jueves, 26 de abril de 2018

VISTAS DE LA CIUDAD, Por Horacio González



Obertura del Editor: Iniciamos este texto de Horacio González con el poema "El Espía", de Jorge Luis Borges:


En la pública luz de las batallas


otros dan su vida a la patria


y los recuerda el mármol.


Yo he errado oscuro por ciudades que odio.


Le di otras cosas.


Abjuré de mi honor,


traicioné a quienes me creyeron su amigo,


compré conciencias,


abominé del nombre de la patria.


Me resigno a la infamia.


En La cifra (1981)


Imagen: Juan Carlos Benítez: Borges y su universo (collage)



Se habla mucho de Horacio Cóppola, con sus fotos enigmáticas, hasta diría metafísicas. Esos edificios de Diagonal Norte, geometrías cubistas para galeristas chic. Pero no, déjenme a mí decir cómo las debemos ver. Por eso soy agente de inteligencia, y después de muchas vueltas e incertezas, las verdaderas sombras de un destino me permiten expresarme a pleno. Yo sé lo que es ver lo que las simples personas ven de un modo, para verlo de otro, un tanto siniestro. Los hombres no toleran conocer y conocerse en lo siniestro. Esa es nuestra fuerza. La de los hombres de la Inteligencia de un país. No se alteren si digo que nosotros poseemos su verdadero significado, no esos pobrecitos profesores de Universidades. La palabra inteligencia, se la prestamos, no problem. Pero es a nosotros, por la gran cantidad de complejas operaciones semiológicas que realizamos, a quienes nos corresponde.

Buenos Aires conserva su encanto, no lo dudo, pero eso es para los turistas, los pequeños burgueses, los agentes inmobiliarios que inventaron esa tontería de Palermo Hollywood o no sé qué. Nadie sabe que nosotros, los agentes secretos, los hombres de operaciones, los hijos del sigilo, de la alteración de las causalidades y el sembrado de pistas falsas, vemos toda Ciudad desde sus signos ocultistas, psicóticos y malsanos. Nuestro triunfo se aproxima ahora a ser completo, aunque no podemos decirlo públicamente.

Es que nuestra palabra no existe. Existen nuestros hechos, pero siempre de un modo trastocado. Plantamos –disculpen nuestra jerga, les hablaré con la menor cantidad de tecnicismos posibles–,una situación para que caiga un inocente. Es una trampa para pajaritos. Pero no se nos culpe de nada. Para un agente secreto nunca hay inocentes, hay un conjunto de cupos de perversidad previamente definidos que tenemos la orden de adjudicar a tal o cual. Lo destruimos sin que el pobre sepa porqué, pero ya se ha dicho que quebrar esa oscura ignorancia del candoroso, es una bella arte. Así el “inocente” descubre lo que solo nosotros sabíamos. Que había vivido equivocado. No le pedimos, sin embargo, que agradezca que le hayamos descubierto su culpa. ¡Si nunca se explicará lo que le pasó, pues ni sabía quién era!

Entiéndase bien: no hay personas que cometen ilegalidades o crímenes. Hay un catálogo de crímenes e ilegalidades –los candorosos siguen llamándolo carpetazos, son antiguos, o big data, tampoco, demasiado moderno–, que son adjudicados a personas, tales o cuales. A veces se elige uno al azar para cubrir a un tercero, no sabemos quién. Otras, aciertos hechos que son suicidios reales en los que poco o nada tuvimos que ver –aunque a veces aplicamos nuestro buen Manuel de inducimiento–, enseguida lo enredamos todo para elegir culpables, responsables, personajes que surgen en las tinieblas. Es increíble la cantidad de personas que hay en el mundo que gozan con el crimen, que tienen su alegría más salvaje cuando desean que una sangre casual sea parte de un espectáculo, de una ópera atroz y fantasmal. ¡Somos esos ignorados artistas!

Por ejemplo, el caso Nisman fue nuestra mejor obra. Y se hizo sola. Allí apenas mostramos nuestras sombras, ligeramente el brillo siniestro de una frase dicha al pasar. Lo que los políticos burgueses no entienden, el peso de la nada que de repente hace crujir a los hombres que se meten en las tramas sigilosas, sin saber que ellas nunca están fijas. Porque se exhiben un día de un modo y poco después se transmutaron. Me río de la posverdad. Fuimos nosotros los que la inventamos, pero no cometimos el error de escribir editoriales pavos sobre ella. ¡Que los “temas” los impongan otros! Nosotros somos solo espectros, ni tenemos carpetas. Apenas nos alcanza la palabra carpetazo.

No hay hechos, que son la Nada. Hay interpretaciones, que son ellas mismas y su contrario. Ese es nuestro pináculo. Nisman, con su suicidio, fue un punto de convergencia de múltiples fuerzas. La realidad es ambigua, de dobles y triples identidades, de simulaciones que a veces no dudo en calificar de artísticas. Ellas nos conducen a que con dos o tres sugerencias, una palabra equívoca de un juez, un periodista que escucha algo de una cadena de vocablos que hacemos circular, ya una porción enorme de la sociedad agradece que le demos la cabeza del responsable del crimen. Así son las cosas, así es nuestra vida. Muchos políticos se quejan. Pero a veces cuando ellos “sueltan la mano” son más duros que nosotros cuando “entregamos cabezas”. Somos funestos y finos a la vez. 

Por eso un departamento en Puerto Madero es tan ilusorio como una bicisenda, un remodelamiento de calles, las estaciones del metro bus. Vemos la ciudad como un abstracto campo de fuerzas. Allí dónde se cruzan la nada, un disparo y la sangre. No son las grandes avenidas que los urbanistas de los años 30 construyeron para que confluyan en diagonal hacia Plaza de Mayo. No son formas rígidas esperando lo humano, o la visualidad de edificios que parecen humanoides en su soledad, como los vio Cóppola. De manera alguna, porque nosotros vemos allí flujos numéricos, tensiones de circulación, marchas, agitación, griteríos. Esos espacios son espacios de confrontación, de rígida espera. 

Allí probamos a neutros novatos. En nuestras clases –no me pidan que diga cómo son ni quién las da, pero les aseguro que allí no regalan nota–, enseñamos el techo múltiple de escudos para la defensiva, como en los ejércitos romanos, el motociclismo de ofensiva estratégica, el gas pimienta como gastronomía de escarmiento. Y sobre todo, las nuevas motos con formaciones en alas, la bifurcación engañosa, la dispersión simulada, el agrupamiento sorpresivo, la mezcla oscura de hombre y aparato, el detalle necesariamente siniestro de pasar con el noble vehículo sobre la pierna de un manifestante caído. 

No es fácil esta lucha y mucha gente no la comprende. Ve la ciudad como un lugar de paseo, ve las calles como Pipo Pescador, yendo en auto a comprarle un helado a la familia. Todo bien. Es para ellos que trabajamos, la tranquilidad de las buenas gentes ante el horror que nos amenaza (Muy buenas las clases sobre la Teoría del Horror, hasta nos pasaron la película de Cóppola como introducción, pero fue otro Cóppola, no el fotógrafo sino el de Apocalipse Now). ¿Que no se nos comprende, a pesar que para nosotros información es cultura y viceversa? No problem. No trabajamos para eso. Mejor que no se nos comprenda. Porque nuestra filosofía no tiene nombre pomposo ni ningún otro nombre. 

Es la espera que el detalle se trasforme en un foso tenebroso. Lo casual comienza a verse como parte del Plan. Y noso- tros, los del Plan, no hicimos nada. Nuestra mera existencia junta las cosas maravillosamente. Nos basta con no ver la Ciudad como un tango enternecido, una novela de Cortázar –demasiado obvio lo de la Galería Güemes–, aunque a Arlt lo respetamos un poco más, él casi encuentra la cosa. Pero vio solo la angustia, no el Plan sin sujeto. Como si unas simples balitas de goma le hubieran tapado los ojos.

Una casilla de un diariero en la vereda de edificio de Nismam, un pibe distraído que le lleva un revólver, nada de eso lo hicimos nosotros. Pero sin nosotros nada hubiera ocurrido. Ahora son hechos necesarios, la objetividad secreta que solo nosotros conocemos. La Ciudad sin nombre. Falta con susurrar una palabrita a alguien –alguien específico– y dejar que flote una amenaza en el aire con una mirada indiferente –no hay quien no la sepa interpretar–, ya está preparada la escena. Vendrán peritos, jueces, la realidad se desencadena como si fuera un papiro escrito hace mil años. ¿Quién lo hizo? Nadie. No hay que tener nombre para trastocar toda la realidad, aunque a veces no se pueda evitar matar a alguien por la espada y dejar que se derramen mil hipótesis sobre la frialdad del agua de un río del sur. 

Donde otros ven una Ciudad, Discursos, Fervores, nosotros vemos una tarea. Originar la Culpa. Dejarla caer sutilmente sobre la cabeza de los Otros. Por suerte, este nuevo Presidente, con intuición natural, sabe entendernos.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/86175-vistas-de-la-ciudad

lunes, 16 de abril de 2018

LA INTERVENCIÓN AL PJ, Por Ricardo Rouvier

El panperonismo hoy está constituido por partes o unidades de pensamiento y acción, como un archipiélago organizacional. Su fragmentación responde a diversas razones que podemos conceptualizar en ideológicas, políticas e intereses contrapuestos. Cuando hablamos de “intereses” nos referimos a factores que hacen a la eficacia en la búsqueda o mantenimiento del poder y eso puede incluir recursos económicos para la acción política o la gobernabilidad.

La intervención del PJ nacional, a través de una resolución (más política que jurídica) de la Jueza Servini, se convierte en otro acontecimiento de la interna compleja y múltiple de contradicciones que vive el peronismo y que haya dirigentes que alcen la voz indignados por la intervención, sugiere un rapto de interés sobre el PJ no demostrado hasta ahora. Para todos el Partido era un recuerdo, una nostalgia, una especie de trasto viejo que subsistía por la hipocresía general de nuestro sistema político. La propia Cristina F. de Kirchner había tirado dicho emblema por la ventana ante los comicios de octubre, porque eso la obligaba a una interna con Randazzo. Y ahora sus seguidores son los más enfervorizados defensores de aquel partido que Perón subordinó al movimiento como eje principal.

Es cierto que la resolución de texto insólita de Servini exhibe una clara operación política para aprovechar un baldío dejado hace décadas por el peronismo, se agudizó con Menem y luego el kirchnerismo continuó en su negativa de revitalizar al Partido. En realidad la reacción de muchos no es por su amor, sino por rechazo al gobierno de Macri y cualquier cosa que suceda, pero cualquiera, se le atribuye al designio del Gobierno Nacional.

Hay cuestiones ideológicas alrededor de la cuestión partidaria, las hay y eso está claro. Mientras el kirchnerismo supone un mojón de ideas, creencias y valores que son claramente una versión de izquierda del peronismo, y por su conformación de ideas y de prácticas desprecia lo partidario, no reconstruye el movimiento nacional y pivotea en política como una fuerza más electoral que institucional, huérfana de lo orgánico; el peronismo no k, y en particular algunos dirigentes como Duhalde y otros, vio el espacio vacío que dejó, hace años ya, el desinterés generalizado por el Partido y se organizaron para recuperarlo. La designación de Barrionuevo como interventor es una clara señal de que se trata de una operación, porque si hay algo que no tiene el dirigente sindical gastronómico, es la imparcialidad y objetividad necesaria para un cargo de esa naturaleza. Está claro que el PJ con Gioja era un aliado del kirchnerismo y quedó bajo la influencia de CFK, sin mostrar una voluntad de autonomía que no niega las alianzas.

Pero la Jueza juega en la interna peronista desde hace mucho; admitió en una entrevista para La Nación de hace unos años que por su intervención en el 2003 el peronismo pudo constituir tres neolemas a pesar de la vigencia de la obligatoriedad legal a internas abiertas. Ganó Carlos Menem en primera vuelta, y luego Kirchner porque el adversario abandonó el ring, siempre fiel a ese proverbio “soldado que huye sirve para otra guerra”. El distrito electoral de La Rioja y el propio Senado le servirían de último refugio. Servini contenta con que algún peronista alcanzara la presidencia, para que su estrella siga clavada en el firmamento judicial. 

En setiembre del 2005, y nuevamente otra vez la Jueza Servini, intervino el PJ por acefalía, porque en el 2003 el Pte. Carlos Menem había renunciado a su cargo. Entonces tanto Menem como Duhalde desconfiaron de la decisión judicial, sospechando lo que luego se cumpliría: la posibilidad de que Nestor Kirchner asumiera la dirección del PJ. Entonces la inefable Jueza uso palabras similares, aludiendo a que la intervención fue para evitar una "división irreconciliable" que ponga en peligro "la propia existencia" del partido. Como vemos la preocupación por la sobrevida del PJ es continua, aunque hay que reconocer que tiene una agonía activa, movida.

Desde hace mucho tiempo que Duhalde advirtió lo que todos veíamos sobre la inocuidad del Partido y los evidentes dislates institucionales que ofrecía el PJ nacional o de algunas provincias. La creación de Unidad Ciudadana y el abandono del PJ. en manos de Cumplir fue la prueba final de lo que pretendía el kirchnerismo. El otro peronismo registró el gesto y, si bien no significaba mucho en votos, el peso simbólico tuvo su efecto, era la provocación al peronismo no k. para abordar el Partido.

Es obvio que el Gobierno, en segunda instancia, capitaliza esta intervención, pero consideramos que esto viene de las entrañas del pejotismo con muchos antecedentes al respecto. Las escenas de la televisión mostraron una vez más a un peronismo en conflicto, con presencia física en la calle e indignaciones varias. Esto encaja perfectamente con un oficialismo que se quiere mostrar como contrapunto, como un nuevo orden, en armonía y pluralista. Sin embargo, siguiendo la ruta del poder la realidad no visible para todos es que Cambiemos tiene una estructura de decisión más verticalizada de lo que parece. Claro que comparado con Cristina, esta pierde frente al elector del medio de la pirámide social.

Ahora se ha iniciado una nueva carrera judicial, en el cual la Cámara puede confirmar a la Jueza o revocarla. Dicen que la Dirección desalojada de la calle Matheu quiere llegar hasta la Corte Suprema; mientras otros consideran que el peronismo no k. y el kirchnerismo están consolidando su divorcio y que esto es para siempre. Muchos gobernadores, intendentes y legisladores inmediatamente se encolumnaron en el rechazo a la decisión judicial. El alma del PJ se debe haber sentido gozoso de que todos los peronistas, a su manera, se empujaban en la puerta de la sede mostrando sus diversas maneras de amor al Partido.

Creo en el sistema de Partidos Políticos a pesar de sus grandes fallas en todo el mundo en que existen. Es mejor contar con un espacio de debate, de usina de ideas, de reflexión para llevar adelante las propuestas o creencias que tienen los ciudadanos. La historia de Partido subordinado al movimiento se explica por la etapa histórica mundial de ese momento. Ese momento ha terminado hace mucho. Hoy el gran desafío, como lo hemos dicho en otras notas, es saber si el peronismo, como otros partidos que han tenido su nacimiento o apogeo durante el siglo XX, como el radicalismo o el socialismo, sobrevivirá a tanto anacronismo que produjo el fin de siglo.

El PJ en las últimas décadas sufrió varios procesos de vaciamiento partidario. En el ´88 Cafiero pierde su interna con Menem, aquél expresaba la valorización del sistema partidocrático mientras el riojano expresa un movimientismo de fin de época. Lo que vendría después no tuvo nada que ver con un movimiento nacional, ni con un fortalecimiento del Partido. Por el contrario la filosofía del menemismo fue anticipando lo que vemos hoy en el PRO. El segundo vaciamiento fue por izquierda, con la idea de frente nacional transversal, expresado por el kirchnerismo, que se fundó en el liderazgo de Néstor primero y de Cristina después, desaprovechando una gran oportunidad para revolucionar al Partido.

Por eso insistíamos hace años que desplegar prácticas reformistas, como hizo el kirchnerismo, sin un esqueleto orgánico era peligroso y hacía vulnerable toda realización. Obliga a las fuerzas populares a sostenerse sólo en los caudillos y es demasiada ventaja que se da al adversario. El PJ era un instrumento fundamental si hubiera sido transformado, vital y democrático.

Hoy, el PJ nacional es menos que una federación de partidos provinciales. Cada provincia tiene su PJ y tiene sus dirigentes al frente de los partidos locales, sin que exista una coordinación nacional, ni siquiera un diálogo sostenido entre los jefes territoriales, fuera de lo electoral.

Se perdió una oportunidad en los últimos años de renovar y fortalecer a uno de los partidos políticos cuya dimensión y prestigio superó ampliamente las fronteras del país, y ha sido y es todavía la referencia de muchos argentinos.

lunes, 9 de abril de 2018

LA DERROTA DE MACRI, ¿depende de Quasimodo?, Por Jorge Luis Cerletti para Vagos y Vagas Peronistas

"No debemos contraponer -dice Cerletti- las luchas del día a día con una política original que le confiera sentido a éstas. Es preciso articular las tareas favorables a la liberación nacional con una construcción, de largo aliento, con vistas a la emancipación. Esto supone un prolongado ejercicio de creatividad que posibilite romper con los condicionamientos propios del capitalismo". 


El triunfo electoral y la asunción del gobierno de Macri en Diciembre de 2015 blanqueó, paradojalmente, los alcances de la Democracia instaurada en Argentina en diciembre de 1983. Lo paradojal consiste en que, por un lado, sucede a la dictadura más feroz que sufrimos desde 1930, año inaugural de la serie de golpes militares del S.XX. Por otro, dicho triunfo electoral “legitima” a los mismos que nos vienen oprimiendo históricamente. Al margen de sus contradicciones y diferentes circunstancias, lo más significativo es que representan a los sectores dominantes que impulsaron cuanto golpe se dio en nuestro país para liquidar las reivindicaciones del campo popular. 

En verdad, la última dictadura sucumbió por sus propios errores. Principalmente, por haberse lanzado a la guerra de Malvinas basada en dos presupuestos fallidos. Que Inglaterra, la potencia colonialista invasora, se resignaría a una negociación condicionada por un acto de fuerza. La otra, que EE.UU, la principal potencia mundial, se abstendría de intervenir y desarrollaría un rol mediador. Claro está que el móvil no fue la justa soberanía de las Islas sino la idea de que ese logro garantizaría la continuidad de su despótico gobierno. Su política pro imperialista y sus excelentes relaciones con los yanquis, alimentaron esa ilusión que impulsó la aventura bélica. Después, la derrota hizo naufragar sus espurias intenciones… 

Por supuesto que considerando la ferocidad represora de la dictadura genocida, la democracia realmente existente supone un salto adelante. Mas, la hegemonía del gran capital externo-interno junto a las limitaciones y las sustantivas diferencias político ideológicas entre las fuerzas en juego, problematizan el porvenir de tal democracia. Hija del capitalismo, nació y vive condicionada por su legalidad sistémica. Ergo, nos hallamos frente a un verdadero galimatías pues dicho orden social, no obstante sus grandes diferencias y matices, hoy rige en todo el planeta. Semejante condicionamiento induce a evaluar el estado actual de las contradicciones y a intentar cursos de acción relacionados con sus tiempos. Y aquí la cuestión recae sobre el campo popular, sus contradicciones, desafíos y carencias actuales. 

Quasimodo o una deriva deforme. 

La metáfora alude a la coyuntura que vivimos y a las contradicciones instaladas sobre quienes luchamos por derrotar lo que implica el gobierno de Macri. En la actualidad, para la oposición, una cuestión política recurrente y prioritaria pasa por lograr la unidad. Así lo entendió el kirchnerismo que lanzó su convocatoria de la Unidad Ciudadana por más que, básicamente, alinea a su propia militancia y afines. 

La problemática unidad plantea serias dificultades. Como ser, la recuperación del control del Estado por la vía electoral. A tal fin, se procura unir al antimacrismo a cualquier precio. Aquí las expectativas giran en torno al peronismo por su relevante historia y sonido ideológico de fondo sobre vastos sectores de la sociedad. Cierto que esa misma historia lo ha mostrado, en variadas ocasiones, con serios enfrentamientos internos. 

La unidad del peronismo, visto superficialmente, pareciera un objetivo alcanzable para poder derrotar al macrismo. Aunque los antecedentes de los gobiernos “peronistas” de Menem, no estimulan esas ilusiones. Sin embargo, se puede aducir que son otras las circunstancias que hoy demandan respuestas concretas. Y esto requiere una mirada crítica que debe proyectarse a la cuestión acerca de la naturaleza de la construcción política a impulsar. 

Observando el escenario actual del peronismo se puede decir, metafóricamente, que buena parte del mismo refleja la figura deforme de Quasimodo. ¿Qué representan Urtubey, Barrionuevo, Massa, Pichetto, los gobernadores amansados por el presupuesto oficial, etc.? Son sólo algunos de los exponentes de la antítesis del legado histórico. Aún imaginando un triunfo en el 19, en tales condiciones resultaría una victoria a lo Pirro. Más bien, esa ficticia y engañosa unidad resultaría la antesala de un nuevo fracaso. 

La lucha política en modo alguno justifica tergiversar su historia. El peronismo conmovió a la Argentina por sus realizaciones político-económicas y sociales, fundamentalmente en su primera presidencia. Se ganó al movimiento obrero, se nacionalizaron los ferrocarriles, los puertos, el sistema de seguros y reaseguros, todas las empresas de gas…. Asimismo, varias de las instituciones que creó fueron modélicas: el IAPI, DINIE, la Constitución del 49, La Flota Mercante Argentina, Agua y Energía Eléctrica, etc. 

Obviamente, esta somera revisión no es una apelación nostálgica sino que reseña varias conquistas que gestaron la identidad del peronismo. Pensemos que los cambios de época no explican la pérdida de su identidad. Sí la carcoma interna y los ataques externos que lo fueron mellando a punto tal que hoy constituye un deforme actor que no es ni la sombra de lo que fue. 

Lo expuesto no significa minimizar la importancia de una derrota electoral del macrismo. Pretende trascender la inmediatez y la absolutización del problema explicitando la necesidad de un proyecto y una construcción política superadores de las limitaciones existentes. 

Construcción política y nuevo proyecto, un desafío insomne… 

En principio debemos aceptar que las condiciones actuales resultan desconcertantes. Y lo son respecto de una construcción estratégica cuyas perspectivas se presentan muy complejas. Lo cual remite a la problemática de la liberación nacional y la emancipación, dos momentos ligados aunque con diferentes alcances y trascendencia. 

La liberación nacional implica el control del Estado por fuerzas que impulsan la independencia respecto de las naciones y corporaciones extranjeras e internas afines. En suma, significa ejercer la soberanía en la toma de decisiones que favorezcan al país y beneficien a la sociedad. Y aquí aparecen los obstáculos y desafíos que jaquean la propuesta. Existe una doble atadura relativa al capitalismo vigente en nuestro país y en el mundo. El poder del gran capital no reconoce fronteras, controla resortes fundamentales en las distintas naciones, sean centrales o periféricas. Lo cual gravita decisivamente en las relaciones internacionales. 

Se oscurece así el horizonte de lo nacional cuya última y rica experiencia sudamericana se halla en franca regresión desgastada por las relaciones sociales capitalistas no superadas. Frente a ello, brota la figura de la emancipación del capitalismo como una necesidad histórica. Pero dicha necesidad aún no se condice con los logros alcanzados ni con la debilidad de los intentos. En rigor, la debilidad no proviene de la lucidez crítica antisistema ni de la justicia de su causa. Básicamente, deviene de la potencia del capitalismo para desarrollar distintas formas de producción y profundizar el salto tecnológico. Lo cual va unido a la fabulosa concentración del capital con su consiguiente poder económico y político social. 

Sin embargo, ese cuadro sombrío está perforado de contradicciones y de ricas experiencias aportadas desde los ámbitos micro. Y en un marco más amplio, emergen las resistencias y luchas populares que surgen en toda la geografía mundial de acuerdo a las características de cada lugar y a la diversidad de situaciones. Se presentan en dos planos: el de sus manifestaciones y el que deriva de los nuevos espacios que se fueron creando. El primero se puede ejemplificar con la aparición del zapatismo, las “guerras” del agua y del gas en Bolivia y también con las luchas de nuestras madres de plaza de mayo. El segundo, con el desarrollo del ecologismo político-ideológico, el resurgimiento de los pueblos originarios, las luchas y reivindicaciones de género, las prácticas igualitarias que asumen la circulación del poder, etc.etc. 

Ante las aperturas señaladas y la visión antisistema se dan, mínimamente, dos posturas opuestas: a) asumir dichas aperturas; b) calificarlas de utopías ingenuas e irrealizables. Esta última es ampliamente mayoritaria y está vinculada a la hegemonía cultural-política existente y también a la frustración que originó la implosión de las grandes revoluciones anticapitalistas del siglo pasado. Y la misma constituye una visión conformista. Empero, donde los problemas resultan más acuciantes por su actualidad, plantean la cuestión nacional. Tema que merece detenerse un momento. 

Como mencioné, en Argentina y en varios países hermanos se produjo un avance en torno a la cuestión nacional, por más que resulte despareja su profundidad. En general, desde el control del Estado, se favoreció la causa nacional pero conviviendo con las grandes corporaciones que prosiguieron con sus negocios. Los avances variaron según los casos pero todos inmersos en relaciones capitalistas como factor común. Incluso los más radicalizados que propiciaron el llamado “Socialismo del siglo XXI”, no pudieron zafar. Y esto se vincula al actual resurgimiento político-ideológico de la derecha que aquí expresa Macri & Cia. 

Lo anterior exhibe un hiato entre los movimientos populares que persisten en esa política y quienes sostenemos la búsqueda de nuevas opciones anticapitalistas sin por ello negar apoyo cuando los enfrentamientos con el poder imperante lo demandan. Pero el modo de construcción y los objetivos mediatos difieren. Debemos reconocer que son muchos más los interrogantes que los asertos. Luego, precisamos un amplio debate e intercambio de ideas en el campo popular sobre perspectivas y cursos de acción. Es que vivimos una etapa eminentemente táctica y muy deficitaria en lo estratégico. 

No ocurre lo mismo con la derecha que controla el Estado, que está consustanciada con su estrategia y que opera tácticamente con bastante eficacia. Su talón de Aquiles proviene de la contradicción entre sus logros y las perspectivas que generan. A mayor explotación y opresión tiende a elevarse la resistencia popular. Y en lo económico, su gran baluarte, se avizora la grave amenaza de la recurrente crisis de la balanza de pagos cuyo último antecedente fue la explosión de 2001/2002. El formidable endeudamiento externo , empeorado por la fuga de capitales, oxigena la situación actual (gracias al uso de “la pesada herencia”). En cambio, su proyección a futuro es una bomba de tiempo. 

Este brevísimo paneo de los sucesos que vivimos y de las fuerzas en pugna aspira a impulsar el debate de ideas en torno a la causa popular. Obviamente, es mucho más fácil hacer la crítica a las medidas que toma el gobierno que construir una opción liberadora que no reincida en los condicionamientos que la vienen esterilizando. 

No debemos contraponer las luchas del día a día con una política original que le confiera sentido a éstas. Es preciso articular las tareas favorables a la liberación nacional con una construcción, de largo aliento, con vistas a la emancipación. Esto supone un prolongado ejercicio de creatividad que posibilite romper con los condicionamientos propios del capitalismo. Por supuesto que se enfrenta una plétora de dificultades, pero lo que no se intenta es imposible conseguir. En términos político-ideológicos, exige un estado de permanente vigilia para sumar ideas y acciones colectivas que desarrollen un proyecto y una construcción política de nuevo tipo. De allí que semejante emprendimiento suponga un continuado desafío insomne.------- 



Jorge Luis Cerletti ---- Abril 6 de 2018

viernes, 6 de abril de 2018

TRUMP HUNDE AL PETRO Y A MADURO, Por Heinz Dieterich (")

 1 Tres trampas electorales

Tres grandes mentiras diseñó la camarilla Maduro-Cabello-Padrino López para ganar las elecciones presidenciales de Venezuela: la Asamblea Nacional Constituyente (ANC); el Diálogo de Santo Domingo y el Petro. La estratagema de la ANC debía nutrir el mito de la refundación constitucional del chavismo y del proyecto bolivariana de Hugo Chávez. La narrativa del Diálogo de Santo Domingo aprovechó inmoralmente el anhelo de reconciliación nacional de los ciudadanos y debía generar una moratoria internacional para la imagen del régimen. Desde el Papa hasta el Zapatero fueron usados como “idiotas útiles” (Lenin) en la escenografía de la farsa. El Petro, finalmente, lucra de manera brutal con la ignorancia económica de la población, abriendo un paraíso fiscal interno para los ricos y recapitalizando a la camarilla de Miraflores mediante el mecanismo del reverse mortgage, monetarizando un activo al futuro, que no es del gobierno, sino patrimonio nacional. Todo esto bajo la false flag(engaño) y jerga para idiotas de la supuesta criptomoneda “Petro”.

2.Rasputín y Montesquieu en Miraflores

Cada una de esas estratagemas electorales tiene tanta verdad objetiva como la hipóstasis de la Santa Trinidad cristiana: ninguna. Son globos propagandísticos de la perversa manipulación perceptiva (perception management) de la gente, que realiza la clase política dominante. Por suerte, su algoritmo de decodificación ha sido proporcionado nolens volens (queriendo o no) por la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez: “…quienes quieran tomar nuevamente el poder político, les decimos que más nunca volverán; nosotros más nunca vamos a entregar el poder político”. El teniente de reserva, Diosdado Cabello, eminencia gris del régimen y vicepresidente del PSUV, ya había expresado anteriormente ese mismo particular “espíritu de las leyes”, que caracteriza a los maduristas, cuando dijo públicamente que el método congénito para escoger a los líderes de un partido revolucionario es la cooptación, no la elección.

El fundamentalismo tipo Talibán y la florida prosa de Doña Delcy, Jefa de la Asamblea Nacional Constituyente (sic); la gravitación natural del reservista Cabello, vicepresidente del PSUV, hacia la metodología de la Cosa Nostra y las quimeras del “Presidente Obrero” Nicolás Maduro, conforman un diagnóstico completo de la plataforma mental sobre la cual opera el gobierno de Venezuela. Grigori Yefímovich Rasputín ha de estar en algún rincón del infierno, riéndose.

3. El mega-fraude del Petro

El hecho, de que el delincuente político Donald Trump –dirigido por los neofascistas (neocon) gringo-latinos Menéndez, Rubio, Ross-Lethinen y Cruz– acaba de bloquear el uso del Petro en la arquitectura financiera anglosajona global, hundiendo definitivamente al delincuente político Nicolás Maduro, obliga a analizar brevemente ese tercer mega fraude electoral de Maduro-Cabello-Reverol-Padrino López. En esa narrativa (estratagema) electoral de la camarilla de Miraflores se mezclan tres aspectos: a) la creación de un paraíso fiscal doméstico para los ricachones del país; b) la recapitalización del Gobierno fallido del cuarteto de Miraflores; c) el proceso objetivo de la progresiva abstracción del “equivalente general” en la economía.

4. Criptomonedas y sinverguenzas

El Petro carece de la característica principal que define a las criptomonedas: ser un instrumento financiero especulativo del capitalismo de casino, creado por agentes económicos privados fuera del monopolio del Estado, de emitir monedas jurídicamente vinculantes. Dado que el Petro es una creación oficial del Estado venezolano, ejecutada dentro de su prerrogativa de señoreaje, se trata, de hecho, de una nueva moneda venezolana. Siendo parte de la esfera de circulación, no genera riqueza social, como hacen las innovaciones en la esfera de producción. Y conlleva un caveat adicional (una advertencia). Fiel al carácter de clase del desgobierno de Maduro, es una moneda sólo para los ricos, como explicó el mismo “Presidente Obrero” y jefe del “Viceministerio de Suprema Felicidad del Pueblo” en VTV. Su adquisición sólo es posible mediante divisas convertibles como “yuanes, rublos, liras turcas, y euros, así como… criptomonedas Bitcoin, Ethereum y Xem”. Como es sabido que a la clase trabajadora venezolana le sobran las divisas convertibles, sólo nos queda la tarea patriótica de animarla a adquirir la gran innovación económica de Maduro, para su bienestar y la grandeza de su país. Para aquellos que sostienen que Maduro acaba de regalar a los parásitos y ricos del país un refugio plutocrático (safe haven) en la esfera de la circulación y del atesoramiento –una especie de paraíso fiscal interno– hay que esperar las esclarecedoras palabras de Doña Delcy. Si aun así no entienden, hay que mandarles los agentes del SEBIN. Al fin y al cabo, no hay pedagogía más eficiente que la de la macana y tortura (blanca), como la que se le aplican al  General Raúl Isaías Baduel.

A mis ex amigos Wilmar Castro, Alí Rodríguez y Tarek William Saab, hoy día cómplices de un régimen delincuencial, les recomiendo la célebre frase de Anatole France sobre la justicia burguesa: “La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes”. O sea, tanto los proletarios como los capitalistas pueden adquirir el Petro. Y luego dicen que no hay democracia en Venezuela.

5. Financiar al Gobierno fallido

Cuando se desvincula el valor de una moneda nacional de un sustrato dificilmente reproducible, como el oro (goldstandard), su productividad relativa global y la calidad de sus instituciones se convierten en referentes valóricos. Lamentablemente, Venezuela no cuenta con ninguno de los dos vectores: no tiene alta productividad, ni legitimidad institucional en el global village (sociedad global). Por eso, es lógico que su moneda nacional no tiene valor. En tal situación, un gobierno que carece de moneda fuerte, procura obtener ingresos adicionales endeudándose. Esta es la segunda función del Petro. Además de ser un refugio para los ricos, es un dispositivo de endeudamiento instrumentado por el gobierno, un government bond (obligación del Estado). Sin embargo, al haber arruinado la producción y credibilidad del país, la dictadura burguesa tenía que generar una demanda efectiva. Lo hizo, solidificando el bond con el último activo que le queda al país: el petróleo. Dio ese colateral del bond con la amoralidad que caracteriza a todos sus actos, sabiendo, que la amortización de la deuda recaerá sobre futuras generaciones, mientras ellos disfrutarán sus lujosos exilios.

6. Abstracción y economía de voodoo

El sustrato material del equivalente general “dinero” (azúcar, plata, oro, etc.) ha sufrido un creciente proceso de evolución abstractiva desde el neolítico hasta hoy, terminando en papeles estatales (billetes) y tarjetas plásticas. El futuro de esa forma de valor (bestimmte Wertform, Marx) en la economía digital, ya es visible en China, donde el uso de códigos QR (Quick Response) se vuelve dominante. Con la instalación del G 5 (internet avanzado), el código digital será el sistema monetario universal para la manifestación del valor. Dicho proceso de abstracción es parte integral del desarrollo de las fuerzas productivas, que avanzan hacia la logística digital del Comunismo del Siglo 21, tal como han constatado mega capitalistas chinos de alta tecnología (J. Ma, Alibaba; Liu Qiangdong, JD.com). Pero, como es obvio, tal marcha objetiva de las fuerzas productivas a través de las revoluciones tecnológicas tiene tanto que ver con el Petro, como los voodoo economics del impostor Maduro con la Economía Política del científico Karl Marx.

7. Jaque Mate del Imperio

Fue precisamente esta forma de endeudamiento, la monetarización a futuro de un patrimonio nacional –similar a una hipoteca reversa– que fue bloqueada por el Decreto Ejecutivo de Trump. Con esta medida, Washington cerró aún más el acceso a nuevos fondos para Miraflores, frustrando el tercer mega fraude para ganar las elecciones: la quimera electoral de un mejor futuro económico. La agencia calificadora china Dagong Global Credit Rating Co. puso el dedo en la llaga en noviembre del año pasado: colocó la deuda emitida por Venezuela bajo vigilancia negativa y advirtió con brutal honestidad: “Venezuela carece de capacidad para crear riqueza por sí misma, y las fuentes para el repago de esa deuda son muy frágiles. Por lo tanto es baja su solvencia”. Salvo que la Trinidad bolivariana –Doña Delcy, el teniente Diosdado y el vaso comunicante celeste Nicolás– nos convenza, de que ahora ya también el poderoso dragón chino ayuda a la pérfida CIA en su “guerra económica” contra el “Socialismo bolivariano”, debemos asumir, que esta es la cruda realidad detrás de la farsa electoral de Miraflores. No muy alentador para un gobierno que se sostiene sobre mentiras, dólares y bayonetas.

8. El General de la Dignidad

“¡Me declaro en custodio de la vida, la seguridad y el proceso judicial que quiera instaurarse, de ser el caso, en contra de nuestros compañeros de armas!”, manifestó el 17 de marzo el General (r) Cliver Alcalá Cordones, reaccionando así ante las nuevas detenciones y violaciones a los derechos humanos de militares activos, por parte de los cuatro jinetes apocalípticos de Miraflores. Es una declaración de gallardía militar bolivariana, que pone al régimen en una situación difícil. La represión oficial contra militares progresistas ha sido brutal, pero selectiva, porque la camarilla teme desatar una ola de solidaridad en las Fuerzas Armadas si se excede en la represión. Sin embargo, la declaración del General manifiesta que el sistema de represión selectiva ha llegado al límite de su capacidad de intimidación y que en cualquier momento puede repetirse un nuevo 4 de Febrero de 1992.

La detención o no, de este digno General, revelará si la camarilla usurpadora entiende que con el simulacro electoral se jugó su última carta del poder. Jugó y fracasó, acompañado sólo por los sinvergüenzas del país.

(")  Sociólogo, analista político, teórico marxista, asesor de Hugo Chávez, autor del “Socialismo del Siglo XXI” y más de 30 libros sobre los conflictos latinoamericanos. Nacido en Rotemburgo del Wumme, Alemania, y actualmente investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la Ciudad de México.