sábado, 16 de enero de 2021

ESCÁNDALO EN EL CAPITOLIO por Lido Iacomini (") para Vagos y Vagas Peronistas

 


Seguramente, apenas culminado este, los demócratas triunfantes intentarán hacerlo pasar como un brote histérica trumpista y José Biden asumirá como presidente de los EEUU. Pero no será ni el presidente post pandemia ni mucho menos post crisis de la hegemonía norteamericana. Por el contrario asumirá en medio de la más formidable crisis múltiple y diversa que afecta a la sociedad de la aún principal potencia imperial. 

Los hechos de ayer ponen en evidencia que las elecciones de su democracia degradada no fueron capaces de generar un escenario político superador de la encerrona a la que ha arribado el imperialismo norteamericano, de la mano tanto de demócratas como de republicanos. El Consenso de Wassington y las recetas del neoliberalismo han fracasado en todas sus versiones. No hubo salida para un aislacionismo que pretendió retrotraer las ruedas de la historia a un "industrialismo" neofordista, racista y amurallado custodiado por viejos cowboys.

Tampoco la hubo, ni la habrá, para un globalismo ultrafinanciero sin fronteras que sólo fué capaz de multiplicar las guerras y las burbujas financieras. 

Joe Biden no ganó como portador de una propuesta superadora de la nueva guerra fría antichina ni como portador de una conciencia progresista capaz de aplastar al hipopótamo del jopo rubio sino como producto de la desesperación ante el declive económico acelerado por la pandemia del Coronavirus. 

Quizás la fantochada del Capitolio que puso en evidencia la realidad de la "democracia norteamericana" sirva para que surja la creatividad política necesaria, realista y práctica, capaz de asumir efectivamente la etapa "post": post pandemia, post racismo, post imperialismo. Verdaderamente multipolar y no meramente multilateral.

(")Participación Popular

1 comentario:

  1. Queridos compañeros
    En esta interesante nota de Lido puede percibirse la crisis de la forma representativa de la democracia burguesa. Durante la presidencia de Trump se produjeron reiteradamente estallidos de violencia represiva de nuevo tipo contra las minorías de color. El asalto al capitolio no es una experiencia diferente y puede sintetizar la situación como que la política norteamericana adquiere crecientemente la morfología de una guerra civil abierta. Ese caos en la metrópoli tiene su lado favorable para nosotros, porque mientras hierven pausadamente en su propio guiso puede que se olviden un tiempo de la problemática latinoamericana y nos den tiempo para ajustar cuentas con los fascistas y neoconservadores criollos.Lo penoso sería que el gobierno argentino, o los sectores progresistas brasileños, muestren vacilaciones en estas medidas de higiene que los pueblos exigen cada vez con más premura.
    PEDRO CAZES CAMARERO

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