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Heinz Dieterich |
12.9.2016
Sólo China puede salvar la centroizquierda latinoamericana y Cuba, por Heinz Dieterich, para Vagos Peronistas
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James Monroe |
1. Venezuela: Batalla decisiva del Continente
Hay guerra
entre América del Norte y América del Sur. Su objetivo estratégico es la
destrucción de los gobiernos socialdemócratas (centro-izquierda) y del
Socialismo del Siglo 20, de Cuba. Brasil y Argentina, los dos países más
poderosos de América del Sur, ya sucumbieron. En la sala de espera, la recuperación
imperial de El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Cuba. La
doctrina de dominación imperialista de James Monroe se va imponiendo a la
doctrina de soberanía nacional de Simón Bolívar. Sin caer en la simplona teoría
del dominó se puede cuantificar el horizonte de tiempo, en que Washington
recuperará el control completo del hemisferio occidental. Analizando la
correlación de fuerzas hemisféricas y la geopolítica global, la hipótesis
fundada es, que el primer gobierno socialdemócrata caerá dentro de dos años y
el último en unos tres lustros. La batalla decisiva de la contienda hemisférica,
la que decide la guerra continental, se libra en Venezuela. Es el “teatro de
operaciones” continental; comparable a Siria en la guerra global Washington-Rusia,
y el Mar meridional en la guerra global Washington-Beijing. Si cae Venezuela,
caerán los demás gobiernos mencionados.
2. Guerra de clases y superpotencias
La conflagración
es doble. Es guerra de clases entre las oligarquías criollas y las corrientes
socialdemócratas tipo New Deal (Roosevelt). Y es guerra geopolítica entre el
neofascismo anglo-sionista (neocons), representado por sus títeres Obama,
Clinton, Trump, y las potencias del emergente sistema global multipolar, China
y Rusia. Si se derrumba Venezuela,
Washington acelerará el desmontaje de todos los avances soberanos alcanzados
por los gobiernos criollos rooseveltianos ---por ejemplo, la primera Escuela Antiimperialista de las Fuerzas Armadas de América Latina, inaugurada por Evo Morales el 17 de agosto, en un acto de inaudita valentía antiimperialista; el ALBA, etc.--- y, particularmente, la cooperación geoestratégica con Rusia y China. Washington está perdiendo la carrera configuradora de la nueva arquitectura global multipolar, ante Rusia y China: particularmente en lo económico y lo militar, donde no puede competir con los avances en comunicación, computación y radares cuánticos de China y los misiles hipersónicos de Rusia, ante los cuales no tiene defensas. A la luz de esta situación, el neofascismo tratará con todos los medios a su alcance, mantener América Latina en su actual estado balcanizado y dominado.
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Simón Bolívar |
3.
El problema de la batalla decisiva en Venezuela
Si la batalla por el control del Estado venezolano es la
batalla decisiva por la defensa de los gobiernos de centro-izquierda, Cuba y la
autonomía estratégica bolivariana, entonces es deber moral de todo
antiimperialista, ayudar a evitar que el Estado venezolano caiga en manos de
los monroeístas. El problema para ganar esta batalla es que la conducción del
Estado venezolano está en manos de dos figuras patéticamente ineptas: un
Rasputín político (Maduro) que se comunica con el más allá y sabe tanto de la
dialéctica de la realidad, como un burro de la física cuántica; y un Rasputín
económico (Alfredo Serrano Mancilla) importado de la manada de Podemos, cuya
distopía económica es la burla viva de las ciencias económicas. Juntos, son la
encarnación del “Elogio de la Locura” de Erasmo de Rotterdam. Y, dicho sea de
paso: teniendo Venezuela tan extraordinarios economistas como Felipe Pérez
Martí y Víctor Álvarez, entre otros, es el colmo del malinchismo
(neocolonialismo intelectual) y una verguenza nacional, que el gobierno
venezolano usa un alquimista importado, en lugar de los excelentes científicos
patrióticos del país.
4. China en la Batalla Decisiva por América Latina
Cuando mis
amigos chinos me piden evidencia empírica de que Washington trata de subvertir
a escala hemisférica los legítimos intereses (económicos) de China, les digo que
tengan paciencia. Que más allá de escaramuzas en México y Argentina, no ha
llegado el momento de la ofensiva general. Que Washington está en una fase
preparatoria, en la que tiene que destruir los gobiernos socialdemócratos y
sustituirlos por gobiernos neoliberales-monroeístas, porque necesita los
Estados como falange del ataque general. Ha avanzado mucho en esta precondición
logística de la ofensiva continental abierta contra China. De ahí, que con las
tres potencias más grandes de América Latina bajo su control, plus el desarme
de las FARC y la ausencia total de un nuevo líder secular como Fidel en la
Patria Grande, pronto veremos medidas mucho más drásticas en el roll back
imperial, que hasta ahora. El cáncer avanza aunque no aparece todavía en las radiografías.
5. China Marshall Plan vs Rasputinismo tropical
La batalla
decisiva continental, que se libra en Venezuela, no puede ganarse con el
Rasputinismo tropical en el poder, ni sin un salto cualitativo en la política
económica, anclado en una nueva programática económica y recursos financieros frescos por el orden de
unos 50 mil millones de dólares. Excepto el capitalismo financiero occidental,
sólo China podría aportar este crédito o stand-by
letter. Si quiere salvar a sus intereses geoestratégicos en América Latina,
a los gobiernos socialdemócratas y la alianza orgánica que ha disfrutado con
ellos en los últimos años, le queda un sólo camino: hablar en Caracas con los
dueños del circo, no con sus payasos: las fracciones militares de Padrino López
y Rodriguez Torres. Debe ofrecerles el China Marshall Plan, directo o vía los
BRICS, condicionándolo a la sustitución del equipo Maduro en enero/febrero,
2017, y el cambio de la alquimia económica actual por un programa
político-económico científico de salvación nacional.
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Vladímir Putin |
6. Maridaje insólito: el Buda de la Fortuna y la
Revolución de los Claveles
Si China o los
militares venezolanos no muestran la audacia para un movimiento de realpolitik
geopolítica de este tipo, con la calidad estratégica mostrada por Vladimir
Putin en Siria y en Crimea ---o si China
juzga que América Latina no vale la pena para enfrentarse a Washington--- entonces, los gobiernos de centroizquierda y
la herencia del Socialismo del Siglo 20 de Cuba, no se van a salvar de la
embestida monroeista. Y China, en el 40ª aniversario de la muerte de Mao, y el
100 aniversario de la fundación del Partido Comunista de China, habrá perdida
la oportunidad histórica de servir a los pueblos de América Latina y la humanidad
entera.
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