lunes, 9 de noviembre de 2015

El IDEARIO DE MAURICO MACRI, LA “ELITE ILUSTRADA”, Y SUS “TRASNOCHADAS FANTASÍAS”, Por Claudio Javier Castelli



DANIEL SCIOLI-MAURICO MACRI

La derecha tiene historia en el país, de alguna manera gobernaron, hasta Irigoyen, Perón, y los Kirchner; solo en esos interregnos se escucharon otras voces, otras mayorías y minorías excluidas siempre de los discursos,  políticas públicas, y estrategias privadas.

En la RAE:



miedo

Del lat. metus 'temor'.

1. m. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.

2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.



¿Acaso no tenemos angustia? Más allá de la supuesta alternancia de un gobierno de derecha, con uno tirado a la izquierda.


¿No tenemos muy cercanos los noventa? Cuando la derecha mediática, política y financiera gobernó este país, destruyendo toda la argentina económica social peronista. ¿Me van a decir, como están repitiendo algunos, que el primer gobierno de Menem fue bueno? ¿No será que la memoria borra lo odioso, que no nos importan, los excluidos, desocupados y pobres, que están más allá de la calle Córdoba? ¿Qué importa poco entregar el país a relaciones carnales con Estados Unidos?


Macri, no es solamente Macri. Son también sus archivos imperdibles, de declaraciones homofóbicas; sus declaraciones, sobre el salario, como un costo más, y nada más; su asistencia a la embajada de Estados Unidos, a pedirle ayuda, “porque algo había que hacer con los Kirchner” (Según los Argenleaks, de Santiago O’Donnell); su consulta a los yanquis, sobre el mejor policía argentino (por supuesto que le dijeron: el “Fino Palacio”, que colaboraba con la embajada en la causa Amia, causa donde los servicios de inteligencia extranjeros manejaban jueces, fiscales, en un hinterland donde aparecían los servicios locales, como meros amanuenses de intereses extranjeros).


Su procesamiento por escuchas ilegales actual, las 200 causas que tiene, su procesamiento anterior de empresario “vivo”, que compraba autos, con exenciones para discapacitados, como si él lo fuera; aunque ahora parecería, por el blindaje mediático concentrado, por sus asesores de imagen, puramente  mediáticos efectivos, que difunde globos de colores y amor, sin conflictos.


Algo conocemos de la ilusa unión de todos los argentinos, al poder concentrado global.
 
Claudio Javier Castelli

¿Es mala fe tener angustias, tener miedo, por todo lo conquistado? No, no lo es, ya sé que gran parte de la población quiere globos y nubes de alegría “tinelesca”. No le interesan los derechos humanos, el uno a uno me permitió viajar mucho, y tener muchos dólares.


En realidad quiero un cambio de globos, que termine con las cadenas nacionales, quiero escuchar a los privados en un lobby infinito con Marcelo Longobardi y Fernando Niembro. ¿Fútbol para todos?, el fútbol estaba bien en manos de Clarín.

“La ley de medios tiene frivolidades”. Se llaman frivolidades a los pueblos originarios accediendo a frecuencias, o solo que un medio no puede descapitalizarse, para dejar de ser un monopolio.  Pero en Estados Unidos un solo grupo económico no puede tener tantas frecuencias. No importa, soy esclavo (cipayo), no copio lo bueno, solo repito las consignas de sus servicios de inteligencia, que Alonso y Bullrich, ayudan a difundir.


Mis economistas van a renovar el hastío que tengo de las cadenas nacionales de Cristina. Pero no será mucho: ¿Melconián? ¿Prat Gay?


Todos los economistas le están rindiendo pleitesía a la City, como dijo Espert, si gana Macri, “va a gobernar uno de nosotros”, no un “caudillo provincial, que cada diez años viene a gobernar el país” –lo dijo Prat Gay-.


Nosotros “la élite ilustrada”, la verdadera inteligencia, no masacramos a los caudillos del interior, aunque tenemos que aceptarlo, uno de ellos nos liberó de Rosas, y nos entregó el país en Pavón. Nosotros no exterminamos a los Indios, y fijamos definitivamente los límites del Estado, nosotros, no establecimos la ley de residencia para expulsar extranjeros socialistas, anarquistas, comunistas o revoltosos. Nosotros no derrocamos a Irigoyen ni a Perón, ni lo prohibimos. Nosotros no provocamos 30.000 desaparecidos, ni le dimos golpes de Mercado a Alfonsín. Nosotros no gobernamos con Menem y produjimos pobreza, exclusión y relaciones carnales.


Nosotros como “élite”, no lo hicimos, lo hicieron otros, que hicieron el trabajo sucio, nosotros apenas, si fuimos una corriente devastadora de opinión. Pero ahora tenemos uno de los nuestros para embarrarse las manos, para gobernar como propio dueño.


No vamos a ser incoherente con nuestro ideario,  ahora que  el presente reclama nuestra pluma y entrega, legitimados como nunca por el voto popular.


¿El 2001, no lo hicieron los Kirchner? ¿No fueron ellos los que se fueron en helicóptero? Me parece que sí. Todo cabe en el hastío de las cadenas nacionales.


La lógica amigo/enemigo, también hastía, es el capítulo que le faltaba a Laclau, y nosotros como élite escribimos, denunciando como campaña del miedo, la de Scioli, quien recordaba hechos muy antiguos, que están más allá, del presente deshistorizado, que nos toca vivir. Y viviremos más, cuando gobernemos sin máscaras.


Los hechos, que recordaba Scioli, están  más allá de la música de Gilda y los globos de un pelotero. En el pelotero está escondido Sylvester Stallone, para una pelea de Box, no con un ruso, sino con el populismo peronista, cualquiera sea la modalidad que adquiera. Aunque tenga que disfrazarme de la Dra. Carrió. ¡Eso sí que es desmesura, Hybris! Es Prometeo que sustrae el fuego a los dioses y se los dona a los dioses del mercado financiero libre. Tengo presurosa la lengua injuriante para todos los que van a resistir, por supuesto “La Cámpora”, todos armados, por ahí.


No pensé ver este final apoteótico de ópera, donde triunfan los buenos, nosotros, los que nunca nos debimos haber ido del poder político. 


De manera natural somos los gestores de las fuerzas vivas y libres del mercado financiero, que regresamos como Ulises, después de esta odisea populista de doce años. 


Pero el universo ético, no es algo, como el tejido de Penélope, que todas las noches empieza de nuevo, diría Hegel. No, no es así, dice “la élite”,  empezamos de nuevo, a hilar fino, en la reconstrucción de la argentina insertada en el mundo globalizado, sin apetencia por Latinoamérica. Nuestro destino es USA y los europeos.


Para que vengan inversiones, es necesario dar CONFIANZA, con flexibilización laboral, inserción financiera en el mundo de los préstamos internacionales, un estado mínimo, nada de estado empresario, libre mercado. Nada de intervención del Estado. Y ya está. Todos a la buena de Dios.


Raúl Alfonsín, en la oportunidad de un intento de golpe, de una minoría de derecha recalcitrante, contra su gobierno democrático, dijo en un emotivo discurso improvisado, que la chirinada regresaba con “trasnochadas fantasías”. 


El golpe eleccionario de Macri también regresa con “trasnochadas fantasías”, es decir falto de novedad, de renovación, es un golpe de timón, a la argentina del centenario, cuarta en el ranking mundial, pero exclusora, de todos los que se incorporaron después, con Yrigoyen.


Claro que tengo miedo, tengo terror, porque amo este país, no solamente mi barrio acomodado, sino sus perdidos pueblos en el interior, mis hermanos más rezagados, los empresarios que construyeron Pymes, que dan trabajo y dependen del mercado interno, amo la nación de un destino común, en una lengua viviente y trenzada en la justicia social peronista, con una bandera argentina para defender no solo con la selección de fútbol, sino en sus científicos, satélites, igualdad e identidad de género, y amor transpirado, de trabajar todos los días, pensando en mi lugar en el mundo, en la telaraña latinoamericana.


Lo amo, y no comparto el sueño con “ellos”, de restauración oligárquica, de restauración conservadora, aunque lloren al escuchar el himno, entregan la patria al capital financiero, aunque lloren con el himno, no les importa la desocupación y pobreza, si es gente que vive, más allá de la calle Córdoba.

Tengo miedo y pido disculpas por ello. Cuando la derecha mediática, empresarial y financiera se alía, la ilusa unión de todos los argentinos, bajo el ala del poder concentrado, se apodera del país. 


Entonces las masacres son “enfrentamientos”, y “la crisis se cobrará nuevas víctimas” se cobrará excluidos, pobres y el trabajo de muchos argentinos. Y las devaluaciones reales o encubiertas, serán "culpa de la pesada herencia kirchnerista", "ellos hicieron esta fiesta". Mentira, quieren beneficiar a una minoría, sojera, empresarial y financiera.


Por eso tengo miedo al neoliberalismo macrista, en su silencio mediático, augurado por asesores de imagen, está todo lo que callan que van a hacer; conviene decirlo, porque en la trama vivificante del lenguaje, no “todos los gatos son pardos”.


Noviembre de 2015

1 comentario: