspectos cruciales del kirchnerismo, el kirchnerismo sigue siendo una disposición y una expectativa, es cierto que muy frágil como lo fue su contraexperiencia, pero es aún el punto de partida de una nueva frontera de la política argentina, es la primera fuerza material y concreta que puede valer como referencia para un frente de izquierda popular aún por formular en sus condiciones de posibilidad.

* Psicoanalista y escritor.

MILAGRO SALA: LA PRESA SACRIFICIAL DE LA ÉPOCA, Por Melisa Gaona (Fuente: Agencia de Noticias Paco Urondo)


Milagro Sala, presa política.

En su Calibán y la bruja Silvia Federici relata el modo en el que la persecución a las brujas se sostenía a través desde distintos niveles discursivos, y cómo este tema se imponía como debate favorito de distintos sectores de la sociedad. La cacería para su enjuiciamiento y muerte tenía, de acuerdo con la autora, el fin último del control sobre los cuerpos y la represión social, y funcionaba como descarga voraz para un tipo de equilibrio.

Por estos días, mientras llegamos a los tres meses de encarcelamiento de Milagro Sala, se aproxima el primer juicio oral contra la líder de la organización Tupac Amaru. “¿De qué se la acusa?” se preguntó CFK en las puertas de Comodoro Py. Una pregunta lógica, siendo ella misma imputada y citada por estos días. En el caso de la jujeña, se inicia el juicio por daño agravado y amenazas contra el actual gobernador de la provincia Gerardo Morales, por los años de aquel escrache en 2009 aún senador nacional.

Esta denuncia, sumada a las más actuales por instigación al delito y al tumulto, fraude y asociación ilícita se han ido acumulando a lo largo de estos meses, como mecanismo que en la reiteración sostiene y agrava las posibilidades de libertad en lo inmediato. En la provincia no tuvieron la más mínima repercusión todas las voces y organismos nacionales e internacionales que se alzaron contra la privación ilegítima de su libertad.

Toda esta escalada inició cuando el gobernador Morales se propuso como primera medida de gobierno no claudicar frente al mero pedido de diálogo por parte de Milagro Sala y la Tupac. Empero, en las últimas semanas tanto él como sus funcionarios se han reunido repetidas veces con distintos líderes de la red de organizaciones en pos de acuerdos y programas para desmovilizar y fragmentar al movimiento en sistemas atomizados de cooperativas sin verdadero poder real a futuro como interlocutores políticos.

Ser parte de la Tupac implicó en Jujuy una histórica persecución social. La concreción de esa persecución mediante la erosión institucional y un sistema punitivo adicto solo materializa lo soñado por años. Este fue el discurso clave de la campaña de Morales quien no hizo más que hacer rendir un planteo presente entre distintos sectores políticos-culturales a nivel local: el llamado a la “paz social” y el “consenso” mediante la erradicación de lo problemático, y el “salvataje” de las víctimas cautivas de Milagro, la hereje jujeña. Hoy esos tupaqueros, otrora perseguidos, aparecen como sujetos por rescatar del envilecimiento que promovió Milagro Sala. Si antes no existieron como sujetos de derechos, hoy solo existen para ser sujetos “a recuperar” después de lo que “se les hizo”.

No obstante, hasta el hartazgo hemos presenciado en las inmediaciones de ese acampe en Jujuy, conciudadanos que al pasar rogaban ansiosos que se tirara una bomba sobre esa plaza –como en las peores postales de nuestra historia–, o que la policía los desalojara a cualquier precio. La condición para llegar al consenso se hace a expensas de que los actores hegemónicos resuelvan los nuevos términos de la convivencia mediante el dictamen de la eliminación del antagonismo erradicando la alteridad, y con ella a Sala, quien parece presentarse para los jujeños como la personificación de los incontables males que aquejaron a la provincia durante la última década y media. La Tupac Amaru ha sido y es catalizadora simbólica de actitudes, no solo destituyentes de la institucionalidad política, sino de las más claras muestras de que los virajes del exterminio histórico latinoamericano y argentino continúan habitando el imaginario cultural acerca de cómo resolver el problema con el otro.

En Jujuy se decía “es cuestión de tiempo” para que Milagro caiga. La condena estaba escrita ideológicamente antes de que se generara efectivamente en el mundo empírico. Esta función aparentemente profética es lo que Angenot señala como “precondición dóxica”, y así como se planteaba “el judío traicionará”, aquí opera algo similar a “el negro se violentará” y “el negro/la negra robará”. Un llamado a la denuncia colectiva –que reverberó por cada rincón local– funciona en tanto ha sido exitosa la diseminación del terror y el odio hacia la Tupac desde grupos y sectores sociales y políticos muy diversos al interior de la misma sociedad jujeña. Estos discursos no eran uniformes, sino que esta prefiguración de la culpa operó de modo tal que en cada sector de la población jujeña la Tupac parecía generar un tipo de afección.

Ya no caben dudas de que eran necesarios los liderazgos recios e impetuosos de cara a que ese sujeto político que se presentaba como el Estado paralelo, el mandamás de la provincia fue, después de vilipendiado por años, desmembrado por un par de operaciones quirúrgicas en su sistema. Toda esa virulencia, prepotencia y esa envergadura que se le arrogaba fue desmantelada de un momento a otro por dos o tres medidas desde la irrebatible mesura que irradian la legislación y la justicia en palabras como empadronamiento, transparencia.

Es virtud y debilidad de la Tupac tener un liderazgo que se evidencia tan áspero como condicionado por las circunstancias, sostenido sobre jerarquizaciones –discutibles– y con una figura que se presenta única e irrepetible. Milagro, a partir de toda esta precondición de sentidos y estas economías del odio –pero sobre todo por lo que representa como un tipo de imaginación social alternativo para el bienestar– se presentaba como la pieza por voltear indefectiblemente. El estado natural de cosas en Jujuy es que Milagro esté presa. Su libertad era sin lugar a dudas un estado de excepción. Los sistemas de gobierno de tipo gerenciales no pueden darse el lujo de no controlar y someter a modo de ejemplo sacrificial a una figura de este tipo, desbordante por todos los frentes.

Desde enero queda claro que la Tupac de una u otra manera iba a terminar herida o apagada en este período. El tema está en la voluntad por erradicarla y en cómo hacerlo. No era lo mismo la pérdida lenta, a cuentagotas, que solo se hubiera evidenciado como desmoronamiento causal paulatino, común a cualquier proceso político similar, que una ejecución lapidaria de este tipo, resquebrajados en grupos aislados, con la operatoria por la erradicación sacrificial de su líder, la erosión de los símbolos sobre los que se sostenían, y el total desmantelamiento de lo que se creía conseguido, ganado o inclusive refundado en Jujuy.

Solo queda una última apreciación acerca de esta apuesta sacrificial como punto de refundación político-social en la provincia (y en el país): la vaguedad de la acusación sobre Milagro –nuestra bruja–, no impide sostener su inevitable castigo basado en lo abominable de su mera presencia en la comunidad como personificación de los máximos pánicos sociales. El mecanismo de generación de la culpable castigada apacigua al menos fugazmente a la comunidad, sedienta por una nueva presa en nombre del consenso.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos para un instante de peligro. Selección y producción de textos Negra Mala Testa y La bola sin Manija. Para la APU. Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)


Relámpagos
Melina Gaona

viernes, 15 de abril de 2016

Panama Papers: Porkycracia global y CIA, Por Heinz Dieterich



 
HEINZ DIETERICH



Heinz Dieterich


En solidaridad con Alexis Ponce y su esposa Nelly, enferma de cáncer, cuyos derechos humanos sigue violando el gobierno del católico Presidente Rafael Correa


Panama Papers: Porkycracia global y CIA


1. Una operación de la CIA contra Rusia y China


Pocas veces Washington se ha visto más idiota en sus operaciones de subversión política y propaganda negra como en los Panama Papers, como muestran los datos respectivos. Toda persona informada sabe que el diario Sueddeutsche Zeitung, usado globalmente para lanzar (surface) el escándalo, es un servil vocero de la OTAN y su amo Washington; es decir, representante de la castrada clase política alemana que sirve desde 1945 de Calibán neocolonial al imperialismo estadounidense. George Soros, acusado por Wikileaks de ser co-participe en esta cábala contra Rusia y China, es uno de los arquitectos y epicentros del aparato occidental que se dedica a orquestar las “contra-revoluciones de color”. La admisión pública del portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, de que Washington efectivamente financió a traves de la USAID a periodistas que hackearon el bufete panameño Mossack-Fonseca y publicaron los Panama Papers, finalmente dio el sello de bonafide a la información respectiva de Wikileaks. Sobra decir, que USAID es uno de los principales conductos de subversión internacional que usa la CIA desde hace décadas. La divulgación de la información original por los medios occidentales se enfocó fuertemente en Putin y Xi Jinping ---pese a que no había nada incriminatorio contra ellos en los documentos--- demostrando una vez más que el Imperio puede confiar en los sólidos reflejos condicionales pro-imperialistas de sus cajas de resonancia “libres”.


2. Operación sofisticada, desenlace idiota


Toda la operación cuidadosamente hilada para influenciar las elecciones y avanzar la agenda de regime change (cambio de gobierno) en Rusia y China, se echó a perder con la aceptación pública de Toner, que violó la regla operativa principal de operaciones encubiertas de Estados Unidos: la doctrina del “desmentido plausible”. La top secrete Directiva de Seguridad Nacional (NSC) 10/2 de 1948, que determinó que la CIA debe ejecutar operaciones encubiertas de “propaganda, guerra económica, actividades preventivas directas, incluyendo sabotaje, anti-sabotaje, medidas de demolición y evacuación; subversión contra Estados hostiles, incluyendo la asistencia a movimientos de resistencia, guerrillas y grupos de liberación de refugiados”, estableció también como axioma, que la subversión y la mentira deben ser congénitos en la política exterior de Washington. Todas las actividades deben “planearse y ejecutarse de tal forma que ninguna responsabilidad del gobierno estadounidense fuera evidente para personas no autorizadas, y que, si se descubría, el gobierno estadounidense pudiera negar plausiblemente cualquier responsabilidad por esas actividades”. Esa doctrina de “plausible denial”, que es esencial para cualquier tipo de actividades subversivas y criminales estatales, fue grotescamente rota por Toner en el caso de los Panama Papers. La razón del faux pas (paso en falso) es obvia: con la evidencia de Wikileaks, todo “desmentido plausible” de la mano peluda de Big Brother era implausible.






3. ¿Por qué no hay gringos?


Comparado con las revelaciones de Assange, Snowden, et al, en los Panama Papers casi no se mencionan delincuentes de cuello blanco de Estados Unidos. Esto es así por dos razones: la operación se dirigía contra China y Rusia y los estadounidenses pueden lavar su dinero más cómodamente en casa. Bajo el título: “Necesitan esconder algún ingreso? Olvídense de Panama. Use Delaware”, el New York Times reporta que en “Wyoming, Nevada and Delaware, es posible crear esas empresas fantasmas sin que nadie pregunte prácticamente nada”. Y agrega que “en algunos lugares puede ser más difícil conseguir una licencia para pescar que registrar una empresa fantasma” (8.4.2016).






4. Delincuencia económica legalizada


La mayor parte de las operaciones de empresas fantasma en los “paraísos fiscales” lesionan el bien común y público y la soberanía de los pueblos. Son crímenes económicos, legalizados por la porkycracia dominante y sus gobiernos nacionales títeres, comparables a los llamados tax inversions en Estados Unidos, la extorsión financiera de Estados supuestamente soberanos (Argentina) por los delincuentes hedge funds y múltiples otros mecanismos que ha instalado la clase dominante global para quedarse con el plusvalor de la gente trabajadora del mundo. Al decirlo con la claridad de Bertolt Brecht: “¿Qué es el robo de un banco comparado con la fundación de un banco?”






5. Delincuencia política


Hay que diferenciar las empresas fantasmas de criminalidad económica global legalizada, de las empresas fantasma que organizan los servicios de inteligencia para sus operaciones criminales. Las “contra-revoluciones de color”, el cambio forzoso de gobiernos como en Libia, Siria, Ucrania; los centros clandestinos de tortura; la destrucción de movimientos populares y la manipulación de elecciones con hackers, propaganda y corruptelas, tienen que ser financiadas con operaciones encubiertas. Generalmente, esas operaciones violan el derecho internacional y, frecuentemente también, el nacional. Sin embargo, son parte integral del arsenal político de las potencias medianas y, por supuesto, de toda potencia imperial. No cabe duda, que muchas de las operaciones de Mossack-Fonseca se refieren a


actividades de guerra sucia de este tipo, en la cual la razón de Estado ---es decir, de la clase dominante--- choca con la esencia de la democracia: los arcana imperii (secretos de Estado) con el derecho de información y decisión de los comunes, la res publica; un problema no resuelto en la sociedad de clases desde hace cinco mil años.






6. La Madre de todas las Batallas del Siglo 21


En toda época histórica hay una luz general que ilumina los fenómenos de la realidad y que configura la capacidad de comprensión humana respectiva. Hoy día, y para las décadas venideras, esa luz la proporcionan la geo-economía: la apropiación del plusproducto mundial mediante las tasas de ganancia, y la geo-política: el dominio político-militar del sistema global. Su clave de decodificación de la actualidad es el intento de Washington, de desmembrar, por todos los medios posibles, a China y Rusia. Habiendo logrado un pacto militar de agresión con Tokio, Washington envía la próxima semana a su ministro de Guerra, Ashton Carter, a la India, para repetir la hazaña mediante tres tratados fundamentales (foundational agreements): el Logistic Supply Agreement (LSA), el Communication and Information Security Memorandum Agreement (CISMOA) y el Basic Exchange and Cooperation Agreement (BECA). Si Washington logra esos acuerdos, habrá rodeado a Rusia y China con una alianza militar agresiva de tipo OTAN, que va de Japón, Corea, Filipinas, Australia, India e Israel hasta Alemania y Polonia. Considerando que Carter no se cansa en decir públicamente que Rusia es la principal amenaza estratégica existencial para Estados Unidos y que Obama estipula constantemente que no se permitirá que China modifique el actual orden mundial, queda claro que la operación Panama Papers no es más que una jugada de soft power en el gran ajedrez mundial por la dominación de Mother Earth, que Washington sólo puede ganar, si debilita a Putin y Xi, para desmembrar a Rusia y China. Se trata de la cara bonita del soft power de la Guerra Global, que el neofascismo estadounidense (neocons) libra para asegurar un nuevo American Century de dominación. Sólo una alianza militar entre Rusia y China puede evitar que Uncle Sam logre alcanzar ese objetivo.