miércoles, 16 de septiembre de 2015

Sobre "La Cuarta Invasión Inglesa"



Varios fueron los años que vieron gestarse la sublevación contra Perón en el 55. Y si bien este pergeñar de la derrota de nuestro Gran Conductor fue una tarea ardua y vigorosa de los enemigos de la patria que operaban fronteras adentro, desde afuera, los enemigos de siempre y de gran fuste: Inglaterra y los Estados Unidos de América (Madre e hija), también venían tendiendo sus redes.
Las heridas de los afectados por las políticas nacionales sangraban y por ello, pedían también una cuota de sangre, mientras preparaban la sublevación.
Perón hablaría unos años después de la cuarta invasión inglesa y la verdad, no estaba tan errado. Y para muestra un botón, recordemos que 1957 Argentina se incorporaba al Fondo Monetario Internacional (FMI) y se daba inicio a una etapa de entrega que se extendería por décadas.
La independencia económica de una nación había costado caro a los intereses extranjeros y los militares supieron ser el cauce adecuado para revertir tamaña afrenta al Imperio, cual cipayo telurico.
Un día como hoy pero de 1955, se dio inicio a esa cuarta invasión inglesa, instaurándose una dictadura cívico militar autodenominada “Revolución Libertadora”, que no escatimó en violencia y represión contra el pueblo argentino.
Lonardi, como líder de la rebelión asumiría la presidencia el 23 de septiembre, y dos días después, Estados Unidos y Gran Bretaña reconocerían al nuevo gobierno (Canallas), lo cual nos habla a las claras del apoyo recibido de los cobardes sublevados.
Aquella etapa en donde "no habrían ni vencedores ni vencidos", excluyó a Perón de la vida política nacional. Dieciocho años de proscripción del peronismo y de la voluntad de las mayorías políticas, nada más y nada menos.
52 días duraría en el Poder Lonardi, y en su reemplazo Pedro Eugenio Aramburu, (católico por liberal) impondría al régimen un profundo sello antiperonista que incluso como un resabio no querido, se ha mantenido hasta nuestros días, una faceta más de la “antiargentinidad”.
De Aramburu fue la promulgación del decreto 4161, por el cual se prohibía la sola mención de Perón, de Evita y la utilización de los símbolos del Justicialismo, a la par de la intervención de los sindicatos y la Confederación General del Trabajo.
También se anularía la Constitución de 1949, pero frente a tanta infamia, también nacería la resistencia peronista.
Vale recordar en esta caminata de la triste evocación que en junio de 1956, militares de extracción peronista a las órdenes de los generales Juan José Valle y Raúl Tanco se rebelaron contra el gobierno de Aramburu con el firme propósito de reponer al presidente constitucional depuesto, pero ello terminaría con el fusilamiento de treinta y dos militares y civiles.
Muchos de estos hombres vieron sus últimos días en los basurales de José León Suárez y desde su libro "Operación Masacre" Rodolfo Walsh, supo retratar este acto sanguinario (Valga el recuerdo a tanto patriota...)
Finalmente en 1973, volvería Perón para imponerse en elecciones libres, camino siempre a esa patria Políticamente Soberana, Económicamente Libre y Socialmente Justa.

Roberto C. Suárez

No hay comentarios:

Publicar un comentario