martes, 22 de diciembre de 2015

TECHINT Y LA GLOBALIZACIÓN DEL SALARIO, Por Eduardo Anguita (Fuente: Tiempo Argentino, 22/12/15)








El nombramiento de varios CEO en el gabinete de Mauricio Macri despertó opiniones distintas. Desde quienes creen que algunos altos ejecutivos dejan altos salarios por vocación pública hasta quienes dicen que no es creíble eso y en realidad quieren copar el Estado, principal promotor de obras de la Argentina, para moldearlo a la medida de las compañías privadas. Algunos detalles antes de brindar algunos elementos sobre Techint como una organización multinacional: la revista Mercado hace todos los años el ranking de las empresas que más venden en Argentina y hace un cuadro de honor. Hace dos años, la compañía presidida por Paolo Rocca encabezaba "el cuadro de honor". Las ventas de los últimos cuatro ejercicios (de 2009 a 2012) estaban un 33% por encima de la segunda empresa en facturación que era YPF ($ 99.859 millones contra $ 67.154 millones). La tercera en el ranking era Volkswagen, con $ 25.400 millones.
En 2014 y 2015 la facturación de Techint fue menor en el mercado interno. Pero como se trata de una transnacional, si se busca en los archivos de la revista Forbes, podrá verse que Techint tiene algunas de sus firmas radicadas en Luxemburgo, un país que no tiene yacimientos de hierro ni fábricas de acero pero sí tiene estatutos financieros que lo colocan en un el listado vip de los refugios fiscales. La propia página oficial del holding aclara que Tenaris fue constituida en Luxemburgo en 2002 "tras una oferta de cambio de las acciones de Siderca, Tamsa y Dalmine" y que "cotiza en las bolsas de valores de Nueva York, Milán, Buenos Aires y México".
Detenerse en una de las principales empresas argentinas sirve para tratar de entender algunos rumbos de la política económica más allá de lo que ocupó, con lógica, la atención de la sociedad. Es decir, hasta ahora quedó claro que los beneficiarios de la unificación del dólar y la devaluación del 40% son los exportadores y los perjudicados son los asalariados, dado que a la inflación fuerte de noviembre se le suman los aumentos incesantes de precios, que incluirán no solo las carnes rojas y los alimentos en general sino también los combustibles y las tarifas del área metropolitana de Buenos Aires donde se consume más de la mitad de la electricidad y el gas de la Argentina.
La pregunta es ¿cómo incide el nuevo rumbo en una empresa como Techint? En principio, debería pensarse que la apreciación del dólar actúa como barrera protectora contra la importación, a lo que debe sumarse el beneficio de que se liberaron las retenciones a las exportaciones. Sin embargo, en los últimos días de la semana pasada Techint pasó de echar a casi 200 trabajadores de la plata de Tenaris ubicada en Campana a reincorporarlos y dejar latente por seis meses un conflicto. Tras la distensión, Paolo Rocca se mostró junto a Mauricio Macri en la inauguración de dos estaciones de la línea H.

No solo las empresas tienen una visión global. Algunos sindicatos también tienen organizaciones multinacionales. Para tratar de entender, este cronista consultó a Jorge García Orgales, un argentino radicado en Toronto que lleva años en la United Steel Workers (USW), la Unión de Trabajadores del Acero, que abarca a más de un millón de trabajadores del sector radicados en Estados Unidos, Canadá y los países del Caribe. García Orgales se desempeña en el Departamento de Asuntos Globales y Laborales, desde donde coordina a los representantes gremiales de los trabajadores de Tenaris en las plantas que las empresas de Paolo Rocca poseen en Argentina, Italia, Rumania, Brasil, Colombia, Canadá y Japón. "Lo de Techint es interesante verlo en el marco internacional –dice García Orgales-, al igual que el resto de las empresas del acero. La crisis del precio del petróleo y la necesidad de los chinos de poner en el mercado internacional el acero que les sobra ha creado un interesante juego de ajedrez. Las multinacionales ganan cuando todo anda bien y, a lo mejor para la sorpresa de algunos, también ganan cuando las cosas andan mal. Las multinacionales del acero, incluída Techint, están reestructurando para salir de esta crisis con niveles de rentabilidad muy superiores a los anteriores. Por ejemplo, Tenaris trabaja a tope en México, en una planta muy moderna y un sindicato pro patronal corrupto, un gobierno estadual que responde a la empresa y el gobierno nacional que mira para el costado. De allí salen caños de todo tipo y calibre para todos lados; no se nota la crisis en esas plantas. En Colombia acaban de firmar un convenio colectivo dando un aumento salarial de tres puntos por encima de la inflación y acaban de renovar la planta con maquinaria moderna. Allí hay un sindicato serio pero los salarios están por detrás de otros países. En Rumania también hay salarios bajos y un gobierno favorable, pero más importante aún es que tienen energía sostenible muy barata".
En estos tres países, que son periféricos, las operaciones de Techint van bien. En cambio, en los países centrales, las cosas son distintas. "En Canadá y Estados Unidos casi todas las plantas están paradas. Los salarios son altos, el transporte más caro, hay regulaciones ambientales, de comercio y de seguridad social más complicadas. El tema es el cierre de las plantas y la suspensión de trabajadores, con la preocupación de que muchas no van a volver a abrir". Es decir, esas operaciones serían remplazadas por las fábricas de México y Colombia, con salarios más bajos y Estados más débiles, alineados con Estados Unidos. Algo similar sucede en Italia, "donde la gente está trabajando al 50% y recibiendo salarios del 70%, cuando están suspendidos gracias a subsidios estatales. Allí no pueden cerrar porque Italia tiene un Estado intervencionista y, por ahora, no les conviene irse".
García Orgales dice que algo similar a lo de Techint sucede con Gerdau, la gigante brasileña del acero que "está cerrando plantas en Estados Unidos, Brasil y España, con la excusa de la crisis. Pero se trata de plantas alquiladas o viejas. Gerdau saldrá de la crisis con plantas nuevas y de su propiedad". Las cosas van en la misma dirección en la US Steel Corporation, la principal empresa de acero del mundo con operaciones en Estados Unidos, Europa del Este y otras naciones. "O sea –dice García Orgales-, hay un reordenamiento de la industria del acero a nivel mundial para poder responderle a los chinos, cuyos precios son imparables. Por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá la gente podría trabajar gratis y todavía el precio de los chinos sería más barato". Hay una falacia respecto de la competitividad del salario: "Los salarios no son nunca el problema. El costo laboral en la industria del acero difícilmente sea más del 5% del costo del producto. Sin embargo, los salarios son lo más fácil de atacar y, lamentablemente, en muchos casos las empresas y los gobiernos buscan el consenso de otros sectores populares cuando atacan los salarios de los trabajadores industriales avanzados”.
La productividad es el resultado de la cantidad de horas-hombre necesarias para elaborar un producto: "Una planta nueva, con nuevas tecnologías, logra otros resultados. Cuando se hace el cociente de producción por horas-hombre seguro que es más productiva. Pero nada tiene que ver con el esfuerzo, dedicación o profesionalidad de los trabajadores ni mucho menos con los salarios. En el caso argentino, Tenaris vende sus caños en el mercado interno o en el extranjero al precio de mercado mundial fijado en dólares". "Durante los últimos ocho meses Techint pagó a los trabajadores suspendidos el 80% del salario en pesos argentinos. Dado que los precios en dólares de los caños no cambiaron y el peso se devaluó en un 40%, lo lógico es que pudieran pagar ahora el 100%. Pero todo es un poco más complicado. Ahora tienen apoyo político que antes no tenían, y las grandes empresas industriales están probando a Macri a ver hasta dónde llega”. Además, Rocca trata de negociar con el nuevo gobierno un acuerdo muy importante: quedarse con la totalidad de los caños de Vaca Muerta. «




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