martes, 19 de mayo de 2015

ELECCIONES Y BANCO DEL SUR, POR EDUARDO ANGUITA (Tiempo Argentino, 19.05.15)




(Agregamos este artículo de Anguita, porque es prácticamente el único, que destaca las cuestiones geopolíticas, que son imprescindibles de comprender, en la lucha de la Nación Argentina y la Patria Latinoaméricana)
De cara a las PASO nacionales de agosto, el panorama ya no tiene sorpresas. Un Sergio Massa debilitado pero que no cede ante la propuesta de ser el candidato de Mauricio Macri en el distrito bonaerense. La caminata del líder del PRO en José C. Paz, el pasado sábado, fue a apenas dos cuadras del acto que tenía a Massa como protagonista. Y cada cual fue con su referente para el estratégico distrito bonaerense: María Eugenia Vidal con Macri, y Francisco de Narváez con Massa. Si se mantiene la postulación de este último, el buen posicionamiento en las encuestas del Frente para la Victoria puede frenar el entusiasmo de Macri. Salvo, claro está, que el jefe del PRO logre aglutinar al arco opositor.
El oficialismo se anotó un poroto con el triunfo contundente de Juan Manuel Urtubey en Salta. Hay que tomar nota que el reelecto gobernador de Salta ya se posiciona de modo indirecto como interlocutor para estos próximos años, al decir que será candidato en 2019. En la cancha quedaron dos candidatos –Daniel Scioli y Florencio Randazzo– sin que se crearan fisuras. Antes bien, el escándalo en La Bombonera tapó cualquier rebote mediático sobre los porqué de la declinación de Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Jorge Taiana. Todo indica que alcanzó con que Cristina o alguno de sus allegados sugirieran qué hacer. Las tensiones entre Scioli y Randazzo pueden tener un dato a favor del oficialismo: atraer franjas distintas de votantes. Scioli es dialoguista, menos crítico con la oposición, al tiempo que Randazzo se muestra disciplinado a la Casa Rosada.
No queda claro quién está mejor posicionado en la provincia de Buenos Aires ni si se agregará Martín Insaurralde a Julián Domínguez y Aníbal Fernández. El intendente de Lomas no parece contar con la venia de la Casa Rosada y para Scioli sería abrir un frente delicado, salir a bancar al marido de Jésica Cirio que pasó sus vacaciones con Massa en Pinamar. Para el oficialismo es importante tener un buen candidato en territorio bonaerense, pero si no logran cautivar al electorado con un candidato fuerte para la gobernación, la boleta del distrito puede tener alguna sorpresa, quizá la misma presidenta como cabeza de la lista de diputados nacionales.
Randazzo salió a posicionarse como un K puro: estuvo con Carta Abierta y habla de Clarín y los Derechos Humanos para mostrarse como el sucesor natural de Cristina. Scioli, que está muy por encima en las encuestas, evita sumar conflictos con el hombre de Chivilcoy.
CAPITANICH Y KICILLOF. De cara a las presidenciales, el oficialismo parece bien parado. Sin embargo, falta tiempo y hay elecciones en varios distritos. Ciudad de Buenos Aires es algo demasiado lejano para el kirchnerismo. Es difícil saber si un mejor candidato a vicejefe podría haber dejado mejor parado a Mariano Recalde. Al menos, dará pelea y tuvo una buena convocatoria en el Luna Park. Santa Fe tiene también al oficialismo en tercer lugar y con un Miguel del Sel en punta que revela hasta dónde el marketing de la antipolítica, sumado al espectáculo, puede tomar la delantera. En varios distritos las fuerzas opositoras pueden quedar primeras, pero en todos lados el kirchnerismo tiene peso.
El próximo domingo 24 son las PASO chaqueñas. Domingo Peppo es el precandidato de Chaco Merece Más, la fuerza que orienta Jorge Capitanich, quien corre por la intendencia de Resistencia. La visita de Cristina fue un espaldarazo para ese espacio en una provincia de fuerte arraigo peronista pero que tiene como contrincante a Aída Ayala, la actual intendenta de Resistencia, de origen radical y al frente de Vamos Chaco, donde militan desde Libres del Sur hasta el PRO, salvo el Partido Obrero, Vamos Chaco forma parte del laboratorio de varias provincias donde no importan las propuestas sino el rechazo al oficialismo. En algunas, como Mendoza, el experimento fue bueno, en otras como Salta no sirvió para nada. Las PASO del Chaco serán importantes porque, si Capitanich gana la intendencia, podría ser un candidato a completar alguna de las fórmulas presidenciales. Ni Scioli ni Randazzo le harían un feo a un Capitanich ganador en su distrito.
El ministro de Economía Axel Kicillof, quizá por instrucción presidencial, incursionó demasiado en territorios que hasta ahora eran de dominio de Carlos Tomada. La convocatoria a un paro nacional para los primeros días de junio no parece ser un desafío muy importante pero la muñeca y la experiencia del ministro de Trabajo resultará muy importante para Kicillof, quien en pleno parate económico aspira a jugar un papel electoral. No parece fácil estar tan involucrado en tantos frentes de gestión y, al mismo tiempo, ser candidato. Sin embargo, todo indica que el protagonismo de La Cámpora pretende ser coronado con alguna de sus figuras en algún lugar exitoso desde el punto de vista electoral. Hasta ahora no lo lograron. Aunque Kicillof no es un camporista puro podría ser, si no hay conflictos sociales, otro de los que Cristina tenga en la manga para completar binomio de cara a las elecciones nacionales.

BANCO DEL SUR. En un diálogo con el periodista Pedro Brieger, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que en los próximos días se reuniría en Buenos Aires el Banco del Sur, y adelantó que lo presidirá un argentino. Es probable que el próximo lunes 25, cuando se cumplan 12 años de la asunción de Néstor Kirchner, varios mandatarios latinoamericanos acompañen a la presidenta. Cabe recordar que el domingo 9 de diciembre de 2007, en la jornada previa a la asunción de su primer mandato, Cristina estuvo acompañada por el elenco de presidentes que asumían los desafíos y las deudas históricas de los Estados con los pueblos de la región. Esta entidad bancaria regional fue pensada con la ambición de remplazar a los organismos internacionales con eje en Washington y fue el último acto de gobierno de Néstor. En efecto, aquel domingo, antes de entregarle la banda y el bastón a su esposa, el santacruceño firmó el acta fundacional junto a su gran impulsor Hugo Chávez. Estamparon la firma Evo Morales, Nicanor Duarte Frutos, Rafael Correa, Lula y al día siguiente lo hacía Tabaré Vázquez. Con la recuperación de las reservas de los bancos centrales y los procesos de desendeudamiento en marcha, se esperaba entonces contar con unos 7000 millones de dólares como capital inicial. Desde ya, la prioridad eran las obras de infraestructura y las inversiones en transporte para agilizar y abaratar la integración industrial y comercial de la región. Días pasados, durante el programa En qué juego estamos, que se emite por Radio Nacional, Pedro Peretti y Horacio Tettamanti, un especialista en agro y otro en logística, decían que los costos en logística en la Argentina son tres veces mayores que los de la Comunidad Económica Europea.
Quizá los siete años y medio de aquel compromiso que quedó entre paréntesis sea poco tiempo en términos históricos y lo que pueda pasar en las celebraciones del 25 de mayo pueda dar un impulso fuerte a esta necesidad vital de una América Latina con un elevadísimo coeficiente de commodities entre sus exportaciones contra un excluyente volumen de manufacturas en la importación. La integración logística, cuando se trata de hacer llegar granos, carnes o minerales a los puertos es vital para que la ecuación sea competitiva. Por ejemplo, la ruta 14 permite que miles de camiones unan Buenos Aires y el Brasil. Sin perjuicio de que los accidentes viales son una de las principales causas de muerte, el río Paraná debería ser la gran autopista litoral.
Claro, para eso también habría que unificar normas y criterios laborales, porque mientras en la Argentina los trabajadores tienen una amplia gama de derechos, los costos laborales de las flotas fluviales de Paraguay son mucho más bajos. Si se trata de hacer llegar un contenedor de Salta a Buenos Aires y luego a Rotterdam o Hamburgo, resulta más caro el tramo terrestre doméstico que el internacional marítimo. Para tener una idea, entre Salta y Buenos Aires hay unos 1500 kilómetros y entre esta y Hamburgo o Rotterdam más de 10 mil. Es una de las paradojas de la Argentina camionera pero sobre todo de una América Latina que está en tránsito pero que debe fijarse metas para integrarse en serio. Nadie puede decir que el destino de Hugo Moyano es el fútbol y no el sindicalismo, pero lo cierto es que la decisión de poner la locomotora en marcha por parte de Cristina en estos años obedece a que hay una contraparte fuerte capaz de financiar el largo plazo: nada menos que China.
Como dato adicional, también es más caro llevar un contenedor de Salta a Buenos Aires que desde allí a la China. Para ver en qué consiste la diversificación de mercados y socios comerciales en la región, en estos días está de gira por Brasil, Perú, Chile y Colombia el primer ministro chino, Li Keqiang, al frente de una misión que incluye –entre un total de 60 obras de infraestructura, energía y transporte– un megaproyecto que permita unir el Atlántico y el Pacífico a través de Brasil y Perú. El financiamiento correría por cuenta de China y se lo estima entre 30 y 50 mil millones de dólares. Debe tenerse en cuenta que Brasil es el principal vendedor de soja, y si logran sacarla por tren y puertos del Pacífico los costos serían mucho más bajos.
A principios de este año, con la visita de Cristina a China, se agilizaron los trámites para la inversión de ese país en Trenes Argentinos Cargas y Logística (conocido como el Belgrano Cargas pero que integra cuatro líneas y la Administración Nacional de Puertos), que ronda los 2000 millones, con plazos y tasas más que competitivos: créditos a 15 años y con un interés del 3,5% anual. Hace pocos días, Florencio Randazzo recibía el primer tren que llegaba de Mendoza al Mercado Central (con productos para el consumo interno) y decía que los costos de logística eran de un 72% más bajo que en camión. En algún momento, la ecuación va a cambiar desde el punto de vista del comercio exterior. Y eso será cuando se haga un tren de cargas transcordillerano que permita terminar con los camiones varados por la nieve y, sobre todo, hacer que la Argentina mire al Pacífico y por ende al Índico, donde el flujo del comercio marítimo crece a pasos agigantados. Claro, eso requiere no sólo hacer un túnel de 50 kilómetros que está por encima del volumen de comercio de hoy, sino también un nivel de competitividad de los productos argentinos que también exporta Chile, como frutas y vinos.
La región no debe esperar sólo los dólares que vienen de China, aunque es evidente que el gigante asiático ya dio pasos concretos respecto de los 250 mil millones que prometió Xi Jinping hace unos meses en Pekín, cuando se hizo la cumbre de China con los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Está claro que China ve la región con sus intereses: colocar productos industrializados, así como comprar materias primas y alimentos. Salvando las distancias, la red ferroviaria argentina fue pensada por el Reino Unido para la salida hacia los puertos británicos. Las prioridades de integración en el continente más desigual del planeta son otras. Compatibles con los mercados chino, ruso, europeo y de América del Norte pero, ante todo, requiere avanzar en la integración ansiada por los propios latinoamericanos.






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