“RENOVAR
EL MUNDO CON LA BARBARIE”, POR CLAUDIO JAVIER CASTELLI
La frase del título, la dice
uno de los personajes de la novela “Doktor Faustus”, “Vida del compositor
alemán Adrián Leverkuhn narrada por un amigo”, de Thomas Mann, en ella “retoma
la leyenda de Fausto, la traslada a la época contemporánea y la dota de nuevo
contenido”, fue realizada en Estados unidos, entre 1943 y 1947, en que se
publicó, recibió ayuda de personalidades como Ígor Stravinski, Arnold Schönberg y sobre todo Theodor
W. Adorno, exiliados en ese país, durante la guerra y los nazis.
Mann hace decir a su personaje,
“Así fuimos nosotros a la guerra con entusiasmo, los únicos que a ella fueron
con entusiasmo, seguro que había sonado para Alemania la hora secular, que la
historia había puesto la mano sobre nuestra frente”.
Claro que lo que nos interesa,
es la metáfora, de esa novela, nosotros no criticamos a los votantes de Macri y
Vidal, apelando a su ignorancia, que no saben votar, o al fraude, recurrentes
en la derecha cuando pierde las elecciones, pero consideramos que se
equivocaron, que ninguna renovación del mundo político argentino, puede venir
de la mano del neoliberalismo macrista y de Melconián. Este último, desde el
Banco Central, fue el ingeniero de la estatización de la deuda de los privados,
en el años 82, durante el fin de la dictadura, es decir cuando caía
irremediablemente, las ratas aprovecharon para huir, con las arcas llenas.
¿Qué renovación puede venir de
la mano de la restricción de derechos, de volver al santo y seña del mercado
libre, donde los más grandes y lobos, se comen a los más chicos?; y la
argentina, va a volver al endeudamiento, a someter a todo el país, al
encadenamiento imposible de liberarse, de aumentar la deuda externa, como lo
hizo en la ciudad de Buenos Aires. Si gana Macri van a ser años de plata fácil,
explotación asegurada y después estallido social, estallido fácil.
Macri no puede con su naturaleza
de empresario nacido al calor del estado dictatorial de los setenta, y plata
dulce. En la naturaleza de la derecha, está la exclusión social. Ocurre que el
país no tolera otra exclusión. ¿Gobernaran con inclusión? Aunque lo digan, lo
afirmen, lo recontra afirmen, no pueden, como el cuento del escorpión, “no
pude, estaba en mi naturaleza”, mientras la rana, que somos todos nosotros, nos
iremos hundiendo.
¡Qué rejuvenecimiento puede
venir de la barbarie neoliberal! Ninguno. Cunde en gran parte del electorado
una “santa necesidad” de renovación. Ya sé del hastío, de doce años en el
poder, pero Scioli, aparece claramente como prenda de renovación, Macri no. ¿Y
el pueblo que lo ha votado?, muchos votos peronistas, esperaran que Macri ¿defienda
los derechos sociales?
Tengo la impresión que el
pueblo, o gran parte de él, se ha entregado “Como oveja a la muerte fue
llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila. Así no abrió su boca”
(Hechos, 8:32).
Por sus “frutos los conocereís”,
a poco de asumir harán una devaluación terrorífica, que implicará una
transferencia de ingresos de los trabajadores a la minoría expoliadora. La
justificaran con discursos de la pesada herencia kirchnerista, la necesidad de
un ajuste. Es mentira, es pura ideología, la economía debe cerrar con la gente
adentro, si cierra con una minoría, y para el resto efecto derrame, vamos a estar
en problemas serios. Nunca una transición política económica se realizó tan
normal y seriamente, y con los mejores indicadores económicos, públicos o
privados.
Quien esto escribe, y muchos más,
vamos a defender las conquistas, de estos doce años.
Hemos dicho en otro artículo,
que el neoliberalismo es un fenómeno criminal, por los escandalosos efectos que
provoca en la población, con su cuota enorme de desocupados, crecimiento
exponencial de la pobreza, concentración económica, exclusión social y
represión política. Porque no nos engañemos, el combo, viene con represión
política, de lo contrario no van a poder imponer sus delictuosas ideas.
La Alemania nazi, quiso renovar
el mundo con la barbarie, los peronistas, radicales, independientes, izquierdistas, van a
renovar el mundo político con el neoliberalismo, ideas que fracasaron
estrepitosamente en los noventa.
Como el músico de la novela de
Thomás Mann, que entrega su alma al diablo, para extremar su talento, gran parte
de los votantes depositaron su confianza, al “zorro del gallinero”, que es
Macri.
Tenemos una última posibilidad
de no hacerlo, y votar por una renovación Sciolista, dentro de un país con
inclusión social, límites al poder económico, justicia social. Todos principios
que también nacen de una sana lectura de la Biblia judeocristiana, que
raigalmente esta en nuestra cultura.
Hay una gran contradicción
entre ser cristiano y neoliberal.
Muchísimo hay que mejorar, para
ampliar derechos, hacer un país más justo, renovar políticos, sólo puede
hacerse ello siguiendo a Scioli.
De la mano de Macri es un salto
al vacío neoliberal, un salto al vacío, en un país, que llama en su
constitución “a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo
argentino”, como recitaba Raúl Alfonsín, en la mejor tradición Yrigoyenista.
Perón e Yrigoyen, son de una misma matríz. Macri es de la Matriz de Buenos
Aires, contra el interior, de la matriz unitaria, y sangrienta con los
caudillos.
En los noventa imaginé una
reunión en el Club Americano, de empresarios, banqueros, economistas y
políticos neoliberales, brindando con Whisky importado, y pegando, con palos de
golf, a gente en situación de calle, y pobres elegidos al azar, mientras
Frank Sinatra cantaba “New York, New York”.
De vos depende: volver a estar
de rodillas, o dignamente parado.
Octubre de 2015.
Claudio Javier Castelli.
No hay comentarios:
Publicar un comentario