lunes, 10 de junio de 2019

VARIACIÓN CULTURAL-POLÍTICA, Por Jorge Luis Cerletti para Vagos y Vagas Peronistas

Algo de historia antes de la Dictadura Genocida (1976-1983).

Jorge Luis Cerletti
Fueron largos años de luchas y militancia impulsando movimientos de liberación nacional y por el socialismo. La Revolución Cubana de 1959 significó un hito en Sudamérica y se hizo popular llamarla el “Faro de América”. Las figuras de Fidel, del Che Guevara y de las guerrillas revolucionarias, resultaron modélicas para diversas experiencias latinoamericanas.

Años antes, aquí se había dado el golpe de 1955 de la llamada Revolución Libertadora. Se generó para terminar con los gobiernos de Perón que representaban la causa popular indigerible para el establishment de entonces.

El período de los 60-70 estuvo signado por dictaduras militares o por gobiernos ilegítimos al ser favorecidos por la proscripción del peronismo. Primero, el de Frondizi, electo como fruto de un acuerdo con el proscripto Perón. Mas, aquél lo desconoció al inicio de su inconcluso mandato y luego fue depuesto como consecuencia de perder las elecciones en 1962 de la provincia de Bs.As. frente al peronista Andrés Framini. Después se produjeron las luchas entre azules y colorados, fracciones del ejército que se enfrentaron acerca de cómo controlar la oposición del peronismo (vencieron los azules, los menos gorilas). En 1963, fueron las elecciones en las que triunfaron los radicales que llevaron a la presidencia a Illia beneficiado por la proscripción del peronismo.

En 1966 se produjo el golpe militar que encabezó Juan Carlos Onganía (azul) que depuso al gobierno de Illia. Hasta 1969 parecía que políticamente “no volaba una mosca” en nuestro país. Sin embargo, se gestaban subterráneamente sustantivas resistencias que estallaron en el Cordobazo, el Rosariazo etc., el fusilamiento de Aramburu en el “debut” de los Montoneros, la FOTIA en Tucumán, la radicalizada CGTA (CGT de los Argentinos) y el surgimiento o resurgimiento de numerosas corrientes desde distintas expresiones políticas hasta diversas organizaciones guerrilleras.

El último que asumió el mando del golpe iniciado por Onganía fue el general Alejandro Agustín Lanusse en 1970, luego del interregno comandado por el general Levingston. Lanusse impulsó el Gran Acuerdo Nacional para superar la influencia del peronismo, convencido de que Perón no retornaría al país. Su venida en noviembre del 72 y la definitiva el 20 de junio del 73, dieron al traste con el GAN y su inspirador. Fue la coronación de casi 18 años de la resistencia peronista. 

Dicho proceso desembocó en el triunfo electoral del peronismo en el 73 que llevó a la presidencia a Cámpora cuyo gobierno provisorio duró algo menos de dos meses. Durante el mismo se produjeron algunos hechos simbólicos notables que atestiguan el clima que vivía la militancia. 

Como ser, el día de la asunción a la presidencia de Cámpora, la plaza de mayo estaba colmada predominantemente por la juventud. Los Montoneros se hicieron cargo de la seguridad sin la asistencia de ningún organismo oficial de custodia. El general Lanusse, después de entregar el mando, se retiró repudiado por la gente. En contraste, asistieron a la jura de Cámpora los presidentes socialistas de Chile y de Cuba, Salvador Allende y Osvaldo Dorticós. 

Esa misma tarde-noche del 25 de Mayo, la militancia rodea el penal de Villa Devoto exigiendo la liberación inmediata de los guerrilleros y presos políticos. En tanto que desde las troneras de las murallas de la cárcel, los ya ex presos políticos, realizan arengas a la multitud militante, mientras la policía cruzada de brazos, observa en silencio…

Otra jornada histórica, conflictiva y contradictoria, fue la manifestación en Ezeiza el día del esperado retorno de Perón, que congregó a más de dos millones de personas, la máxima concentración que se produjo en Argentina. La otra cara, los enfrentamientos sectoriales a tiros que concluyó con la disgregación y frustración de la enorme concurrencia y el desvío del avión que llevó al líder a la base aérea de Morón.

A posteriori y en poco tiempo, se desarrollaron los enfrentamientos entre los sectores radicalizados y la derecha peronista cuya figura emblemática fue José López Rega, ministro de Bienestar Social de Perón y gestor de las 3A (organización criminal de la ultra derecha). Fueron meses en los que se vivió el declive político del líder hasta su muerte el 1º de Julio del 74. Lo sucedió la vicepresidenta, su esposa Isabelita, lapso en el que recrudecieron las luchas internas y la ofensiva de la derecha.

Y ya estamos transitando los años clave del último gobierno peronista de entonces y en las preliminares de la emergencia de la dictadura genocida. Este breve recordatorio, obviamente incompleto, exhibe el ambiente cultural-político de la época en el que se desarrolló la subjetividad de la militancia prevaleciente en esa época.

Este período, alimentado por las luchas y las convicciones sobre el triunfo del socialismo y los procesos de liberación nacional, gestaron una militancia pujante y convencida de la inexorable marcha hacia la realización de esos objetivos trascendentes.

El triunfo de la dictadura genocida de Videla y cia. de 1976, que generó los treinta mil desaparecidos y persecuciones políticas con innumerables asilados, creó en nuestra nación un verdadero agujero negro que partió en dos la historia nacional del siglo XX. Fenómeno que más tarde se reforzó con la implosión del campo comunista y la derrota de los movimientos de liberación nacional. En tanto que el fin de la dictadura y la emergencia de la democracia en 1983, abrió otro capítulo de nuestra historia. Capítulo que con todas sus variaciones llega hasta la actualidad.

Cambios cultural políticos en la actualidad.

No vamos a detenernos en la historia más reciente del último período “democrático” porque su proximidad lo hace más accesible, en particular para la juventud que es la interlocutora principal en la carrera de relevos que es la vida. Sólo destacaremos algunos episodios que influyeron en el período democrático que ya transita más de tres décadas y media. Los dos primeros años del gobierno de Raúl Alfonsín que inauguró la etapa; la presidencia de Carlos Saúl Menem que representando al peronismo encarnó su antítesis; la gran crisis de 2001 con su simbólico slogan “que se vayan todos” enjuiciando a los políticos en general; los tres gobiernos kirchneristas y el de Macri ahora. 

El gobierno presidido por Macri & cia., clara expresión de la política de la derecha reaccionaria y entreguista, nos sirve para destacar ciertas características negativas de la subjetividad social y política desarrollada en el período post dictadura. Claro está que poner el acento en tales características no significa ignorar o subestimar las resistencias ni las experiencias creativas que se están dando, pero ésa es otra cuestión….

Este enfoque sobre el escenario actual pretende evaluar sucintamente los cambios de la problemática política vigente y su incidencia en los aspectos negativos de la subjetividad social. Comenzando porque el hoy no debe desvincularse del mañana pues si nos oponemos al poder dominante, se hace necesario generar una política que se proyecte al futuro.

No obstante, en esta etapa prevalece la inmediatez en el pensamiento y las acciones. Y si bien responde a las necesidades que demanda la situación actual y la opresión que padece nuestro pueblo, restringe la construcción política a dicha inmediatez y debilita las posibilidades a mediano y largo plazo. Claro ejemplo de ello es el último cambio de gobiernos. En unos pocos meses se produjo un giro de 180 º que desvirtuó las conquistas del kirchnerismo. 

Dicho ejemplo expresa una problemática abierta e irresuelta que perdura en el tiempo y que abarca a múltiples países. Mientras que articular las necesidades del campo popular con una construcción política a futuro, resulta el lugar vacío de un ansiado proceso emancipador. Y este profundo bache que nos incluye a todos los que participamos en el campo popular, exhibe las falencias en torno a cómo superarlo. 

Aquí viene a colación comparar la subjetividad político- ideológica pre dictadura y la correspondiente a la post dictadura. Una diferencia gravitante fueron los fines de las principales luchas radicalizadas de entonces que giraban alrededor de dos objetivos relacionados. La recuperación del poder del peronismo unido al socialismo nacional que llegó a invocar el mismo líder. Objetivos de gran predicamento en la militancia más activa y comprometida que influía en la atmósfera cultural política que desembocó en el 62% de los votos que catapultaron a Perón a su última presidencia. Fenómeno indisociable de las contradicciones y los enfrentamientos internos que terminarían sirviendo en bandeja el triunfo de la dictadura que enlutó a nuestro país.

En tanto que actualmente predomina en la militancia una concepción inmediatista cuya más clara expresión remite a las elecciones de octubre próximo. Esto no significa restarle importancia a derrotar al macrismo que sumió al país en el abismal pozo de la “grieta” que supieron conseguir. Sí evidencia que esa disyuntiva es más producto de la debilidad que de la fortaleza. 

Por eso interesa pensar y debatir los problemas que afectan a la oposición. Entre ellos, reiteramos la limitación que supone la política circunscripta de modo unilateral al corto plazo. Ejemplo de esto es, en lo fundamental, la crítica económica con abuso numérico. Y no es porque carezca de importancia sino que empobrece sus efectos. De otra magnitud es la vulnerabilidad que provoca la insuperada barrera que sufren todos los gobiernos populares. Es que se desenvuelven en medio de relaciones capitalistas condicionados por la hegemonía mundial del gran capital, el llamado neoliberalismo.

La otra cuestión, por demás dificultosa, consiste en la construcción de la unidad en busca de obtener el respaldo necesario como para frenar y condicionar a la derecha cuyo soporte real es el poder concentrado del gran capital. El mismo que hoy maneja los medios de comunicación, usufructúa la Justicia sin venda y controla el aparato del Estado. Por eso, la unidad que aparece tan necesaria resulta una moneda de dos caras.

En ese sentido surgió el sorprendente lanzamiento, para las elecciones de octubre próximo, de la formula F-F de Alberto Fernández (presidente) y Cristina Fernández de Kirchner (vice). Y si bien el kirchnerismo es la principal fuerza de oposición, necesita unirse con otras fuerzas para lograr el triunfo en las elecciones. Entonces, mientras por un lado precisa la unidad (una cara), si gana, ¿cuál sería el precio de tal unidad? Porque tanto un pacto social como uno político, representan una garantía poco fiable para enfrentar la gravedad de la situación que comporta el desmadre actual. Basta con recordar la traición y el bochornoso “voto no positivo” de Julio Cobos, el vicepresidente de Cristina, en el conflicto del “campo” de 2008.

Es evidente que la movida de Cristina proponiendo a Alberto Fernández a la presidencia favorece el proceso de unidad. Sin embargo, las anteriores divergencias entre ambos siembran dudas lo mismo que el perfil político del eventual presidente. Además, qué garantías ofrece la fidelidad de los que participen de la unidad. De todos modos, frente al riesgo de un catastrófico segundo mandato del gobierno de Macri y cia., el semi renunciamiento de Cristina produjo una audaz jugada política por más que su resultado sea incierto. Y es de esperar que cumpla su objetivo….

Ante la sumatoria de interrogantes es oportuno recordar una metáfora que empleó Perón: “la organización vence al tiempo”. Después de tantas frustraciones, ¿no será hora de engendrar organizaciones que superen el tiempo de la impiadosa hegemonía del gran capital? ¿Qué cambie la cultura utilitarista y de la ganancia a cualquier precio que infecta la subjetividad social de amplios sectores de nuestra población?....

Por último, con este sintético recorrido hemos querido reflexionar en torno a los cambios producidos en le subjetividad político-social. Conscientes de que la distancia que media entre la subjetividad pre y post dictadura no excluye que en la actualidad se mantengan vivas las resistencias y las movilizaciones de masas. Sólo que los objetivos de corto plazo y la subjetividad inmediatista funcionan como las lentes para la lectura, no son útiles para la visión lejana.----------




(")Síntesis biográfica:

Jorge Luis Cerletti nació en Buenos Aires en 1937, arquitecto. Cofundador Fue profesor de Economía Política en la Universidad del Salvador y de Historia Social en la Facultad de Derecho de la UBA. Fue uno de los fundadores e integrante del grupo de reflexión La Mesa de los Sueños, también del grupo Repro (Reflexión y producción) y colaborador del CEPPAS, (Centro de políticas públicas para el socialismo). Producto de su dilatada militancia realizó numerosos ensayos políticos. Como coordinador de la colección Cuadernos de la realidad, dirigida por Raúl Sciarretta y editada por Granica, publico en ella tres ensayos: “Desarrollo industrial y concentración monopólica”, “La oligarquía terrateniente” e “Imperialismo y dependencia” (1974) y los siguientes libros: Retazos para una historia” (ficción 1983, Peña Lillo Editor); “El nuevo orden mundial, el socialismo y el capitalismo depredador” (1 991, Centro Editor de América Latina); sigue: “El poder y el eclipse del socialismo” (1993, Centro Editor de A.L.); “El Poder y la necesidad de un nuevo proyecto” (1994, Ediciones Mesa de los Sueños); “El poder bajo sospecha” (1997, edit. De la Campana) y “Las relaciones de dominio como lazo social (1999, edición del autor); “Políticas emancipatorias - crítica al Estado las vanguardias y la representación” (2003, edit. Biblos) y “Estado democracia y socialismo” (2014, edic. El jinete insomne, publicado por el ceppas, centro de políticas públicas para el socialismo).

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