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“Cambiar lo que somos
para fingir lo que nunca seremos
y encajar en un mundo
en el que no creemos.
Hay suicidios
que no pasan por la muerte”.
Carlos Kaballero
Es complejo. Pensábamos que íbamos a ganar por poquísimos puntos, centésimas; pero fue peor, perdimos lejos y en todo el país. Los poetas, los locos y los místicos saben mucho del escarnio, del hierro helado, de los abismos, hasta llegamos a pensar en la resistencia que pueda oponer “las grietas de los precipicios” para establecer un punto de apoyo y volver a levantarnos. Así ha sido en la vida de casi todos y todas. Lo que la vida puede hacer también lo puede hacer la vida política.
Frecuentemente decimos que no es que nosotros nos pusimos a orar graciosamente como en un remanso sino que fue la propia vida la que nos puso de rodillas: era orar o la muerte.
No todos tienen esa experiencias ni transitan esos abismos, pero la vida azarosa no puede ser controlada por la conciencia; intentar hacerlo conlleva un gran costo psíquico y hasta traumático.
Pero lo que la vida personal puede hacer es reducir el monto de los agravios, prever lo mayor posible. Tratar de aprehender el tiempo que vivimos. No sé porque razón los artistas –sea cual sea el arte que configuren-, sea por la sensibilidad, sea por otro aspecto, pueden percibir el pulso de los tiempos; entonces en el teatro del mundo desarrollan su actuación, su pintura, su poema, su película, su danza o lo que sea.
Nos da bronca haber tenido razón, hubiéramos querido equivocarnos.
Vale preguntarse si hubiéramos actuado como lo pedíamos desde este blog –y esto no es diario del lunes porque lo dijimos claramente- que había que tomar decisiones populares, que involucren decisivamente el bolsillo del pueblo, el bienestar del pueblo. En el peronismo se nos perdona todo: MENOS EL BOLSILLO.
Sabemos que en el pulso del tiempo presente acecha un látigo fascista, lo escribimos el mismo día de la denuncia de Alberto Nissman (Enero de 2015): “no es tiempo de tibios en América latina y todo el “mundo occidental” ante el mundo nazifascista que avizora en el horizonte”.
“A los tibios los vomito” dice Cristo en el Apocalipsis.
Creo que fue en el menemismo que muchos dijeron sí, los mismos que acompañaron a Macri con sus votos en el Congreso durante cuatro años. El peronismo neoliberal no tiene futuro se parece demasiado a la oposición real y efectiva, la gente va a preferir al dueño del bar, no al mozo si tiene cuentas que saldar.
Lo peor que en aquella interna de Julio de 1988 nos parecía que la Renovación se parecía mucho a la socialdemocracia alfonsinista, por eso optamos por un caudillo provincial, y a días en el poder ya había traicionado al movimiento y entregado el país a los dueños.
Está en juego la propia subsistencia del peronismo como movimiento popular. Para persistir tenemos una regla de oro: Cuando somos gobierno tenemos que hacer peronismo. No retórico sino real, provocarle un cambio de vida al pueblo.
Como decía un compañero “ser coherente con las demandas que generamos”. Pareciera que en la antinomia que planteó el gobierno entre salud-economía, el voto popular eligió la economía. En Octubre del año pasado empezamos a decirlo en los despachos públicos. ¡Quién quiera oír que oiga! Fuimos desplazados.
No es que había que descuidar la pandemia, sino que también había que tomar medidas populares para el desencanto y en serio no tibias. Crear y crear trabajo pero no con índices microscópicos sino con medidas keynesianas.
A nosotros nos pare que el Ministro de Economía, Martín Guzman, no entiende del todo esto. No puede ser el objetivo de un plan: TRANQUILIZAR LA ECONOMÍA. A quién vas a movilizar con esto. Ni siquiera a los mercados. Allí imperan las sinrazones. Keynes dijo que “el mercado es el único que puede soportar la irracionalidad largo tiempo”.
Es el gobierno el que tiene decidir su política económica y condicionar al Fondo y no el Fondo establecer la política económica del gobierno.
Está en juego el 2023 y también la subsistencia histórica del peronismo como movimiento que se diferencie de los opositores.
Esta votación es un gran toque de atención también al progresismo político, en especial al mundo intelectual capitalino. Es que –lo dijo el mismo compañero Juan Escobar-: “el progre quiere someter la realidad a su ideología”. Curiosa propuesta.
Sabemos que en España “altos fachos” arremeten contra “lo políticamente correcto” pero para hacerlos desaparecer de la vida política.
Nosotros solo queremos que sacudan la modorra, la pereza para ver el mundo tal como es y apelar al ideario peronista para contravenir el fascismo en serio. Esto es un líder que genere mística en el movimiento por su articulación populista con las bases históricas que tenemos. Que genere una Épica articulada con Estética e imbricada con la Ética. En síntesis: ÉPICA-ESTÉTICA-ÉTICA. Las tres E.
También está en juego la propia subsistencia de Alberto como político. Creemos que en su instinto de sobrevivencia apelará a hacer un gobierno peronista con Justicia Social.
En tiempos digitales y en desventaja con los medios de comunicación hegemónica nos queda también una política más agresiva con la comunicación y no sería de descartar restaurar un programa televisivo como 6,7 y 8 en la TV pública.
Decía también el compañero que “en los setenta algunos compañeros exaltados fueron a ver a Arturo Enrique Sampay le pidieron que redactara una Constitución. Sampay con proverbial tranquilidad les dijo: primero hagan la “Revolución” y después redacto la Constitución”.
Es que no hay racionalidad posible sin decisiones –lo dijimos aquí-, en algunos Organismos Públicos se navega el terreno de la “indecisión permanente”. A fuerza de ser honestos –y lo decía una compañera- “todo el Gabinete y de todos los organismos públicos tendrían que poner la renuncia a disposición del Presidente después de la elección de ayer. ¿Lo harán en noviembre?
¿Y si en Noviembre se repite el resultado?
Es difícil ganar en Noviembre pero podemos “reducir la diferencia”. Lo mismo hicieron ellos en Octubre de 2019. Y vaya si no nos condicionaron.
En definitiva el sentido es una valoración y está en el campo de la Axiología.
Es inútil el esfuerzo de los intelectuales –la misma inutilidad de su lucha eterna con la Religión- de neutralizar el maniqueísmo. San Agustín, que había transitado por ahí, nunca pudo desterrarlo. Y cuánto condicionó el pensar Occidental.
Tal vez porque es constitutivo de lo inmediato, lo que se da y percibe por los sentidos, lo mismo pero más complejo en la intuición intelectual. Pero esa intuición no es común a todos y todas.
Lo común en la intuición de la “gente” es el Bien el Mal, lo maniqueo. No lo vemos en las redes. En serio no lo vemos. Ni nosotros los populistas lo vemos, no leímos Carl Schmitt y la constitución de lo político.
No queramos parecernos a los europeos. Tienen miles de años de historia. Y no están a salvo.
Nosotros tampoco.
Claudio Javier Castelli
13 de Septiembre de 2021.-
ÉPICA-ESTÉTICA-ÉTICA, es una propuesta exigente, y decidir subir varios escalones del lugar que se está ahora. El camino de un "pragmatismo " muy alejado de la Ëpica, que fue el elegido en espacios público que conozco muy bien, como la Justicia, y negociar con lo más retardatario. es en definitiva autodestructivo. El Peronismo siempre generó un fuerte cimbronazo al Statu quo, el pragmatismo, de negociar con ese establecimiento , no es lo que el pueblo peronista reconoce. La izquierda se posicionó en tercera fuerza en el País. La lucha viene de abajo.
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