1) La obertura
"Pequeñísima obertura del editor"
"Heinz Dieterich ha sido pródigo en críticas al gobierno de Maduro, y desde hace varios años, como lo hemos constatado en sus artículos, que se publican en este blog. Se pregunta el editor, si las generosas críticas, a veces, brulotes, pueden justificarse, ante una vía popular de llegar y organizar el poder, por más que el articulista no la comparta, sobre todo ante la soledad de Venezuela frente a la permanente intervención yanqui en latinoamérica, a través de todos sus epígonos, o adláteres, o agentes. La duda que embarga al editor llega a su punto cúlmine, cuando, al finalizar la nota, Dieterich agrega:"A la nueva civilización sólo se llega a través de la verdad". Sería evidentemente lógico, si el editor se preguntara: ¿Qué es la verdad? ¿Quién la tiene? ¿Y si es posible aplicarla en todo terreno?. A quien escribe no lo asusta la palabra verdad, ni el escopetazo que significa pronunciarla. Sabemos, tenemos indicios y presunciones históricas de los caminos, y de cierta heterodoxia, pero le resulta muy difícil proferir una ortodoxia segura. Vaya este introito para apoyar la polémica alrededor de este escrito".
2) La nota de Heinz Dieterich:
3) La contestación de Toribio Toledo y Sandra López
A partir del último artículo de H Dieterich sobre Venezuela, el compañero Chuni(ª) hizo una introducción donde hace algunas observaciones sobre Venezuela y finalmente se pregunta sobre La Verdad. A su vez, yo le respondo. Por algún misterio de la informática, no llegó esa respuesta. La introducción y esa respuesta sí le llegó a Heinz, y él le agrega unos comentarios más a la observación de Chuni y lo comparto con todos, porque estoy autorizado.
Saludos!
El problema de la verdad es algo con lo que la izquierda viene cargando desde sus comienzos epistemológicos. Debate sobre la idea Marx- Hegel.
Y con respecto de la izquierda latinoamericana : el general Torrijos , el que recuperó el Canal de Panamá´para su pueblo, decía que con los yankees hay que tratar siempre de dos maneras: lapicera en mano, pistola en cinto.
El caso de Nicaragua que me toca más de cerca cuando las elecciones de los noventa había dos posturas: una que proponía suspender las elecciones; sin embargo, Daniel planteaba que si suspendemos las elecciones, tenemos la cuarta div de infantería americana en Managua. Hubo elecciones en Nicaragua y se perdió, pero no se inmoló al pueblo. En Panamá, el tonto de Noriega fue a la guerra y mientras él era capturado en un camión de basura, su pueblo era masacrado y todavía no tenemos cifras de cuantos muertos hubo, 1989.
Hace tiempo tiempo encontré en una revista uruguaya, Marcha, una interesantísima entrevista hecha a Perón por Samuel Blixen, donde el gral le comenta al periodista que después de los bombardeos de plaza de mayo, pasó revista al ejercito y constató que estaba muy mal armado y también dijo: ud sabe bien, que una guerra de proporciones de gran alcance no se puede realizar con pistolas, en obvia referencia a las pistolas que pudo conseguir Evita. Querido amigo Chuni, Clausewitz decía que la guerra era la continuación de la política por otros medios, pero hay algo que hay que tener claro: que no podés ir a la guerra cuando te quedás sin política.
Heinz no está solo. Somos muchos los revolucionarios que junto a él estamos reclamando que se debe evitar lo máximo posible por llevar a los pueblos al matadero. Y si de matar se trata, los Yankees saben bien como hacer. Y termino, con una de Sun sú: nunca pelees el el territorio que te propone el enemigo si no quieres una derrota segura.
4) Respuesta de Heinz Dieterich
Queridos Toribio y Sandra, muy interesante el diálogo. Que haya gente de izquierda que todavía pregunta qué es la verdad, es más que preocupante. La respuesta breve es, que es la concordancia entre un enunciado científicamente formulado (hipótesis) y el fenómeno real a que se refiere. Quién no entiende esto no debería subirse a un tren o carro, porque su aceleración y frenaje adecuado se basan en la verdad de las leyes de Newton.
Queridos Toribio y Sandra, muy interesante el diálogo. Que haya gente de izquierda que todavía pregunta qué es la verdad, es más que preocupante. La respuesta breve es, que es la concordancia entre un enunciado científicamente formulado (hipótesis) y el fenómeno real a que se refiere. Quién no entiende esto no debería subirse a un tren o carro, porque su aceleración y frenaje adecuado se basan en la verdad de las leyes de Newton.
A un nivel más general, la comprobación empírica del Fermión de Majorana confirmó fehacientemente la verdad del materialismo dialéctico, al igual que la de las neuronas de espejo la interpretación dialéctica correcta de la antropología por parte de Marx/Engels. Y, la ley general de evolución de la modernidad deja claro, que el Materialismo Histórico con su atractor, la lucha de clases, también es científicamente válido. Es decir, en ningún momento desde la aparición del Socialismo científico hemos tenido más certeza de su validez que ahora.
En cuanto a Venezuela. La crítica a Maduro no es una crítica a un gobierno de izquierda o gobierno popular, sino a un gobierno socialdemócrata de derecha que apenas tiene el apoyo del 20% de la población. Si ser de izquierda significa ser anti-capitalista, entonces no se entiende que "la izquierda" apoya a un gobierno capitalista socialdemócrata que manipula al pueblo desde hace cuatro años con la mentira de la agresión imperialista, basa su gobernanza en las bayonetas y entrega en bandeja de plata al país al monroeismo.
Fuerte abrazo y si les sirve, pueden publicar esto,
Heinz
5) Comentario del Editor a la respuesta de Heinz Dieterich
Gracias querido Toribio y Sandra y al mismo Heinz por haber contestado mi interrogante.
Gracias querido Toribio y Sandra y al mismo Heinz por haber contestado mi interrogante.
Comparto tu introductorio dialogo y no tengo a eso nada que objetar.
Con respecto, a la respuesta del compañero, Heinz, hay algunas cosas que es difícil compartir, sobre la aplicación de leyes científicas a fenómenos histórico sociales.
La verdad como concordancia, que tiene su origen en Aristóteles, aplicada a las ciencias sociales es correspondencia aproximada, nunca perfectamente coincidente.
El materialismo dialéctico en la versión de Engel en el "Anti-dhuring", en "Ludwin Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana", o en la "Ideología Alemana"(Marx-Engel) eran teorías que el socialismo llamaba científicas.
A la materia se le agregaba la conciencia como reflejo de Pávlov, y creo mucho daño han hecho al mundo de la izquierda, por su recitado catecismo.
La presencia de espíritu humano es mucho mas amplia que la conciencia social del materialismo. La posición de Heinz aparece como duro positivismo insostenible hoy en el Siglo XXI.
Los descubrimientos de la física cuántica y la dimensión espiritual. En ciencias, solo las duras, y no totalmente, pueden pretender la verdad como concordancia o correspondencia precisa, pero en ciencias sociales solo aproximada.
Si en vez de hablar de materialismo hablamos de la dimensión cósmica creo que el entramado cambia.
Si la materia está en permanente movimiento en su dimensión microscópica hasta el punto de ser un hálito - no agrego acá la discusión cristiana sobre el espíritu santo, neuma, en el cual creo- y que demuestra que todo está eminentemente interrelacionado, podemos acercar posiciones.
Pero supongamos que Heinz estuviera en lo cierto y que el materialismo diálectico sea la verdad, así como el materialismo histórico y su motor "la lucha de clases", ¿qué vías son las verdaderas para instalar un sistema socialista?
En esta parte del sur, tenemos una convicción desde 1983, qué la vía es la democrática, que una vez en el poder, se somete a elecciones cada dos años. Y tenemos otra, somos demasiado peronista y creemos en un socialismo nacional, que es el peronismo realizado en un determinado momento, que se parezca lo más posible al régimen instalado en el país, entre 1945-1955, en cuanto proyecto revolucionario.
En consecuencia es un sistema heterodoxo, de ahí que descreamos de cualquier ortodoxia.
(ª) Chuni es el apodo del editor de este blog, Claudio Javier Castelli
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